Jajajajaja. Seguro que eres de VOX. ¡Como os engañan! A mi la política me importa un bledo. Soy religioso y no me meto en las cosas del Cesar. Y sé que, la verdad factual de los hechos siempre es difícil de captar. Pero fíjate tú que, los pensionistas españoles están muy contentos con el odiado Sánchez. Por algo será. Digo yo. No creo que le voten por amor al arte. Y no, en esta vergonzosa guerra política de intereses varios no participo. No es lo mío. Conozco bien al género humano y rara vez me equivoco cuando contemplo con atención y observo como gesticula cuando habla, a un político. A Sanchez nunca le he votado. Y me estoy planteando no volver a votar. Quiero pensar que políticos honrados los hay, pero no me fio de ninguno, odio la corrupción y detesto a los corruptos; pero como no tengo modo de saber si lo son, no opino de ellos hasta que no los juzgan y condenan. E incluso entonces, me pregunto si realmente lo serán. Porque la justicia human deja mucho que desear. Robar no está bien y eso todo el mundo lo sabe; y si el que lo hace es un político, con lo que ganan, con la cantidad de gente trabajadora que no llega a fin de mes, poco les pasa. Si les juzgara yo no les encerraría, pero les quitaría todo lo que tienen para venderlo y entregarlo al fisco.
El camino de Europa es continuar con la guerra.
Eso parece, pero odio las guerras. Aunque entiendo que la dinámica en el mundo no pasa por poner la otra mejilla. Y como no soy hipócrita, aunque soy religioso, que dios me perdone, pero yo no la pondría. De algo hay que morir...
Bueno... zelensky le acaba de poner algo más que la mejilla a Putin...
No hay nada que ganar. Nada que perder tampoco. Un criminal es un criminal. Y aunque aparentemente gane, cuando le toque enfrentarse ante el juez arriba en los cielos, el que perderá será el; y que él no crea que ciertamente será así, tampoco le ayuda, como comprobará él mismo cuando despierte en una sala de resurrección arriba en el primer cielo; los jueces de los cielos son infalibles, los de la tierra no, esta vida es el preludio de la justicia que nos espera a todos. La justicia terrena depende de tantos factores que a veces no es lo que parece.
