Re: ¿Por qué damos autoridad al que habla desde un estrado?
Dime: ¿Como vas a poder asegurarte de su capacidad antes, si en muchos de los casos viene un conferenciante nuevo al que no conocemos?
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Ese es el "problema" que (en España, por lo menos) cuando llega a predicar ( o dar una conferencia) una persona enviada por la Unión,
automáticamente entendemos que lo que nos dice desde el estrado es correcto. (Viene de la "Union". Trae ese aval. Pensamos).
..Y en algunas ocasiones yo, como espectador, he podido comprobar que dice cosas sin fundamentos. Otras veces lo que dice es tan elemental y simple que no mereció la pena que ese conferenciante nos visitara ).
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Pero, eso sí, la mayoría del auditorio "se traga" lo que le dicen como "si fuera Palabra de Dios".
Es tal la AUTORIDAD que le damos al orador que nuestra capacidad de razonar queda inutilizada.
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Del psicólogo al que me refiero en este foro, te diré. Que hace años un matrimonio adventista nos invito a una reunión de fin de semana en otra localidad, para oír sus conferencias. Este matrimonio nos hablaba con muchos entusiasmo de lo que el orador había dicho en otras iglesias y de las ideas tan brillantes que tenía.
..Los cursos que daba estaban enmarcados dentro del Departamento de Familias.
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Cuando le oímos, mi esposa y yo, nos quedamos sorprendidos: Nada de lo que dijo nos pareció tan "brillante" . Decía cada simpleza que levantaban sonrisas.
..Nosotros lo atribuimos a que en nuestras respectivas carreras tuvimos que estudiar dos materias de Psicología (General y Evolutiva).
A lo que tenemos que añadir nuestra larga experiencia como padres y profesores.
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Sin embargo otro de los presentes que era médico y otro que era psicólogo no hacían más que alabarlo....?????
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De ahí que te digo que
una mayoría de personas acepta como válido lo que un conferenciante dice en tanto en cuanto lo han "presentado" como autorizado y no por lo que realmente está afirmando, diciendo.
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También he traído este caso para que vean como la "estructura Iglesia" se blinda ante cualquier suceso y sacrificando incluso al individuo en aras de "LA IGLESIA" .
No importa tanto el miembro de Iglesia como la Iglesia en sí. ("No pueden permitir que ese organismo sufra descrédito")