Dios te bendiga Brígido.
Así como marqué claramente que estoy de acuerdo sobre tu opinión de Calvino, pues claramente te externo que estamos diametralmente opuestos en nuestra opinión de Agustín. Pero a Agustín le dejamos de lado y te paso tu prueba "escritural".
1. Los salvados fueron elegidos-predestinados antes de su creación.
Por brevedad no pongo las citas completa. Puedes verificarlas si te interesan.
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo...por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo...eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo,según el beneplácito de su voluntad... según el benévolo designio que en él se propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos... A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad" (Efesios 1, 3-11)
Aquí la clave no es sólo el sentido de pre-elección, sino dos cosas más: las palabras "en él" y "voluntad". Lo que queda claro en este pasaje es que los redimidos, los que hoy han sido salvados y les ha alcanzado la gracia de Dios ya desde "tiempos" memoriales se había preparado para ellos que así fuera. Eso es predestinación. Cuando Dios predestina a Cristo Jesús, en él, ha predestinado la salvación de cada uno de los que se salvarán. Y nota el marcado interés en la palabra voluntad, lo que el apóstol deja claro aquí es que Dios decidió hacer eso porque le place, no porque haya visto o descubierto en la criatura alguna razón para salvarle.
"Pedro, apóstol de Jesucristo, a los que viven como extranjeros...elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre...nos ha reengendrado a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, a quienes el poder de Dios... protege para la salvación, dispuesta ya a ser revelada" (1 Pedro 1, 1-5)
2. Nadie se salva por algo propio suyo sino por la pre-determinación de Dios a salvarle.
"Y más aún; también Rebeca concibió de un solo hombre, nuestro padre Isaac; ahora bien, antes de haber nacido, y cuando no habian hecho ni bien ni mal, para que se mantuviese la libertad de la elección divina, que depende no de las obras sino del que llama...Por tanto, no se trata de querer o de correr, sino de que Dios tenga misericordia...Pues bien, si Dios, queriendo manifestar su cólera y dar a conocer su poder, soportó con gran paciencia objetos de cólera preparados para la perdición, a fin de dar a conocer la riqueza de su gloria con los objetos de misericordia que de antemano había preparado para gloria" (Romanos 9, 10-12.16.22-23)
Este pasaje es determinante pues trata desde dentro el tema de la predestinación, pero no es más que un desarrollo puntual de un tema que San Pablo trata por todos lados en sus cartas. Dios no tiene necesidad de mirar o de ver algo en el hombre para salvarlo, es Dios quien por el puro beneplácito de su voluntad se determina a salvarlo. Si hay algo bueno en el hombre, si hay algo capaz de alcanzar o recibir salvación en el hombre es porque Dios lo provee para él, y si Dios lo provee Dios necesariamente sabe desde la eternidad que proveería de eso.
"Tu destrucción está en ti, oh Israel, pero sólo en mí está tu socorro." (Oseas 13, 9)
Hay algo oscuro en estos pasajes y es la aparente posibilidad de que Dios también eligió a quienes condenaría de una manera positiva. Pero eso lo trato adelante.
3. Dios no desea positivamente la condenación de ningún hombre.
"Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad." (1 Timoteo 2, 3-4)
"Ninguno, cuando sea probado, diga: «Es Dios quien me prueba»; porque Dios ni es probado por el mal ni prueba a nadie." (Santiago 1, 13)
"No digas: «Por el Señor me he apartado», que lo que él destesta, no lo hace. No digas: «El me ha extraviado», pues él no ha menester del pecador" (Eclesiástico 15, 11-12)
Me imagino que aquí no tengo nada que probarte pues con esto estás de acuerdo. Lo que no creo que estés viendo muy claro es la parte del querer negativo, que Dios ha preparado desde la eternidad el castigo de los que rechazarán su oferta de salvación y que él sabe quienes serán esos y esos aunque recibirán ayuda y oportunidad divina de salvación serán abandonados a su propia y culpable impiedad por su resistencia autónoma a la gracia divina. Y eso Dios lo preparó y lo sabe desde la eternidad. Esto es reprobación, no predestinación; esto es la sombra de la predestinación.
"Todas las obras de Yahveh tienen su propio fin, hasta el malvado, para el día del mal" (Proverbios 16, 4)
"Si alguno adora a la Bestia y a su imagen, y acepta la marca en su frente o en su mano, tendrá que beber también del vino del furor de Dios, que está preparado, puro, en la copa de su cólera." (Apocalipsis 14, 9-10)
"Porque él es quien castiga y tiene compasión; el que hace descender hasta el más profundo Hades de la tierra y el que hace subir de la gran Perdición, sin que haya nada que escape de su mano." (Tobias 13, 2)
Hay una gran distinción entre hacer a un hombre que peque y en permitirle que peque. Dios puede confirmar a un hombre en el bien, enviarle gracia para que se mantenga en el bien y evitarle que peque y se condene. Pero Dios también puede permitir que ese hombre peque y ese permitir de Dios, que es bien distinto a decir que Dios quiere que peque, es un misterio oscurísimo porque Dios puede permitir esto como castigo a un pecado anterior o sencillamente como defección al hombre a su propia voluntad que se basta a sí misma para querer pecar.
En el order perfecto que Dios tiene de todas las cosas, lo que comúnmente se llama providencia, (te puedo pasar abundantes citas de esto si quieres), Dios permite o hace coincidir la hora de la muerte de un hombre con el hecho de que ese hombre está en pecado y no ha sido regenerado. Ese coincidir puede ser un castigo divino preparado para ese hombre en atención a sus pecados anteriores o puede ser una permisión divina. Ambas cosas son pre-conocidas por Dios desde la eternidad y a eso se le llama reprobación.
En el Amor de Jesús.
Gabaon.