Ezequiel 12:22-23 Hijo de hombre, ¿qué refrán es este que tenéis vosotros en la tierra de Israel, que dice: Se van prolongando los días, y desaparecerá toda visión?
Diles, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: Haré cesar este refrán, y no repetirán más este refrán en Israel. Diles, pues: Se han acercado aquellos días, y el cumplimiento de toda visión.
Estamos viviendo días extraordinarios, días en los cuales se puede escuchar la voz celestial diciendo “Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura” (Apoc. 14:15). Son tiempos del derramamiento del Espíritu Santo “sobre toda carne” para traer el reino de Dios a los corazones de las gentes y “todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. (Rom. 10:13).
¿Pero cómo? ¿significa esto que habrá avivamiento sobre la tierra? ¿No acaso la Biblia nos advierte sobre un período de apostasía y de “tiempos peligrosos”? Déjame responderte, haciendo algunas analogías de las cosas que ocurren en el mundo físico y equipararlas al mundo espiritual; y sobre todo plantear nuestra esperanza en el hecho de la continuidad de la obra del Espíritu Santo a partir del siglo XX, alcanzándonos a quienes nos ha tocado ver el inicio del Tercer milenio.
El siglo XX fue testigo del más impactante derramamiento del poder de Dios, mayor a la suma de lo que pudieron registrar los siglos anteriores. La noche del 31 de diciembre del año 1900, fue convocada una vigilia de oración en una Escuela Bíblica de Topeka, Kansas conducida por Carlos Fox Parham, un maestro de Santidad y ex pastor Metodista.
Aquella vigilia marcó un hito en la historia de la Iglesia y es punto de referencia inequívoco para entender la existencia de las iglesias pentecostales de hoy.
A pesar de la controversia acerca de los orígenes y el tiempo de el énfasis de Parham en hablar en lenguas, todos los historiadores están de acuerdo en que el movimiento comenzó en los primeros días de 1901, cuando el mundo entraba en el Siglo veinte. La primera persona en ser bautizada por el Espíritu Santo lo fue Agnes Ozman, una de las estudiantes de la Escuela Bíblica de Parham, quien habló en lenguas el primer día del nuevo siglo, Enero 1, 1901. De acuerdo a J. Roswell Flower, el secretario fundador de las Asambleas de Dios, la experiencia de Ozman fue "el toque que se sintió alrededor del mundo", un evento el cual "creó el Movimiento Pentecostal del Siglo Veinte".
Sin embargo, no fue sino hasta 1906, cuando el Pentecostalismo consiguió atención mundial a través del avivamiento en la Calle Azusa en Los Ángeles dirigidos por el predicador Afro-americano William Joseph Seymour. El aprendió acerca de atestiguado bautismo con lenguas en una escuela Bíblica que Parham condujo en Houston, Texas en 1905. Invitado a pastorear una congregación negra de Santidad en Los Ángeles en 1906, Seymour abrió su histórica reunión en Abril, 1906 en un edificio de una antigua Iglesia Africana Metodista Episcopal (AME) en 312 Calle Azusa en el centro de Los Ángeles.
Lo que pasó en la calle Azusa ha fascinado a los historiadores de la iglesia por décadas y todavía no ha sido completamente entendido y explicado. Por mas de tres años, La "Misión Apostólica de Fe" de la calle Azusa condujo tres servicios al día, siete días a la semana, donde miles de seguidores recibieron el bautismo en lenguas. Lo que se hablaba de este avivamiento se propagó por medio de 'La Fe Apostólica', un periódico que Seymour enviaba gratuitamente a 50,000 subscriptores. De la calle Azusa, el pentecostalismo se propagó rápidamente alrededor del mundo y comenzó a adelantar hasta convertirse en una de las mayores fuerzas del cristianismo.
Dos años antes del avivamiento de la Calle Azusa, en 1904, un pequeño principado de las islas Británicas, Gales presenció una de las obras más extraordinarias del Señor. Evan Roberts fue uno de los jóvenes escogidos por el Espíritu Santo para ser un canal de bendición y avivamiento sobre Gales, y así conmocionar al mundo de su tiempo.
