Re: Predicó en las profundidades y subió a los cielos
Gracias por responderme josias, y gracias también a Paréntesis por responderte.El apóstol Pablo bajo imspiración dice hay cuerpos celestes, y cuerpos terrestres;mas la gloria de los cuerpos celestes es de una clase, y la de los cuerpos terrestres es de una clase diferente,1 Cor 15:40,41.Aceptamos todos que Jesús antes de nacer como humano existía en la forma de Dios,Filipenses 2:5-11.Y es pura lógica o como se desee llamar, que para volver al cielo Dios lo resucitó nuevamente con cuerpo divino o forma de Dios.Los cuarenta días que estuvo apareciéndose a sus amigos,apóstoles,amistades, lo hizo materializandose, de esta forma siguió fortaleciendo a sus apóstoles y a 500 personas más, 1 Cor 1:4-8.Un abrazo
Gracias, igualmente Alfageme!Estamos de acuerdo en que es diferente la gloria del cuerpo terrenal a la gloria del cuerpo celestial; y que Jesús al principio estuvo en espíritu con Dios antes de manifestarse en carne delante de nosotros.Mas cómo se presentó victorioso delante de los cielos? Apocalipsis
En Apocalipsis 4 y 5 Se hace descripción simbólica de una asamblea instalada físicamente en el cielo; incluso las vestimentas de los 24 reyes y sacerdotes se asemeja a la indumentaria del sacerdocio según el orden de Melquisedec con que es descrito Jesús en Apocalipsis 1.13 "... semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro"5.5 .... He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. 6 Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. 7 Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. 8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos