¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdotal?

¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdotal?

  • Tienen ordenes del Vaticano de silencio sbsoluto.

    Votos: 7 36,8%
  • No tienen defensa posible.

    Votos: 10 52,6%
  • De alguna manera apoyan esos escandalos.

    Votos: 1 5,3%
  • Todas las opciones juntas.

    Votos: 1 5,3%

  • Votantes totales
    19
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo


Y cuando el dirigente es vitalicio tiene inmunidad de por vida, no se le puede encausar.. ser papa te libera de por vida de cualquier fechoria cometida en el pasado.. ;-)

Así a bote pronto.... Nixón, tuvo que dimitir, Pinochet, Videla, Fujimori, el serbio Milosevick, Juan Maria Bordaberry, Fulgencio Batista, fueron sometidos a juicio, no vamos a hablar de Sadam, ni de Gadafi, ni de tantos otros...

Como obstaculizar a la justicia y no morir en el intento... SIENDO PAPA DE ROMA!!

¿Atrapa el punto?

Cierto, muy cierto hermanito, pero esto los hermanos católicos no lo entienden y lo toman como agresión
 
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo

No es una enseñanza "anti secta", es individual, para ti para mi, y para todo el que lee de forma personal e individual, si transgredes ese es el castigo.


Para ti, para mi, para el papa, para los pastores, para todos mi buen caminante, para todos
 
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo

Por favor, yo esperaba que cuando menos condenaras estos actos bochornosos contra seres inocentes como son los niños, pero lo que encuentro son justificaciones tal cual hace el vaticano.

Papa, Curia, Cardenales, obispos, curas pederastas y clones foreros, yo no encuentro ni la mas mínma diferencia... ¡Cuanto me "río" de quienes no les gusta hablar de estos tipos de temas en un foro de religión! y me río por no llorar... porque son tan miserables el cura pederasta, como los obispos, como el papa y como el que entra en estos foros y no lo condena.

Hay tema para rato.
 
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo

Si quieres una respuesta a tu pregunta, considera cómo contestarías tú si te fuera formulada de esta manera:

-¿Qué podemos hacer para que un apologeta evangélico debata sobre pederastia pastoral?

Es cierto que el celibato forzoso probablemente conduzca a la comisión de estas aberraciones en individuos sin una vocación genuina; pero estos abusos lamentablemente afectan a todas las comunidades, sin distingos de confesiones, denominaciones o sectas, aunque sea en grado mucho menor.

Lo más abominable, es cuando las jerarquías eclesiásticas a fin de mantener el prestigio y evitar escándalos, juicios y multas, se adhieren a la impunidad, ya que la disciplina no suele pasar más allá de meros traslados para tomar distancia entre víctimas y victimarios.

mi respuesta es similar a la de remo...cabe añadir que nosotros en lo personal estariamos dispuestos incluso a denunciar ante las autoridades un asunto tan grave como este, lejos de encubrirlo afortunadamente no me ha sucedido un caso así pero creo que si sucediera, por mas aprecio y estima que le tuviese a mi pastor, no dudaria en denunciarlo, ya que si hay arrepentimiento en él, seria entre él y Dios arreglar sus cuentas, independientemente del proceso penal que se deba llevar a cabo
 
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo

mi respuesta es similar a la de remo...cabe añadir que nosotros en lo personal estariamos dispuestos incluso a denunciar ante las autoridades un asunto tan grave como este, lejos de encubrirlo afortunadamente no me ha sucedido un caso así pero creo que si sucediera, por mas aprecio y estima que le tuviese a mi pastor, no dudaria en denunciarlo, ya que si hay arrepentimiento en él, seria entre él y Dios arreglar sus cuentas, independientemente del proceso penal que se deba llevar a cabo

Completamente de acuerdo hermano y añadiría algo para mi muy importante, el hecho de que haya buenos cristianos en el catolicismo, no nos exime de denunciar la pederastía sacerdotal que ha permitido y consentido el Vaticano en los últimos años, contra estos debemos ir a piñón fijo, no apuntamos a la iglesia, disparamos a las siglas que el hombre inventó.
 
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo

No se que es mas bochornoso, que participen los apologetas católicos en el tema o que no participen.. con o sin ellos (Dios mediante) seguiremos denunciando a los duras pederastas y los obispos corruptos que nada hicieron, el que juzga es Dios, nosotros denunciamos ante los hombres.

Demasiada manchas tiene el catolicismo romano como para pretender ser la iglesia del Señor.
 
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2010/03/26/actualidad/1269558004_850215.html

Joseph Ratzinger supo más del caso del cura pederasta alemán Peter Hullermann cuando era obispo de Múnich de lo que los informes eclesiásticos han sugerido hasta ahora, informa hoy The New York Times. El periódico estadounidense asegura que al actual Papa le fue remitido un informe en el que se decía que Hullermann iba a volver al trabajo pastoral parroquial unos días después de empezar el tratamiento para superar su pedofilia, terapia que el propio Ratzinger había autorizado. Ese informe da cuenta también de una reunión mantenida el 15 de enero de 1980, encabezada por Ratzinger, en la que se habría aprobado el traslado de Hullermann de la parroquia de Essen en la que habría cometido los abusos.

Tras conocerse públicamente el caso, el Obispado de Múnich reconoció "errores graves" en el caso del padre Hullermann, aunque atribuyó tales equivocaciones a las personas que tenían que informar a Ratzinger, apuntando a su número dos por aquel entonces, Gerhard Gruber. No obstante, el rotativo norteamericano admite que "todavía no está claro" el rol que Ratzinger jugó en el asunto y "cuánto interés" puso en el caso. Lorenz Wolf, vicario judicial del Obispado de Múnich, declara a The New York Times que el citado informe era rutinario y que "es poco probable que acabara en la mesa" de Ratzinger. Con todo, "no descarta" que el hoy Pontífice lo leyera. Sin embargo, el eclesiático encargado del caso desde el principio, Friedrich Fahr, estuvo en todo momento "personalmente, excepcionalmente conectado con el cardenal Ratzinger", según el periódico.

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, ha desmentido lo publicado por The New York Times y ha reiterado, como ya hizo al trascender el caso, que Ratzinger no conoció la decisión de reintegrar al sacerdote en la actividad pastoral parroquial. "Cualquier otra versión es mera especulación", ha dicho. Lombardi ha recordado que Gruber asumió la "total responsabilidad de su propia y equivocada decisión de trasladar al cura a otra parroquia" y que "no hizo caso de las indicaciones de Ratzinger, que había dispuesto que el sacerdote no desarrollase actividad pastoral alguna".
El diario alemán Sueddeutsche Zeitung contó hace un par de semanas que Peter Hullermann había obligado a un menor de 11 años a practicarle sexo oral y fue trasladado desde Essen a Baviera cuando Ratzinger, que fue obispo de Múnich entre 1978 y 1981, era el teórico responsable de asignar las misiones y ordenar los traslados de los curas. En Baviera, el cura se entregó a nuevos abusos y nunca fue denunciado por la Iglesia a la justicia civil, ni tampoco apartado de su cargo.
El pasado sábado, el semanario alemán Der Spiegel aseguraba que en una carta enviada desde Essen se informaba a la diócesis de Múnich de los abusos que Hullermann había cometido. Asimismo, en una entrevista en la cabecera Der Tagesspiegel, el psiquiatra Werner Huth, quien asistió a Hullermann entre 1980 y 1992, dijo que alertó a los colegas de que este hombre "no debía volver a trabajar con niños". Según su descripción, el sacerdote era un pederasta y además "no manifestaba intención de cambiar".
La noticia de que el Papa conocía el traslado a otra parroquia de Hullermann llega un día después de la publicación también en The New York Times de la documentación que demuestra que Benedicto XVI, en sus años de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, decidió no apartar del sacerdocio al cura norteamericano Lawrence C. Murphy, acusado de haber abusado de 200 niños sordos entre 1950 y 1974. Lombardi explicó ayer que el Vaticano no castigó a Murphy porque cuando conoció las acusaciones el cura estaba "muy enfermo". Y recordó que Ratzinger sólo fue informado del caso a finales de los noventa, más de 20 años después de que la investigación civil al pederasta hubiera terminado sin resultados. L'Osservatore Romano negó las imputaciones y acusó a The New York Times de "un evidente e innoble intento de golpear, a toda costa, a Benedicto XVI y sus colaboradores".
 
