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Salud y bendición en la paz de Cristo.
"Porque en los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y los corruptores, y las ovejas se volverán lobos, y el amor se cambiará en aborrecimiento. Porque cuando aumente la licencia y el libertinaje, se aborrecerán los unos a los otros y se perseguirán y se traicionarán. Y entonces el engañador del mundo aparecerá como hijo de Dios; y hará portentos y señales, y la tierra será entregada a sus manos; y hará cosas inmundas, que nunca se han visto en el mundo desde que empezó. Entonces toda la humanidad creada será probada por fuego y muchos serán escandalizados y perecerán; pero el que persista en su fe será salvo por el que ha sido hecho maldición. Y entonces aparecerán las señales de la verdad; primero la señal de un desgarro en el cielo, luego la señal de la voz de una trompeta, y tercero la resurrección de los muertos; con todo, no de todos, sino como fue dicho: El Señor vendrá y todos sus santos con El. Entonces el mundo verá al Señor que viene en las nubes del cielo"
Párrafo final de la DIDAKÉ, o "Enseñanza de los Apóstoles", 1er. siglo de la Era Cristiana: el documento cristiano más antiguo que se conserva aparte del Nuevo Testamento -Es anterior a algunos Escritos del mismo-
Los Hay que dicen que el mito moderno del "rapto" secreto y sin que la iglesia pase por la gran tribulación ya lo enseñaba la iglesia primitiva (en realidad es una filtración jesuítica en el protestantismo del s. XIX). Pues mirad hermanos lo que pensaban los primitivos cristianos:
"Así habla ahora el apóstol Juan de los horrores de la persecución, que el Anticristo suscitará contra la Iglesia: “Volvió a aparecer una gran maravilla en el cielo: era una mujer vestida del sol, y que tenía la luna bajo sus pies..."
Hipólito de Roma, mártir, en el siglo II Discípulo de Ireneo de Lyon, a su vez discípulo de Policarpo, a su vez oyente directo del apóstol Juan. En su tratado "sobre el Anticristo".
"Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan. No añadas a Sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso" (Prov. 30:5-6)
“Y estando Él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿Cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?" (Evangelio de Mateo 24:1)
Con este capítulo del Evangelio de Mateo, comenzamos un estudio sobre una de las cuestiones más controvertidas y que más polémica y especulación han suscitado en estos últimos tiempos de "guerras y rumores de guerras" entre los creyentes en Jesús el Cristo: Hablamos de lo referente a la Segunda Venida de nuestro Señor Jesús, y a la manera en que las cosas se desarrollarán en aquel entonces: en particular a la doctrina del “Arrebatamiento” de la iglesia, los tiempos de la llamada “Gran Tribulación” y a la manifestación del Anticristo.
Especialmente trataremos de exponer, con toda humildad y respeto hacia los que piensan otra cosa, que a nuestro leal saber y entender, la Palabra de Dios NO enseña que se vaya a producir un llamado “Rapto” de la Iglesia de manera secreta al mundo y anterior a la Gran Tribulación de la cual el Señor nos habló (Idea al parecer infiltrada desde el Catolicismo-Romano en el mundo Evangélico en el siglo XIX, como veremos), mientras que creemos que lo que SÍ enseña es que la iglesia pasará por la Gran Tribulación y será arrebatada después cuando el Señor Jesús venga en su Segunda y Gloriosa Venida visible a toda la humanidad. Nuestra posición teológica es Premilenial (creemos en el reinado milenial de Cristo sobre la tierra después de su Segunda Venida), tal y como defendieron los Padres Apostólicos desde el principio del cristianismo, como Papias, La Didaké (Enseñanza de los apóstoles) del s. I o nuestro admirado Ireneo de Lyon en el s. II.
Es por esto que es de vital importancia el llamamiento a estar preparados.
Los discípulos de Jesús, como nos narra el Evangelio, manifestaron sumo interés en que el Maestro les enseñase sobre esta cuestión. Probablemente suponían que el Reino de Dios se iba a manifestar de manera visible en breve. Probablemente pensaban que los principales entre los judíos: los fariseos y los doctores de la Ley, comprenderían que las profecías se estaban cumpliendo en Jesús el Nazareno, de la tribu de Judá, y descendiente del rey David. Seguramente que el pueblo lo aclamaría como rey de Israel y lo sentarían en el trono de su padre David en la ciudad santa de Jerusalén. Los discípulos estaban expectantes con lo que se avecinaba, y no querían dejar de conocer detalle de todas estas cosas.
La respuesta de Jesús, sin embargo, anticipaba acontecimientos menos inmediatos; les habló del Tiempo del Fin, y de su Segunda Venida a la tierra. En otras palabras, los discípulos preguntan a Jesús sobre cuando se “manifestaría como rey de Israel”, pensando en esto como un hecho inmediato, que cambiaría el “sistema de cosas” (ocupación romana, olvido de la Ley de Dios, restauración del viejo reino Davídico, etc.) en el que vivía Israel en aquel entonces.
La respuesta de Jesús, sin embargo, va más allá de la limitada vista de los discípulos, y hace referencia al Tiempo del Fin.
Es mi interés, estimado lector, mostrarte por medio de las Escrituras, el Orden en el que se desarrollarán estos temas según las enseñanzas de Jesús y los Apóstoles, haciendo referencia también, aunque sea de pasada, a que lo que a continuación voy a desarrollar fue la fe y la creencia de la Iglesia Primitiva y lo enseñado por los llamados “Padres Apostólicos”, discípulos directos de los apóstoles en el siglo segundo que nos han dejado escritos: Policarpo (Carta a los Filipenses), Clemente de Roma (Carta a los Corintios) e Ignacio de Antioquia (Epístolas a las siete iglesias), discípulo y conocedor en vida el primero del Apóstol Juan, y los segundos del Apóstol Pablo, que cita a Clemente por nombre en su Epístola a los Romanos. Hacer hincapié en que no debemos confundir a las personas a las que llamamos “Padres Apostólicos”, con los que vulgarmente se denominan “Padres de la Iglesia” o “Doctores de la Iglesia” de fechas muy posteriores (personajes tales como Juan Crisóstomo, Orígenes, Agustín de Hipona, Eusebio de Cesarea, etc), cuando la iglesia ("Católico-Romana-Antigua") ya había perdido en gran manera su pureza doctrinal original, y se había impregnado de la sabiduría y filosofía del mundo griego, y si bien en general no se había aún alejado de manera notable de la doctrina Neotestamentaria, en su espíritu estaba más bien lejos de la Jerusalén de Dios y si cerca de la Roma de este "siglo" que perece.
Recurro a la mención de los “Padres Apostólicos”, ya que estas teorías y enseñanzas a las que hago referencia son modernas y se han comenzado a divulgar en los últimos años (véase el prólogo), de tal manera que se dan por sentadas y como válidas por su supuesta antigüedad e historicidad dentro de la iglesia incluso por pastores y maestros en la enseñanza de la Palabra.
Por poner un ejemplo citaré a Frost en la Teología Sistemática de L. Berkhof: "...es una interpretación moderna -y estoy tentado a decir, una invención moderna-" (énfasis mío) (Teología Sistemática de L. Berkhof, pag. 833-834, ed. Libros Desafío, 1988 Michigan, EEUU).
Otro ejemplo aún más sorprendente (por no usar la expresión "escandaloso") de esta novedad doctrinal es que en la adaptación al español del archiconocido "Comentario Bíblico de Mattew Henry" de principios del s. XVIII (cuando esta idea aún no se había introducido en la iglesia) traducido y adaptado por Francisco Lacueva, éste (Lacueva) se toma la libertad (sin que el lector poco atento lo advierta) de omitir los comentarios del autor original (que son los que creemos bíblicos y los que siempre ha creído la Iglesia seguidora de la Bíblia en todas las edades) para poner los suyos diciendo en la introducción al libro que "...todo el material, desde aquí hasta el final del comentario al Apocalipsis, es de mi exclusiva responsabilidad" ("Comentario Bíblico de Mattew Henry" adaptado por Francisco Lacueva. Pág. 1915. Ed. CLIE, 1999 Terrassa, España). Está claro que Mattew Henry no enseñó "Ciencia Ficción".
Mencionemos, pues, si bien de manera breve, el testimonio de estos testigos en torno a este interesante tema. Creo mi deber poner mi granito de arena y llevar, cuanto menos, a una reflexión sobre el tema a más de un creyente sincero que ahora, a mi humilde entender, está parcialmente equivocado. Creo firmemente que la Segunda Venida del Señor está cerca, y que debemos estar preparados para los acontecimientos terribles previos a la misma.
He querido exponer la Palabra de modo explícito, dejándola hablar a ella, tratando de no dar mi opinión, no tratando de encajar por fuerza las piezas de un complicado rompecabezas, sino tan solo tratando de poner los versículos en relación unos con otros (al menos esta ha sido mi intención). Cuando leo un estudio bíblico sobre la materia que sea, con argumentos implícitos o suposiciones, o ideas preconcebidas, creo que eso desprestigia a la Palabra. Recordemos a Pablo cuando dijo:
"...para que aprendáis en nosotros a no pensar más allá de lo que está escrito...” (1ª Corintios 4:6) "entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (2ª de Pedro 2:20-21)
Sea pues, la infalible Palabra de Dios la que hable. Este es mi sincero y respetuoso deseo, y que con este estudio, solamente el Nombre del Dios de Israel, y de Su Único Hijo, Jesús: la Palabra hecha hombre entre nosotros, sean glorificados.
En todo caso, a mi humilde parecer, el verdadero cristiano no es el que sabe más de teología o tiene la doctrina ortodoxa al 100%, sino el que conoce a la Persona de Jesús (el Jesús de la Biblia) y vive ese conocimiento en su vida diaria.
