¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

Re: ¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

Dios no es ambiguo;… si lo fuera… tendríamos una Biblia de kilos y kilos… para aprender todas las posibles “variantes”, “atenuantes” y “resquicios” para escaparnos de la Palabra de Dios. Dios dice en su Palabra que el que se separa o divorcia ¡no puede volver a casarse! … ¡¡menos un pastor!! ..él debe ser el ejemplo.

Cuando su palabra dice: “marido de una mujer”, no se trata de que solo al pastor se le exija ser marido de una mujer; sino que es una exigencia indistintamente para todos los creyentes;… solo que para ostentar una responsabilidad como es un pastorado… se debe ser ejemplo… es decir: “si un pastor puede ¿porqué yo no?”...será la excusa.

Dios (Moisés) permitió el divorcio o la separación no porque esa sea la voluntad de Dios,… pues el propósito de Dios en cuanto al matrimonio…es para toda la vida “sin variantes”. Como decía, Dios permitió el divorcio, lo dice decididamente claro su Palabra: “por la dureza del corazón del hombre”…. nada más que por eso. Y esto lo entendieron clarito los apóstoles que dijeron: “si es así la condición del hombre, entonces no conviene casarse”

Como sabios (creyentes, hijos de Dios) no podemos ser tan ilusos en querer solucionar el efecto y no las causas… muchos matrimonios llegan al desastre por razones que ANTES se generaron.., incluso antes de casarse… a veces partimos mal: “no os unáis en yugo con los infieles”… "Si os concertáreis con ellas matrimonios... os serán por lazo, y por tropiezo, y por azotes para vuestros costados y por espinas para vuestros ojos" .... y después… “debemos rehacer nuestra vida, porque tenemos derecho a la felicidad”… Las causas hermanitos, las causas son las que hay que tratar, y evitar los efectos.

Aquí tenemos una causa: el matrimonio perfecto, no depende ni del hombre perfecto ni de la mujer perfecta, …sino de una perfecta relación con Dios. Si esto falla… entonces … ya sabemos cuales serán los efectos….

Lo cierto es que nadie… mucho menos el pastor (ni aunque sea Obispo o Apóstol) tiene licencia para separarse y volverse a casar;… lo más que le es permitido es “separarse” y ahí paramos. Si quiere separarse o divorciarse… quédese solito … si es realmente un ministro de Dios… sino… ¡ah! … es solo carne.

Saludos y bendiciones.
 
Re: ¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

Pienso que Dios puede restaurar cualquier unión matrimonial, he visto casos de parejas que han llegado a acuchilarse y luego el Señor les ha restaurado, por eso pienso que si se deja al Señor obrar él hace nuevas todas las cosas.

Sin embargo no me atrevo a juzgar menos a condenar en el asunto de las segundas nupcias, en mi criterio si un hombre tiene una ex-esposa y una novia o nueva esposa ya tiene suficientes problemas como para hacerse con el fardo de una iglesia que pastorear, pero Dios puede hacer cosas insospechadas.

Si nos ponemos a analizar veremos que cada caso es un mundo y que lo que se debe buscar en cada caso es la guía del Espíritu Santo.

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Desde luego que cada caso es un mundo y hay que analizarlo particularmente y mucha delicadeza. Pero para eso tambien Dios nos ha dado el Espiritu Santo, asi que El quiera alumbrarnos en todas las cosas de Dios y mas cuando se necesiten como solucion a un problema.

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Doctrina y pràctica consecuentes

Doctrina y pràctica consecuentes

La práctica cristiana en la iglesia primitiva seguía a la doctrina de los apóstoles.
Hoy día, la doctrina “cristiana”sigue a la práctica de los nuevos “apóstoles”.
Si estos “ungidos” son recasados o consienten con los tales, entonces la doctrina ha de adecuarse a la visión, revelación y sueños de estos falsos profetas.
Cuando no se vive a la luz de la Palabra de Dios se hace difícil interpretarla correctamente a la sombra de nuestra vida. O la luz de la Palabra de verdad nos traspasa, o interponemos nuestra silueta y proyectamos nuestra sombra sobre la verdad.
Ricardo.
 
Apreciado IGORCB:

Apreciado IGORCB:


Como sabes, caí aquí accidentalmente, pues si en el debate que he abierto estamos revisando si al cristiano común le es lícito separarse, divorciarse y recasarse, por supuesto que a quienes deben ser ejemplos como ancianos ante la grey de Dios (1Pe.5:1-3), no les compete dispensa alguna que los exima de la santidad a la que todos fuimos llamados, sino por el contrario les cabe la responsabilidad mayor de mostrarse irreprensibles, como dechados de virtud y castidad.
Yo creo que el problema aquí no está centrado con los pastores sino con los hermanos sencillos, que siendo más en número, estadísticamente serían también más en verse enfrentados a este dilema.
Lo que ocurre, es que aunque menos en cantidad, proporcionalmente aumenta el número de los pastores divorciados y recasados. Además, no trascienden tanto los casos de los miembros de iglesias sin ministerios a su cargo, como los de quienes ministran frente a las mismas.
En la zona que vivo, la mayoría de los pastores están en esa situación. ¡Dan lástima! Son entes sin convicciones, unción ni poder espiritual; aunque pueden gritar desaforadamente exhibiendo una elocuencia poco común, que se reduce a la mitad al bajar del púlpito y se desvanece al llegar a la calle. Sólo sirven para predicar. Rehuyen cualquier invitación a conversar. Padecen de diálogofobia. Es cierto que otros foristas podrán presentar testimonios de pastores recasados con testimonios muy “bendecidos”. Pero yo dudo de la realidad de tal “bendición”. “Bendición” para él, puede ser, mostrada por una mega iglesia, dinero, influencia y fama. Pero bendición de Dios efectiva para la gente ¡esa es otra cosa! Por supuesto que siempre habrá voluntarios entusiastas a dar testimonio de avances, prodigios y milagros. Pero la realidad también se mide por las mayorías silenciosas que jamás son invitadas a subir al estrado a dar testimonio público.
Como sabes, en los tiempos del Señor Jesús y en Palestina, coexistía la Ley de Moisés con la cultura griega y el derecho romano. Tanto en los diálogos del Señor con los fariseos como en las epístolas de Pablo se percibe este sincretismo donde se superponían influencias judaicas y gentiles que afectaban a los primeros discípulos cristianos.
Pero si la poligamia, los divorcios fáciles y los recasamientos fuesen entonces comunes, eso ayudaría a explicar que Jesús no se erguía como un legalista predicador puritano, sino como quien siendo él mismo el Verbo de Dios podía poner en vereda a quienes se mostraban como los expertos en el manejo de las Escrituras: los escribas y fariseos. Más de una vez el Señor les reprocha su ignorancia de las mismas.
Por supuesto que la palabra PORNEIA no puede traducirse como “cosa vergonzosa”, y de hecho generalmente se traduce como “fornicación” tanto en español, como inglés o latín. Lo único que hice fue desandar el camino de allí para atrás, advirtiendo que el repudio de la mujer tenía como razón excepcional la “causa de fornicación”; aquel repudio la permisión de Moisés a causa de la dureza del corazón, y la carta de divorcio en la cosa indecente o vergonzosa que el marido encontrara en la mujer tras su boda. Y fue allí donde entonces propuse algunas raras contingencias que podrían darse, tanto de orden físico, como moral y legal. La secuencia es verosímil.
En cuanto al argumento que das:
“Me parece que precisamente hasta los tiempos de Jesús las parejas pretextaban cualquier cosa como 'cosa vergonzosa' para disolver su unión … y lo que está diciendo Jesús es justamente esa 'cosa vergonzosa' se refiere a algún tipo de infidelidad sexual, misma que si tuvieras un corazón blando sabrías perdonar, pero si tu corazón es duro tienes la licencia para divorciarte.”
Resulta difícil imaginarse a Jesús contemporizando con ese facilismo para divorciarse, refrendando con la salvedad que hace (“salvo por causa de fornicación”) cualquier pretextada motivación. Repara también que la permisión que Moisés les dio fue a los corazones endurecidos hacía como mil quinientos años atrás, sin validar Él ahora con sus palabras lo que Moisés les permitió, sino tan sólo corrigiendo la intencionalidad de las preguntas con las que procuraban tentarle.
Por supuesto que yo aprovecho tus argumentos y los de los demás foristas (en forma anónima y con otras palabras) para incluirlos entre los que proponen los personajes de imaginario debate.
Cordiales saludos,
Ricardo.
 
