Re: ¿Puede uno no creer en la divinidad de Jesus y ser Cristiano?
según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas (Rm. 9.5)
Ahora bien, es importante oír, lo que Dios Padre ha dicho sobre su Hijo:
cuando introduce al Primogénito en el mundo dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. (Hb. 1.6)
Sabemos que solo se debe adorar a Dios.
Es interesante ver como Dios Padre, llama a su Hijo:
del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; (Hb. 1.8)
Igualándose a él mismo cuando dice:
Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. (Hb.1.10)
Porque también está escrito que Jehová fundo la tierra:
Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. (Slm. 102.25)
Si Jesús no fuera Dios, su Padre no mandaría a que lo adoraran, ni Jesús hubiera permitido ser adorado ni en el cielo ni en la tierra.
No sólo los ángeles le adoraron en el cielo, sino que tanto los 4 seres vivientes y los 24 ancianos lo hicieron delante de millones de millones de ángeles.
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero, (Ap. 5.8)
Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, ... (Ap. 5.11)
En la tierra Jesús fue adorado. . (Ver: Jn. 9.38, Mt. 14.33; 28.9; 28.17)
También sabemos que a Dios nadie le vio jamás; (Jn. 1.16)
Tampoco a Jesús, como Dios que es. El mundo vió la vestidura humana del Señor Jesucristo, pero no su divinidad.
que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. (1 Tm. 6.14-16)
Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de Señores y Rey de reyes (Ap. 17.14)
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Hay una cosa que nos indica si vamos por el verdadero camino.Ese sgino es la CONTRADICCION.
Si digo que Jesus es hombre y a la vez Dios estoy cayendo en una contradiccion que destruye todos los otros argumentos.Nada puede ser algo y otra cosa a la vez.Asi empecemos por no ser contradictorios y digamos Jesus al ser de carne y hueso nunca pudo haber contenido al creador del universo.Decir algo contrario seria nuevamente caer en lo que destruye los argumentos expuestos hasta ahora.
según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas (Rm. 9.5)
Ahora bien, es importante oír, lo que Dios Padre ha dicho sobre su Hijo:
cuando introduce al Primogénito en el mundo dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. (Hb. 1.6)
Sabemos que solo se debe adorar a Dios.
Es interesante ver como Dios Padre, llama a su Hijo:
del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; (Hb. 1.8)
Igualándose a él mismo cuando dice:
Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. (Hb.1.10)
Porque también está escrito que Jehová fundo la tierra:
Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. (Slm. 102.25)
Si Jesús no fuera Dios, su Padre no mandaría a que lo adoraran, ni Jesús hubiera permitido ser adorado ni en el cielo ni en la tierra.
No sólo los ángeles le adoraron en el cielo, sino que tanto los 4 seres vivientes y los 24 ancianos lo hicieron delante de millones de millones de ángeles.
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero, (Ap. 5.8)
Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, ... (Ap. 5.11)
En la tierra Jesús fue adorado. . (Ver: Jn. 9.38, Mt. 14.33; 28.9; 28.17)
También sabemos que a Dios nadie le vio jamás; (Jn. 1.16)
Tampoco a Jesús, como Dios que es. El mundo vió la vestidura humana del Señor Jesucristo, pero no su divinidad.
que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. (1 Tm. 6.14-16)
Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de Señores y Rey de reyes (Ap. 17.14)
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