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo



http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php/2011/01/13/p287263




La Iglesia Católica ha cambiado radicalmente su política hacia la pederastia gracias a la supuesta “cruzada” contra esta lacra-delito emprendida por Benedicto XVI es nítida y totalmente falsa. La razón de esta falsedad no estriba únicamente en la sabiduría de sentido común según la cual una instituciónuna parte sustancial de cuyos miembros ha cometido y/o encubierto de manera sistemática actos viles no puede cambiar por arte de birlibirloque su naturaleza, sino también en el hecho concreto de que Joseph Ratzinger, aun conociendo a más tardar desde febrero de 1997 la fiabilidad de las acusaciones de varias víctimas contra Marcial Maciel, durante casi 8 años (hasta diciembre de 2004) no hizo absolutamente nada para poner coto a los desmanes de este. Los hechos prueban que Ratzinger es un encubridor de pederastas.
¿Pudo Ratzinger en 1997, 1998, 1999 hacer algo significativo, tomar el partido de las víctimas? Por supuesto que habría podido, si –tal como postula la teología cristiana- el ser humano tiene, a pesar de sus muchos condicionantes, libertad para tomar decisiones.
¿Quiso Ratzinger tomar el partido de las víctimas? Evidentemente, no. Que sepamos, desde 1997 a 2004 Ratzinger no estuvo maniatado, ni encerrado en una mazmorra, ni nadie le quitó su pluma para escribir. Que Maciel contara con importantes apoyos en la curia no habría podido impedir a Ratzinger, el Panzerkardinal, hacer aquello a lo que su conciencia moral le habría obligado. Evidentemente, el amor por la verdad y la justicia de Ratzinger no superaba su afán de tranquilidad y sus propias ambiciones.
Entretanto, Marcial Maciel seguía haciendo de las suyas, y las víctimas de abusos –recordémoslo: niños y adolescentes violentados, que décadas después todavía sufrían los efectos de los abusos sufridos–, a su vergüenza y a sus traumas debían añadir el inmenso sufrimiento moral que supone el hecho de que, habiendo denunciado hechos gravísimos, los representantes institucionales de la Iglesia católica –a la que muchas de ellas seguían perteneciendo– se comportaran como si ellos no existieran. Esta ausencia de reacción supone un desprecio, un mentís a la credibilidad de las víctimas. Joseph Ratzinger pisoteó la verdad y despreció el sufrimiento de las víctimas, lo que muestra la verdadera catadura moral de “Su Santidad”.
Dicho sea de paso, y para evitar equívocos: esto no demuestra en modo alguno que Ratzinger sea un sujeto, desde un punto moral, especialmente malo. En absoluto. Ratzinger se muestra en esto un sujeto muy normal: el típico dignatario eclesiástico, para el que la verdad y la justicia carecen de toda significación ante los intereses de imagen de su corporación (y quizás también, como veremos enseguida, ante su propio afán de medrar). Ratzinger no es ni mejor ni peor que muchos miles como él en las filas de la Iglesia: es, simplemente, uno más del ejército de (predecibles) funcionarios.
Todo lo anterior demuestra que el autor de Tolerancia cero, según el cual Ratzinger es acusado “injustamente” de haber mantenido un silencio cómplice, acumula en su libro falsedad sobre falsedad.
Una vez establecidas las falsedades fundamentales de la idea de la “tolerancia cero”, cabe plantear ahora por qué Joseph Ratzinger, que durante casi ocho años impidió cualquier investigación (y además modificó, el 18 de mayo de 2001, el canon 1378 eliminando la no prescripción del delito absolutio complicis, algo que favoreció a Maciel), permitió la apertura de una investigación a comienzos de diciembre de 2004: el 2 de diciembre los exlegionarios denunciantes reciben una llamada de la canonista Martha Wegan en este sentido. Esta apertura es presentada, por el autor de Tolerancia cero, como una suerte de hazaña moral por parte de Ratzinger, lo cual –en vista de su inacción durante tanto tiempo– constituye otra evidente falsedad. Pero si lo que motivó tal apertura no fue el amor por la verdad ni por la justicia, ¿qué fue? ¿Por qué Ratzinger autoriza la apertura de una investigación a finales de 2004?
A Ratzinger, haber iniciado una investigación en 1997, 1998 ó 1999 solo le habría acarreado muchos problemas: ante todo con su jefe, Juan Pablo II, que apoyó siempre a Maciel (no fue el único pederasta al que apoyó); y con sus compañeros de la curia, varios de los cuales apoyaban a Maciel. Tomar el partido de las víctimas habría supuesto para Ratzinger entrar en conflicto con otros jerarcas, ver mermados sus apoyos y minimizar sus futuras posibilidades de ascenso y de ser papable.
Ahora bien, en diciembre de 2004 se daban las siguientes circunstancias:
1ª) Ya había pasado el 26 de noviembre, fecha en la que se habían celebrado solemnemente en Roma los 60 años de la ordenación sacerdotal de Marcial Maciel, con la presencia de muchos obispos y cardenales y el apoyo explícito de Juan Pablo II, quien se refirió por escrito –santo subito– a la “significativa fecundidad espiritual” de la vida de Marcial Maciel.
2ª) Para entonces, nadie debía ya temer nada de los resultados de tal investigación. A finales de
2004, Wojtyla estaba muy enfermo y se sabía que no iba a durar mucho. Para cuando la investigación hubiera terminado, el papa Juan Pablo II habría dejado el mundo de los vivos (como de hecho ocurrió, exactamente 4 meses después: el 2 de abril de 2005). Para entonces, el propio Maciel –que al comenzar la investigación tenía ya 84 años cumplidos–, si no estuviera muerto (murió en 2008), sería ya demasiado mayor, y por tanto sería tanto más fácil utilizar la coartada de la caridad para no abrir un proceso contra él (recuerden el caso Pinochet y tantos otros). Esto fue, como veremos enseguida, exactamente lo que sucedió.