Re: ¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

Saludos Ricardo

Solo queria decirte que abri el epigrafe sobre los pastores y el divorcio, no tanto por si se pueden divorciar o no, sino porque al tener que ser ejemplos y exigirseles unos requisitos (por algo sera), al mismo tiempo que todos aprendemos las enseñanzas sobre este tema del divorcio, los creyentes deberian de tomar conciencia de no confiar la direcion de su vida espiritual a quien no es capaz de dirigir la suya propia, conforme a la voluntad del Señor. No era mi intencion desviar la atencion del epigrafe que tu abriste, sino enfatizar el punto de que los creyentes no se dejen dirigir por quien no es fiel.

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: ¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

Estimado Ricardo

Tienes razón… buen aporte… solo deseo agregar que tácitamente la Palabra de Dios no admite “recasamiento”;… solo divorcio. Esta situación parecerá inhumana o demasiado drástica y hasta cruel… pero eso es lo que Dios a establecido… ni siquiera en la voluntad de Dios estaba el divorcio… ya hemos visto que se aceptó, solo por una causa:… por la dureza del corazón del hombre… y ahí paramos… no hay más.

Sin embargo hay “algunos” pastores; …coincidentemente de los “grandes” pastores… como muy bien apuntas.. con “megas-iglesias”,… que sí se auto apropian de licencia para separarse, divorciarse y volverse a casar… curiosamente con “hermanitas” más jóvenes. La carnalidad de estos pretendidos “ministros de Dios”, es abonada por los propios miembros de aquellas iglesias… que hacen “mutis por el foro” y ojos ciegos a estos atropellos a la palabra de Dios… porque sencillamente “él” es el pastor…

Muchos de los grandes varones de Dios de las Escrituras… renunciaron voluntariamente a sus propios derechos por el reino de los cielos… ¿Qué gran sacrificio será divorciarse; si realmente la situación lo amerita;… pero quedarse sin casar? … ¿o es que el reino de los cielos está por sobre el “derecho a la felicidad” que generalmente se esgrime para buscar nueva mujer? No creo en los pastores “recasados”… como bien dices en tu aporte… la bendición que estos “ministros” llevan…. ¿será bendición?

Hoy en día están tan trastocados los valores cristianos;… se carece tanto del “espíritu de Cristo” (cristianismo) que bendición para muchos es como tu dices: grandes templos… muuuuchos miembros, harto dinero, buenos autos, y grandes propiedades…. Pero cristianismo… ¡NADA!

Lo cierto es que TODOS … primero los pastores …. tendremos que dar cuenta un día ante el Tribunal de Cristo… y allí, no tendrá valor alguno… las “grandes y maravillosas bendiciones de Dios”, que algunos ¿ministros? han logrado… usando como escala o pisa pies… la Palabra de Dios.


Saludos y ricas bendiciones de Dios para ti,.. y para mis hermanos en Cristo.
 
Re: ¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

Dios no es ambiguo;… si lo fuera… tendríamos una Biblia de kilos y kilos… para aprender todas las posibles “variantes”, “atenuantes” y “resquicios” para escaparnos de la Palabra de Dios. Dios dice en su Palabra que el que se separa o divorcia ¡no puede volver a casarse! … ¡¡menos un pastor!! ..él debe ser el ejemplo.

Cuando su palabra dice: “marido de una mujer”, no se trata de que solo al pastor se le exija ser marido de una mujer; sino que es una exigencia indistintamente para todos los creyentes;… solo que para ostentar una responsabilidad como es un pastorado… se debe ser ejemplo… es decir: “si un pastor puede ¿porqué yo no?”...será la excusa.

Dios (Moisés) permitió el divorcio o la separación no porque esa sea la voluntad de Dios,… pues el propósito de Dios en cuanto al matrimonio…es para toda la vida “sin variantes”. Como decía, Dios permitió el divorcio, lo dice decididamente claro su Palabra: “por la dureza del corazón del hombre”…. nada más que por eso. Y esto lo entendieron clarito los apóstoles que dijeron: “si es así la condición del hombre, entonces no conviene casarse”

Como sabios (creyentes, hijos de Dios) no podemos ser tan ilusos en querer solucionar el efecto y no las causas… muchos matrimonios llegan al desastre por razones que ANTES se generaron.., incluso antes de casarse… a veces partimos mal: “no os unáis en yugo con los infieles”… "Si os concertáreis con ellas matrimonios... os serán por lazo, y por tropiezo, y por azotes para vuestros costados y por espinas para vuestros ojos" .... y después… “debemos rehacer nuestra vida, porque tenemos derecho a la felicidad”… Las causas hermanitos, las causas son las que hay que tratar, y evitar los efectos.

Aquí tenemos una causa: el matrimonio perfecto, no depende ni del hombre perfecto ni de la mujer perfecta, …sino de una perfecta relación con Dios. Si esto falla… entonces … ya sabemos cuales serán los efectos….

Lo cierto es que nadie… mucho menos el pastor (ni aunque sea Obispo o Apóstol) tiene licencia para separarse y volverse a casar;… lo más que le es permitido es “separarse” y ahí paramos. Si quiere separarse o divorciarse… quédese solito … si es realmente un ministro de Dios… sino… ¡ah! … es solo carne.

Saludos y bendiciones.

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Dios dice en su Palabra que el que se separa o divorcia ¡no puede volver a casarse! …

1Co 7:10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;

1Co 7:11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.


Dagoberto, te voy a hacer una pregunta legitima y que se puede dar el caso realmente. ¿Si una mujer, abandona a su marido, los dos cristianos, y la mujer se divorcia y se casa con otro, entonces, el primer marido de esta mujer, podria casarse?.

Espero tu respuesta

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: ¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

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1Co 7:10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;

1Co 7:11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.


Dagoberto, te voy a hacer una pregunta legitima y que se puede dar el caso realmente. ¿Si una mujer, abandona a su marido, los dos cristianos, y la mujer se divorcia y se casa con otro, entonces, el primer marido de esta mujer, podria casarse?.

Espero tu respuesta

Que Dios les bendiga a todos

Paz

Estimado Miniyo

Tu lo has dicho: "y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer"...

Esta máxima es legítima y vigente, tanto para el hombre como para la mujer. Nuestro Señor dijo: "El que repudiare a su mujer, fuera de causa de divorcio, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio" (Mat. 5:32)

Dios no tiene medidas especiales para la mujer y otras para el hombre... en el evangelio "no hay varón ni hembra"... es decir Dios exige lo mismo al hombre como a la mujer... Es como si dijeramos: "Si el hombre se separa, quedese sin casar, o reconcíliese con su mujer"

El problema está en que cuando contraemos matrimonio, lo hacemos para toda la vida.... "¿Ignoráis hermanos....que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que vive?... porque la mujer (el hombre) que está sujeta a marido ( a mujer), mientras el marido (mujer) vive, está obligada a la ley; más muerto el marido (la mujer), libre es de la ley del marido" (Rom. 7:2)

"La mujer casada (el hombre casado) está atada a la ley (está atado a la ley), mientras su marido vive (mientras su mujer vive); más si marido muriere; libre es (si su mujer muriere, libre es) CASESE CON QUIEN QUISIERE, con tal que sea EN EL SEÑOR" (1 Cor. 7:39)

Si tuvieramos que examinar particularmente cada caso... todos se encontrarían con el legítimo derecho de quebrantar la Palabra de Dios y con legítimo derecho de "rehacer" su vida... y a decir verdad, hay casos que "parten el alma"... ...pero Dios no ha dejado resquicios para nadie... ...No olvides hermano que la carcel... esta llena de "gente inocente".... todos son "inocentes"

Si por obediencia a la Palabra de Dios no estamos dispuestos a sacarnos un ojo y botarlo... entonces... ¿que?

Dios te bendiga
 
Re: ¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

Estimado Miniyo

Tu lo has dicho: "y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer"...