Cuando tenía 13 años empezó a ir a las reuniones de oración, y por trece años no se perdió ni una de ellas, hasta que el Señor lo visitó. Dios le dio visiones y sueños. Uno de ellos era que 100 mil personas se volverían al Señor Jesús en arrepentimiento. En otra ocasión vería la boca del infierno tragando a miles, por lo cual oró al Señor pidiendo que por un año tapara la boca del infierno. Por los registros históricos tan impactantes en ese año, creo que Dios se lo concedió.
Evan Roberts concibió del Espíritu Santo. Tuvo tal conocimiento de la Tercera Persona de la Trinidad que grandes personajes de su tiempo viajaban para verlo y oírlo predicar. No había ninguna organización: simplemente había dirección del Espíritu. Parecía que Él había venido sobre Gales y había tomado el control de ese país. Las reuniones duraban cuatro o cinco horas. La presencia de Dios era sublime y los grupos de oración estaban llenos, así como las iglesias.
Lo extraordinario es que las cantinas cerraban por falta de clientes, quienes, arrepentidos de sus pecados, ya no asistían. Las cárceles quedaban sin presos porque no había delincuentes durante esos dos años que duró el avivamiento. Los estadios de fútbol quedaban vacíos porque los deportistas estaban predicando de Jesucristo en algún barrio. Algunos llamaron a este avivamiento «el Pentecostés más grande que Pentecostés».
Los artistas y músicos famosos estaban entre el pueblo, entonando himnos. Sencillamente, los cielos se habían abierto para esa nación y eran, prácticamente, los ríos del trono de Dios fluyendo sobre la gente de Gales.
Desde ese tiempo, hasta principio de la década de los 90´s, otros moveres de Dios atrajeron multitudes al reino de Dios, proclamando el evangelio y el señorío de Jesucristo. El movimiento de la Lluvía tardía, el movimiento carismático que tocó casi a toda iglesia evangélica histórica entre los años 60’s y 70´s, y el movimiento de la Tercera Ola.
Finalmente el 20 de enero de 1994, el Espíritu Santo se derramó en una pequeña iglesia cercana al Aeropuerto de Toronto. La Bendición de Toronto, como fue llamada por la prensa secular británica, había tocado entre 5 y 7 mil congregaciones (de un total de 49 mil iglesias existentes) de la Gran Bretaña, tan solo en los dos primeros años de su expansión.
Desde 1994 y hasta diciembre del año 2000, 3 millones de personas habían visitado la Comunidad Cristiana del Aeropuerto de Toronto para recibir la “Bendición del Padre”, habiendo regresado a sus iglesias y hogares llevando en su interior una renovación de su fe y relación con Jesucristo.
Respecto a este mover, uno de los principales protagonistas dice: “los últimos años de renovación y avivamiento han tenido dos propósitos fundamentales: Primero, el llamado de la novia de Cristo, la Iglesia, de un estado de inefectividad causado por la religiosidad, las heridas y el pecado, hacia una relación de intimidad, sanidad y plena restauración con el Amado. Segundo, sanar y equipar a los santos para la obra de sus ministerios especializados, tomando sus respectivos lugares en el Cuerpo de Cristo”.
Otro gran ola de finales del siglo XX es el llamado “Avivamiento de Browsville” en Pensacola, Florida, donde miles de personas han sido llamadas por el Señor hacia una vida de santidad y victoria.
Podemos por lo tanto estar seguros que el Espíritu de Dios se seguirá moviendo y se seguirá levantando más fuerte en los próximos años, y será tremendo lo que Dios va a ser y va a sobrepasar lo que fueron los avivamientos pasados.
“Pero tú... cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará” Daniel 12:4
Como nunca en nuestros días la ciencia se ha aumentado, los grandes adelantos tecnológicos han hecho que nuestro mundo sea hoy literalmente una “aldea global”. Los avances en la medicina son sorprendentes. No obstante todo esto, el mundo sin Cristo sigue enfrentándose a enormes flagelos como son la contaminación, el hambre, las pestes, la violencia y las guerras.
