Re: Puede Satanas leer la mente?
Hay una diferencia tremenda que los hijos de Dios debemos saber.
Hoy en día se está predicando mucho sobre "demonología" y los poderes de las tinieblas. Y en esas enseñanzas se presenta al diablo como un adversario que está casi a la altura de Dios.
Que no se nos olvide que satanás también es un ser creado por Dios. Si Dios quisiera, con un chasquillo de sus dedos lo desaparecería al instante. Ásí que el diablo NO es ningún adversario para Dios.
La Biblia nos dice que satán es adversario del hombre, más NO de Dios.
Y el diablo se enseñorea de aquellos que rechazan la gracia de Dios, por medio de Jesucristo. Sólo así es que el diablo es su "padre", pues son de su propiedad.
Sin embargo, cuando hemos sido redimidos por la sangre de Cristo, la Biblia nos dice que hemos sido trasladados de ese reino de tinieblas, al reino de luz de Cristo. Así que el diablo NO se enseñorea más de nosotros. Solo le queda el engaño y la mentira, para tratar de hacernos caer. Y esto habla de sujestión por medio de pensamientos.
Pero si estamos sujetos a Dios, en el nombre de Jesucristo podemos resistir al diablo, y este huirá de nosotros.
Así que me atrevería a decir que el diablo se convierte en un sirviente de Dios, y que aún sus "tentaciones" nos ayudan a bien. En el libro de Job, vemos un ejemplo del diablo como ese "sirviente" del Dios Altísimo. Notemos ahí quién es el que habla a quién, y quién es el que propone la "tentación", y para qué.
La Biblia nos dice que Dios creó aún las tinieblas y la adversidad. En Isaias 45:5-7, encontramos estas palabras:
"Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, 6para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, 7que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto.”
Hay varios pasajes en donde vemos como Dios permite esos "espíritus malignos" en nuestra vida, pero siempre buscando un propósito bueno, y NO para abandonarnos a nuestra suerte.
Lo que sucede, es que todo lo queremos entender con nuestra lógica y razonamiento humano. Y por eso no entendemos nada de nada. Porque entonces al leer esto, nos parecería como que Dios es un Dios paranoico y sádico, que todo lo planeó y lo creó sólo para fastidiarnos la existencia, ¿no es así?.
Porque......¿Cómo es eso de que Dios es quien hace la paz y crea también la adversidad?, ¿Cómo que Dios formo la luz y también creó las tinieblas?
El hombre no está capacitado para vivir en forma independiente de Dios. Fuimos creados para movernos en una dependencia total y absoluta de Dios. Pero Dios, al crearnos a su imagen y semejanza, nos dio libre albedrío, es decir....la capacidad de decidir. Aún no hemos comprendido el potencial que Dios nos dio, al crearnos a su imagen y semejanza. Nos dio ese libre albedrío con el cual debemos decidir si vivimos en forma dependiente o independiente de él.
Esto no solo fue para adán y para Eva, esto sigue siendo una libre elección para cada uno de nosotros. Cada uno de nosotros decidimos de qué "fruto" comer. Si Adán y Eva no hubieran caído, lo hubiera hecho cualquier ser humano. Sin embargo podemos ver que desde el principio de la humanidad, Dios puso el remedio definitivo. Cristo es el último Adán y el segundo hombre, como nos dice la escritura. Cristo abarca prácticamente a toda la humanidad.
Así que Dios nos da la libre decisión de elegir de qué árbol comer. Crea las tinieblas para que sepamos que en Él hay luz, y sobre todo...para que sepamos que podemos salir de las tinieblas y permanecer en su luz.
Crea la adversidad, para que el hombre sepa que en Él hay paz, y sobre todo....para que sepa que puede decidir permanecer en su paz...¿podemos entender cómo es la cosa?