Esta máxima es legítima y vigente, tanto para el hombre como para la mujer. Nuestro Señor dijo: "El que repudiare a su mujer, fuera de causa de divorcio, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio" (Mat. 5:32)

Dios no tiene medidas especiales para la mujer y otras para el hombre... en el evangelio "no hay varón ni hembra"... es decir Dios exige lo mismo al hombre como a la mujer... Es como si dijeramos: "Si el hombre se separa, quedese sin casar, o reconcíliese con su mujer"

El problema está en que cuando contraemos matrimonio, lo hacemos para toda la vida.... "¿Ignoráis hermanos....que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que vive?... porque la mujer (el hombre) que está sujeta a marido ( a mujer), mientras el marido (mujer) vive, está obligada a la ley; más muerto el marido (la mujer), libre es de la ley del marido" (Rom. 7:2)

"La mujer casada (el hombre casado) está atada a la ley (está atado a la ley), mientras su marido vive (mientras su mujer vive); más si marido muriere; libre es (si su mujer muriere, libre es) CASESE CON QUIEN QUISIERE, con tal que sea EN EL SEÑOR" (1 Cor. 7:39)

Si tuvieramos que examinar particularmente cada caso... todos se encontrarían con el legítimo derecho de quebrantar la Palabra de Dios y con legítimo derecho de "rehacer" su vida... y a decir verdad, hay casos que "parten el alma"... ...pero Dios no ha dejado resquicios para nadie... ...No olvides hermano que la carcel... esta llena de "gente inocente".... todos son "inocentes"

Si por obediencia a la Palabra de Dios no estamos dispuestos a sacarnos un ojo y botarlo... entonces... ¿que?

Dios te bendiga

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Tu lo has dicho: "y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer"...

Esta máxima es legítima y vigente, tanto para el hombre como para la mujer. Nuestro Señor dijo: "El que repudiare a su mujer, fuera de causa de divorcio, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio" (Mat. 5:32)

Pero te olvidas y escamoteas, que el Señor dijo:

Mat 5:32 Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.

Asi que Cristo considera valido el divorcio que es por causa de fornicacion, y ¿si Cristo no lo ve como pecado, en la parte inocente, quienes somos nosotros para decir que es pecado?

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: ¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

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Pero te olvidas y escamoteas, que el Señor dijo:

Mat 5:32 Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.

Asi que Cristo considera valido el divorcio que es por causa de fornicacion, y ¿si Cristo no lo ve como pecado, en la parte inocente, quienes somos nosotros para decir que es pecado?

Que Dios les bendiga a todos

Paz

¿Escamoteas?!!... hermano... me conoces.... ¿que pasa?

Si tu tienes tu posición,... no necesitabas preguntarme... no me gozo contendiendo con nadie.

Dios te bendiga grandemente.
 
Re: ¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

¿Escamoteas?!!... hermano... me conoces.... ¿que pasa?

Si tu tienes tu posición,... no necesitabas preguntarme... no me gozo contendiendo con nadie.

Dios te bendiga grandemente.

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La palabra escamoteas solo significa que algo que debia estar alli no esta, porque alguien lo ha quitado. Si te he ofendido perdona, pero considero que lo que dice el versiculo debe ir integramente.

Y tampoco te pregunto para contender, sino para que como hermanos, consideremos lo que Cristo enseña y lo analicemos a la luz del Espiritu Santo, para edificarnos, pero nunca para contender. Yo te considero mi hermano, aunque podamos diferir en la menera de entender ciertos asuntos, porque confio que el que empezo la obra en nosotros la acabara.

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Apreciado MINIYO:

Apreciado MINIYO:


Bien haz hecho en abrir este epígrafe, y en nada me incomoda que se discuta la misma temática que en el que abrí, pues aquí está enfocada a los que deben ser ejemplos en la grey de Dios.
En el otro respondo a tu último comentario, y en este al texto que decías te escamoteaba el hermano Dagoberto (circunstancia imposible por ser texto áureo en el tema), seguramente que con bastante de humor.
En algún lugar expresé que ahí el Señor Jesús no está instruyendo a sus discípulos en lo que ha de ser la doctrina cristiana que luego sus apóstoles desarrollarán en sus epístolas, sino respondiendo a la inquisitoria de los fariseos que le estaban probando para ver qué les decía en cuanto a la recta aplicación de la ley de Moisés.
Normalmente, cuantos procuran legitimar el divorcio y recasamiento entre cristianos citan la frase “a no ser por causa de fornicación” entresacándola del versículo, y cuando lo citan entero (como tú haces) lo “goliatizan” (barbarismo mío por “agigantan”), y raramente reparan en el v.3 de Mt.19.
Recién en el v.10 intervienen los discípulos, pero él ya no les habla del repudio de la mujer y la carta de divorcio sino del celibato. Recuerda que el evangelio de Mateo tuvo en vista como destinatarios a los judíos. Marcos, en cambio, con la perspectiva de lectores gentiles, no trae esta salvedad, como tampoco Lucas.
Cuando miramos el relato paralelo en Marcos 10, es importantísimo reparar en el v.10 que no existe ni en Mateo ni en Lucas: “En casa volvieron los discípulos a preguntarle sobre lo mismo”.
La cuestión era la misma, pero la respuesta fue apenas parecida, porque los circunstantes eran otros: sus discípulos que le seguían a Él; no ya los fariseos preocupados en seguir a Moisés.
Así que ahora a sus discípulos instruye en cuanto a que el cónyuge que repudia al otro y se vuelve a casar, adultera. Esto es lo que rige para quienes siguen a Jesús, no la excepción permitida por Moisés a los judíos. Además, aquella “causa de fornicación” no puede estirarse como chicle para que incluya también al adulterio, ya que en el mismo versículo Jesús usa las dos distintas palabras griegas. De acuerdo a Dt.24:1, la “cosa indecente” que tras la noche de bodas hallara el hombre en la mujer, de merecer ese calificativo vergonzoso de “fornicación”, sería su desfloración anterior por otro hombre. La “dureza de vuestro corazón” con que el Señor explica la permisión de Moisés, alude a la falta de amor y comprensión en caso que la doncella hubiese sido violada y sin culpa. Ella pudo por vergüenza haber mantenido el atentado en secreto, por no haber testigos del mismo y haber desaparecido el violador. Si el esposo la amaba y creía su testimonio, ayudaría con su cariño y comprensión a que superara tal trauma. De lo contrario, podía darle carta de divorcio, sin exponerla al juicio y quizás a la muerte por lapidación, de no justificarse su inocencia.
Como ves, muy lejos está el pastor de hoy día cansado de su esposa y suspirando tras una “hermanita” por una “renovación conyugal”, que el judío decepcionado de hace 3.500 años.
Pero si algún pastor sabe algo que todavía no aprendí, aceptaré gustoso su enseñanza tras aplicar el método bereano.
¡Soy todo oídos!
Que hablen ahora o callen para siempre.
Afectuosos saludos para ti, con amor fraternal en Cristo.
Ricardo.
 