3ª) Una vez que nadie tenía nada que perder a esas alturas, Ratzinger tenía mucho que ganar. En efecto, ¿podía arriesgarse Ratzinger a que Juan Pablo II muriera sin haber hecho absolutamente nada contra Maciel, y por tanto a que todo el mundo le señalara luego como cómplice? La respuesta es: No. Era un juego demasiado peligroso. En el juego hipócrita de las componendas y los compromisos en que se mueve la mediocridad moral, tomar partido por las víctimas habría significado una decencia excesiva, pero no hacer absolutamente nada cuando se avecinaba un cambio de pontífice y Ratzinger se sabía papable, habría sido una indecencia excesiva (en otras palabras, y para hablar en román paladino: se le habría visto demasiado el plumero).
La graciosa autorización de la apertura de una investigación en diciembre de 2004 parece no haber sido otra cosa que una jugada estratégica de Ratzinger para salvar las apariencias. De hecho, ni siquiera sobre Maciel tuvo especiales consecuencias, pues cuando se emite el comunicado de la “Santa Sede” de mayo de 2006, en virtud de la edad avanzada del padre Maciel y su frágil salud, se renuncia a todo proceso canónico y se le invita, simplemente, a una “vida reservada de oración y penitencia”. En ningún lugar del comunicado se mencionan sus delitos ni a las víctimas del abuso sexual.
De todo lo anterior se deduce que atribuir a la acción de Ratzinger en el caso Maciel algún significado decente y presentar este caso como prueba de la existencia de una supuesta “cruzada” de Benedicto XVI contra la pederastia es algo que solo puede hacer un ciego o un idiota moral. El triste hecho, por supuesto, es que el mundo en que vivimos está literalmente plagado de tales idiotas morales.
 