Al inicio del Tercer Milenio el primer gran avance de la ciencia, fue el descubrimiento del código genético de los seres humanos, a través del Proyecto del Genoma Humano. Los científicos habían pensado que esto sería posible para el año 2010, pero los tiempos se han acortado 10 años, tal parece que el Cielo ya no tiene tiempo y la creación “gime por la manifestación gloriosa de los hijos de Dios” (Rom. 8: 19)
En abril del 2003 las revistas científicas Science y Nature dieron a conocer que científicos estadounidenses y británicos descubrieron los genes del envejecimiento prematuro en niños, enfermedad conocida como Progeria. “El aislamiento de los genes de la progeria es uno de los mayores adelantos de la comunidad de investigadores médicos”, señaló Francis Collins, director del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de Estados Unidos y director del proyecto.
Los científicos creen que este descubrimiento permitirá responder muchas interrogantes que giran alrededor del proceso natural de las enfermedades cardiovasculares y del envejecimiento. Las enfermedades del corazón representan el 40 por ciento de las muertes en Estados Unidos y son la principal causa de muerte. “Encontrar a los genes responsables de la progeria no habría sido posible sin las herramientas que ofrece el Proyecto del Genoma Humano”, dijo Francis Collins.
¿Captas el paralelo? La Biblia dice “aumentará la ciencia”, la palabra ciencia también puede traducirse como “conocimiento” y en la Biblia se refiere primordialmente a conocimiento espiritual. ¡Y una grandiosa promesa dice que la tierra será llena del conocimiento del Señor como las aguas cubren la mar!
Podemos estar asegurados que el Espíritu de Cristo seguirá derramándose y estableciendo el Reino de Dios. Podemos prepararnos para ser usados por Dios en sus propósitos de proclamar el evangelio eterno. Podemos comenzar a preparar nuestras maletas para partir y estar con Cristo. Alista tu maleta con intercesión, santidad, pasión por las almas, abre tu corazón al mover del Espíritu Santo y sobre todo llénate de un profundo amor por el Resucitado.
“Y tú iras hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días” Daniel 12:13
Diles, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: Haré cesar este refrán, y no repetirán más este refrán en Israel. Diles, pues: Se han acercado aquellos días, y el cumplimiento de toda visión.
Estamos viviendo días extraordinarios, días en los cuales se puede escuchar la voz celestial diciendo “Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura” (Apoc. 14:15). Son tiempos del derramamiento del Espíritu Santo “sobre toda carne” para traer el reino de Dios a los corazones de las gentes y “todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. (Rom. 10:13).
¿Pero cómo? ¿significa esto que habrá avivamiento sobre la tierra? ¿No acaso la Biblia nos advierte sobre un período de apostasía y de “tiempos peligrosos”? Déjame responderte, haciendo algunas analogías de las cosas que ocurren en el mundo físico y equipararlas al mundo espiritual; y sobre todo plantear nuestra esperanza en el hecho de la continuidad de la obra del Espíritu Santo a partir del siglo XX, alcanzándonos a quienes nos ha tocado ver el inicio del Tercer milenio.
El siglo XX fue testigo del más impactante derramamiento del poder de Dios, mayor a la suma de lo que pudieron registrar los siglos anteriores. La noche del 31 de diciembre del año 1900, fue convocada una vigilia de oración en una Escuela Bíblica de Topeka, Kansas conducida por Carlos Fox Parham, un maestro de Santidad y ex pastor Metodista.
Aquella vigilia marcó un hito en la historia de la Iglesia y es punto de referencia inequívoco para entender la existencia de las iglesias pentecostales de hoy.
A pesar de la controversia acerca de los orígenes y el tiempo de el énfasis de Parham en hablar en lenguas, todos los historiadores están de acuerdo en que el movimiento comenzó en los primeros días de 1901, cuando el mundo entraba en el Siglo veinte. La primera persona en ser bautizada por el Espíritu Santo lo fue Agnes Ozman, una de las estudiantes de la Escuela Bíblica de Parham, quien habló en lenguas el primer día del nuevo siglo, Enero 1, 1901. De acuerdo a J. Roswell Flower, el secretario fundador de las Asambleas de Dios, la experiencia de Ozman fue "el toque que se sintió alrededor del mundo", un evento el cual "creó el Movimiento Pentecostal del Siglo Veinte".
