Lo que yo creo, pasa a segundo plano, lo que debe preponderarse es lo que enseñó Mi Señor Jesús, y dijo: No es lo que entra a tu cuerpo, lo que te destruye, si no, lo que entra tu corazón.
Ojo, porque el Maestro va mucho mas a fondo, que por cosas superficiales, de no ser así, hasta teñirse el pelo, te pone por fuera de la ley mosaica, igual que tatuarte, porque a final de cuentas, modificaste tu cuerpo.
O veamos, hasta una operacion que deje cicatriz, ya te hizo pecar, y ya no digamos una cirugia plastica.
No, El Maestro, va mas a fondo, ¿Cual es la verdadera intención de tocar tu cuerpo? ¿Que entró en tu corazón, que te hizo tomar la descisión de teñirte el pelo, de hacerte un tatuaje o de ponerte implantes de senos o gluteos?
O ¿Que te motivo tomar pildoras para adelgazar? ¿Otra mujer que no es tu esposa, o tu esposo?, hasta ir al gimnasio, si tu intencion es adorar tu cuerpo, o simplemente porque tienes la intencion de gustarle a otra mujer u hombre, que no sea tu esposo o esposa.
Es lo que se radica en tu corazon lo que agrada o no, a Nuestro Señor. Incluso el pintarse el rostro, con tal de salir bella la mujer, para gustarle a otros, que no sea su esposo, es falta. Es la verdadera intencion que entra en nuestro corazón, la que destrye el alma. Y la verdadera intención que entró en nuestro corazón, solo la conoce, cada uno y El Altisimo Dios Todopoderoso, al que no podrás engañar.
Nuestro Señor, Es El Salvador, y mira con los ojos que nadie mira, El ve la verdad de tu corazón. Y por eso nos dice; No juzgues por apariencias, sino por justo juicio.
Es decir, no juzgues por lo que vez, o por apariencias, sino por lo que realmente es. ¿Y como sabes, lo que realmente hay en el corazón de alguien? No puedes.
Por eso, no juzguemos.