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo

http://www.rtve.es/noticias/2010041...pederasta-bien-iglesia-universal/327059.shtml

Ratzinger demoró la expulsión de un cura pederasta por el "bien de la Iglesia Universal"



  • Firmó una carta en 1985 en la que muestra su reticencia
  • Retrasó su expulsión por temor a las repercusiones que pudiera ocasionar
  • El Vaticano niega que ocultara el caso, sino que había que estudiarlo más

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La firma del entonces cardenal Joseph Ratzinger en una carta sobre la petición para suspender al Padre Stephen Kiesle, acusado de pederastia.REUTERS

RTVE. es / AGENCIAS - LOS ÁNGELES 10.04.2010
Joseph Ratzinger, antes de convertirse en Papa, retrasó la expulsión del sacerdocio de un cura acusado de pederasta en California por temor a las repercusiones que esa decisión pudiera ocasionar en el seno de la comunidad de fieles, según unas cartas conocidas este sábado. El Vaticano ha negado que Ratzinger ocultara el caso de pederastia.

Los documentos fechados entre 1981 y 1986 hacen referencia al caso del religioso Stephen Kiesle, que en 1978 fue detenido y acusado de abusar de dos menores cuando vivía en el área de San Francisco. El proceso en su contra supuso un escándalo y recibió una gran cobertura mediática.

Al término del juicio Kiesle quedó en libertad vigilada durante tres años, período tras el cual el obispo de Oakland de aquel momento, John S. Cummins, solicitó por escrito al Vaticano apartar a Kiesle del sacerdocio.

En consideración del "bien de la Iglesia"


La petición llegó hasta Ratzinger, que en los años 80 era el cardenal prefecto de Congregación para la Doctrina de la Fe, quien después de calificar los hechos "de gran significancia" consideró que había que tener también en consideración "el bien de la Iglesia Universal".

"(Esta Corte) es incapaz de tomar a la ligera el perjuicio que puede provocar garantizar la dispensa (a Kiesle) en la comunidad de fieles de Cristo", declaró Ratzinger en una carta con su firma que ha sido autentificada por el Vaticano, según informa la BBC.

Después el entonces cardenal requirió "más tiempo" para tomar estos incidentes a una "muy cuidadosa consideración" y pidió al obispo Cummins que proveyera a Kiesle con el "mayor cuidado paternal como fuera posible" y le explicara el razonamiento del tribunal de la fe.

Kiesle fue finalmente privado de su condición sacerdotal en 1987 y en el 2004 fue condenado a 6 años de cárcel por abusar sexualmente de una menor en 1995.

"La oficina de prensa (de El Vaticano) no cree necesario responder a cada documento sacado fuera de contexto en relación con situaciones legales particulares. No es extraño que haya documentos sueltos con la firma del cardenal Ratzinger", aseguró el reverendo Federico Lombardi en declaraciones recogidas por el diario Los Ángeles Times. Ratzinger fue nombrado Papa en el 2005.

El Vaticano niega que Ratzinger ocultara el caso de pederastia


Por su parte, el subdirector de la oficina de prensa del Vaticano, Ciro Benedettini, ha negado que el papa Benedicto XVI, cuando era el cardenal Joseph Ratzinger, ocultara el caso. En declaraciones publicadas por el periódico italiano Corriere della Sera, Benedettini explica el mensaje que, según él, Ratzinger quiso transmitir en una carta enviada en 1985 a la diócesis de Oakland, a la que se referían ayer los medios estadounidenses y en la que el entonces cardenal pedía que se tuviera en cuenta "el bien de la Iglesia Universal".

