Joven, usted y sin darse cuenta, desprecia tanto el amor de Dios, como la gracia de Jesucristo.
Como le explicaría yo. LA SALVACIÓN ES UN REGALO. Se es salvo por gracia, por medio de la fe. Y la gracia ES UN REGALO.
Si usted hace sus obras para alcanzar la salvación ESTÁ DESPRECIANDO LA GRACIA DE DIOS, el regalo, al querer lograr salvarse por medio de sus obras.
Rom. 11:6 Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
Nosotros, y conforme el Evangelio, obramos NO PARA ALCANZAR LA SALVACIÓN, sino para MANIFESTAR AL MUNDO NUESTRA FE, para que por medio de nosotros, y del bien que hacemos CRISTO SEA GLORIFICADO, Y EN ÉL, EL PADRE.
Usted obra para salvarse, nosotros obramos POR NADA A CAMBIO. Obramos en, y desde, el amor. Usted no obra ni en, ni desde, el amor, por tanto que obra con el fin de alcanzar un propósito, por algo a cambio, en su caso alcanzar la salvación.
Ha errado, le han engañado, ese no es el camino. Siguen pensando y actuando, conforme lo hacía los escribas, los fariseos y los maestros de la ley, en tiempos de Jesús.
Usted aun está andando conforme a la ley y las obras, que no conforme el Evangelio.
