Te felicito Cesar. Tu defensa de lo que está escrito en el Evangelio es admirable... Y la eucaristía es uno de los mandamientos del Evangelio, y todo lo que manda Jesucristo que hagamos, es para nuestra purificación.
Son muchos los que se llaman cristianos y niegan el pan y el vino que comió Jesucristo con los apóstoles y que Jesucristo mandó que los cristianos hiciéramos en conmemoración suya.
Muchas nuevas sectas llamadas "cristianas" niegan lo que está escrito en el Evangelio, también niegan los mandamientos de Jesucristo escritose en el Evangelio, pues, siguiendo interpretaciones "paulinistas", hacen ver que los cristianos son salvos por la "gracia" sin los mandamientos de Jesucristo.
Locura más grande no se ha conocido en la historia..., que el falso "paulinismo" quiera anular el Evangelio de Jesucristo con su Ley y sus mandamientos. El verdadero Pablo sólo predicaba el Evangelio, pero en las cartas hay puntos difíciles que los indoctos torcieron ya desde el primer siglos para sacarnos del Evangelio y predicar cosas diferentes.
Jesucristo mandó predicar sólo el Evangelio por todos los pueblos, y muchos que no amaban los mandamientos del Evangelio, como le pasaba al joven rico que nos recuerda el Evangelio, hicieron muchas religiones llamadas "cristianas" que impusieron, como si fueran palabra de Dios, las leyes del viejo testamento que Jesucristo abolió y las cartas atribuidas a Pablo sólo con una intención: dejar desplazado y olvidado el Evangelio de Jesucristo, con su Ley y sus mandamientos.
La conmemoración del pan y el vino es uno de los mandamientos del Evangelio: "haced esto en memoria de mí", pero aquellos que no quieren los mandamientos del Evangelio se van a los puntos difíciles de las cartas atribuidas a Pablo para hacer ver que los cristianos no tenemos mandamientos de Jesucristo. Estos cristianos que dicen que están bajo la "gracia" sin los mandamientos de Jesucristo, luego justifican las leyes de los poderosos de Roma diciendo que no en vano llevan la espada.
Estos "paulinistas" dicen que no estamos bajo la Ley, pero luego imponen los puntos difíciles de las cartas que mandan obediencia total a los emperadores de Roma. Así dicen las cartas:
"Sométase toda persona a las autoridades superiores...... porque no en vano lleva la espada........ Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos......" (Romanos 13:1-6)
Como vemos en estas palabras de "pablo", para él todos los gobernantes son justos y debemos estar sometidos a ellos sin hacer distinción entre gobernantes buenos y dictadores genocidas que cometen crímenes con los pobres. Incluso la espada de los gobernantes, "pablo" la justifica como modo de castigo. Jesucristo no enseñó esas cosas sino todo lo contrario. Jesucristo así nos dice:
"Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan, y que los grandes las oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así, sino que si alguno de vosotros quiere ser grande, que sea vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el servidor de todos. De la misma manera que el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir, y dar su vida como rescate para todos". (Marcos 10:42-45)
Jesucristo mandó predicar solamente el Evangelio por todos los pueblos, pero los emperadores de Roma, desde el siglo IV, dejaron ahogados, desplazados e ignorados, los mandamientos de Jesucristo para imponer una filosofía "paulinista" contraria a lo que manda el Evangelio y también contraria al mismo verdadero Pablo fiel al Evangelio.
Los cristianos deben volver a las enseñanzas del Evangelio y no salirse de ellas, porque las filosofías de los hombres han invadido las iglesias. El apóstol Pedro, así dijo sobre aquellos que torcían las enseñanzas de las cartas de Pablo:
"...Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". (2ª Pedro 3:15-18)
Amigo Cesar, ya ves lo que nos aconseja el apóstol Pedro, pues nos dice que ante los puntos difíciles de las cartas de Pablo que fueron torcidos, mejor es para los cristianos que crezcan en el conocimiento de Jesucristo. Es el Evangelio el que nos entrega el perfecto conocimiento de lo que había predicado Jesucristo.
Y hasta el mismo Pablo, sintiendo que muchos vendrían torciendo sus escritos, también aconseja que no sigamos "evangelios" diferentes al de Jesucristo, pues así dice:
"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema". (Gálatas 1,6-9).
¿Que predicaban los apóstoles y primeros cristianos?... SOLAMENTE EL EVANGELIO DE JESUCRISTO, pues Jesucristo así les había mandado:
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).