¿Inmigración o invasión?
Cuando un grupo no busca integrarse sino imponer, lo que llega no es una cultura… es una conquista.

1.Millones de personas han emigrado desde países musulmanes hacia naciones libres de Occidente: Francia, España, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Australia…
2.Huyen de dictaduras, teocracias, represión religiosa y falta de oportunidades. Buscan lo que todo ser humano desea: libertad, estabilidad, seguridad.
3.Pero algo no encaja.
Porque cuando llegan, no se adaptan a los valores de los países que los reciben.
No agradecen la libertad: la combaten.
4.En vez de integrarse, muchos forman guetos. No adoptan el idioma, no respetan las leyes locales, no aceptan la igualdad entre hombres y mujeres, ni la separación entre religión y Estado.
5.En España, la Gaceta reportó que, en varios centros públicos, se está eliminando la comida tradicional para ofrecer menú halal, adaptado a las reglas islámicas.
¿Quién lo pidió?
¿Quién consultó a los locales?
6.En vez de rezar en las mezquitas —que en Europa abundan—, grupos de musulmanes radicalizados bloquean las calles para orar, interrumpiendo el tránsito y ocupando el espacio público como forma de protesta simbólica.
7.¿Esto es libertad religiosa?
¿O es una forma de presión social para marcar territorio?
8.Porque si yo me mudo a Arabia Saudita, no puedo caminar con el pelo suelto. No puedo besar a mi pareja en público. No puedo quejarme de sus reglas.
9.Pero si ellos vienen a Occidente, exigen cambiar nuestras reglas, nuestros menús, nuestras costumbres, nuestros valores.
Lo llaman tolerancia.
Yo lo llamo sumisión.
10.Esto no es integración.
Esto es una estrategia ideológica.
No todos los inmigrantes lo hacen, claro que no. Pero los que lo hacen no buscan convivir: buscan islamizar.
11.No emigran por libertad.
Emigran por expansión.
Y cuando eso ocurre,
el proceso no se llama inmigración.
Se llama invasión cultural.