Estimado Jolo
Estimado Jolo
Respuesta a Mensaje # 160:
¡Reapareció Prilete! Sí, en el Mensaje # 158; pero por la única línea que escribió parecería que ni siquiera nos concedió el honor de leernos.
1 – La contundencia que tiene un testigo directo no desmerece en absoluto los testimonios de segunda mano, cuando han sido fieles y cuidadosos.
2 – Lo que los hace a los “cristianos” posteriores comparables a los paganos que desalojaron de sus templos, fue cuando apostataron de su antigua fe para transformar o construir sobre aquellos templos sus catedrales, volviendo a los altares y a las imágenes. Pero eso fue recién con Constantino y cuando la nueva religión se hizo la del Imperio.
3 – Para creer es tan necesaria la fe, como para la superstición el ser crédulo a la imaginería de los “iluminados”. Hay gente para todo.
4 – No es broma ¡es locura! Hay que estar rematadamente locos para creer el Evangelio. Paradójicamente, quienes hemos sido tomados de tal locura, tenemos la paz mental que solamente pueden tener los más cuerdos del planeta. De todos modos, no te consueles pensando que felizmente debo ser el único; no, ¡somos muchos más de lo que yo mismo calculo!
5 – Hago uso de mi PC, teléfono celular y televisor, ignorando el nombre de inventores y de cómo es que se arman tales aparatos para que funcionen en mi provecho. Mi ignorancia no me priva del beneficio. El Manual del Usuario solamente me facilita la información necesaria para una correcta utilización, aunque nada me dice de cómo fue que todo comenzó y de cómo fueron las partes ensambladas.
Los evangelios son tan convincentes, que ni siquiera los escritores contemporáneos de Jesús los desmintieron, sino los pocos de los que conservamos alguna noticia más bien los acreditaron con algún que otro dato coincidente, como fuera aquel eclipse anti natural visto por tantos.
Si los arqueólogos ahora descubrieran en Israel tablas de piedra con la fecha escrita del gobierno del emperador Tiberio, en que se hiciera constancia de todo lo que tú quisieras que dijesen respecto a Jesús de Nazaret, siempre te quedaría la opción de aducir que probablemente fueron fraguadas por cristianos que así pretendían asegurar la historicidad de su religión. Para el que no quiere creer ninguna evidencia basta.