Por fin reconoces que la iglesia se corrompió, quizás porque la persecución de Diocleciano fue la más sangrienta y las cuentas que se echaban los cristianos que se corrompieron fueron que más valía seguir viviendo con condiciones que muertos.
Juliano (331 - 363), apodado por los cristianos, «Juliano el Apóstata», fue filósofo y emperador romano desde el 361 hasta el 363, o sea, 2 años. Rechazó al cristianismo e intentó la restauración del culto romano tradicional basándose en el helenismo neoplatónico.
«Juliano cultivó la convicción de que se debía a la protección de los dioses, sobre todo la de Júpiter y la de Mitra, ya que sus notables éxitos militares, la eficacia de su gobierno y su popularidad se la debía a dichos dioses».
«Para Juliano, el error fundamental de los constantinianos era haber roto la paz de los dioses dañando el culto de las divinidades grecorromanas que habían protegido Roma desde su fundación... En menos de dos años, Juliano utilizó casi la totalidad de los instrumentos de política religiosa que a Constantino le había costado una década elaborar en favor de los cristianos.
El joven Juliano se sintió atraído no tanto por el ascetismo y la teología cristiana sino por la filosofía neoplatónica, la teúrgica, el mito y los cultos mistéricos que le alejaron cada vez más de una Iglesia cristiana controlada por los obispos y sumida en disputas dogmáticas provocadas por el arrianismo»
«Resultaba difícil en esta época distinguir la ética platónica de la cristiana pues para ambas el fin esencial era la «asimilación de Dios» y ambas se preocupaban de la salvación individual del alma más que de mejorar el mundo».
Los cortesanos seguidores de Cristo se habían cebado con la literatura griega solo para parecer civilizados».
