Soy católico y me siento en el lugar correcto es todo lo que se y no tengo dudas de eso. No crecí en un hogar religioso por decirlo de alguna manera, fui bautizado en la Iglesia Católica pero mi familia no es religiosa, llegué a la mayoría de edad sin haber comulgado porque nunca me enviaron a la catequesis infantil.. era una persona completamente desorientada y no estoy culpando a mis padres de ello, pero es así, ya en una edad adulta me interese por la religión y comencé una búsqueda hasta que llegué a mi casa porque así siento mi Iglesia Católica.
Nunca había confesado mis pecados clara y honestamente a nadie hasta que me confesé con un sacerdote.. la culpa del pecado en mi caso es como una obsesión mental, una imagen fija en la mente que aunque no quieras pensar en ello ahí esta y no se va, cuando me confesé esa obsesión desapareció, esa imagen se esfumo, se perfectamente lo que he hecho en mi vida, los pecados que cometo, pero esos pecados que confesé ya no puedo recordarlos, quiero decir que lo que otrora era algo que no podía sacar de mi cabeza, que no podía dejar de pensar en ello aunque quisiera, ahora ya no puedo recordarlo aunque quiera pensar en ello, yo veo mi mente como una especie de archivo y esos pecados son como un cajón atorado que intentas abrir pero no puedes, sabes lo que hay dentro pero ya no puedes mirarlo.
En mi búsqueda personal, antes de acercarme a la Iglesia Católica, leí la Biblia, casi toda, y hay unos versículos que cuando experimenté esto que comento anteriormente los recordé:
¿Qué dios es como tú, que perdonas la falta y pasas por alto la rebeldía del resto de tu herencia? El no mantiene su ira para siempre, porque ama la fidelidad.
El volverá a compadecerse de nosotros y pisoteará nuestras faltas. Tú arrojarás en lo más profundo del mar todos nuestros pecados.
Nunca había confesado mis pecados clara y honestamente a nadie hasta que me confesé con un sacerdote.. la culpa del pecado en mi caso es como una obsesión mental, una imagen fija en la mente que aunque no quieras pensar en ello ahí esta y no se va, cuando me confesé esa obsesión desapareció, esa imagen se esfumo, se perfectamente lo que he hecho en mi vida, los pecados que cometo, pero esos pecados que confesé ya no puedo recordarlos, quiero decir que lo que otrora era algo que no podía sacar de mi cabeza, que no podía dejar de pensar en ello aunque quisiera, ahora ya no puedo recordarlo aunque quiera pensar en ello, yo veo mi mente como una especie de archivo y esos pecados son como un cajón atorado que intentas abrir pero no puedes, sabes lo que hay dentro pero ya no puedes mirarlo.
En mi búsqueda personal, antes de acercarme a la Iglesia Católica, leí la Biblia, casi toda, y hay unos versículos que cuando experimenté esto que comento anteriormente los recordé:
¿Qué dios es como tú, que perdonas la falta y pasas por alto la rebeldía del resto de tu herencia? El no mantiene su ira para siempre, porque ama la fidelidad.
El volverá a compadecerse de nosotros y pisoteará nuestras faltas. Tú arrojarás en lo más profundo del mar todos nuestros pecados.