Re: Apreciado MINIYO:

Re: Apreciado MINIYO:


Bien haz hecho en abrir este epígrafe, y en nada me incomoda que se discuta la misma temática que en el que abrí, pues aquí está enfocada a los que deben ser ejemplos en la grey de Dios.
En el otro respondo a tu último comentario, y en este al texto que decías te escamoteaba el hermano Dagoberto (circunstancia imposible por ser texto áureo en el tema), seguramente que con bastante de humor.
En algún lugar expresé que ahí el Señor Jesús no está instruyendo a sus discípulos en lo que ha de ser la doctrina cristiana que luego sus apóstoles desarrollarán en sus epístolas, sino respondiendo a la inquisitoria de los fariseos que le estaban probando para ver qué les decía en cuanto a la recta aplicación de la ley de Moisés.
Normalmente, cuantos procuran legitimar el divorcio y recasamiento entre cristianos citan la frase “a no ser por causa de fornicación” entresacándola del versículo, y cuando lo citan entero (como tú haces) lo “goliatizan” (barbarismo mío por “agigantan”), y raramente reparan en el v.3 de Mt.19.
Recién en el v.10 intervienen los discípulos, pero él ya no les habla del repudio de la mujer y la carta de divorcio sino del celibato. Recuerda que el evangelio de Mateo tuvo en vista como destinatarios a los judíos. Marcos, en cambio, con la perspectiva de lectores gentiles, no trae esta salvedad, como tampoco Lucas.
Cuando miramos el relato paralelo en Marcos 10, es importantísimo reparar en el v.10 que no existe ni en Mateo ni en Lucas: “En casa volvieron los discípulos a preguntarle sobre lo mismo”.
La cuestión era la misma, pero la respuesta fue apenas parecida, porque los circunstantes eran otros: sus discípulos que le seguían a Él; no ya los fariseos preocupados en seguir a Moisés.
Así que ahora a sus discípulos instruye en cuanto a que el cónyuge que repudia al otro y se vuelve a casar, adultera. Esto es lo que rige para quienes siguen a Jesús, no la excepción permitida por Moisés a los judíos. Además, aquella “causa de fornicación” no puede estirarse como chicle para que incluya también al adulterio, ya que en el mismo versículo Jesús usa las dos distintas palabras griegas. De acuerdo a Dt.24:1, la “cosa indecente” que tras la noche de bodas hallara el hombre en la mujer, de merecer ese calificativo vergonzoso de “fornicación”, sería su desfloración anterior por otro hombre. La “dureza de vuestro corazón” con que el Señor explica la permisión de Moisés, alude a la falta de amor y comprensión en caso que la doncella hubiese sido violada y sin culpa. Ella pudo por vergüenza haber mantenido el atentado en secreto, por no haber testigos del mismo y haber desaparecido el violador. Si el esposo la amaba y creía su testimonio, ayudaría con su cariño y comprensión a que superara tal trauma. De lo contrario, podía darle carta de divorcio, sin exponerla al juicio y quizás a la muerte por lapidación, de no justificarse su inocencia.
Como ves, muy lejos está el pastor de hoy día cansado de su esposa y suspirando tras una “hermanita” por una “renovación conyugal”, que el judío decepcionado de hace 3.500 años.
Pero si algún pastor sabe algo que todavía no aprendí, aceptaré gustoso su enseñanza tras aplicar el método bereano.
¡Soy todo oídos!
Que hablen ahora o callen para siempre.
Afectuosos saludos para ti, con amor fraternal en Cristo.
Ricardo.

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No podemos ignorar el texto que "agigante", de "por causa de fornicacion", porque segun la ley, si en la dureza de su corazon, la parte no culpable, exijiese que se ejecutara al culpable, el inocente seria libre para casarse con quien quisiese, y estaba en su derecho segun la ley. Asi que si se conformaba que le diesen el divorcio, pudiendo casarse de nuevo, sin cobrarse la vida del adultero, tambien se cumplia con Dios (porque las autoridades ya no permitian matar al adultero) y con los hombres.

Con esto no estoy defendiendo el divorcio, solamente me niego a poner mas cargas de las que Dios nos pide. Luego cada uno tendra que dar cuenta a Dios personalmente de su vida y cada uno sabra lo que Dios le pidio y si se lo dio o no.

Yo creo que un cristiano, en este tema, siempre ha de estar rendido a Dios, obedeciendo su voluntad, pero en el momento que Dios permita que la parte culpable, rompa el matrimonio de manera irreparable, si el hermano o hermana tiene don de continencia, que se quede sin casar, seria lo idoneo, pero sino, mas vale que se case que por causa de la incontinencia caiga en la fornicacion. Pablo dice con claridad:

1 Corintios 7:15

Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el
hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso,
sino que a paz nos llamó Dios.


Es decir, si la otra parte rompe el matrimonio, legalmente esta muerta, y la parte inocente es libre para casarse, si esta es la voluntad de Dios para su vida.

Desde los patriarcas hasta los reyes, en Israel por el hecho de tener mas de una mujer, si aplicasemos el concepto estricto de la ley, resulta que serian adulteros y estarian destituidos de la gloria de Dios. Por lo tanto no juzguemos por las apariencias sino con justo juicio. Desde luego que si un divorciado inocente (porque el culpable ya esta muerto, bajo el juicio de la Ley) se puede mantener en castidad y no le es tropiezo, mejor es esto que casarse otra vez, pero exigirselo como mandamiento de Dios yo no me atreveria, simplemente le avisaria de que mirase bien lo que hacia, porque tendria que dar cuentas a Dios.

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Apreciado Dagoberto:

Apreciado Dagoberto:


Como siempre, disfruto leyéndote, pues a lo instructivo se suma el sano juicio y buen criterio que aunado al mantenerse dentro del marco escritural, brinda a tus aportes la impresión de que no bregas por hacer prevalecer tu opinión personal, sino buscando siempre la sabiduría de lo alto, que sólo de Dios procede, y que Él no la escamotea (para usar la palabra conflictiva) a cuantos la piden y de todo corazón invierten su mejor esfuerzo hurgando y discerniendo las Escrituras.
Si no te escribo con más frecuencia, es por nuestra coincidencia en la común perspectiva que tenemos de los diversos asuntos debatidos.
Si en algún punto llegásemos a discrepar (lícita eventualidad) entonces seremos más prolíficos.
El Señor te bendiga.
Ricardo.
 
Apreciado MINIYO:

Apreciado MINIYO:


¿Acaso podrías creer que yo estoy ignorando el texto que “agigantaste”? Tú lo agigantaste gráficamente, pero yo he hablado de él de modo muy pormenorizado. Estoy seguro que no piensas que lo traté de forma rápida y superficial. Lo miramos de frente, de atrás, de arriba, de abajo, de uno y otro costado. ¿Que todavía queda mucho más para estudiar y decir? Cierto, pero entonces intenta al menos agregar más luz; o si lo que yo hice fue arrojar mantos de oscuridad sobre él, pues entonces sopla sobre él para desnudarlo de mis mantos y aduce razones verosímiles para interpretarlo correctamente.
Comprendo que tu posición personal es contraria al divorcio y recasamiento, solo que no quieres asumir una actitud que pueda ser tachada de severa y legalista. Pero he aquí que tu benignidad lleva - en el ejemplo que aportas – a que la parte que llamas de inocente exija que se ejecute a la que llamas de culpable. Pero ¿cuán inocente podría ser tu inocente y cuán culpable tu culpable? Según tú, el esposo endurecido que disfrutó su primera noche nupcial con la mujer que luego entregará a las autoridades para que procedan con ella conforme a la Ley, lapidándola, luego se casará con otra procurando esta vez disfrutar de paz y felicidad con ella. Cada noche, mientras quiera conciliar el sueño, será sobresaltado por aquella muerte que lleva sobre su conciencia. Él no creyó a sus explicaciones; no tuvo ella valor para declarar ante sus jueces las circunstancias en que fue víctima de una violación; se ahogaba entre sus sollozos no alcanzando a pronunciar las palabras que habrían salvado su vida y su honor mancillado por el imperio de la fuerza de su agresor. Llora también porque el único hombre a quien había amado real e intensamente, no le correspondía y la entregaba a la pública vergüenza y a la muerte. ¡Cuánto dolor y afrenta acarreaba ahora a la casa de su padre! Así que los jueces interpretan su incontenible llanto como evidencia suficiente de su culpabilidad, y muere lastimada por las piedras sin otro pecado de haber callado su desgracia y haber confiado en la comprensión y amor de un hombre. Patético, ¿verdad? ¡Si hasta a mí al escribirlo me saltan las lágrimas!
Pero tú haces padecer este cruel suplicio a la parte que llamas culpable – y perdóname por lo que ahora digo -, para acudir en defensa del bendito inocente, con un corazón tan duro como el suyo.
¡No, no creo yo que sea así tu corazón! Todo lo contrario. Pero no te has dado cuenta que sin quererlo ni proponértelo te has solidarizado con aquel esposo judío, para abogar, no sólo por la libertad en que él quedaba de volverse a casar (ya no era divorciado sino viudo), sino la que también tienen los cristianos miembros de la iglesia en esta dispensación de la gracia, a divorciarse y recasarse por aquella excepcional “causa de fornicación” en una cláusula permisiva de la Ley de Moisés, que nada tiene que ver con los cristianos ni con sus circunstancias ajenas a la tan aludida “causa de fornicación”.
Por supuesto que luego te avienes a la solución benigna con la carta de divorcio ¡pero mira que zozobra nos has hecho pasar!
Es muy cierta la responsabilidad individual que a cada cual nos cabe, por lo cual también hemos de comparecer todos los Suyos ante el Tribunal de Cristo.
Pero tamaña realidad en nada menoscaba nuestra presente obediencia a los mandamientos del Señor, como si teniéndolos por poco claros nos movamos a nuestro capricho entre el fárrago de cosas que la Biblia puntualmente no especifica. Como no es posible encontrar un versículo que se acomode a nuestro gusto y comprensión, que dijera, por ejemplo: “Está prohibido al cristiano que se separa, divorciarse para volverse a casar”, entonces concluimos que sí son posibles las segundas nupcias mientras la primera esposa sigue viva.
¡Claro, para ello tenemos que cerrar ojos y oídos a otros textos que con diferente redacción expresan la misma idea!
El que quiere hacer la voluntad de Dios conocerá de la doctrina, y quien quiera hacer la suya propia está condenado a ignorarla (Jn.7:17; 1Co.14:38).
El texto que pones de 1Co.7:15 sólo se refiere a cuando el incrédulo se separa, y en tal caso Pablo en ningún momento está habilitando al creyente a que contraiga nuevas nupcias. Hay casos en que luego de la separación el incrédulo se convierte, regresa, se reconcilian y el hogar es restaurado, ahora con ambos cónyuges como hermanos en Cristo. Si la parte creyente, tras la salida del incrédulo corriese a tramitar el divorcio rogando a pastores e iglesias que oren para que Dios le mande el príncipe (o princesa) de sus sueños, de salirse con la suya estaría impidiendo la restauración a la que aludíamos. Esto también ha ocurrido: el segundo marido resultó con el tiempo, malo, desconsiderado y abusivo. El primero, en cambio, sufrió tal transformación, que al verlo ahora la que fue su esposa, no deja de suspirar y llorar por él, despertándosele un amor y admiración que nunca antes había sentido. Si es muy triste que una pareja cristiana se separe y divorcie, piénsese cuán doloroso debe ser que las segundas nupcias impidan la reconciliación de dos que se aman, ahora ambos como hermanos en Cristo.
El meramente separarse y las segundas nupcias por divorcio me hace acordar a la cadena perpetua y a la pena de muerte. Mientras el sentenciado de por vida cumple su pena, siempre hay esperanza de que el verdadero criminal aparezca y él quede libre. Pero cuando se ejecuta a alguien, de aparecer luego el verdadero asesino, se hace imposible traer a la vida a quien fue muerto injustamente. Estas cosas han ocurrido y siguen ocurriendo. Lo mismo respecto a las segundas nupcias.
La mera separación no rompe ningún matrimonio. Ni siquiera el divorcio, aunque así lo consideren las leyes de los estados modernos. Haremos bien los cristianos en sujetarnos siempre a las autoridades y leyes de los gobiernos, pero no al grado de favorecernos con ellas buscando un escape a las de Dios que nos resultan gravosas.
Nosotros no somos quienes para exigir nada a nadie, ni siquiera para reprender a los demonios como tantos inconscientes hacen.
Así que ni vamos a hacernos un azotes de cuerdas y echar a los divorciados recasados de las iglesias, ni vamos a poner el grito en el cielo porque pastores, maestros y predicadores flojos no hayan hecho otra cosa que amagar tímidamente por la indisolubilidad del matrimonio.
Pero podemos:
1ero. Estudiar de una buena vez el asunto cambiando nuestra opinión personal por la convicción de la verdad que Dios produce por su Espíritu aplicando la verdad de su Palabra a nuestras mentes y corazones.
2do. Hasta que otros no nos convenzan de lo contrario, prediquemos Biblia en mano y con nuestro propio ejemplo lo que hemos aprendido.
3ero. Experimentaremos como las espigas de trigo se inclinan humildemente buscando en todo hacer la voluntad de Dios, al tiempo que las de cizaña se mantendrán enhiestas y altivas en actitud de rebeldía.
Apreciado MINIYO, de veras te agradezco me des esta oportunidad de seguir estudiando.
Ricardo.
 
Re: Apreciado MINIYO:

Re: Apreciado MINIYO:


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Saludos

¿Acaso podrías creer que yo estoy ignorando el texto que “agigantaste”? Tú lo agigantaste gráficamente, pero yo he hablado de él de modo muy pormenorizado. Estoy seguro que no piensas que lo traté de forma rápida y superficial. Lo miramos de frente, de atrás, de arriba, de abajo, de uno y otro costado. ¿Que todavía queda mucho más para estudiar y decir? Cierto, pero entonces intenta al menos agregar más luz; o si lo que yo hice fue arrojar mantos de oscuridad sobre él, pues entonces sopla sobre él para desnudarlo de mis mantos y aduce razones verosímiles para interpretarlo correctamente.

Mat 19:9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.

G4202

πορνεία porneía=fornicación

πορνεία porneía; de G4203; prostitución (incl. adulterio e incesto); fig. idolatría:-fornicación.


Aqui vemos que la fornicacion de la que hablo Jesus, incluye el adulterio y otros actos sexuales ilicitos. Y viene de porneúo, que es actuar indecentemente. Hasta la masturbacion, estaria aqui contemplada, pero no creo que nadie vaya a divorciarse por esa causa.

G4203

πορνεύω porneúo

πορνεύω porneúo; de G4204; actuar prostituta, i.e. (lit.) dar indulgencia a lujuria indebida (de cualquier sexo), o (fig.) practicar idolatría:-cometer fornicación, fornicar.


Por lo tanto, segun Jesus, entiendo que cuando alguien se divorcia, por esta causa, y se vuelve a casar, no adultera. Esto en lo legal ciñendonos al texto, la palabra "salvo" quiere decir excepto, que implica excepcion.

G1508

έἰ μή ei me=salvo, excepto

έἰ μή ei me; de G1487 y G3361; si no, pero:pero, excepto, salvo (que), si no.


Comprendo que tu posición personal es contraria al divorcio y recasamiento, solo que no quieres asumir una actitud que pueda ser tachada de severa y legalista. Pero he aquí que tu benignidad lleva - en el ejemplo que aportas – a que la parte que llamas de inocente exija que se ejecute a la que llamas de culpable. Pero ¿cuán inocente podría ser tu inocente y cuán culpable tu culpable? Según tú, el esposo endurecido que disfrutó su primera noche nupcial con la mujer que luego entregará a las autoridades para que procedan con ella conforme a la Ley, lapidándola, luego se casará con otra procurando esta vez disfrutar de paz y felicidad con ella. Cada noche, mientras quiera conciliar el sueño, será sobresaltado por aquella muerte que lleva sobre su conciencia. Él no creyó a sus explicaciones; no tuvo ella valor para declarar ante sus jueces las circunstancias en que fue víctima de una violación; se ahogaba entre sus sollozos no alcanzando a pronunciar las palabras que habrían salvado su vida y su honor mancillado por el imperio de la fuerza de su agresor. Llora también porque el único hombre a quien había amado real e intensamente, no le correspondía y la entregaba a la pública vergüenza y a la muerte. ¡Cuánto dolor y afrenta acarreaba ahora a la casa de su padre! Así que los jueces interpretan su incontenible llanto como evidencia suficiente de su culpabilidad, y muere lastimada por las piedras sin otro pecado de haber callado su desgracia y haber confiado en la comprensión y amor de un hombre. Patético, ¿verdad? ¡Si hasta a mí al escribirlo me saltan las lágrimas!

Pero tú haces padecer este cruel suplicio a la parte que llamas culpable – y perdóname por lo que ahora digo -, para acudir en defensa del bendito inocente, con un corazón tan duro como el suyo.

