Re: ¿POR QUE NO PODEMOS UNIRNOS COMO CRISTIANOS?
Yo creo que lo que nos separa a todos los cristianos son las denominaciones religiosas creadas por los hombres, en vez de unirnos nuestra fé en Cristo, en que es el Hijo de Dios, no importa que no creamos exactamente lo mismo en todas las doctrinas, por que nadie es dueño de la verdad, pero creo, que la union principal de nuestra fe cristiana, aparte del Amor al prójimo, deberia ser simplemente el creer que Jesus es el Hijo de Dios y nuestro Señor Salvador, y no dejarnos dividir por las religiones, que solo nos dividen, se creen dueñas de la verdad, se creen las unicas portadores del E.S. de Dios, y muchas solo lucran con nuestro dinero.
Ustedes que opinan.
Cómo estás!.
Quizás a lo mejor lo que mejor une y a lo mejor nos falta es acercarnos más es a ese mensaje positivo del Maestro, ese mensaje poderoso, transformador y lleno de vida, esa BUENA NUEVA de la paternidad de Dios, esa filiación con Dios, con el Padre Celestial mismo por medio de la fe, y al saber que somos hijos de Dios, por la fe podemos diariamente realizar y experimentar esta verdad ennoblecedora. Y desde lueg, el amor real, el respeto, y el servicio a nuestro prójimo, a nuestros semejantes, a la humanidad misma.
¿Qué nos puede unir más?... El servicio. El Maestro mismo nos lo mostró con su vida misma, el servicio amante y desinteresado. ¿Acaso no fue el Maestro mismo que nos enseñó aún aquella hermosa parábola del samaritano, que al pasar y ver a su prójimo mal herido y necesitado se ofreció a ayudarlo a cualquier costo?... ¿Acaso eso no es servicio real y desinteresado?. El servicio al prójimo, a todos, aún a la humanidad misma, es la que al final podrá unir, como hijos de Dios renacidos, conocedores de ese amor inmensurable. El servicio es la clave, es la senda es la solución,.
Y lo hermoso de esta parábola es que el mismo samaritano, en la historia jamás dijo... ¡hey soy samaritano y te vengo a ayudar!... O, hey soy de determinada religión, o hey soy cristiano, o hey soy bautista, te vengo a ayudar... simple y sencillamente va y lo ayuda.... ¡Simplemente le nació en el corazón el ardiente deseo de ayudar a nuestro prójimo!.
A lo mejor cuando nos despojemos de una buena vez por todas de las étiquedas divisionales, y veamos el mensaje tan simple pero transformador del Maestro de Nazareth, de las Buenas Nuevas, el Amor a Dios y el amor lo unos a los otros, ese amor que produce servicio real, desinteresado y sincero, quizás sóló así podamos aún más ver esa unión. Y es que la religión del espíritu requiere tan sólo unidad del espíritu, servicio amante y desinteresado, y desde luego es ahí donde podemos fielmente rendir los frutos del espíritu.
Todo lo demás fuera de las Buenas Nuevas, de este evangelio tan revitalizador que nos enseñó el Maestro, son sólo interpretaciones, creencias y doctrinas. Y eso es precisamente lo que lo que muchas buenas personas languidesen y se confunden en ese lago de divisiones, de "batallas doctrinales unos contra los otros", a tal punto del irrespeto aún de recriminaciones personales. ¿En donde queda pués el amor real al prójimo?, ¿acaso no incluye respeto mutuo?.
Acaso nunca has escuchado la historia de la mujer que afanosamente estaba buscando algo alrededor de un farol. Entonces un transeúnte pasó junto a ella y se detuvo a contemplarla. No pudo por menos que preguntar:
-Buena mujer, ¿qué se te ha perdido?, ¿qué buscas con tanto afán?
Sin poder dejar de llorar y sollozar, la mujer, con la voz entrecortada por los sollozos, pudo responder a duras penas:
-Busco una aguja que he perdido en mi casa, pero como allí no hay luz, he venido a buscarla junto a este farol.
Y es que muchas veces queremos encontrar afuera de nosotros, las respuestas, cuando la solución está siempre dentro de nosotros. Ese reino de Dios y su justicia. Esa fuerza espiritual que nos une como sus hijos y que produce ese servicio real y desinteresado para con nuestro prójimo. Quizás es tiempo ya de dejar de hacer esa búsqueda sin sentido, como lo hacía está mujer, y ver la realidad de las cosas tal y como son. Y es el servicio a nuestro prójimo lo que al final nos pueda unir, muy por encima de toda creencia e interpretaciones. Al final, la relación con nuestro buen Padre celestial, con Ab-bá conducirá a un servicio social aún mayor, y como decía el Maestro "En esto conocerán todos que son mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros".
Que estés muy bien!.