"Porque en los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y los corruptores, y las ovejas se volverán lobos, y el amor se cambiará en aborrecimiento. Porque cuando aumente la licencia y el libertinaje, se aborrecerán los unos a los otros y se perseguirán y se traicionarán. Y entonces el engañador del mundo aparecerá como hijo de Dios; y hará portentos y señales, y la tierra será entregada a sus manos; y hará cosas inmundas, que nunca se han visto en el mundo desde que empezó. Entonces toda la humanidad creada será probada por fuego y muchos serán escandalizados y perecerán; pero el que persista en su fe será salvo por el que ha sido hecho maldición. Y entonces aparecerán las señales de la verdad; primero la señal de un desgarro en el cielo, luego la señal de la voz de una trompeta, y tercero la resurrección de los muertos; con todo, no de todos, sino como fue dicho: El Señor vendrá y todos sus santos con El. Entonces el mundo verá al Señor que viene en las nubes del cielo" (párrafo final de laDIDAKÉ, o "Enseñanza de los Apóstoles": el documento cristiano más antiguo que se conserva aparte del Nuevo Testamento -Es anterior a algunos Escritos del mismo-)
"...Así, dice Él, los que desean verme y alcanzar mi reino, deben echar mano de mí a través de la tribulación y la aflicción..."
Epístola de Bernabé. S. II
"El juicio", la nueva película cristiana producida por Cloud Ten, está entre las tres películas de más venta en Estados Unidos, seguida por "Gladiator", la película premiada que recibió varias nominaciones durante la pasada premiación de los Oscar. Según una prueba realizada por "Soundscan", dos semanas después de haber salido al mercado, "El juicio" ya ocupaba el primer lugar en ventas en este país. La película, que se produjo con un costo de once millones de dólares, es la cuarta película de una serie basada en el libro de Apocalipsis que ha sido producida por Cloud Ten Pictures. Se trata de la misma empresa que realizó la producción cinematográfica de la conocida (y antigua ) película "Dejados atrás". La trama de "El juicio" es la continuación de los tres films anteriores de la misma saga: "Apocalipsis", "Revelación" y "Tribulación" y que presentan la idea de un “Rapto” secreto y pretribulacional. (Fuente: Mercado Cristiano. Redacción: ICIPRÉS)
Creyendo firmemente, a mi leal y humilde entender, que la Palabra de Dios NO enseña en ningún lugar que se producirá un “Rapto” invisible y secreto de la Iglesia antes de la Gran Tribulación, y que esta enseñanza es perniciosa para la Iglesia actual, debido a que hace que los creyentes no estén velando y orando preparándose para los difíciles tiempos del fin que han de suceder, he creído interesante comenzar por explicar de dónde surge la idea de un “Rapto” secreto antes de la Gran Tribulación, ya que esta idea no tiene lugar en ninguna época de la iglesia antes del siglo XVIII: ni los Padres Apostólicos del S. II, que recibieron sus enseñanzas directamente de los Apóstoles, ni los llamados “Padres de la Iglesia” de siglos posteriores, ni los grandes Reformadores de la Edad Media, enseñaron ni creyeron jamás esta idea de un “Rapto” Pretribulacional y secreto. Antes bien advirtieron de la necesidad de estar preparados para los peligrosos tiempos del fin.La iglesia nació con tribulación y persecución y acabará sus días en la tierra con tribulación y persecución extrema.La idea de un “Rapto” secreto y Pretribulacional es de origen Católico-Romano:
“Por lo cual os decimos esto en Palabra del Señor: que nosotros que vivimos, los que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1ª Tesalonicenses 4: 14-17)
La Santa Palabra de Dios enseña claramente y sin lugar a dudas que al final de los tiempos habrá una resurrección de aquellos que han creído en el Señor Jesucristo y le han recibido en sus corazones haciéndole el Señor y Salvador de sus vidas. Como veremos a continuación, este recoger a los que en aquel tiempo estén vivos en el "Arrebatamiento" de la Iglesia, y a los justos redimidos que murieron en el Señor, por medio de la Resurrección, son dos aspectos de un mismo acontecimiento que la Palabra de Dios llama la Primera Resurrección.
Lo que la enseñanza acerca de un "Rapto secreto" antes de la tribulación ha hecho es separar el Arrebatamiento de la Resurrección de los muertos en el Señor, dos partes del acontecimiento que la Palabra llama la Primera Resurrección (claramente anterior al Milenio), haciendo que la primera parte aparezca sola como el "Rapto" secreto de "cristianos" anterior a la Gran Tribulación.
Usar así las Escrituras, hace realmente que aparezcan "tres venidas" de Jesús: Una hace casi dos mil años, la "segunda" cuando se produzca el llamado "rapto secreto" y la "tercera" cuando Él venga de manera visible a toda la humanidad y cuando "todo ojo le verá".
La Biblia habla solo de dos venidas del Señor. ¿Qué doctrina va a creer Ud.?
Esta manera de entender los versículos sobre la resurrección tuvo su origen a mediados del siglo XVIII. No solo es que este concepto es ajeno a las Escrituras y al pueblo hebreo (en cuya tradición ya desde antes de Jesucristo se habla de estos acontecimientos como la "Angustia de Jacob"), sino que no fue aceptado por ninguno de los primeros llamados "Padres Apostólicos", "Padres de la Iglesia" o "Reformadores de la Iglesia". Ninguno de ellos se suscribió ni enseñó "un Rapto secreto y separado anterior a la tribulación"
Iben Ezra: El "falso judío Jesuita"
Dicha noción del "Rapto anterior a la tribulación" parece ser que comenzó en el año 1747, cuando un sacerdote católico-romano, el jesuita chileno exiliado, llamadoEmanuel Lacunza, escribió un libro (que fue publicado en 1816) en Italia titulado: "La Venida del Mesías en Gloria y Majestad". A fin de dejar espacio para todos los acontecimientos de la Tribulación y evitar que se propagase la idea difundida en el mundo protestante de que la Gran Ramera del Apocalipsis es Roma y el sistema Católico-Romano, llegó a la conclusión, no Escritural, de que debía de haber una separación de tiempo entre el llamamiento de los creyentes y la venida real del Mesías a la tierra.
Esta fue la "joya histórica" que se convirtió en lo que es ahora la -a nuestro humilde juicio- equivocación corrientemente enseñada y más aceptada, en el sentido de que el Señor Jesús viene tres veces. La segunda de manera "secreta" a buscar a Su pueblo y la tercera con Su pueblo.
El jesuita Emanuel Lacunza introdujo estas tres venidas del Mesías en 1747 de la EC. El Todopoderoso Jesucristo habló, por otro lado, de tan solo dos venidas a la tierra. ¿Cuál es la enseñanza que va usted a creer?
DESAFÍO: Lea el lector a los Apóstoles, lea a los "Padres apostólicos" del siglo II (conocedores de los apóstoles), lea toda la literatura Cristiana Primitiva que quiera, lea a los "Padres de la Iglesia", lea las grandes obras de reformadores como Lutero, Calvino y demás, lea las obras de grandes líderes y autores cristianos de los avivamientos de otros siglos (Mattew Henry, Bunyan, etc.) y no encontrará nada anterior a la fecha del siglo XVIII-XIX acerca del llamado "rapto" y de que la iglesia será arrebatada antes de la Gran Tribulación. Me comprometo a publicar en este estudio una corrección al respecto si alguien encontrase algo y me lo demostrase. El jesuita Lacunza escribió bajo un seudónimo, el de Juan Josafat Ben-Ezra, al parecer deseando infiltrar el protestantismo con su doctrina católico-romana y evitar que se enseñase que la Gran Ramera del Apocalipsis es Roma. Escribió usando el nombre de Rabí Iben Ezra a fin de hacer creer a los protestantes que era un cristiano hebreo adoptando una "postura judía tradicional". Lamentablemente parte del falso “judaísmo mesiánico” actual, de origen gentil -¿judaizante?-, se aferra también a esta postura como "postura judía" -No así la mayor parte del Judaísmo Mesiánico genuinamente Hebreo-La publicación de su obra para el público formó parte integrante de su nefasta actividad como jesuita. El conjunto de cuatro volúmenes de Iben Ezra (sé que se pueden encontrar en Internet) vino a parar a la biblioteca del Arzobispo de Canterbury, y fue el Dr. Maitland, el bibliotecario de la iglesia, que puso en circulación estas obras al mundo de habla inglesa, sin ser consciente de que estaba, en realidad, propagando una invención católico-romana jesuita del siglo XVIII. Este hombre de iglesia pensó que estaba difundiendo la obra de un cristiano hebreo o "judío convertido", cuando de hecho era la obra de una orden jesuita (los jesuítas fueron creados, entre otras cosas, para combatir y destruír el protestantismo).
Los presbiterianos "muerden el anzuelo": El comienzo del "Dispensacionalismo".
Parece ser que un joven ministro presbiteriano escocés se sintió tan cautivado por la teoría del "Rapto secreto" de Iben Ezra que tradujo la obra en 1827. Este hombre: Edward Irving, basándose en la idea del Rapto anterior a la tribulación propagó estas doctrinas en el medio evangélico de la época. Después, el movimiento de "Los Hermanos" en Irlanda adoptó el error de Iben Ezra y de Irving y adoptaron la enseñanza jesuita del "rapto" secreto anterior a la tribulación. Por medio de los Hermanos estas doctrinas pasaron a John Darby, y de él al resto del protestantismo.John Darby y la nueva doctrina de las "dispensaciones".
John Darby es reverenciado en los círculos protestantes como el moderno fundador de la teología de las "Dispensaciones" y del Rapto anterior a la tribulación, a pesar de que tomó la idea prestada del jesuita Iben Ezra y de Edward Irving. Darby se dio cuenta de que durante los siete años de la semana final de Daniel (Daniel 9:27) se tendrán que hacer las ofrendas de la Toráh (Ley Mosaica) en el Templo. Puesto que la Toráh es claramente observada durante este periodo de siete años, Darby llegó a la conclusión de que el cumplimiento de la Toráh se establecería de nuevo al comienzo de la Gran Tribulación. Esta manera de pensar hizo que Darby separase la historia bíblica y profética en épocas como compartimentos (Dispensaciones). Darby explicó que la época de la Ley o Toráh había finalizado en la cruz y había comenzado a partir de ese momento la época de la gracia de la iglesia, pero vemos en muchos lugares del NT que los Creyentes Judíos de Jerusalén seguían guardando con celo la Ley de Moisés, p.ej. Hch 21:20-25; yendo al Templo a orar Hch 3:1 etc., e incluso ¡¡ofreciendo ofrendas de la Ley en el Templo: Hch 21:26!! y que en el Concilio de Jerusalén lo que se acordó es que los gentiles -no judíos-, al convertirse, no debían hacerlo.