Con esto que comentas, me tenia que ofender mas de lo que se ofendio Dagoberto conmigo, por utilizar la palabra escamoteas, porque me atribuyes que pido que se ejecute a la parte culpable (para ser libre del matrimonio), y no es eso lo que yo digo, ni quiero explicar. Lo que yo digo es que si hay adulterio (y no una suposicion novelada), la parte ofendida, legalmente, si quiere, puede divorciarse y volverse a casar, pero si es cristiano y no quiere romper el matrimonio, puede hacer dos cosas, procurar la reconciliacion, si la otra parte esta de acuerdo, o consentir con la disconformidad y el adulterio riterado de la otra parte. ¿Esto te parece mejor?. Tambien, si se separan, puede ser que la parte culpable quiera rehacer su vida, y se divorcie, rompiendo el matrimonio definitivamente, volviendose a casar. En este caso, concretamente, te pregunto, ¿La parte inocente, se puede volver a casar?, el caso es muy concreto, asi que te agradeceria un si o un no.

Por desgracia, las cosas en la realidad, no son tan "novela rosa" como lo pones, y la realidad es muy cruda.

¡No, no creo yo que sea así tu corazón! Todo lo contrario. Pero no te has dado cuenta que sin quererlo ni proponértelo te has solidarizado con aquel esposo judío, para abogar, no sólo por la libertad en que él quedaba de volverse a casar (ya no era divorciado sino viudo), sino la que también tienen los cristianos miembros de la iglesia en esta dispensación de la gracia, a divorciarse y recasarse por aquella excepcional “causa de fornicación” en una cláusula permisiva de la Ley de Moisés, que nada tiene que ver con los cristianos ni con sus circunstancias ajenas a la tan aludida “causa de fornicación”.

Por supuesto que luego te avienes a la solución benigna con la carta de divorcio ¡pero mira que zozobra nos has hecho pasar!

Yo no me he solidarizado, con ningun supuesto, estoy pensando en situaciones muy concretas, que no se pueden vanalizar, como ya te explique.

Para que no pases esas zozobras, es por lo que se permite la ley del divorcio, porque la parte adultera, esta legalmente muerta, aunque este como pez en el agua con su nueva situacion.

Es muy cierta la responsabilidad individual que a cada cual nos cabe, por lo cual también hemos de comparecer todos los Suyos ante el Tribunal de Cristo.

Por eso, en el caso del divorcio, la ultima palabra la tiene quien tendra que dar cuenta a Dios.

Pero tamaña realidad en nada menoscaba nuestra presente obediencia a los mandamientos del Señor, como si teniéndolos por poco claros nos movamos a nuestro capricho entre el fárrago de cosas que la Biblia puntualmente no especifica. Como no es posible encontrar un versículo que se acomode a nuestro gusto y comprensión, que dijera, por ejemplo: “Está prohibido al cristiano que se separa, divorciarse para volverse a casar”, entonces concluimos que sí son posibles las segundas nupcias mientras la primera esposa sigue viva.

Concluimos que sí, en ciertos casos, porque Jesus admite ese supuesto, al considerar legalmente muerta, a la parte adultera.

Mat 19:9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.

Que sino, se entenderia, que los que se divorcian y se vuelven a casar, estarian cometiendo adulterio, pero en esta excepcion de Jesus se entiende claramente que en ese caso, no.

¡Claro, para ello tenemos que cerrar ojos y oídos a otros textos que con diferente redacción expresan la misma idea!

El que quiere hacer la voluntad de Dios conocerá de la doctrina, y quien quiera hacer la suya propia está condenado a ignorarla (Jn.7:17; 1Co.14:38).

No se cierran los ojos a ningun texto, sino precisamente, porque no los puedo cerrar es, que digo lo que digo. Asi, que si no ignoro nada, en justicia, tengo que reconocer el caso de fornicacion, como causa licita para el divorcio.

El texto que pones de 1Co.7:15 sólo se refiere a cuando el incrédulo se separa, y en tal caso Pablo en ningún momento está habilitando al creyente a que contraiga nuevas nupcias. Hay casos en que luego de la separación el incrédulo se convierte, regresa, se reconcilian y el hogar es restaurado, ahora con ambos cónyuges como hermanos en Cristo. Si la parte creyente, tras la salida del incrédulo corriese a tramitar el divorcio rogando a pastores e iglesias que oren para que Dios le mande el príncipe (o princesa) de sus sueños, de salirse con la suya estaría impidiendo la restauración a la que aludíamos. Esto también ha ocurrido: el segundo marido resultó con el tiempo, malo, desconsiderado y abusivo. El primero, en cambio, sufrió tal transformación, que al verlo ahora la que fue su esposa, no deja de suspirar y llorar por él, despertándosele un amor y admiración que nunca antes había sentido. Si es muy triste que una pareja cristiana se separe y divorcie, piénsese cuán doloroso debe ser que las segundas nupcias impidan la reconciliación de dos que se aman, ahora ambos como hermanos en Cristo.

Tambien hay muchos mas casos, en los que la parte culpable se fue y rehizo su vida con otra persona. Asi que, cuando dice que no se esta sujeto a esclavitud es eso, que no se le debe fidelidad a la otra parte.

Segun tu puede ocurrir cualquier cosa que se te ocurra, pero la realidad es mas concreta y marca las pautas a seguir.

El meramente separarse y las segundas nupcias por divorcio me hace acordar a la cadena perpetua y a la pena de muerte. Mientras el sentenciado de por vida cumple su pena, siempre hay esperanza de que el verdadero criminal aparezca y él quede libre. Pero cuando se ejecuta a alguien, de aparecer luego el verdadero asesino, se hace imposible traer a la vida a quien fue muerto injustamente. Estas cosas han ocurrido y siguen ocurriendo. Lo mismo respecto a las segundas nupcias.

La mera separación no rompe ningún matrimonio. Ni siquiera el divorcio, aunque así lo consideren las leyes de los estados modernos. Haremos bien los cristianos en sujetarnos siempre a las autoridades y leyes de los gobiernos, pero no al grado de favorecernos con ellas buscando un escape a las de Dios que nos resultan gravosas.

Yo desde el principio he estado considerando un matrimonio roto, por una de las partes, que se volvio a casar y fundo otra familia. Asi que tus consideraciones aqui, no tienen ningun sentido. Si el creyente y parte inocente, decide no volverse a casar, a mi me parece perfecto, pero si decide casarse de nuevo, no seria yo quien le dijese que era un adultero. Legalmente, ante Dios, el o ella es viud@, porque el adulter@ esta muert@, segun la Ley de Dios.

Nosotros no somos quienes para exigir nada a nadie, ni siquiera para reprender a los demonios como tantos inconscientes hacen.
Así que ni vamos a hacernos un azotes de cuerdas y echar a los divorciados recasados de las iglesias, ni vamos a poner el grito en el cielo porque pastores, maestros y predicadores flojos no hayan hecho otra cosa que amagar tímidamente por la indisolubilidad del matrimonio.

Con toda tu exposicion, lo que has consguido, es que hable sobre este tema, mas claro de lo que queria, y no porque no lo pueda decir bien alto, sino porque alguien puede torcer lo que digo, para obrar mal. Pero eso tambien lo hacen con las Escrituras y ellas no tienen ninguna culpa. Dios conoce los corazones y El sera el juez.

Pero podemos:
1ero. Estudiar de una buena vez el asunto cambiando nuestra opinión personal por la convicción de la verdad que Dios produce por su Espíritu aplicando la verdad de su Palabra a nuestras mentes y corazones.

2do. Hasta que otros no nos convenzan de lo contrario, prediquemos Biblia en mano y con nuestro propio ejemplo lo que hemos aprendido.

3ero. Experimentaremos como las espigas de trigo se inclinan humildemente buscando en todo hacer la voluntad de Dios, al tiempo que las de cizaña se mantendrán enhiestas y altivas en actitud de rebeldía.

Apreciado MINIYO, de veras te agradezco me des esta oportunidad de seguir estudiando.

En esta voluntad estamos, y Dios sera el juez de todos.

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: ¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

Estimado Miniyo

Apreciado hermano;… no, no mi amado hermano…no estoy ofendido… sigo apreciando tu amistad y tu doctrina de la misma forma que siempre lo he hecho. Solo manifesté mi sorpresa en cuanto a que tu me pedías respuesta de algo que ya tenías preconcebido de una forma distinta; y la realidad es que más que debatir o contender “cristianamente” un tema o doctrina… me agrada más exponer… pero cuando mis esfuerzos por exponer,… en la esperanza de ser edificados… topa… con una postura inamovible… entonces… ¿qué?...

