Re: Puede la mujer ensenar en el culto publico a hombres?
Paula, la cantaleta de la igualdad social, es una doctrina de demonios. La escritura enseña todo lo contrario.
Esta sociedad está organizada sobre principios establecidos por Dios. La autoridad la estableció Dios, y el que se opone a la autoridad a lo establecido por Dios se opone.
En la iglesia no todo somos iguales, al contrario somos diferentes, somos miembros distintos del mismo cuerpo, cada uno con una función específica. En la relación matrimonial, el varón y la mujer no son iguales, cada uno de ellos tiene un rol dado por Dios. El varón es la cabeza de la mujer.
En el régimen de Dios, a la mujer no se le permite ejercer ningún tipo de autoridad sobre el varón. Ella debe estar sujeta al varón, que es su cabeza. Más categórico eso no puede estar expresado en la escritura.
[SUP]22[/SUP]Las casadas [estén sujetas] a sus propios maridos,[SUP]d[/SUP] como al Señor;[SUP] 23[/SUP]porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia. Ef.5
Deben estar sujetas a sus maridos como la iglesia se sujeta al Señor. En otras palabras, el señor de la casada en esa relación marital, es su marido, y a él deben sujetarse. Sujetándose a su marido, es una manera de sujetarse a lo que el Señor de la iglesia ha determinado.
[SUP]d [/SUP][SUP]d[/SUP] 5.22: Col. 3.18; 1 P. 3.1.
Es una contradicción hablar de igualdad en dignidad y luego predicar la desigualdad en el ministerio de la mujer en la iglesia. No hay manera de comprender y justificar algo así.
Saludos.
Paula, la cantaleta de la igualdad social, es una doctrina de demonios. La escritura enseña todo lo contrario.
Esta sociedad está organizada sobre principios establecidos por Dios. La autoridad la estableció Dios, y el que se opone a la autoridad a lo establecido por Dios se opone.
En la iglesia no todo somos iguales, al contrario somos diferentes, somos miembros distintos del mismo cuerpo, cada uno con una función específica. En la relación matrimonial, el varón y la mujer no son iguales, cada uno de ellos tiene un rol dado por Dios. El varón es la cabeza de la mujer.
En el régimen de Dios, a la mujer no se le permite ejercer ningún tipo de autoridad sobre el varón. Ella debe estar sujeta al varón, que es su cabeza. Más categórico eso no puede estar expresado en la escritura.
[SUP]22[/SUP]Las casadas [estén sujetas] a sus propios maridos,[SUP]d[/SUP] como al Señor;[SUP] 23[/SUP]porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia. Ef.5
Deben estar sujetas a sus maridos como la iglesia se sujeta al Señor. En otras palabras, el señor de la casada en esa relación marital, es su marido, y a él deben sujetarse. Sujetándose a su marido, es una manera de sujetarse a lo que el Señor de la iglesia ha determinado.
[SUP]d [/SUP][SUP]d[/SUP] 5.22: Col. 3.18; 1 P. 3.1.