Luego, al comienzo de la Gran Tribulación de los siete años se produciría un retorno a la Ley o Toráh al final de la Era de la Gracia, como Darby lo entendió.
¡Esto creó un problema para la teoría de Darby! ¿Cómo puede volver la Época de la Ley, si la llamada "iglesia" se encuentra aún aquí....? (¡Qué chasco se hubiese llevado si hubiese visto a los cristianos de Jerusalén en el promer siglo y a los judeocristianos Nararenos de siglos posteriores!!!).
Darby consideró la Dispensación de la Ley como la manera que tenía Yahweh de tratar a Israel (es decir,solo los judíos) en la Tribulación, ya que Yahweh trataría de manera exclusiva con Israel. Así que ¿qué sucede con la llamada "iglesia"? ¡A buen seguro que la iglesia no abandonará la gracia para volver a introducirse en la Ley de Moisés!
Como resultado de ello, Darby adoptó la idea del Rapto anterior a la tribulación (de Irving y de Iben Ezra). Su idea respecto a la "llamada iglesia" marchándose "antes de la tribulación permitiría a Israel (es decir, a los judíos) volver a entrar de nuevo en la aparente época de (obediencia) a la ley de la Gran Tribulación".
Esta manera de pensar denota lo que creemos un grave desconocimiento de la historia de la Iglesia Primitiva (es propio de una mentalidad sectaria y cerrada -no digo esto particularmente de Darby- rechazar totalmente la historia), y de cómo hubo dos grupos claramente diferenciados en la misma: el uno más numeroso, de Gentiles convertidos al Mesías de Israel (Olivo silvestre injertado en el Olivo natural que es Israel, y por tanto parte del Israel de Dios), y el otro, ese gran ignorado compuesto en su mayoría de Judíos “celosos de la Ley” “Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son CELOSOS POR LA LEY” (Hechos 21:20) y guardadores de la misma en tanto que judíos físicos “y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley” (Hechos 21:24).
Existen numerosos y documentados testimonios históricos que nos hablan de lo que fue de la iglesia íntegramente judía de Jerusalén (no confundir con grupos heterodoxos judeo-cristianos de la época como los Ebionitas), con sus particularidades y costumbres judías, hasta bien entrado el siglo VI (Ver estudios al respecto en esta misma WEB). Hay un solo Israel de Dios, que es lo mismo que la Iglesia, donde los gentiles hemos sido injertados por la gracia de Cristo. La escritura avala esta afirmación:
"Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti" (Romanos 11:17-18)
Y es en este mismo Israel de Dios donde los judíos no creyentes (la mayoría, desgraciadamente, del "Israel físico") serán re-injertados por medio de Yehosua:
"Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo? (Romanos 11:23-24)
Dios solo tiene y tendrá una manera de salvar, ahora y desde siempre: Por Gracia por medio de la fe en Su Hijo Jesucristo o Yehosua el Mesías de Israel.
Los diferentes pactos con los cuales Dios ha tratado con los hombres o pueblos a lo largo de la historia siempre han apuntado a esta gracia salvadora por medio de la sangre de Jesucristo y de su muerte y resurrección corporal.
El resultado de las obras de Darby y un gran número de gráficos ilustrativos es múltiple: Amplia las ideas originales de Irving y de Iben Ezra a un nuevo nivel y posiblemente lo que es mas importante aún: hace que prolifere la idea de la Teología de la Entidad Apartada que es el oxígeno que alimenta la Teología del Reemplazo. Hace que Israel (según su limitado entendimiento, y sólo los judíos) tenga que cargar con todo el peso y recibir el castigo, mientras que la Iglesia se pone en vez de Israel (y éste no existe más) y queda libre de culpa: La idea Antisemita Católico - Romana de siempre: Las bendiciones del Antiguo Testamento se toman de manera figurada para la "Iglesia Cristiana" y cuando hay que recibir "palos" se aplican de manera literal al Israel físico. Señores: ¡O tomamos todo, o no tomamos nada!.
Los "verdaderos cristianos" son "judíos" en su interior, circuncidados y sellados por el Espíritu Santo. La iglesia gentil ha venido a ser parte del "Israel de Dios" y rama de olivo silvestre injertada en el olivo natural que es dicho Israel de Dios. El Israel físico, la nación física de Israel necesita creer en Jesús (Yehoshua) como su Mesías, y ser limpia de sus pecados por medio de su Santa Sangre derramada en la cruz para ser reinjertados en el Israel de Dios del cual fueron desgajados aún cuando eran (y continúan siendo) ramas naturales.
"Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo? (Romanos 11:24)
Por lo tanto, nos quedamos con los frutos del pretribulacionismo, que es una clase de dogma dispensacionalista, según el cual la Iglesia se va volando al cielo, mientras que el Israel físico judío y en algunos casos (pues desgraciadamente hay teorías para todos los gustos) "cristianos" poco santificados o simpatizantes de la fe cristiana aún no "nacidos de nuevo", se quedan aquí atrapados en la tierra. Una se marcha al ámbito celestial, dejando a la otra en el ámbito terrenal.
Al Sr. Darby se le olvidó que Jeremías 30:7 llama a la Gran Tribulación la "Aflicción de Jacob". Puesto que Israel se compone de ambas casas (Judíos y Gentiles injertados en Israel de Dios) tendrán que experimentar la Gran Tribulación.
Si el Sr. Darby hubiese entendido que los creyentes no judíos son predominantemente los que regresan y han sido rescatados, no hubiera sido tan rápido en hacer que "toda Israel" o "Jacob" pasasen la Gran Tribulación. Solo aquellos que todavía no entienden las dos casas de una sola nación llamada la “ekklesia” de Israel, y que han separado al pueblo de Yahweh en dos entidades diferentes conocidas como la llamada "iglesia" y los judíos creyentes, pueden tener confianza en la doctrina del Rapto anterior a la Tribulación.
"Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció" (Romanos 11:1-2)
Pablo habla aquí de que Dios no ha desechado a Israel porque muchos judíos como él componían la "Iglesia", además de los gentiles "injertados contra natura" en Israel, Olivo Natural.
Para ser salvo un judío debe pasar por arrepentirse de sus pecados y aceptar a Yehosua como su salvador personal y su Mesías. Dios solo salva por medio de la fe puesta en Yehosua (Jesús) el Mesías (Cristo) tanto a judíos como a gentiles, y no hay otra forma de ser salvo...
Parte de los errores de los que creen en un "rapto" secreto y Pretribulacional de la Iglesia surgen de interpretar que Mateo 24 es solo para los judíos. Lo que comentamos arriba: Cuando hay que recibir bendiciones, es para los "cristianos gentiles", cuando hay que recibir palos, para los "judíos inconversos": Idea que pudiera ser herética y antisemita. ¿Dónde dice la Palabra que Mateo 24 sea sólo para judíos?, ¿Y dónde -en qué versículos- el Nuevo Testamento se aplica solo a judíos y solo a gentiles?. ¿No somos acaso los gentiles injertados en Israel y circuncidados en nuestros corazones al aceptar al Dios de Israel como nuestro Dios y al Mesías de Israel como nuestro salvador?.
Ni la mentalidad antisemita Greco-Romana-"Católica" ni la mentalidad antisemita Germano-Anglosajona pueden aceptar esto: Que los gentiles que aceptamos a Jesucristo (Yehosua Mashia) dejamos de ser "gentiles" y pasamos a ser ciudadanía de Israel y descendencia de Abraham, y judíos interiormente.
"Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios" (Romanos 2:28-29)
Vayamos juntos a Mateo 24:
PRIMERA PARTE: PRINCIPIO DE DOLORES:
"Mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi Nombre, diciendo: “Yo soy el Cristo”; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores” (Mateo 24:4-8)
Observemos la continuación del texto arriba citado. El versículo 8 nos dice “Y todo esto será PRINCIPIO DE DOLORES” ¿Qué es “todo esto”? Pues está claro como el agua: lo dicho en los versículos anteriores. Como dice Jesús “es necesario que todo esto acontezca” y continúa “pero aún no es el fin”; vemos una primera fase en los acontecimientos que se avecinan sobre todo el orbe terráqueo, esta fase es lo que Jesús llamó “principio de dolores” y por lo que Él nos enseñó estará caracterizada por lo que yo he dividido en cinco tipos de señales:
Primer tipo de Señal: Apostasía, Falsas doctrinas, falsas ideas, falsa moral y falsos maestros:
“Vendrán muchos en mi Nombre [...] y a muchos engañarán” Ya lo advirtió el apóstol Pablo en sus epístolas a Timoteo, cuando dijo:“Pero el espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos y a doctrinas de demonios. Con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia. prohibirán casarse y mandarán abstenerse de los alimentos que Dios creó para que, con acción de gracias, participasen de ellos los que creen y han conocido la verdad” (1ª Timoteo 4:1-3)
“También debes saber esto: que en los últimos días se presentarán tiempos difíciles. Porque habrá hombres amantes de sí mismos y del dinero. Serán vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos y amantes de los placeres más que de Dios. Tendrán apariencia de piedad, pero negarán su eficacia. A éstos evita.” (2ª Timoteo 3: 1-6)
“Porque vendrá el tiempo cuando no soportarán la sana doctrina; más bien, teniendo comezón de oír, amontonarán para sí maestros conforme a sus propias pasiones, y a la vez que apartarán sus oídos de la verdad, se volverán a las fábulas.” (2ª de Timoteo 4: 3-4)
Como vemos, la Biblia entre otras cosas, nos anticipa como señales previas a los últimos tiempos, una gran relajación en las costumbres morales de la sociedad, al mismo tiempo que se producirá un gran interés por lo sobrenatural, por la búsqueda de la “verdad” por medio de filosofías y doctrinas extrañas.Si prácticamente todo lo bueno y justo que tiene nuestra sociedad en el llamado "occidente cristiano", cargada de errores y de contradicciones, pero con grandes logros tanto en lo social como en lo económico y político, es consecuencia de la moral judeocristiana, y de la influencia que los valores del cristianismo de raíz judía ha inculcado en la misma a lo largo de estos últimos dos mil años (personalmente no creo que sea justo decir que la tradición griega haya aportado en este aspecto nada positivo por si misma, y sí cuando ha ido unida a estos valores de los que hablamos); veremos (y podemos ver ya hoy en día), como todos estos valores se cuestionarán y serán sustituidos por una moral ambigua y nihilista, que cuestionará todo lo que la Palabra de Dios tiene por absoluto y bueno.