Sin embargo, no fue sino hasta 1906, cuando el Pentecostalismo consiguió atención mundial a través del avivamiento en la Calle Azusa en Los Ángeles dirigidos por el predicador Afro-americano William Joseph Seymour. El aprendió acerca de atestiguado bautismo con lenguas en una escuela Bíblica que Parham condujo en Houston, Texas en 1905. Invitado a pastorear una congregación negra de Santidad en Los Ángeles en 1906, Seymour abrió su histórica reunión en Abril, 1906 en un edificio de una antigua Iglesia Africana Metodista Episcopal (AME) en 312 Calle Azusa en el centro de Los Ángeles.
Lo que pasó en la calle Azusa ha fascinado a los historiadores de la iglesia por décadas y todavía no ha sido completamente entendido y explicado. Por mas de tres años, La "Misión Apostólica de Fe" de la calle Azusa condujo tres servicios al día, siete días a la semana, donde miles de seguidores recibieron el bautismo en lenguas. Lo que se hablaba de este avivamiento se propagó por medio de 'La Fe Apostólica', un periódico que Seymour enviaba gratuitamente a 50,000 subscriptores. De la calle Azusa, el pentecostalismo se propagó rápidamente alrededor del mundo y comenzó a adelantar hasta convertirse en una de las mayores fuerzas del cristianismo.
Dos años antes del avivamiento de la Calle Azusa, en 1904, un pequeño principado de las islas Británicas, Gales presenció una de las obras más extraordinarias del Señor. Evan Roberts fue uno de los jóvenes escogidos por el Espíritu Santo para ser un canal de bendición y avivamiento sobre Gales, y así conmocionar al mundo de su tiempo.
Cuando tenía 13 años empezó a ir a las reuniones de oración, y por trece años no se perdió ni una de ellas, hasta que el Señor lo visitó. Dios le dio visiones y sueños. Uno de ellos era que 100 mil personas se volverían al Señor Jesús en arrepentimiento. En otra ocasión vería la boca del infierno tragando a miles, por lo cual oró al Señor pidiendo que por un año tapara la boca del infierno. Por los registros históricos tan impactantes en ese año, creo que Dios se lo concedió.
Evan Roberts concibió del Espíritu Santo. Tuvo tal conocimiento de la Tercera Persona de la Trinidad que grandes personajes de su tiempo viajaban para verlo y oírlo predicar. No había ninguna organización: simplemente había dirección del Espíritu. Parecía que Él había venido sobre Gales y había tomado el control de ese país. Las reuniones duraban cuatro o cinco horas. La presencia de Dios era sublime y los grupos de oración estaban llenos, así como las iglesias.
Lo extraordinario es que las cantinas cerraban por falta de clientes, quienes, arrepentidos de sus pecados, ya no asistían. Las cárceles quedaban sin presos porque no había delincuentes durante esos dos años que duró el avivamiento. Los estadios de fútbol quedaban vacíos porque los deportistas estaban predicando de Jesucristo en algún barrio. Algunos llamaron a este avivamiento «el Pentecostés más grande que Pentecostés».
Los artistas y músicos famosos estaban entre el pueblo, entonando himnos. Sencillamente, los cielos se habían abierto para esa nación y eran, prácticamente, los ríos del trono de Dios fluyendo sobre la gente de Gales.
Desde ese tiempo, hasta principio de la década de los 90´s, otros moveres de Dios atrajeron multitudes al reino de Dios, proclamando el evangelio y el señorío de Jesucristo. El movimiento de la Lluvía tardía, el movimiento carismático que tocó casi a toda iglesia evangélica histórica entre los años 60’s y 70´s, y el movimiento de la Tercera Ola.
