El problema es que tu "Historia" es de discutida y dudosa autoría y, para colmo, con mensajes criminales (no he venido a abolir la Ley... -la misma que ordenaba matar y exterminar-) mezclada con mensajes más o menos plagiados de otras religiones).
Hasta cierto punto expresas muchas cosas que los cristianos (ahí en lo profundo donde nadie mira) también se plantea, si no en los mismos términos, sí en otros avatares de la vida. Y los dilemas de "bien y mal" que sacas a colación en tu vómito de amargura, todo hombre tarde o temprano también tiene que enfrentarse a ellos.
Esta es precisamente la aventura de la Gran Búsqueda. Saber que Dios existe y que es bueno, y que quiere tu bien... aunque puntualmente extermine pueblos enteros. ¿Cómo es posible que un "Dios bueno" mate (o permita que se mate)?
Quizás, si tomaras por un instante el punto de vista divino, ni la muerte ni un exterminio es cosa tan dramática.
Desde el punto de vista divino, no existe la muerte (como tal), sólo la pérdida temporal de un cuerpo corrupto que enferma y expira.
Desde el punto de vista divino, no sujeto al tiempo ni la corrupción, la muerte no tiene ningún atisbo de dramatismo.
Así que cuando Dios elimina 250.000 almas en un instante (por poner un ejemplo reciente con el tusnami de Indonesia), o los casi 6 millones de judíos (recientemente a manos del nazismo...) quizás en lo divino (que es lo real) no haya tanto drama. El drama lo hacen los hombres que se aferran a lo terrenal, es decir, a 80 años en un valle de lágrimas.
Otra cosa es que a nosotros no nos guste el tema del valle de lágrimas y hubiéramos preferido vivir en un Paraíso Perfecto.
Pero la historia que Dios nos cuenta es esa precisamente... que, por diversas razones que aquí no podemos detallar, perdimos el Paraíso.
Lo tuvimos... y lo perdimos.
Pero aún en ello, había un Plan Divino.
Amor,
Ibero