No tenemos más que ver la imagen que las películas de Hollywood han dado secularmente del cristianismo: Se presenta a los cristianos como personas de doble moral, farisaicas, implacables y retorcidas, p.ej. los clásicos arquetipos “Hollywoodianos” del predicador borracho, el pastor pervertido, de los padres cristianos implacables con sus hijos adolescentes, donde la Biblia siempre aparece en manos de gente de lo más amoral y extraño, etc. Ojalá que el estimado lector cuando vea una película de este tipo sepa distinguir y discernir lo que le estamos aquí advirtiendo.
Es curioso leer como la Organización Mundial de la Salud no considera que el "DIU", la "Píldora anticonceptiva" o la "Píldora del día después" sean métodos abortivos (que lo son): sencillamente dicen (y engañan a las mujeres así) que el hecho de que un óvulo fecundado (un embrión) no se haya implantado en la pared del útero hace que no sea embrión y por ello asesinato destruirlo. Con esta mentira (que ningún cristiano verdadero creería a la luz de lo que Dios Dice en Su Palabra) tratan de apaciguar las conciencias de aquellos que participan en el Holocausto y asesinato de millones y millones de bebés inocentes en el lugar dónde deberían estar más seguros: el vientre de sus madres.
Se considera de fundamentalistas fanáticos el hecho de profesar hoy en día una genuina fe que esté en compromiso y de acuerdo con las enseñanzas de Jesús, con la moral Bíblica, al mismo tiempo que en los medios de comunicación proliferan los videntes, mediums, sanadores de todo tipo y otros similares a los que la sociedad aplaude y escucha.
Filosofías perniciosas y anticristianas como la “Nueva Era”, el espiritismo y otras similares, causan furor entre las capas acomodadas y más cultas de nuestra sociedad. La pornografía se exhibe en los quioscos de prensa como si tal cosa, pervirtiendo a nuestros hijos desde su más tierna infancia. La aberrante homosexualidad, una de las mayores perversiones y engaños con los que el príncipe de la mentira ha engañado a la humanidad, está de moda, se nos vende (y bombardea) en televisión como algo "progresista" y moralmente aceptable y es "políticamente incorrecto" ponerla en cuestión.
Y todo esto no es más que el principio.
Como cristianos debemos de estar atentos, y no dormir.
Segundo tipo de Señal:
Conflictos bélicos y tensión militar: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras”, vemos que no se refiere únicamente al hecho de que vaya a haber conflictos bélicos y guerras “oiréis de guerras”, sino también tensión entre las distintas fuerzas militares, políticas y económicas del mundo, lo que Jesús llamó “rumores de guerras”.
Podríamos objetar a esto que siempre ha habido guerras, e incluso que la misma Europa nunca ha conocido desde el emperador Augusto (la “pax romana”) un tiempo de mayor paz y estabilidad (salvando los recientes conflictos en la antigua Yugoslavia, ciertos países del este, etc.), recordemos ante este pensamiento las advertencias de la Palabra de Dios: “Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, hermanos, no tenéis necesidad de que os escriba. Porque vosotros mismos sabéis perfectamente bien que el Día del Señor vendrá como ladrón de noche. Cuando digan: "Paz y seguridad", entonces vendrá la destrucción de repente sobre ellos, como vienen los dolores sobre la mujer que da a luz; y de ninguna manera escaparán. Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, como para que aquel Día os sorprenda como un ladrón” (1ª Tesalonicenses 5: 1-4)
En efecto, pensemos sobre que frágil hilo se sustenta la paz del mundo: la disuasión nuclear, intereses económicos y un tercer mundo cada día más pobre, más conflictivo, y más explotado por el rico occidente "cristiano". ¿Podrá durar de esta manera mucho más la “paz”? “Cuando digan: “Paz y seguridad”, entonces vendrá la Destrucción de repente sobre ellos”
En efecto, pudiera parecer, como se nos acusa desde los comienzos de la iglesia, que esta es una actitud muy pesimista, incluso catastrofista. Sin embargo los cristianos sabemos que la paz en el mundo no podrá ser de ninguna manera hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva para establecer su Reino de Paz. La verdadera paz que solo Dios puede dar al corazón de los hombres.
Hoy en día herejías manifiestas provenientes en su mayoría del medio carismático (decir otra cosa sería faltar a la verdad) como la “Teología de la Prosperidad” o la “Teología del Bienestar”, o la “Súper-fe” y cosas semejantes, que engañan a miles de creyentes con esta perniciosa seducción, no hacen sino esto: predicar un falso evangelio de paz y seguridad, que no les prepara para los días malos, cuando “vendrá la Destrucción de repente sobre ellos”
Tercer tipo de Señal:
Conflictos étnicos: “Porque se levantará nación contra nación” (En griego la palabra aquí traducida como nación es “Etnon” en el sentido de grupo étnico).No se hace necesario decir que este tipo de conflictos están a la orden del día alrededor de todo el mundo. Los hombres, carentes de una identidad, se aferran al sentimiento del grupo, del pertenecer a una raza antigua, diferente.
¿Dónde nos han llevado los “nacionalismos” en estos últimos años?, el nazismo fue un movimiento que propugnó la superioridad racial de unos pocos escogidos frente a la muchedumbre, el resultado fueron 50 millones de muertos en la segunda guerra mundial y los campos de concentración. El conflicto Vasco, el Irlandés, la guerra de Yugoslavia, con sus limpiezas étnicas; los diferentes conflictos en los países de la antigua U.R.S.S., el nacionalismo Corso, etc. No son sino caras de la misma moneda. Los cristianos creemos que Dios nos hizo a todos a Su semejanza, no creó ningún hombre físicamente o psicológicamente igual a otro (a Dios no le gusta la uniformidad ni la monotonía), pero nos hizo a todos iguales en nuestro espíritu, en el “hombre interior”, y nos hace uno por medio de Cristo, como dice el Apóstol:
“Así que, todos sois hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús, porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay Judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y ya que sois de Cristo, ciertamente sois descendencia de Abraham, herederos conforme a la promesa”. (Gálatas 3: 26-29)
Un cristiano no necesita la idolatría nacionalista para llenar su corazón y darle una razón de ser o por la cual luchar. Un cristiano necesita a Cristo.
Hipólito de Roma en el siglo 2°, al igual que todos los escritores paleocristianos, nunca enseñó ni creyó un "rapto" pretribulacional; antes bien como dice la Biblia explícitamente cuando no se tuerce, la iglesia será perseguida por el Anticristo durante la Gran tribulación.
"...significa los mil doscientos sesenta días (es decir, la mitad de la semana), tiempo durante el cual el tirano (El Anticristo) tendrá el dominio supremo, cuando perseguirá a la Iglesia, que huirá de ciudad en ciudad, escondida en la soledad de las montañas..."
El Anticristo, Hipólito de Roma. S. II
Cuarto tipo de Señal:
Calamidades naturales: “y habrá pestes y hambres, y terremotos en distintos lugares”.
La prestigiosa y mundialmente conocida revista de divulgación científica “National Geographic”, en su edición española, en un artículo sobre cataclismos naturales publicado en Julio de 1998, dice:
“Existe un debate sobre por qué parecen estar aumentando los daños causados por catástrofes naturales. –Le puedo mostrar gráficos que indican que los costes de las catástrofes naturales aumentan de manera casi exponencial- dice Chris Tucker, asesor científico del servicio de protección Civil de Canadá-...” (Rodeados de peligros naturales, National Geographic, Ed. Española, nº 1 Vol 3 de Julio de 1998).
Mucho podríamos decir al respecto, pero la Palabra predice que vendrá una época de grandes calamidades naturales, incluso al escribir estas líneas, en el verano de 1998, tres enormes olas gigantes, o “tsunamis” de varias decenas de metros de altura, causaron miles de muertos en las costas de Nueva Guinea:
“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas. Y en la tierra habrá angustia de las naciones por la confusión ante el rugido del mar y del oleaje”. (Lucas 21:25)
Los que dicen que la fábula del "rapto" secreto antes de la gran tribulación fue predicado antes de que se inventara por un jesuita católico romano en el siglo XVIII, no han leído por ejemplo a Hipólito de Roma, del 2° siglo, discípulo de Ireneo de Lyon, que como él, creía lo que ha sido la fe histórica de la verdadera iglesia: que la iglesia pasará por la gran tribulación:
"Su carácter ingenioso y su orgullo le harán odiar a los siervos de Dios, y utilizará todos los medios para deshacerse de ellos y destruirlos; Irritado por la negativa a glorificarlo, hará erigir piras y altares por todas partes, para evitar que los fieles puedan comprar o vender si no se ha sacrificado previamente al Anticristo"
El Anticristo, Hipólito de Roma. S. II
Nosotros en nuestra voluntaria desobediencia a la Palabra de Dios buscaremos nombres y justificaciones para estos cataclismos: “El Niño”, “El agujero en la capa de Ozono”, etc. Pero lo que está escrito se cumplirá:
“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas. Y en la tierra habrá angustia de las naciones por la confusión ante el rugido del mar y del oleaje. Los hombres se desmayarán a causa del terror y de la expectación de las cosas que sobrevendrán al mundo habitado, porque los poderes de los cielos serán sacudidos”. (Lucas 21: 25-26)
Nota de febrero de 2001: Este mes aparece una noticia en el periódico Español “EL MUNDO” (Se puede consultar en su edición digital www.elmundo.es) con el siguiente titular: “La ONU prevé sequías, inundaciones, hambre y epidemias a causa del cambio climático” (El Mundo, 20-02-2001) donde se habla que este tipo de calamidades se extenderán a lo largo de este siglo (el XXI), según un consejo de más de mil expertos en la materia del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPPC) en un informe para el Programa de desarrollo de la ONU.
