Introducción:
Desde los albores del cristianismo la iglesia ha debatido sobre Cristo, y naturaleza, y su relación con el Padre. Los debates comenzaron algunos siglos después de la muerte de Jesús. En los concilios de Nicea (325 D.C), y d Constantinopla (381 D.C). En estos dos concilios se elaboraron la Deidad del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (“La Santísima Trinidad”). Podemos decir entonces que la Trinidad fue desconocida por Cristo y sus seguidores hasta el siglo IV de la Era Cristiana.
El Testimonio de los Apóstoles:
Pero, ¿realmente concuerdan Cristo y sus apóstoles con los concilios del sigl IV? La Biblia tiene otra historia que contarnos, pues sorprendentemente Pablo sí revela quién es el único y verdadero Dios. El texto clave de Pablo está en 1
Corintios 8:6, que dice: “Para nosotros (los apóstoles y creyentes en general), sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las
cosas, y nosotros por medio de él.”
Observemos que para Pablo, sólo uno es Dios, el Padre. También añade que uno es nuestro Señor o Mesías rey, el Señor Jesucristo. Es clarísimo que para Pablo, Cristo no es el único Dios; es, más bien,el único Señor o Jefe de los hombres que se convierten a él. Es la cabeza de la iglesia, la cual somos todos nosotros, los bautizados por inmersión.
Desde los albores del cristianismo la iglesia ha debatido sobre Cristo, y naturaleza, y su relación con el Padre. Los debates comenzaron algunos siglos después de la muerte de Jesús. En los concilios de Nicea (325 D.C), y d Constantinopla (381 D.C). En estos dos concilios se elaboraron la Deidad del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (“La Santísima Trinidad”). Podemos decir entonces que la Trinidad fue desconocida por Cristo y sus seguidores hasta el siglo IV de la Era Cristiana.
El Testimonio de los Apóstoles:
Pero, ¿realmente concuerdan Cristo y sus apóstoles con los concilios del sigl IV? La Biblia tiene otra historia que contarnos, pues sorprendentemente Pablo sí revela quién es el único y verdadero Dios. El texto clave de Pablo está en 1
Corintios 8:6, que dice: “Para nosotros (los apóstoles y creyentes en general), sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las
cosas, y nosotros por medio de él.”
Observemos que para Pablo, sólo uno es Dios, el Padre. También añade que uno es nuestro Señor o Mesías rey, el Señor Jesucristo. Es clarísimo que para Pablo, Cristo no es el único Dios; es, más bien,el único Señor o Jefe de los hombres que se convierten a él. Es la cabeza de la iglesia, la cual somos todos nosotros, los bautizados por inmersión.
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