Bueno, no puedo negar que el tema me apasiona;… más que nada... por la liberalidad que hoy en día se encuentra en muchas iglesias y que marcan pautas que pueden llevar a muchos a vivir una vida no agradable a Dios; con el consiguiente daño para muchos cristianos que podrían llevar una vida ajustada a la verdadera voluntad de Dios.

Es necesario por tanto echar mano de toda la honestidad que podamos echar, para examinar crudamente la Palabra de Dios… como siempre digo… aunque ella nos corte la cabeza… “mejor es entrar sin cabeza al reino de los cielos, que con cabeza….…”

La enseñanza de Mateo 19, NO ESTÁ dirigida a examinar la posibilidad de “casarse de nuevo" … ¡NO!... allí Jesús está respondiendo expresamente a la pregunta de los fariseos, en donde no se está considerando la posibilidad de volverse a casar… sino específicamente solo de la separación o divorcio:
“¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquiera causa?” (Mat. 19:3)
Jesús responde tácitamente con otra pregunta; …pregunta que merecía una sola respuesta y que era en realidad un llamado de atención para un concepto que NO TIENE CABIDA en los propósitos de Dios para el matrimonio cristiano. Jesús les hizo ver que la pregunta de ellos estaba demás; …sometiéndose estricta y rígidamente a la voluntad de Dios… el creyente no debiera considerar el asunto de la separación… en la doctrina divina… la separación ..NO TIENE CABIDA: No habéis leído que el que los hizo al principio, macho y hembra los hizo, y dijo: por tanto, el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y serán dos en una misma carne?” (vers. 4,5)
… y aquí viene la respuesta “según Dios”: …“Así que, no son ya más dos, sino una carne: por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre” (vers. 6) La voluntad de Dios para los conyuges ya ha sido expresada por Dios... está escrita... y Dios.. no cambia.

¿Cuál fue la respuesta de Jesús a la pregunta de los fariseos; fundamentado en la voluntad de Dios?:... “NO LO APARTE EL HOMBRE”. Es decir, según Dios el hombre NO DEBE SEPARARSE.

Luego ante la insistencia de aquellos hombres;.. Jesús les da una respuesta “según Moisés”, nacida de la “dureza del corazón del hombre”: “Por la DUREZA DE VUESTRO CORAZÓN Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres: más al principio (según el mandamiento de Dios) no fue así” (vers. 8) Pero Jesús no se queda allí, y luego aclara la “permisión” de Moisés: “y yo os digo que cualquiera que repudiare a su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera: y el que se casare con la repudiada, adultera” (vers. 9)
El Señor les aclara lo que a todas luces se había constituido en una especie de total libertad;.. cualquiera podía aducir cualquier motivo como válido para separarse;… pero Jesús restringe drásticamente el motivo de la separación SOLO a una causa: ¡fornicación!. ¿lo entendieron los judíos?... ¡SI!... : “Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse” (vers. 10) Jesús viene cambiando los parámetros, y les corta de tal manera la libertad (ojo: de “separarse”, no de volverse a casar) que los discípulos se sorprendieron y consideraron “injusta” esta situación;… pero…. no había otra “variante”… ni “ramal” por donde irse: “No todos reciben esta palabra, sino a aquellos a quienes es dado” (vers. 11)

Si nuestro Señor Jesucristo, deja clarísima la voluntad de Dios para sus hijos, de que aquellos que contrajeron matrimonio, no se pueden separar…. ¿Cuánto menos volverse a casar?...

Ahora para aquellos que tienen un corazón endurecido, … existe una alternativa… la “alternativa” de Moisés: sepárese si es que existe fornicación de por medio;… pero NO SE VUELVA a casar,… por que de lo contrario… se comete adulterio.

Así lo entiendo yo…

Dios te bendiga ricamente


....Dagoberto

PD. Vuestros aportes… de Ricardo y tuyos… enriquecedores..
 
Apreciado Dagoberto:

Apreciado Dagoberto:

Mucho me complace que aprecies en MINIYO lo enriquecedor de sus aportes, porque realmente lo son, y prescindiendo de nuestras circunstanciales diferencias, lo que èl està haciendo en este epìgrafe podrà redundar en beneficio de muchos cristianos que hasta el momento apenas tenìan vagas nociones de un tema tan importante como èste.
Ricardo.
 
Estimado MINIYO:

Estimado MINIYO:


Me es grato agradecerte en nombre de todos los foristas que visitan este epígrafe el importante aporte que aquí haces de las palabras griegas involucradas en nuestro debate, su significado y uso en el Nuevo Testamento.
Como te adelantaba en el otro epígrafe, numeraré mis argumentos que ahora y aquí responden a tu último mensaje, para facilitarnos la tarea de atender a todos sin desatender ninguno. La suspicacia de quienes nos visitan únicamente como lectores no dejan de reparar en silencios y omisiones.
1 – Dices: “Aquí vemos que la fornicación de la que habló Jesús, incluye el adulterio y otros actos sexuales ilícitos.”
Respondo: No es así. El “aquí” tuyo no es el texto del evangelio, sino el de un Diccionario Bíblico, Léxico o Gramática Griega. Que una obra de referencia nos brinde los matices y usos diversos que un término griego podía tener, es una cosa. Que luego concluyas que la fornicación de la que hablaba Jesús incluiría el adulterio y otros actos ilícitos, es otra cosa. No es imposible; pero para ello tendría que concordar con el contexto, que en Mt.19:7-9 nos remite a Dt.24:1-4, y además con el comportamiento que observa el término griego en el Nuevo Testamento. En esto estuviste omiso. Si lo hubieras revisado, comprobarías que las 25 veces que aparece PORNEIA en el NT en
todas ellas nuestra Biblia traduce “fornicación” y ninguna adulterio porque la palabra griega es otra: MOIJEIA. También podrías habernos llamado la atención que en unos cuantos versículos ambos vocablos griegos aparecen juntos, como distintos, cosa que sería mera redundancia si fueran sinónimos. Por ejemplo, en el propio texto áureo de Mt.19:9, lo que debería alcanzar, pero también en Mt.5:32; 15:19; Mr.7:21; 1Co.6:9; He.13:4. Lee por favor esos versículos y luego pregunta a esa conciencia tuya a la que apelas, si de veras sigues creyendo que en Mt.19:9 el Señor Jesús esté sancionando la excepción permitida por Moisés “por causa de fornicación” o “adulterio”.
2 – Dices: “Por lo tanto, según Jesús, entiendo que cuando alguien se divorcia, por esta causa, y se vuelve a casar, no adultera.”
Corrijo: Lo que entiendes no es “según Jesús” sino “según MINIYO”. Jesús no dice que si alguien se divorcia por causa de adulterio y se vuelve a casar, no adultera. Él lo expresa al revés: que quien repudia a su mujer – y ahí va la frase de la excepción – y se casa con otra, adultera, y el que se casa con la repudiada, adultera. Esta es la lección que aparece en Marcos y Lucas. En lugar de inferir de aquí lo que equivocadamente infieres (adulterio),
más feliz estarías explicando que si la carta de divorcio no estableciera expresamente esa causal de fornicación, la mujer no encontraría candidato a marido, pues su matrimonio sería ilegal. Por ejemplo: Si la carta hiciera constancia de que la causal del repudio se debía a que la mujer:
a) Se le quemaba la comida.
b) Cantaba todo el día con voz de gallina.
c) La suegra, todos los días de visita y a cualquier hora.
d) Le estaban saliendo bigotes.
3 - Aquí pegas un salto de 3.500 años si veníamos hablando de la permisión de Moisés con la carta de divorcio, o de casi 2.000 años si estábamos con la famosa frase de la excepción.
Me da vértigo un repentino viaje en el tiempo para enfrentarme ahora a lo que querías decir: En los estados modernos, obtenido fácil y rápidamente el divorcio, ofendido o no, adulterio mediante o no, el recasamiento no sólo es permisible, sino hasta deseable y conveniente, como hacen los artistas de Hollywood.
Introduces luego el caso del cristiano, que podría optar por esperar la reconciliación para no romper el matrimonio, o en caso de resignarse ante la contumacia de su esposa, hacerle dos agujeros a su sombrero para poder usarlo.
El otro caso que propones es cuando el cónyuge culpable se separa, divorcia y vuelve a casarse. Me pides una respuesta concreta en cuanto a si en tal estado de las cosas el cónyuge inocente podría volverse a casar (ya ha quedado divorciado): NO.
Si tal hermano viniera a mí, con todo el dolor de mi alma y manifestándole mis simpatías, le diría: - Su esposa no ha dejado de ser su esposa por adúltera que fuera y divorciada que esté. Solamente cuando ella muera quedará Vd. libre de inmediato para volverse a casar. Ahora debe Vd. confiar en Dios. Si es Su voluntad que de aquí a poco Vd. contraiga un nuevo
matrimonio, no se preocupe que los días de su esposa están contados. Tampoco importune a Dios que se apresure. Tiempo al tiempo. Para ejercitar su paciencia, le daría algunos de los consejos de Pablo en 1Co.7: 1: “Bueno le sería al hombre no tocar mujer”; 7: “Quisiera más bien que todos los hombres fueran como yo”; 26: “Tengo, pues, esto por bueno a causa de las dificultades del tiempo presente: que hará bien el hombre en quedarse como está. 27: ¿Estás libre de mujer? No trates de casarte”; 29: “Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto. Resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuvieran”; 32: “Quisiera, pues, que estuvierais sin congoja”.
4 - Lamentablemente, aquí no explicas lo que en el otro epígrafe prometías: “él o la adúltera, están legalmente muertos y la otra parte legalmente viuda.”
En cambio planteas una doctrina que nos es enteramente nueva a los hijos de Dios, cuya situación es la que venimos considerando:
“la parte adúltera, está legalmente muerta”
“Jesús admite ese supuesto, al considerar legalmente muerta, a la parte adúltera.”
“Legalmente, ante Dios, él o ella es viuda, porque el adúltero está muerto, según la Ley de Dios.”.
¿No ves que te empecinas en seguir matando gente? ¡Y luego me reprochas de que me excedo!
¡Nunca vi tantos viudos y viudas juntos! ¿Pero de dónde salieron? ¿En qué parte de la ley de Dios dice lo que tú dices: “Legalmente, ante Dios, él o ella es viuda, porque el adúltero está muerto, según la Ley de Dios”?
Pues si los adúlteros están todos bien muertos – como aseguras - ¿a qué divorciar a los ya viudos?
Por supuesto que en su estado de viudez pueden volver a casarse (con tal que sea en el Señor).
5 – Finalmente, en las dos últimas cláusulas dices que Dios será el juez. Esto es bien cierto, pero tan cierto como decir que Él ya es juez, no estando reservada esta prerrogativa suya para el futuro sino que al presente “todo el juicio dio al Hijo” (Jn.5:22) quien también nos manda: “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Jn.7:24). Pablo reprendió a la Iglesia en Corinto, no por juzgar, sino por no hacerlo (1Co.6:1-6).
Como ves, espero ahora tu amable respuesta a estos cinco puntos.
El Señor sea contigo y te bendiga.
Ricardo.
 