Finalmente el 20 de enero de 1994, el Espíritu Santo se derramó en una pequeña iglesia cercana al Aeropuerto de Toronto. La Bendición de Toronto, como fue llamada por la prensa secular británica, había tocado entre 5 y 7 mil congregaciones (de un total de 49 mil iglesias existentes) de la Gran Bretaña, tan solo en los dos primeros años de su expansión.
Desde 1994 y hasta diciembre del año 2000, 3 millones de personas habían visitado la Comunidad Cristiana del Aeropuerto de Toronto para recibir la “Bendición del Padre”, habiendo regresado a sus iglesias y hogares llevando en su interior una renovación de su fe y relación con Jesucristo.
Respecto a este mover, uno de los principales protagonistas dice: “los últimos años de renovación y avivamiento han tenido dos propósitos fundamentales: Primero, el llamado de la novia de Cristo, la Iglesia, de un estado de inefectividad causado por la religiosidad, las heridas y el pecado, hacia una relación de intimidad, sanidad y plena restauración con el Amado. Segundo, sanar y equipar a los santos para la obra de sus ministerios especializados, tomando sus respectivos lugares en el Cuerpo de Cristo”.
Otro gran ola de finales del siglo XX es el llamado “Avivamiento de Browsville” en Pensacola, Florida, donde miles de personas han sido llamadas por el Señor hacia una vida de santidad y victoria.
Podemos por lo tanto estar seguros que el Espíritu de Dios se seguirá moviendo y se seguirá levantando más fuerte en los próximos años, y será tremendo lo que Dios va a ser y va a sobrepasar lo que fueron los avivamientos pasados.
“Pero tú... cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará” Daniel 12:4
Como nunca en nuestros días la ciencia se ha aumentado, los grandes adelantos tecnológicos han hecho que nuestro mundo sea hoy literalmente una “aldea global”. Los avances en la medicina son sorprendentes. No obstante todo esto, el mundo sin Cristo sigue enfrentándose a enormes flagelos como son la contaminación, el hambre, las pestes, la violencia y las guerras.
Al inicio del Tercer Milenio el primer gran avance de la ciencia, fue el descubrimiento del código genético de los seres humanos, a través del Proyecto del Genoma Humano. Los científicos habían pensado que esto sería posible para el año 2010, pero los tiempos se han acortado 10 años, tal parece que el Cielo ya no tiene tiempo y la creación “gime por la manifestación gloriosa de los hijos de Dios” (Rom. 8: 19)
En abril del 2003 las revistas científicas Science y Nature dieron a conocer que científicos estadounidenses y británicos descubrieron los genes del envejecimiento prematuro en niños, enfermedad conocida como Progeria. “El aislamiento de los genes de la progeria es uno de los mayores adelantos de la comunidad de investigadores médicos”, señaló Francis Collins, director del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de Estados Unidos y director del proyecto.
Los científicos creen que este descubrimiento permitirá responder muchas interrogantes que giran alrededor del proceso natural de las enfermedades cardiovasculares y del envejecimiento. Las enfermedades del corazón representan el 40 por ciento de las muertes en Estados Unidos y son la principal causa de muerte. “Encontrar a los genes responsables de la progeria no habría sido posible sin las herramientas que ofrece el Proyecto del Genoma Humano”, dijo Francis Collins.
¿Captas el paralelo? La Biblia dice “aumentará la ciencia”, la palabra ciencia también puede traducirse como “conocimiento” y en la Biblia se refiere primordialmente a conocimiento espiritual. ¡Y una grandiosa promesa dice que la tierra será llena del conocimiento del Señor como las aguas cubren la mar!
Podemos estar asegurados que el Espíritu de Cristo seguirá derramándose y estableciendo el Reino de Dios. Podemos prepararnos para ser usados por Dios en sus propósitos de proclamar el evangelio eterno. Podemos comenzar a preparar nuestras maletas para partir y estar con Cristo. Alista tu maleta con intercesión, santidad, pasión por las almas, abre tu corazón al mover del Espíritu Santo y sobre todo llénate de un profundo amor por el Resucitado.
“Y tú iras hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días” Daniel 12:13