Compárese este titular con el versículo: “y habrá pestes y hambres, y terremotos en distintos lugares”. Cuando escribí un primer borrador de este estudio entre 1997 y 1998 hace tres años, no nos imaginábamos ni de lejos que este tipo de noticias se harían tan frecuentes... hace unas semanas leí otro titular en un dominical español que decía: “El Clima se ha vuelto loco”, artículos por todas partes sobre globalización, esfuerzos ecuménicos de Roma para unir bajo su yugo a todas las religiones, conversaciones sobre un posible gobierno mundial, etc. Ni en las especulaciones del cristiano más fundamentalista se podría haber descrito mejor la situación que Jesucristo predijo hace casi 2000 años. En todo caso, una vez más, como en el caso que veremos a continuación: LA BIBLIA NO SE EQUIVOCÓ
Al igual que su maestro Ireneo de Lyon (que fue discípulo de Policarpo, a su vez oyente del apóstol Juan), Hipólito de Roma, en el siglo II, creía que el Anticristo será un hebreo de la hoy (y entonces) perdida tribu de Dan (la única que no se menciona entre los famosos 144.000):
"También anunciaron la venida del Anticristo. Esto es lo que dijo Moisés: "Dan será como un cachorro de león, y vendrá de Basán". (Dt 33,22) Pero debemos tener cuidado de que esta profecía no se aplique al Salvador del mundo. Dan, dice Moisés, es como el cachorro de león. Con estas palabras, quiso designar la tribu de Dan, de la cual nacería el Anticristo..."
El Anticristo, Hipólito de Roma S.II
Quinto tipo de Señal:
La Señal de Israel. En efecto, la Palabra de Dios concede una importancia capital al pueblo físico de Israel, a la nación judía.
Durante siglos, en la iglesia, ideas con un fuerte contenido antisemita han sido introducidas como un veneno mortal. De hecho, un buen conocedor de la historia del cristianismo, siendo honesto, advertirá que fue precisamente el olvido de las raíces
hebreas de nuestra fe, y su sustitución por ideas y filosofías grecorromanas lo que llevó muy temprano a su decadencia al cristianismo (en el siglo IV, con la conversión del emperador romano Constantino -un furibundo antisemita-, el edicto de Milán y otros acontecimientos, podemos hablar ya de una iglesia con apariencia de vida, pero muerta en su espíritu).La cristiandad sustituyó al Mesías Yehosua por un “cristo” grecorromano. Más tarde, como consecuencia de las ideas del concilio de Éfeso en el S.V, la joven virgen judía Miriam fue comenzada a ser adorada como María la “Madre de Dios” y “Reina del Cielo”.
"En seguida, para describir su tiranía, durante la cual serán perseguidos los santos que ofrecen el sacrificio puro a Dios: "A la mitad de la semana pondrá fin a los sacrificios y libaciones, y levantará en el templo la abominación de un ídolo, hasta que se consume el tiempo la destrucción estará por encima de la desolación" (Dan 9,27). La mitad de la semana son tres años y medio"
Ireneo de Lyon (Siglo 2°) hablando de la persecución a la iglesia por el anticristo durante la Gran Tribulación en su libro "Adversus haereses". Libro V.
Discípulo de Policarpo, a su vez discípulo del apóstol Juan, Ireneo creía que el arrebatamiento sería a los tres años y medio de la Gran Tribulación.
Hombres como Eusebio de Cesarea, Agustín de Hipona, Juan Crisóstomo, etc. escribieron cosas que hoy resultarían durísimas contra los judíos (en muchos casos -por ser comedidos- dentro de la sana apologética). Así, la primera iglesia judía, que se salvó de la destrucción de Jerusalén por el emperador Tito al obedecer la advertencia del Señor, fue tenida por "extraña" y heterodoxa por la iglesia católica-antigua y las últimas referencias que tenemos de ella datan del S. V y VI. Parece desaparecer con la aparición del Islam en el siglo VII.
Veamos lo que la Biblia nos dice acerca de Israel y los últimos tiempos: “Por tanto, los que estaban reunidos le preguntaban diciendo: --Señor, ¿Restituirás el reino a Israel en este tiempo? Él les respondió: --A vosotros no os toca saber ni los tiempos ni las ocasiones que el Padre dispuso por su propia autoridad. Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”. (Hechos 1: 6-8)
“Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed entonces que ha llegado su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; los que estén en medio de la ciudad, salgan; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque éstos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. ¡Ay de las que estén encintas y de las que críen en aquellos días! Porque habrá grande calamidad sobre la tierra e ira sobre este pueblo. Caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones. Jerusalén Será pisoteada por los gentiles (Gentiles: en Hebreo “Goym”, esto es, los no judíos, las naciones que no pertenecen a la descendencia física de Israel.) hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles. Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas. Y en la tierra habrá angustia de las naciones por la confusión ante el rugido del mar y del oleaje. Los hombres se desmayarán a causa del terror y de la expectación de las cosas que sobrevendrán al mundo habitado, porque los poderes de los cielos serán sacudidos. Entonces verán al Hijo del Hombre viniendo en una nube, con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, mirad y levantad vuestras cabezas; porque vuestra redención está cerca”. (Lucas 21: 20-28)
"Pregunto pues: ¿Acaso tropezaron (los judíos) para que cayesen? ¡De ninguna manera! Más bien, con la trasgresión de ellos ha venido la salvación a los gentiles, para que ellos sean provocados a celos. Y si su trasgresión es la riqueza del mundo y su fracaso es la riqueza de los gentiles, ¡Cuánto más será la plena restauración de ellos! (...) Porque si la exclusión de ellos resulta en la reconciliación del mundo, ¡qué será su readmisión, sino vida de entre los muertos!”(Romanos 11: 11-12, 15)
“Hermanos, para que no Seáis sabios en vuestro propio parecer, no quiero que ignoréis este misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. Y Así todo Israel Será salvo, como Está escrito: Vendrá de Sión el libertador; quitará de Jacob la impiedad. Y éste será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados”. (Romanos 11: 25-27)
Lo que pasará la iglesia durante la persecución final por el Anticristo:
"...entonces habiendo reunido a su alrededor a todos los incrédulos que se encontrarán esparcidos por la faz de la tierra, lo empujarán y lo instarán a oprimir y perseguir a los santos, sus enemigos comunes..."
Hipólito de Roma en el siglo 2° Sobre el Anticristo
Deducimos pues, de estos textos varias cosas, en primer lugar, Jesús habla de una restauración de Israel en un tiempo lejano “¿Restituirás el reino a Israel en este tiempo? Él les respondió: -A vosotros no os toca saber ni los tiempos ni las ocasiones que el Padre dispuso por su propia autoridad” (démonos cuenta que la Biblia siempre se cumple por un lado de manera literal y por decirlo de algún modo de manera espiritual, por otro.
Nosotros atendemos aquí al cumplimiento literal de estas profecías), así: “Caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones. Jerusalén Será pisoteada por los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles” Vemos aquí una profecía cumplida casi plenamente, ya que Jesús predijo aproximadamente cuarenta años antes la destrucción del templo de Jerusalén, la ruina de la ciudad y el éxodo o diáspora judía “serán llevados cautivos a todas las naciones”, que como sabemos duró casi 2000 años, hasta que en 1948 la nación física de Israel renació, como más de un “cristiano fundamentalista” había predicho años o siglos antes pese a la burla del mundo.
Vemos que la llegada de los judíos a todas las naciones se realizó al mismo tiempo que llegó el Evangelio a las mismas, mientras tanto, Jerusalén nunca más volvió a estar bajo dominio judío “Jerusalén Será pisoteada por los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles” hasta 1968 cuando en la llamada “guerra de los seis días” la ciudad vieja de Jerusalén pasó después de tantos siglos a manos judías. Sin embargo la profecía aún no se ha cumplido totalmente, puesto que en el lugar más santo para los judíos, el “Monte del Templo”, aún se alzan dos mezquitas árabes (esto es, “gentiles” y paganas).
Todo esto concuerda con lo dicho por el apóstol Pablo: “ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. Y Así todo Israel Será salvo, como Está escrito: Vendrá de Sión el libertador”, así como la diáspora y el comienzo de todos los males de la nación judía, transcurrió en paralelo a las ricas bendiciones que la llegada del Evangelio (el genuino, no las grotescas imitaciones que a lo largo de siglos han parecido ser el verdadero Evangelio) trajo a las naciones gentiles, hoy vemos que el mensaje glorioso de Jesús ha sido dado a conocer a prácticamente todos los pueblos o “grupos étnicos” (que es lo que literalmente dice la Biblia) “Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones (Lit. “etnias” en el griego original); y entonces vendrá el fin.” (Mateo 24:14), lo que concuerda con lo leído antes en Romanos: “ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles”
Vemos pues que ellos, los judíos, han sido endurecidos y desobedientes al Evangelio por un tiempo, para que nosotros, los gentiles, los Goym, pudiéramos conocer al Único Dios verdadero, al Dios de Israel. Cuando todos los grupos étnicos y todas las tribus de la tierra hayan tenido la ocasión de oír el Evangelio de la Salvación por la Gracia de Dios en su Hijo Jesucristo, entonces veremos como la nación de Israel se volverá a Yehosua Mashiah, a su Mesías Yehosua el Judío hijo de la virgen judía Miriam (María la virgen), entonces ¿que podrá ocurrir, sino que hasta los muertos resuciten? “¡qué será su readmisión, sino vida de entre los muertos!”
Y como Jesús dijo, “todo esto será principio de dolores”: Concluimos en que no es el fin, pero sí se puede decir que para los conocedores de la Palabra de Dios, la contemplación de estos hechos, será señal de que el fin está próximo.
