Aunque creamos que la Biblia es infalible, esto es absolutamente incierto, o los proyectos cesarían con el fin de la vida mortal.
Los proyectos de los seres humanos trascienden, generación tras generación, un ejemplo muy bonito es un árbol tan bíblico como el olivo, que generación tras generación da frutos, sin embargo, nunca disfrutan de los frutos del olivo las generaciones que los plantan. Jesucristo mismo veía los campos sembrados para la siega, pero sabía ver que no segarían los que sembraron.
Algo parecido pasa con tantos proyectos modernos que se emprenden, grandes construcciones, estados, incluso la salvación de Dios se va construyendo sobre la Humanidad misma, generación tras generación. La Salvación es también colectiva, y eso tiene una razón muy profunda que prefiero no expresarla, que cada uno haga su propia introspección.