"El entonces cardenal Ratzinger no ocultó el caso, sino, como se deduce claramente de la misiva, hizo presente la necesidad de estudiarlo con mayor atención", asegura el subdirector de la oficina de prensa vaticana.

"Hay que tener presente -añade- que la suspensión del cargo (al sacerdote) era entonces competencia del obispo local y no de la Congregación de la Doctrina de la Fe", de la que Benedicto XVI era responsable antes de convertirse en Papa en 2005.

Fuentes vaticanas que refiere el diario italiano afirman que este caso es otro intento de implicar a Ratzinger en el escándalo de la pederastia por curas católicos.
 
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo

Estos son los signos de los tiempos, más y más se arremete contra la Iglesia. También de Pio XII dijeron que era un Papa nazi, cuando la realidad es que el mito de la colaboración de la Iglesia con los Nazis ha sido descartado por los mismos judíos y Pio XII postulado por el instituto Vad Yashem de Jerusalén como "Justo entre las naciones".

http://secretummeummihi.*************/2012/07/pio-xii-el-yad-vashem-cambia-la.html
 
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo

No me interesa hablar del nacismo en un epigrafe sobre pederastía sacerdotal, ¿No tiene otra cosa mejor que aportar sobre los escandalos sexuales de la iglesia catolica? no le voy a permitir que se ría de nosotros.

Vamos a examinar una noticia del portal Infocatolica.

http://infocatolica.com/blog/sacroprofano.php/1206150808-oaxaca-pulseada-por-un-presun
15.06.12
Oaxaca: pulseada por un presunto abusador

A las 8:08 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América

Las denuncias públicas contra el sacerdote Gerardo Silvestre Hernández por supuestos abusos sexuales a menores han sacudido a Oaxaca, tranquila arquidiócesis del sur de México. El Vaticano ya investigó el caso en 2010 y no encontró indicios para enjuiciar al acusado, pero ahora un grupo de 10 presbíteros de la zona insiste en su culpabilidad y acusan de “sesgadas” las pesquisas ordenadas por la Santa Sede. Aunque tuvieron muchas oportunidades para aportar pruebas y nunca lo hicieron.



Todo se remonta a junio de 2009 cuando el arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, tomó conocimiento de las acusaciones. Ocurrió en una reunión, durante la cual salieron a relucir rencillas entre varios miembros del prebisterio local. Entonces siete curas enviaron una carta con su denuncia a la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, pero lo hicieron más de un año después.
Silvestre Hernández fue acusado primero de atacar a un niño en 2006
. A ese se sumaron otros supuestos casos, y después unos más hasta sumar la hipotética cifra de 45 presuntas víctimas. Al menos eso reportó la prensa mexicana, con información de los sacerdotes acusadores, que originalmente eran siete y a quienes se sumaron otros tres.
El Vaticano intervino inmediatamente cuando recibió su carta, fechada el 4 de agosto de 2010. Lo hizo con una velocidad poco común ya que, algunas semanas más tarde, llegó hasta Oaxaca Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de la vecina Puebla de los Ángeles, para investigar los señalamientos.
La elección de Sánchez resultó significativa, no tanto por su persona sino –más bien- por su cargo. No es común que un arzobispo sea designado por la Sede Apostólica para investigar un asunto en una arquidiócesis ajena a la suya, normalmente compete al propio pastor conducir todo tipo de diligencias en el territorio a su cargo. Por tanto la decisión vaticana de mandar un personaje externo demostró la intención de realizar un estudio independiente y objetivo.
Así se hizo, pero sin resultados. Ni testimonios, ni pruebas objetivas fueron presentadas. Los curas acusadores tuvieron la oportunidad de ofrecer datos concretos y se abrieron. El arzobispo poblano no tuvo más remedio que enviar su reporte al Vaticano con los escasos datos obtenidos.

