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¿Qué haréis cuando llegue el fin?
… los profetas profetizaron mentira,
y los sacerdotes dirigían por mano de ellos;
y mi pueblo así lo quiso.
¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?
Jeremías 5:31
El profeta Jeremías tuvo una tarea muy difícil.
Él tenía que llevarle al pueblo de Judá el duro mensaje de su inminente destrucción a causa de la multitud de los pecados de sus moradores. Y lo que era aún más difícil, convencerlos de arrepentirse de corazón para ser restaurados y alejar la destrucción.
Pero el pueblo no lo escuchó, ni se arrepintió. Y como consecuencia de esto fue destruido por los enemigos y llevado al cautiverio.
En el día de hoy la pregunta de Jeremías "¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?" es tan actual como en aquellos tiempos.
La maldad sobrepasa todos los limites, el pecado llega a los niveles inimaginables, todo esta corrompido.
Nos podemos preguntar: "¿Porqué, pues, Dios no termina con todo esto?"
Lo va a hacer, pero por el gran amor que tiene a nosotros, nos está dando una nueva oportunidad todos los días.
Una nueva oportunidad, ¿por qué? Porque Dios "… quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre …"
(1 Timoteo 2:4-5).
Para los creyentes (o los cristianos, si lo prefiere) es muy fácil observar y constatar toda la maldad que ocurre alrededor nuestro y en el mundo en general.
Esto nos da un mayor convencimiento de que el fin de todo ya está muy y muy cerca. Pero esto no basta.
Igual que en los tiempos de Jeremías, el propósito del mensaje de Dios no es solo avisar de ciertos acontecimientos, sino también llevar a la gente al arrepentimiento verdadero.
No cuesta mucho trabajo estar hablando constantemente de lo mal que está el mundo y terminar diciendo que ojalá que venga el Señor pronto y destruya a todos estos asesinos, adúlteros, fornicarios y ladrones; agregando, de seguro, que primeramente serán arrebatados todos los "buenos", o sea, los cristianos.
Dios quiera que sea así, pero veamos primero que tan "buenos" somos.
Porque mismo Jesús dijo:
"Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre".
(Lucas 21:34-36)
Sobre lo que es "aquel día" y lo que son "estas cosas que vendrán" vamos a hablar en otra reflexión ("E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días …").
Lo que es importante aquí son las advertencias que está dando el Señor.
Muy a menudo se puede escuchar de los cristianos toda clase de juicios proferidos en contra de la gente "del mundo", o "mundanos" (o sea, la gente que no va a la iglesia).
Pero si nos detenemos un poco y miramos al espejo, puede que podamos encontrar algunas de las razones porqué esta gente no va a la iglesia o porqué es tan "mundana".
El pueblo de Israel fue divinamente escogido por Dios para ser luz y bendición para todas las naciones de la tierra.
Así también los que llegan a la fe en Jesucristo son escogidos para ser luz y bendición para otros.
Los israelitas fallaron, a lo que el apóstol Pablo les dijo: "… el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros".
(Romanos 2:24).
Creo que esta misma definición es aplicable en el día de hoy a los que son llamados a ser luz para las tinieblas, los cristianos.
¿Acaso no rechaza la gente a Dios por causa de nuestro mal ejemplo casi en todo? ¿No se encierran en la rutina de sus pecados solo para no ser tan "hipócritas" como nosotros?
Amigos, no es que tenemos que ser ideales e infalibles en todo, sino que no juzgar y mostrar misericordia la que el Señor siempre nos muestra. Porque dijo Pablo:
"Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, ¿qué tú escaparás del juicio de Dios?"
(Romanos 2:3).
En otros tiempos nosotros no éramos mejores. Pero Dios tuvo misericordia de nosotros y poderoso es para hacerlo con otros.
Claro está que los rechazan la fe en Jesucristo no pueden justificar su deliberada continuación en el pecado con falta de un buen ejemplo por parte de los cristianos. De ninguna manera.
Pero nosotros somos llamados para reflejar la luz de Cristo, y un espejo sucio no refleja nada, y un vaso sucio no puede ser usado para dar agua limpia.
Es cierto que son muchas y son fuertes las tentaciones del mundo actual, y a veces muy difíciles de resistir.
Pero nosotros tenemos todas las armas necesarias para combatir y rechazar todas estas tentaciones.
La Biblia dice:
"Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, poderoso es para socorrer a los que son tentados." (Hebreos 2:18).
Tampoco tenemos excusa, Dios nunca nos dará más carga de la que podemos sobrellevar.
Para muchas personas es necesario tener un buen coche; también no está mal tener la casa propia, u otras posesiones materiales.
El problema está en quién tiene a quién.
Es importante comprender que las cosas materiales son solo útiles en el proceso natural de la vida, y son perecibles. Si no las dominamos nosotros, ellas nos dominarán y se convertirán en nuestros ídolos que van a interferir fuertemente en nuestra relación con Dios.
De ahí viene la advertencia que hace Jesús a todos nosotros en Lucas 21:34.
Así que, amigos, ¿qué haremos cuando llegue el fin?
¿Seremos tenidos por dignos de escapar en alguna manera de las calamidades y los desastres venideros?
Personalmente, esta pregunta que hizo Jeremías me hace meditar mucho sobre mis caminos.
Espero que usted también lo haga así.
Muchas bendiciones.
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* Derechos reservados por Dios y sus hijos y gratis para todo el mundo.