Re: Puedes probar SOLO con las ESCRITURAS el tema de la ley dominical??
Estimado manuel5. Saludos cordiales.
Tú dices:
Con toda esta parrafada estás desviando la atención del hecho que la señora White llamó "luz menor" a sus escritos.
...
..Tú mismo escribes que los escritos de Juan no eran luz.
...
..Pero los adventistas se columpiaron cuando dicen:
a) Que los pioneros (Miller entre ellos) estudiaron sólo la Biblia comparando un versículo con otro para descubrir las supuestas verdades que encontraron, mientras que
b) Los escritos de la señora White son la luz a la que hay que acudir para entender bien la Biblia.
...
..Saludos.
Respondo:Tenemos también
la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos
como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, 2 Ped 1: 19
Fíjate lo que está escrito en la Palabra de Dios sobre Juan; (es muy importante que lo leas):
“Este vino por testimonio,
para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen en él.” Juan1:7
Juan no era la luz, pero daba testimonio de la Luz: “
No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz”
Jesucristo es la luz verdadera: “
Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.”
¿
Entonces podemos decir de Juan el Bautista que no era la luz?
Claro ya que cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen:
¿Tú quién eres? (Juan el Bautista) “Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.Y le preguntaron: “Qué pues?
¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió:
No.
Aquí vemos la aparición del primer profeta de la dispensación cristiana.
"En aquellos días apareció Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
Y diciendo:
Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado." Mat. 3:1,2.
Este fue el primer sermón de este predicador, Juan fué profeta lo sabemos porque acerca de él
dijo Jesús:
"
Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta."
"Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir." Mat. 11:9,14
"Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley;
porque mensajero es de Jehová de los ejércitos." Mal.2:7
"
Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti.
De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él." Mat.11:10,11
Continuemos. Jesús dijo: “Si yo doy testimonio acerca de mi mismo, mi testimonio no es verdadero”
“Otro es el que da testimonio acerca de mi, y sé que el testimonio que da acerca de mi es verdadero.”
“Vosotros enviasteis mensajeros a Juan,
y él dio testimonio de la verdad.
Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; más digo esto, para que vosotros seáis salvos.”
Ahora viene lo interesante que tendrás que madurar y asimilar, observa la riqueza del lenguaje: “
El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz”
Ya habías leído anteriormente que Juan no era la luz; pero ahora nuestro Señor dice de él: “
El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz” Juan 5:35
El evangelio de Juan habla de Juan el Bautista como una antorcha que alumbraba a muchos que buscaban su luz.
Irónicamente lo que en él alumbraba era La Palabra.
Su ministerio fue un ministerio fuertemente cargado de
una palabra que despertaba convicción de pecado
Juan el Bautista fue el "PRECURSOR". “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues este es aquel de quien hablo el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas". (Mt. 3:1-3).
El libro de Santiago que dice: "
mira cuán grande incendio puede originar una pequeña llama...", algunas versiones dicen un pequeño fósforo.
Merece la pena meditar sobre la vida y ministerio de Juan. Según Jesús, "entre los nacidos de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista". (Mt. 11:11).
Juan el Bautista fue una “antorcha que ardía y alumbraba” ¿y que hace una antorcha?..Alumbra; pero es una luz menor que lleva a la luz mayor.
Juan el Bautista como precursor de la venida de nuestro Señor tuvo una participación en la de preparar el camino en su primera venida. ¿Cómo?
En tiempos pasados, cuando los reyes viajaban a lugares donde los caminos eran ásperos, se acostumbraba enviar una brigada de obreros delante del carruaje real para alisar el camino y hacerlo más suave. Tal era la obra que debía realizar Juan el Bautista; debía preparar el camino del Señor. Debía ser una voz que clamara en el desierto: "
Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado" (Isaías 40:3, 4).
Pero las dificultades que Juan enfrentaría para preparar el camino del Señor habrían de ser mucho mayores que aquellas que enfrentaban los que debían preparar el camino de los reyes terrenales. Los corazones humanos estaban llenos de maldad, envidia, odio y malicia, y no estaban preparados para recibir un mensaje de amor y misericordia. Eran una generación de víboras a la que Juan debía reprender por su orgullo y exaltación propia.
En este tiempo, justamente antes de la segunda venida de Cristo en las nubes de los cielos, se ha de hacer una obra como la de Juan el Bautista. Dios llama a hombres que preparen un pueblo para que subsista en el gran día del Señor. El mensaje que precedió al ministerio público de Cristo fue: Arrepentíos, publícanos y pecadores; arrepentíos, fariseos y saduceos; "arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado". En nuestro carácter de pueblo que cree en la inminente venida de Cristo, tenemos un mensaje que dar: "Aparéjate para venir al encuentro de tu Dios".
Nuestro mensaje debe ser tan directo como el de Juan. El reprendía a los reyes por su iniquidad. Aun con peligro de su vida, no vacilaba en declarar la palabra de Dios. Y nuestra obra en este tiempo debe hacerse con la misma fidelidad.
A fin de dar un mensaje como el que dio Juan, debemos tener una experiencia espiritual como la suya. Debe hacerse la misma obra en nosotros. Debemos contemplar a Dios, y al contemplarlo, perdemos a nosotros mismos de vista.
Juan tenía por naturaleza los defectos y las debilidades comunes a la humanidad; pero el toque del amor divino lo había transformado. Cuando, después que comenzara el ministerio de Cristo, los discípulos de Juan fueron a él con la queja de que todos seguían al nuevo Maestro, Juan demostró cuan claramente comprendía su relación con el Mesías, y cuan gustosamente daba la bienvenida a Aquel cuyo camino había preparado...
Aquellos que sean fieles a su vocación como mensajeros de Dios, no tratarán de honrarse a sí mismos. El amor al yo será absorbido por el amor a Cristo. Reconocerán que su obra es proclamar, como proclamó Juan el Bautista: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo
Mediante solemnes mensajes de amonestación, el profeta de Dios arrancaba a los hombres de sus sueños mundanos. Por su medio, Dios llamó al arrepentimiento al apóstata Israel. Por la presentación de la verdad desenmascaraba los errores populares. En contraste con las falsas teorías de su tiempo, la verdad resaltaba de sus enseñanzas con certidumbre eterna. "
Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado (S. Mateo 3:2). Tal era el mensaje de Juan. El mismo mensaje debe ser anunciado al mundo hoy
"
Tenemos también la palabra profética más segura,
a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, 2 Ped 1: 19
El hecho de que la particular vocación y llamado de la señora White fue la de un profeta, sugiere que su rol no es meramente devocional o pastoral, ni exegético o teológico, sino profético. Aunque su ministerio exhibe elementos de todos estos otros roles, lo hace en forma aparte y distinta. La autoridad profética es la autoridad que presenta el mensaje de Dios, que va a la raíz de los problemas de la existencia humana, que descubre la perversidad humana y enfatiza el potencial humano en Cristo.
Un profeta puede argumentar en lo teológico, puede ofrecer reflexiones devocionales y puede ministrar pastoralmente al pueblo de Dios, pero su mensaje es generalmente más inquietante que el de un pastor; es más desafiante que el de un escritor devocional; es más cautivante que una formulación teológica, y más relevante que una exposición exegética
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.