Con estos antecedentes la Doctrina de la Fe se vio obligada a “desestimar en su mérito” la causa, pero no reconoció la inocencia del imputado.

Sólo certificó la falta de elementos para proceder y así lo comunicó a los 10 acusadores, a quienes no gustó esa determinación. Por ello la apelaron, obligando a la Santa Sede a intervenir nuevamente.
Y en eso estaba la cosa cuando, apenas hace unos días, los sacerdotes firmaron una carta pública en la cual acusaron de “estar sesgadas” las pesquisas conducidas por Sánchez Espinosa a nombre del Vaticano. Pero, al mismo tiempo, se “lavaron las manos” de aportar las pruebas necesarias, negándose a ser “parte acusadora” o “investigadora”. Algo así como tirar la piedra y esconder la mano.

Según la praxis eclesiástica un juicio canónico puede avanzar en la Congregación para la Doctrina de la Fe sólo si existe el llamado “fumus commissi deliciti”, es decir una serie de indicios suficientes para suponer la existencia de un crimen. En este campo no valen el “me dijeron”, “supe” o “me contaron”. Se requieren testimonios concretos con cierto grado de verosimilitud. Nadie puede ser condenado por chismes.
Si las familias de las presuntas víctimas deciden no denunciar y otras personas conocedoras de los hechos mantienen el silencio, resulta imposible comprobar delito alguno, especialmente cuando el imputado se declara inocente. Lo más extraño del caso es que, en sus señalamientos a la prensa, los denunciantes han exhibido cartas y otros documentos nunca entregados a la autoridad vaticana.
Si, como algunos han señalado, Gerardo Silvestre Hernández habría sido “solapado” por el arzobispo Chávez Botello
, los acusadores no deberían preocuparse porque la praxis también establece que cualquier persona con información puede saltarse al obispo del lugar y escribir, a título personal, directamente al Vaticano.
Si nadie quiere aportar elementos objetivos el caso corre el riesgo de naufragar una vez más, reforzando la declaración del cura quien, legítimamente, defiende su inocencia.
La turbulencia mediática de los últimos días obligó al arzobispo oaxaqueño a emitir un comunicado para expresar su “absoluta” disponibilidad para esclarecer los hechos. El texto fue difundido incluso en el sitio web de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). “Queremos la verdad. No defendemos al acusado asegurando su inocencia pero tampoco podemos condenarlo sin pruebas; nuestra postura es firme en defender la verdad y la justicia, ya lo hemos mostrado en otros tiempos difíciles de Oaxaca”, indicó.
Precisó que, de acuerdo al procedimiento de la Iglesia, el sacerdote fue separado de inmediato de su parroquia para estar presto y dispuesto a cualquier requerimiento que las autoridades civiles y eclesiásticas necesiten para resolver personalmente, penal y canónicamente, lo que sea necesario. Y reconoció la existencia también una demanda ante la Procuraduría de Justicia del Estado de Oaxaca.
“Pedimos a las autoridades civiles correspondientes agilicen las investigaciones necesarias para asegurar la justicia en la verdad; estamos seguros que la verdad nos hará libres”, apuntó. Claridad definitiva es necesaria.


Ahora cabe preguntarse algo muy importante, si 10 sacerdotes denuncian a un sacerdote pederasta y la palabra de estos 10 sacerdotes no vale para nada, pues cierra el chiringuito y vamonos, pero que esta institución no venga presumiendo de lo que no es. Y los
apologetas romanos a tragar mecha!




 
Re: ¿Que podemos hacer para que un apologeta católico debata sobre pederastia sacerdo

Sí se habla del tema al respecto. De hecho, en la página oficial aparece notoriamente ese tema en la portada:
http://www.vatican.va/resources/index_sp.htm