Re: ¿Puede un pastor divorciarse y volverse a casar?

Estimado Miniyo

Apreciado hermano;… no, no mi amado hermano…no estoy ofendido… sigo apreciando tu amistad y tu doctrina de la misma forma que siempre lo he hecho. Solo manifesté mi sorpresa en cuanto a que tu me pedías respuesta de algo que ya tenías preconcebido de una forma distinta; y la realidad es que más que debatir o contender “cristianamente” un tema o doctrina… me agrada más exponer… pero cuando mis esfuerzos por exponer,… en la esperanza de ser edificados… topa… con una postura inamovible… entonces… ¿qué?...

Bueno, no puedo negar que el tema me apasiona;… más que nada... por la liberalidad que hoy en día se encuentra en muchas iglesias y que marcan pautas que pueden llevar a muchos a vivir una vida no agradable a Dios; con el consiguiente daño para muchos cristianos que podrían llevar una vida ajustada a la verdadera voluntad de Dios.

Es necesario por tanto echar mano de toda la honestidad que podamos echar, para examinar crudamente la Palabra de Dios… como siempre digo… aunque ella nos corte la cabeza… “mejor es entrar sin cabeza al reino de los cielos, que con cabeza….…”

La enseñanza de Mateo 19, NO ESTÁ dirigida a examinar la posibilidad de “casarse de nuevo" … ¡NO!... allí Jesús está respondiendo expresamente a la pregunta de los fariseos, en donde no se está considerando la posibilidad de volverse a casar… sino específicamente solo de la separación o divorcio:
“¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquiera causa?” (Mat. 19:3)
Jesús responde tácitamente con otra pregunta; …pregunta que merecía una sola respuesta y que era en realidad un llamado de atención para un concepto que NO TIENE CABIDA en los propósitos de Dios para el matrimonio cristiano. Jesús les hizo ver que la pregunta de ellos estaba demás; …sometiéndose estricta y rígidamente a la voluntad de Dios… el creyente no debiera considerar el asunto de la separación… en la doctrina divina… la separación ..NO TIENE CABIDA: No habéis leído que el que los hizo al principio, macho y hembra los hizo, y dijo: por tanto, el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y serán dos en una misma carne?” (vers. 4,5)
… y aquí viene la respuesta “según Dios”: …“Así que, no son ya más dos, sino una carne: por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre” (vers. 6) La voluntad de Dios para los conyuges ya ha sido expresada por Dios... está escrita... y Dios.. no cambia.

¿Cuál fue la respuesta de Jesús a la pregunta de los fariseos; fundamentado en la voluntad de Dios?:... “NO LO APARTE EL HOMBRE”. Es decir, según Dios el hombre NO DEBE SEPARARSE.

Luego ante la insistencia de aquellos hombres;.. Jesús les da una respuesta “según Moisés”, nacida de la “dureza del corazón del hombre”: “Por la DUREZA DE VUESTRO CORAZÓN Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres: más al principio (según el mandamiento de Dios) no fue así” (vers. 8) Pero Jesús no se queda allí, y luego aclara la “permisión” de Moisés: “y yo os digo que cualquiera que repudiare a su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera: y el que se casare con la repudiada, adultera” (vers. 9)
El Señor les aclara lo que a todas luces se había constituido en una especie de total libertad;.. cualquiera podía aducir cualquier motivo como válido para separarse;… pero Jesús restringe drásticamente el motivo de la separación SOLO a una causa: ¡fornicación!. ¿lo entendieron los judíos?... ¡SI!... : “Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse” (vers. 10) Jesús viene cambiando los parámetros, y les corta de tal manera la libertad (ojo: de “separarse”, no de volverse a casar) que los discípulos se sorprendieron y consideraron “injusta” esta situación;… pero…. no había otra “variante”… ni “ramal” por donde irse: “No todos reciben esta palabra, sino a aquellos a quienes es dado” (vers. 11)

Si nuestro Señor Jesucristo, deja clarísima la voluntad de Dios para sus hijos, de que aquellos que contrajeron matrimonio, no se pueden separar…. ¿Cuánto menos volverse a casar?...

Ahora para aquellos que tienen un corazón endurecido, … existe una alternativa… la “alternativa” de Moisés: sepárese si es que existe fornicación de por medio;… pero NO SE VUELVA a casar,… por que de lo contrario… se comete adulterio.

Así lo entiendo yo…

Dios te bendiga ricamente


....Dagoberto

PD. Vuestros aportes… de Ricardo y tuyos… enriquecedores..

Tomaré esta parte:
más al principio [/B](según el mandamiento de Dios) no fue así” (vers. 8)
Hay tres cosas que ahora no hacemos como era al principio: 1. Nos divorciamos, 2. Comemos cualquier cosa, 3. Hemos repudiado, cambiado o no le damos importancia a lo santo y bendito, el 7º día. Creo nos hemos divorciado del principio. Como dice Dagoberto: "La voluntad de Dios para los conyuges ya ha sido expresada por Dios... está escrita... y Dios.. no cambia".

Saludos.