"...Y por eso, cuando al final de los siglos la Iglesia se levante, "habrá una tribulación como no la ha habido desde el principio ni la habrá" (Mt 24,21): pues en los últimos tiempos los justos deberán luchar, y los vencedores recibirán la incorrupción como corona"
Ireneo de Lyon. S. II en el libro V de "Adversus haereses"
SEGUNDA PARTE: LA GRAN TRIBULACIÓN:
“Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi Nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Más el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Por tanto, cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces, los que estén en Judea huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas, ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno, ni en día de reposo; porque habrá entonces GRAN TRIBULACIÓN, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aún a los escogidos. YA OS LO HE DICHO ANTES .Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Porque donde estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.” (Mateo 24: 9-26)
Jesús advierte seriamente a la cristiandad de principios del Tercer Milenio con estas palabras: “Ya os lo he dicho antes”, de manera que este es un tema que, siendo de vital trascendencia para nosotros, es de nuestra incumbencia investigar y estudiar con cuidado en las Palabras del Maestro.
“Ya os lo he dicho antes”, y sin embargo actualmente, dentro de la iglesia, existen doctrinas que (siempre a nuestro humilde juicio) no enseñan lo mismo que Jesús enseñó sobre el asunto.
Hoy en día muchos creyentes sinceros en Jesús han sido adoctrinados con la idea de que la cristiandad no pasará por el tiempo de la Gran Tribulación, lo cual, por lo que yo entiendo, queriendo ser sincero y libre de prejuicios doctrinales al escudriñar la Palabra, es una idea antibíblica y no Escritural que no se encuentra en la Palabra de Dios.
Se editan películas y novelas en los USA que adoctrinan con estas enseñanzas y otras cosas similares acerca de un “Rapto” secreto. Se enseña, a mi juicio erróneamente, como voy a tratar de demostrar por medio de las Escrituras, que el arrebatamiento de la iglesia sucederá justo antes de la Gran Tribulación, y que tan solo los cristianos fríos o no santificados lo suficiente, así como el pueblo físico de Israel, pasarán por este periodo de prueba. Muchos se basan para afirmar esto en los dos siguientes textos del Apocalipsis:
“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas [...] Estos son los que han salido de la Gran Tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido con la sangre del cordero” (Apocalipsis 7: 9-14 véase todo el texto)
Se enseña que puesto que estas gentes de las que habla la escritura “han salido de la Gran Tribulación”, eso quiere decir que no han pasado por ella. Nada más lejos de la realidad: En primer lugar, el texto griego original lee: “...outoi eisin oi ejomenoi ek tes zlupseos tes megales...” (trascripción fonética del griego libre del autor), siendo la palabra que se usa para decir “han salido” la griega “ejomenoi” de “erjomai” Lit. “venir, llegar, marchar, etc.” tal y como se lee, no implica que dichas multitudes no hayan pasado por la Gran Tribulación, al contrario, se dice que “han venido” de la Gran Tribulación (sentido más correcto) en el sentido de que han pasado por ella; la Escritura enseña que será después de haber pasado por ese tiempo, y solo después, que vendrá el arrebatamiento: “Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (Mateo 24: 22), esto es: será un tiempo no muy largo (La Biblia habla de este periodo como de 7 años y no estoy seguro de que la iglesia esté presente durante todo ese periodo), donde, como enseña la Escritura, los escogidos de Dios serán probados con la última y extrema prueba.
Hay quien enseña que “los escogidos” son la Nación física de Israel, sin apoyar esto en ninguna base Escritural, y únicamente con la intención de justificar de manera errónea la doctrina de que la iglesia del Señor no pasará por la Gran Tribulación. Véase sobre quienes son los escogidos los siguientes versículos: Rom 8:33, 11:7;Col 3:12; 2ª Tim 2:10; 1ª Pedro 2:9, etc. Los escogidos son los creyentes en el Salvador e Hijo de Dios: Jesús de Nazaret, sean judíos o gentiles. La Palabra no habla de otro tipo de "escogidos".
NOTA: Insisto: No confundir la "Tribulación" o persecución de la iglesia, con los "Juicios" de Dios sobre las naciones impenitentes posteriores a la tribulación y el arrebatamiento cuando la Iglesia ya no esté en la tierra.
¿Sólo los cristianos “tibios” o "poco santificados" pasarán por la Gran tribulación?
Se enseña también por otros maestros, entre las múltiples variaciones que se dan como fruto de este tipo de enseñanza y comprensión de la Palabra, que estos serán el grupo de creyentes que como consecuencia de su falta de santificación hayan quedado en tierra para ser “probados” durante el tiempo de la persecución del anticristo.
P. Ej. Gordon Lindsay en su libro “La segunda Venida de Cristo” (Ed. Christ For The Nations) dice: "...Frecuentemente se pregunta si los santos pasarán por este periodo de tribulación. Que algunos de los santos estarán en la tierra durante la Gran Tribulación está claro por Apoc. 7:9, 14; 13:7 ¿será esto cierto de todos los santos? Parecería (nótese que no está 100% seguro, por eso dice “parecería”), por Apocalipsis 14:1-5, que algunos de los santos, “primicias para Dios”, ya habrán sido arrebatados de este mundo...".
Pues bien, como vemos, aunque para un lector superficial de la Palabra, adoctrinado con estas enseñanzas, “parecería” que pudiera ser así, esto no es lo que la Biblia enseña.
Otro de los textos usados por quienes sostienen la idea de que al menos parte de la cristiandad será arrebatada por el Señor antes de la Gran Tribulación, es el siguiente en Apocalipsis:
“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran en la tierra” (Apocalipsis 3: 10 del Mensaje a Filadelfia)
En primer lugar no se entiende necesariamente que la aludida “hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero” sea la Gran Tribulación, podría ser el tiempo de los juicios Divinos que tras la Gran Tribulación, como veremos más adelante, y tras el arrebatamiento de la Iglesia, caerán sobre el mundo.
Si consideramos que se trata, como parece más lógico, o al menos yo así lo creo, del tiempo de la Gran Tribulación, aún el texto no implica que la Iglesia no pasará por él. El texto griego con el que el apóstol Juan escribió el Apocalipsis, no lo implica, es más, la preposición griega traducida aquí como “del” Lit. “Ék” en griego, se traduce igualmente como “en”, con lo que el texto podría leerse: “... yo también te guardaré EN la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero...”, lo que concuerda con lo que todos los cristianos sabemos: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová” (Salmo 34:19), y como el mismo Jesús enseñó, si a Él le hicieron lo que le hicieron, a nosotros, que somos sus discípulos, ¿qué no nos harán? Quede ahí este pensamiento.
En todo caso, la idea de que los creyentes no santificados se quedarán atrás y no serán arrebatados en el “rapto secreto” es completamente anti-Escritural, y denota un grave desconocimiento de la doctrina de la justificación por Gracia por medio de la Fe en Jesucristo, así la Biblia dice al respecto de los que han salido de la Gran Tribulación:
“Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos” (Apocalipsis 7:14-15)
Vemos que los que han salido de la Gran tribulación son aquellos que “han lavado sus ropas, y las han emblanquecido” ¿Y dónde las han emblanquecido?, ¿acaso ha sido su especial fervor cristiano, o su santidad propia, o sus obras de justicia?, NO: la Palabra de Dios nos dice que lo han hecho “en la sangre del Cordero” y que por ello, y solo por eso y nada más “están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo”. Estimado amigo o hermano, no confíe en nada más que en Cristo para poder escapar del justo Juicio de Dios. No deje que le engañen con patrañas (refiriéndome aquí como patraña a la idea de un "castigo" a modo de "purgatorio" para los cristianos "flojos" o tibios).
“Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi Nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Más el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mateo 24: 9-13)
Hipólito de Roma. Finales del siglo II principios del III, sobre el Anticristo, y cómo la Iglesia pasará por persecución por él, antes de la venida del señor por su pueblo. No hay la fábula del "rapto" pretribulacional en la historia de la iglesia antes del siglo XIX.
"vamos a cuestionar las Sagradas Escrituras, que nos enseñarán lo que significa la venida del Anticristo; en qué tiempo, en qué edad del mundo debe aparecer, de dónde vendrá, cuál será su tierra natal, cuál será su nombre real, que las Escrituras se contentan con indicar con un número; ¿Cómo inducirá al error a los pueblos, uniéndolos bajo un mismo estandarte de todos los rincones del mundo? qué tribulaciones, qué persecuciones afligirá a los santos, y cómo se hará pasar por Dios; cuál será su fin; cómo se anunciará la venida del Señor del cielo, así como la conflagración general del universo; cuál será el reino glorioso y celestial de los santos encabezados por Cristo, y cómo se efectuará el castigo de los impíos con fuego"
El Anticristo. Hipólito de Roma. S.II
"...Porque en su reino habrá días malos y terribles, en los cuales nosotros seremos salvados; porque el que sufre dolor en la carne es curado por medio de la inmundicia del hisopo..."
Epístola de Bernabé. S. II
Así como la Iglesia nació en medio de terroríficas persecuciones por parte de los gentiles del imperio romano, la Iglesia concluirá sus días sobre la tierra en medio de la persecución de ese último y gran imperio del Anticristo. Jesús nos advierte de la necesidad de perseverar y no tropezar en esos días, puesto que la presión tanto física como (a mi parecer) sobre todo psicológica sobre los verdaderos creyentes en Jesús (no será así con los cristianos “nominales”), será tal que muchos apostatarán de la fe (sea lo que sea apostatar), endurecerán sus corazones, y cometerán actos indignos de un cristiano.
Pueda el Señor, en su misericordia darnos gracia para soportar esos tiempos y poder mantenernos en pié ante Él en el día de su venida.
“Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mateo 24:14)
Vemos por estas palabras de Jesús que aún en medio de las duras pruebas, la predicación del Evangelio será más efectiva que nunca, o que el Evangelio ya habrá alcanzado al último grupo étnico de la tierra que no lo haya oído. Así como en los dos primeros siglos del cristianismo, pese a las persecuciones, y pese a que bautizarse era en muchas ocasiones la antesala del circo romano y de ser despedazado vivo por las fieras, multitudes se convirtieron a Jesús. La Palabra nos dice que antes del fin (por lo cual “la Gran Tribulación” aún no es el fin) el Evangelio deberá llegar a todos los grupos étnicos de la tierra, “y entonces vendrá el fin”.