Así que en la medida que entendamos lo que aquí estamos diciendo, aquella idea de un diablo que está a la altura....(bueno.....para no exagerar...que está casi a la altura)... de Dios, va a tomar su correcta perspectiva. Aquella idea de que Dios nos dejó solos y desamparados en este mundo, y que tenemos que estar luchando contra el reino de las tinieblas una y otra vez, para arrebatarle al diablo lo que “le ha ganado a Dios”, como muchas veces se nos ha enseñado, va a cambiar radicalmente. Y nos vamos a dar cuenta de la magnitud de palabras como la que leemos en Colosenses 1:11, que nos dice:
"fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”
Por otra parte, con mucho pesar, nos vamos a dar cuenta que lo que pasa, es que cuando entendamos esto, esto nos va a llevar a tener que aceptar que muchas de esas guerras absurdas, es porque no hemos creído en la victoria definitiva de Cristo y no nos gusta tomar decisiones basadas en esa verdad. Y lo triste es que al hacer esto es que le estamos llamando mentiroso, diciéndole que además de lo que él hizo en la cruz, tenemos que seguir guerreando. Estamos poniendo a vituperio el sacrificio de Cristo con nuestras guerras espirituales. “Si, si,...tu ya lo venciste en la cruz Señor.....pero.....yo necesito seguir haciendo guerra contra el diablo.” Que Dios tenga misericordia de nosotros, porque esto es una tremenda blasfemia que muchos creyentes seguimos haciendo.
Y esto es justo lo que no queremos entender, porque nos daremos cuenta que nos hemos creado un diablo personal que nos acomoda. Porque de la misma manera que los que dicen no creer en Dios, es porque no quieren ser responsables de sus actos, lo mismo sucede cuando entendemos que Satanás es un sirviente de Dios, y que aún sus “ataques” (como les llamamos) nos ayudan a madurar, si así lo decidimos
¿Y por qué digo eso de que nos hemos creado un diablo que nos acomoda? Si, porque si sabemos esto, entonces ahora ¿a quién le vamos a echar la culpa de nuestras decisiones? Adán culpó a Eva, y Eva a su vez culpó a la serpiente, cuando lo cierto es que la serpiente no los obligó, como dijimos ellos así lo decidieron. ¿Así que entonces a quién culpamos nosotros? Nos conviene que haya una serpiente a quien seguir echándole la culpa de nuestras malas decisiones.
Porque si antes de reconocer esto que estamos diciendo, cuando tomábamos alguna mala decisión, o cometíamos algún pecado, inmediatamente le echábamos la culpa al diablo y decíamos que era un “ataque”, ahora que sabemos que para un hijo de Dios aún las pruebas y aquello a lo que llamamos “ataques del enemigo”, son para que Dios nos madure y cumpla sus propósitos en cada uno de nosotros...., entonces ahora..... ¿a quién vamos a culpar ahora?, ¿nos damos cuenta?
Y vamos a tener que reconocer que, como dice la Palabra de Dios...”ninguna comunión tiene la luz con las tinieblas”, “que el diablo ya no tiene parte ni suerte con los hijos de Dios” y que “ninguna arma forjada prosperará en nuestra contra”.... ¡Chin!.....eso me llevará a saber que ya no tengo pretextos. ¿Podemos comprender la magnitud de lo que estamos diciendo? ¡Si yo sigo viviendo la misma vida vana, y sigo haciendo lo malo que hago, es porque así lo decido! Ya no tengo pretextos, y sigo decidiendo que es mejor vivir en tinieblas, que en la luz. Y trágicamente la consecuencia es la misma, tampoco esta ha cambiado........el Señor nos dice como le dijo a Adán y a Eva: “¡Ciertamente morirás!” ¡Tremenda cosa! Teniendo la victoria asegurada en nuestras manos, solo para apropiárnosla, seguimos creyendo (y decidiendo) que tenemos que hacer guerra para conseguirla.
Eso nos llevará a reconocer que la palabra de Dios es verdad y que él cumple sus promesas y hace nuevas todas las cosas en cada uno de nosotros. Por lo tanto, ya no tenemos pretextos para seguir siendo los mismo. Y si sigo siendo el mismo, y no he cambiado, es porque así lo he decidido, y no es por ataques exteriores. es porque he decidido seguir en tinieblas y en adversidad, y No he decidido salir de ellas.
Y saber y reconocer esto, nos va a cambiar nuestra perspectiva del enemigo.
Saludos!