“Por tanto, cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces, los que estén en Judea huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.Mas, ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno, ni en día de reposo;
porque habrá entonces GRAN TRIBULACIÓN, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aún a los escogidos. YA OS LO HE DICHO ANTES . Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis” (Mateo 24: 15-26)
"...prueba que sirvió como profecía de lo que sucederá al fin de los tiempos, cuando los justos sufrirán la prueba del fuego"
Ireneo de Lyon, siglo II. Adversus haereses. Libro V, hablando de como la Iglesia pasará por la gran persecución del Anticristo, o Gran tribulación.
Discípulo de Policarpo, a su vez discípulo del apóstol Juan, Ireneo creía que el arrebatamiento sería a los tres años y medio de la Gran Tribulación.
Jesús, antes de explicar como será el fin, continúa contando a sus discípulos las cosas que habrán de acontecer durante la Gran Tribulación, por eso dice “Por tanto, cuando veáis...etc.” y nos habla del anticristo como “la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel”. Veamos lo que dice Daniel en su libro a este propósito y a que pasaje de la escritura hace referencia Jesús:
“Y Después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador” (Daniel 9: 26-27)
“...y se enojará contra el pacto santo, y hará según su voluntad; volverá pues, y se entenderá con los que abandonen el santo pacto. Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora. Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará” (Daniel 11: 30-32)
“Y desde el tiempo en que sea quitado el sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días” (Daniel 12:11)
Encontramos en otros pasajes de las escrituras otras referencias al anticristo que nos pueden dar más luz sobre el tiempo de su manifestación sobre la tierra, pero no es este el objeto de este estudio.
Más sobre lo que enseñó el cristianismo primitivo al respecto de cómo la iglesia pasaría por la Gran Tribulación, en "El pastor de Hermas", del siglo II (2°):
"Bienaventurados seáis, pues, cuantos sufráis con paciencia la gran tribulación que viene..."
El Pastor de Hermas es una obra cristiana del siglo II que no forma parte del canon neotestamentario y que gozó de una gran autoridad durante los siglos II y III. Tertuliano e Ireneo de Lyon lo citan como «Escritura», el Codex Sinaiticus lo vincula al Nuevo Testamento y en el Codex Claromontanus figura entre los Hechos de los Apóstoles y las cartas de Pablo.
La Biblia lo dice clara y explícitamente: El arrebatamiento es después de la manifestación del Anticristo:
Los creyentes gentiles de Tesalónica estuvieron a punto de ser confundidos con la idea de una venida del Señor Secreta o que incluso ya había acontecido, tal y como dice el Apóstol Pablo: El pasaje más claro donde de manera explícita y sin necesidad de recurrir a artificios, se muestra de manera evidente que la segunda venida de Cristo y el arrebatamiento no serán antes de que el anticristo se manifieste (que como estamos viendo aparecerá durante el tiempo de la Gran Tribulación), está en 2ª de Tesalonicenses:
“Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con El, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe de ninguna manera; porque no vendrá sin que ANTES venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone a todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2ª Tesalonicenses 2:1-4)
En efecto, más claro no nos lo puede decir la Escritura, y este pasaje concuerda con lo que estamos viendo en las enseñanzas directas de Jesús en Mateo 24. Nos habla el apóstol Pablo que “respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con Él” quedándonos claro que “la venida de nuestro Señor Jesucristo” hace referencia a su Segunda Venida, y que “nuestra reunión con Él” hace referencia a cuando nos reunamos con Él en el Arrebatamiento, como veremos más adelante; pues bien, nos dice que estas dos cosas no sucederán cronológicamente en el tiempo “sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”, que es el anticristo y que está "archi-claro" que se manifestará como tal durante la Gran Tribulación.
No olvidemos que el apóstol Pablo aquí se dirige a creyentes gentiles, de Tesalónica, y no a judíos. La apostasía a la que se refiere aquí, y que como acabamos de demostrar por la Escritura, acontecerá antes del arrebatamiento y antes de la segunda venida de Cristo, es la misma de la que nos habla Jesús que acontecerá durante la “Gran Tribulación” diciendo: “Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán” (Mateo 24:10)
Y lo mismo nos dice Daniel sobre este tiempo, como acabamos de ver, “y se entenderá con los que abandonen el santo pacto”, haciendo referencia a los apóstatas de los últimos tiempos, que son descritos por Pablo en su epístola a Timoteo como: “...en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1ª Timoteo 4: 1)
¿Qué es lo que retiene el “misterio de la iniquidad” y “será quitado de en medio”?:
Un argumento común, y erróneo a mi juicio como veremos, para hablar de que la iglesia será arrebatada antes de la Gran tribulación y de la llegada del Anticristo (y que evidentemente contradeciría lo que acabamos de ver en 2ª Tesalonicenses 2:1-4) es usar el siguiente versículo (que no es sino continuación de lo que acabamos de leer):
“Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo” (2ª Tes. 2:7-8)
Hay hermanos en Cristo que suponen (entre mil suposiciones más, algunas de lo más disparatado) que lo que “quien al presente lo detiene” esto es, quien evita que “aquel inicuo” (El Anticristo) y el “misterio de la iniquidad” se manifiesten es el Espíritu Santo, que mora en la Iglesia, y que por tanto para que el Espíritu Santo “sea quitado de en medio” la iglesia deberá ser arrebatada antes de la llegada del reino del Anticristo durante los siete años de la Gran Tribulación. Esto, que es una suposición, contradeciría lo que leíamos antes en los versículos 1 al 4 de esta 2ª Epístola a los Tesalonicenses.
La Palabra es clara sobre cual es el ministerio del Espíritu Santo (no es el objeto de este sencillo estudio), y entre sus funciones no está (y no recuerdo un solo ejemplo en la Palabra de Dios) el “retener al Anticristo”, de hecho, la Iglesia ha convivido siempre con el mal, y con el espíritu del anticristo, como dice Juan:
“Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo” (1ª de Juan 2:18)
¿Qué es entonces “quien al presente lo detiene”? y de lo que Pablo habla a los creyentes de Tesalónica que “Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene” (2ª Tes. 2:6). La respuesta, a mi entender (no podría afirmarlo al 100% pues solo Dios es sabio), está en la misma Palabra de Dios que ahora nosotros conocemos, como los Tesalonicenses entonces, y se encuentra en el mismo libro de Daniel. Veámoslo:
“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces” (Daniel 12:1)
La Palabra hebrea que aquí se traduce como “levantará” es la-amod, que significa literalmente: “estar quieto o desistir de cualquier actividad”, esto es, el Arcángel Miguel, el Ángel batallador de Dios, el Guardián de Israel y por ello de la Iglesia gentil (olivo silvestre injertado en el natural que es Israel), “será levantado”, “desistirá de su actividad” guardiana y batalladora y dejará paso, con el consentimiento de Dios, al misterio de la iniquidad. Esto concuerda con lo que nos cuenta el mismo libro de Daniel en el capítulo 11, de cómo Miguel el Arcángel tuvo que ir a luchar contra “el príncipe del reino de Persia” que se oponía al “varón” que hablaba con Daniel.
Recordemos que ese demonio llamado “príncipe del reino de Persia” se oponía sabiendo que la liberación del pueblo hebreo de la cautividad de Babilonia vendría dada por los Persas, como nos cuenta el mismo libro de Daniel.
Recordemos que Pablo dijo “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12). Así que la Biblia dice que cuando sea quitado de su puesto Miguel “En aquel tiempo se levantará Miguel..." que guarda y protege al Israel de Dios "...el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo..." entonces vendrá la Tribulación contra la Iglesia (judíos y gentiles que conforman el Israel de Dios) de parte del anticristo: "...y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces”. No he encontrado un versículo en la Biblia que de a entender que “quien al presente lo detiene” sea otra cosa, pero reconozco que pudiera haber otras explicaciones satisfactorias.
La iglesia que nació en un bautismo de la sangre de los miles y miles de mártires en las terribles persecuciones de parte del Imperio Romano, verá finalizar sus días (si lo que decimos aquí es cierto) de la misma manera, en la última y Gran Tribulación.
En los tres primeros siglos de la Iglesia, el bautismo para un cristiano era la antesala del circo romano y de ser devorado por las fieras: Cuando uno tomaba la decisión de seguir a Cristo, sabía que el precio que se pagaba por ello era, en el mejor de los casos la muerte. No había “Teólogos de la Prosperidad” en aquella época.
Los primeros cristianos estaban convencidos de la inminencia del Arrebatamiento precisamente debido a la extrema persecución y tribulación por la que ellos pasaron, así contra los que nos acusan de no tener en cuenta el argumento de la inminencia de Su Venida, expresado por el mismo Jesús:
"Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis" (Mateo 24:42-44)
El mismo Señor advirtió a los creyentes en Su Nombre que cuando viésemos estas cosas (Tribulación, etc.) estuviésemos preparados porque Su Venida y por ello nuestra redención estaría cercana, y esto es lo que llevó a los primeros cristianos a esperar en cualquier momento la Segunda Venida del Señor. No sabemos el día ni la hora de Su Venida, pero si podremos conocer los tiempos por medio de estas señales:
"Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas" (Mateo 24:33)
"Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguios y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca" (Lucas 21:28)
Hoy en día la cristiandad occidental mira hacia si misma en vez de hacia el mundo perdido, engorda en vez de crecer, acumula “grasa del pecado” en vez de “músculo de santidad”, predica la “súper-fe” en vez de la santidad, la contemporización con la filosofía de este mundo en vez de la Palabra de Dios, la “Teología del bienestar” en vez del sufrir por Cristo, a un dios pequeño en vez del Todopoderoso Dios, un dios a nuestro servicio en vez de un Dios al que debemos obediencia y sumisión, esclavo de nuestras “oraciones de fe” o “confesiones positivas”. Seguramente que a todos nos venga bien un poco de persecución para que podamos cumplir lo que dijo el apóstol “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos” (2ª Cor. 13:5). Oremos a Dios que “seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:36).
Piense Ud. estimado hermano o amigo que mientras Ud. lee estas líneas quizá sentado cómodamente en su casa, en algún lugar del primer mundo, en muchos países hay miles y miles de cristianos que sufren persecución, cárcel, torturas, violaciones de todo tipo y hasta la muerte por su fe en Jesucristo. Ahora mismo hay cristianos en la cárcel condenados a muerte, llenos de moratones y magulladuras de sus torturadores, desposeídos de sus familias, de sus trabajos, sus posesiones, etc. Saque sus conclusiones al respecto.
Concluimos pues, después de analizar de manera rápida estos pasajes de la Palabra de Dios, que se demuestra (a nuestro humilde entender -Solo Dios es Sabio-) en las Escrituras que:
Habrá un periodo previo a la Segunda Venida de Cristo y al Arrebatamiento llamado “Gran Tribulación” por la Escritura, donde se producirá la “Gran Apostasía” y donde se manifestará el “anticristo” “Entonces os entregarán a tribulación [...] Muchos tropezarán entonces [...] Y muchos falsos profetas se levantarán [...] porque habrá entonces GRAN TRIBULACIÓN, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados [...] Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aún a los escogidos. YA OS LO HE DICHO ANTES [...]” (Mateo 24: 9-26)
Durante la Gran tribulación la Iglesia seguirá en tierra, puesto que aún no habrá tenido lugar el arrebatamiento “Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con Él [...] no vendrá sin que ANTES venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone a todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2ª Tesalonicenses 2:1-4)
Este tiempo será acortado por causa de “Los escogidos”, en este tiempo el Evangelio habrá llegado a todos los grupos humanos de la tierra “Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin [...] Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados”
TERCERA PARTE: LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO Y EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA:
Continuemos leyendo lo que nos dice la Escritura sobre los acontecimientos que sucederán a la Gran tribulación:
“E INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE LA TRIBULACIÓN DE AQUELLOS DÍAS, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. De la higuera aprended la parábola: cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas” (Mateo 24:29-33)
En efecto; como estamos queriendo demostrar por la Palabra de Dios; INMEDIATAMENTE después de todo lo dicho hasta ahora (lo que Jesús llama “la tribulación de aquellos días” y que no es otra que la Gran tribulación, como el mismo Jesús dijo: “cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”, sucederán los acontecimientos más grandiosos y terribles que han sucedido desde que el mismo Hijo de Dios se hizo hombre y moró como tal en medio nuestro: como nos enseñan en múltiples lugares las Escrituras, previamente al Día del Señor, “el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas” en otros lugares de las Escrituras nos dicen que además la luna se teñirá de sangre; quizás debido a fenómenos meteorológicos relacionados con la contaminación o los extraordinarios acontecimientos naturales de esos días, su resplandor, antes de desaparecer, nos recuerde al color de la sangre.
Así pues, “aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo”, esto, y lo que vamos a ver a continuación descarta la idea a nuestro juicio no Escritural de que habrá un arrebatamiento invisible de la Iglesia antes de la Segunda Venida de Jesús, que “como el relámpago que sale del Oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre”.
Personalmente pienso que debido a esta -a nuestro juicio- errónea enseñanza de un arrebatamiento de la Iglesia invisible y oculto al mundo, muchos creyentes caerán en la trampa de “... si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis”, ya que sobre el arrebatamiento se nos dice por boca del mismo Jesús: “verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro” esto es, su venida será visible “como el relámpago que sale del Oriente y se muestra hasta el occidente” a todas las naciones, que se lamentarán por ello, de no haberle seguido, ya que en ese momento el tiempo de la gracia habrá finalizado para dar paso al tiempo del Juicio. Jesús mismo “enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”, como nos dice Pablo en Tesalonicenses:
“... también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él. Por lo cual os decimos esto en Palabra del Señor: que nosotros que vivimos, los que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1ª Tesalonicenses 4: 14-17)
Por un lado, el Señor Jesús efectuará su Segunda Venida sobre la tierra. Se manifestará, y los muertos en Cristo se levantarán: esta es la esperanza de tantos creyentes en El que murieron confiando en la resurrección a lo largo de tantos siglos por lo cual dice la Escritura: “... también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él”; sonará una gran trompeta, que nos recuerda al cuerno o “Shofar” hebreo que sonaba para reunir a la congregación de Israel en diferentes ocasiones; este toque de trompeta será la señal: “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta” “Porque el Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo”, entonces, como decimos, los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar, y después los cristianos que estén sobre la tierra serán arrebatados: “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro” y “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
El cómo sucederá este arrebatamiento, nos lo explica de manera detallada el apóstol Pablo en su primera epístola a los Corintios: “He aquí os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados” (1ª Corintios 15: 51-52), vemos como se repite el orden cronológico: 1º sonará la trompeta “se tocará la trompeta”, 2º primeramente resucitarán los muertos en la fe de Cristo “y los muertos serán resucitados incorruptibles”, y tras ello (3º) la iglesia que habrá quedado sobre la tierra será arrebatada tras ser transformada en un cuerpo incorruptible “y nosotros seremos transformados”.
Pese a ser una enseñanza tan clara y explícita lo que las Santas Escrituras nos presentan; de manera complicada y poco entendible a mi juicio, se enseña en determinados círculos cristianos que el arrebatamiento se producirá antes de esta aparición gloriosa y visible de Cristo tras la Gran Tribulación.
El por qué se hace esto (que como dije al principio es una idea de muy reciente aparición, desde hace un siglo aproximadamente, y muy difundida hoy en día por y entre el movimiento Pentecostal), yo creo que es en muchos casos debido al poco o nulo conocimiento de la Biblia entre algunos cristianos, que han sido adoctrinados con libros escritos por hombres así como por maestros que en algunos puntos (a mi juicio) están equivocados (sinceros cristianos, pero hombres), y que después al leer estos textos tan claros, lo hacen condicionados y con las “gafas doctrinales” que les fueron puestas (por excelentes maestros de la Escrituras que a mi juicio en este punto capital se equivocan), con lo cual el ciclo se repite.
"Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo. Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él" (1ª Corintios 8:2-3)
Muy pocos creyentes leen diariamente la Biblia y la escrutan y estudian como se nos enseña en la doctrina de los apóstoles. Sucede así, que después, pese a tratar de demostrar como estamos haciendo aquí lo que creemos la verdad; estos hermanos, en su sinceridad y fidelidad a Cristo, confunden la verdad con una doctrina equivocada, y por celo, se niegan a escudriñar la Palabra con valentía y libres de prejuicios doctrinales.
Hay una anécdota bien conocida que sirve para ilustrar esto de lo que hablamos: En la Edad Media, por causa de las doctrinas de Aristóteles, desde muchos siglos atrás se enseñaba que si dejamos caer al mismo tiempo desde una altura un cuerpo de p.ej. 1 Kg. y otro exactamente igual de 10 Kg., el más pesado llegaría antes a tierra. Pues bien, Galileo Galilei, reunió en Pisa bajo la torre inclinada a los eruditos más sesudos de la época, y para demostrarles que lo que estaban enseñando era falso; subió a los más alto de la torre y dejó caer al mismo tiempo dos esferas iguales, una de un peso y otra de mucho más peso; ambas cayeron delante mismo de los eruditos y al mismo tiempo... sorprendentemente, para sorpresa del mismo Galileo, pese a la prueba, los eruditos ¡¡prefirieron seguir creyendo al "gran Aristóteles" en su error, que al "desconocido y arribista" Galileo!!! Desgraciadamente para la Verdad, así sucede hoy con muchos hermanos, que prefieren seguir creyendo lo que les enseñaron en su denominación cuando se convirtieron, que lo que la Biblia demuestra y enseña con claridad que creemos meridiana.
Otra de las razones fundamentales, a mi parecer, es la confusión que existe en estos hermanos, entre lo que la Biblia enseña y dice que es “La Gran Tribulación” y los Juicios de Dios sobre el mundo de los impíos que hayan quedado sobre la tierra tras el arrebatamiento y que serán previos al Reinado Milenial de Cristo sobre la tierra (en lo cual creemos firme y literalmente, conforme a la Escritura).
Por un lado, como acabamos de ver, habrá un tiempo de persecución a los cristianos fieles a Jesucristo, donde incluso algunos serán llevados a la muerte, en este tiempo se levantará el Anticristo, agente del diablo sobre la tierra. Afortunadamente será un tiempo relativamente corto en el tiempo (no es el propósito de este estudio entrar en profundidades exegéticas sobre fechas, tiempos y otros detalles que desviarían la atención del hilo principal del mismo). Por otro lado, se confunde el hecho enseñado por la Escritura de que habrá diferentes premios en el Reino de los Cielos, y “grandes” y “pequeños” en función de nuestro comportamiento en esta vida, con la, a mi juicio errónea enseñanza de algunos -muy difundida entre los carismáticos- que los creyentes “sosos” o no santificados lo suficiente, no serán arrebatados (idea muy difundida como digo en círculos Pentecostales).
La Gran Tribulación finalizará con la aparición visible de Cristo en las nubes, el cual resucitará a los muertos y arrebatará a los suyos “en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
Habiendo quedado (creemos) demostrado por las Escrituras que la Palabra de Dios NO enseña que haya una venida secreta del Señor para arrebatar en un “Rapto” oculto a Su iglesia previo a la Gran Tribulación (lo que daría lugar a tres venidas del Señor, la Biblia solo habla de dos), y que la Iglesia ciertamente SI pasará por la época de la Gran Tribulación, lo único que me queda es recordar las Palabras del Maestro:
“Por tanto, también vosotros estad preparados”
Por último expresar que no he querido herir la "sensibilidad religiosa" de nadie con este estudio.
Me considero un "cristiano de base", no un "Maestro de la Escritura".
Lo único que he querido es advertir a la cristiandad sobre estas doctrinas falsas infiltradas recientemente en el seno de la iglesia y expresar, para decirlo de manera suave, otro "punto de vista" (que realmente creo que es lo que la Biblia enseña) sobre un asunto de importancia, y si en este empeño he sido o parecido orgulloso o he denigrado a otros que piensan diferente, no era esta ni mi intención ni mi deseo.
“Ya os lo he dicho antes”
(Advertencia de Jesús a su Iglesia)
Solo Dios es Sabio.
Dios te bendiga,
J. P. V.
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Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad