Adán no cayo por tentación sino por causa de su esposa. En el caso de Eva, si nunca su hubiese aparecido el Tentador, Eva no habría caído. Y si, Adán desobedeció a sabiendas, pero no por causa del Tentador ni por falta de agradecimiento a Dios. En resumen, la desobediencia dé Adán aunque constituye una trasgresión no fue por causa de rebeldía, sublevación, insurgencia, anarquía o maldad alguna... fue por causa de su esposa Eva.Adán cayó por voluntad propia. Y Eva, porque fue engañada, y ello... lee la carta de Santiago, que bien expone por qué podemos ser tentados, y qué nos lleva a sucumbir ante la tentación. No olvidemos que no será hasta el nacimiento de Set, que el nombre de Dios sea invocado.
SEGUNDA PARTE.-
Ayer estuvimos viendo que lo que causó la caída de Adán y Eva, no lo fue el comer del fruto del árbol del bien y del mal, sino que terminaron cayendo por no amar a Dios ni estarle agradecido. Vimos que el comer del fruto prohibido no fue la causa de su caída, sino la consecuencia final de no amar a Dios por sobre todas las cosas. No, no somos pecadores porque pecamos, sino que pecamos porque somos pecadores. El pecar es la manifestación del pecado, su fruto.
Hoy, si me acompañas a leer de nuevo el libro de Génesis, vamos a ver que no fue el comer del fruto prohibido la única falta de obediencia que Adán y Eva llevaron a cabo, sino que antes de incumplir el mandato, ambos, no andaban obrando como Dios el Señor les había indicado que debían hacerlo. No, no sabemos el tiempo que transcurrió desde que fueron formados por Dios, hasta el momento de la caída. Pero si sabemos que la caída fue la consecuencia final de no andar desde el principio conforme a las directrices que Dios les indicó. Directrices que, al incumplirlas, no les fue imputado como pecado, por tanto que mientras no hay ley, mientras no hay mandamiento, el pecado no es imputable (cf. Rom 5:13). Vamos a escudriñarlo, como siempre; no sin antes pedir a Dios Padre, en el nombre de Jesucristo, que el Espíritu Santo sea quien nos dé la debida luz y entendimiento.
2) No seguir las directrices de Dios: preámbulo de la caída.
Gén 1:28 y les dio su bendición: “Tengan muchos, muchos hijos; llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las aves, y a todos los animales que se arrastran.”
Dios les dio su bendición. ¿Cuál fue la bendición? Que por medio de Adán y Eva, el mundo fuera lleno de descendientes de ellos, de hijos de Dios. ¿Cómo? Teniendo muchos, muchos hijos; llenando el mundo de ellos y gobernándolo. ¿Lo hicieron? No. Antes de la caída no lo hicieron. No atendieron la directriz que Dios les dio, no hicieron efectiva la bendición, no la pusieron por obra y se dedicaron a otra cosa. ¿A qué se dedicaron pues? No lo sé, la Biblia no lo dice. Pero si sabemos que en el momento de la caída, Adán no estaba donde debía estar, al lado de Eva, ni la instruyó debidamente respecto a cuál era el mandamiento que Dios le había dado. No andaban juntos, no al menos momentos antes de la caída; ambos andaban solos, separados el uno del otro. E igualmente sabemos que Eva, antes de conversar y ser tentada por la serpiente, por Satanás, ya andaba confundida. Sí, en Eva ya se estaba dando un error, un engaño. Sigue acompañándome y lo vemos:
Gén 3:2-3 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos; mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis.
¿Qué le dice Eva a la serpiente cuando esta le interroga? Atentos al detalle: del fruto del árbol no comeréis de él, NI LE TOCARÉIS. ¿Ni le tocaréis? ¿Cuándo dijo Dios que no lo tocasen? Eva añadió a la palabra de Dios, a su mandato, lo que Dios nunca dijo, y lo agravó diciendo que era Dios quien lo dijo, puso en boca de Dios palabras que nunca dijo. Leamos y recordemos que le dijo Dios el Señor a Adán:
Gén 2:15-17 Cuando Dios el Señor puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara, le dio esta orden: “Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín, menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás.”
No lo dijo Dios, ¿verdad? No, Dios el Señor le dijo a Adán que no comiese del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que comiese, moriría. Que no comiese, no que no lo tocase.
Entonces pues, ¿por qué Eva cambió el mandato, por qué le añadió lo que Dios no dijo? La causa de este error en Eva no puede ser otra que una negligencia por parte de Adán, quien no instruyó a Eva en la Palabra de Dios como era debido, conforme el mandato le había sido dado. Recordemos que cuando Dios le dio el mandato a Adán, Eva aun no había sido formada. Por tanto, el único que podía instruir a Eva debida o indebidamente lo era Adán. Pero no, Adán no lo hizo como era debido, no cumplió con el que era uno de sus deberes: dar a conocer y transmitir la Palabra de Dios, su mandato, a tal cual Dios mismo se lo había dado. Adán no guardó Su Palabra. Adán, y como vimos ayer, no amaba a Dios el Señor por sobre todas las cosas (cf. Jn 14:21; 23). Hechos estos que me lleva a suponer —esto a título personal aunque plausible— que Adán y Eva no se llevaban del todo bien, que la comunicación entre ellos no era del todo correcta, que su relación no era tan perfecta como a simple vista parecería serlo. Y más, si tenemos cuenta que en Eva existía una clara insatisfacción, ya había en ella claros malos deseos.
Sigue acompañándome y vamos a escudriñarlo juntos. Pero ahora vayamos por un momento a leer la carta de Santiago que tenemos en el Nuevo Testamento, que es la que nos ayudará a bien entenderlo:
Stg 1:14-15 Al contrario, uno es tentado por sus propios malos deseos, que lo atraen y lo seducen. De estos malos deseos nace el pecado; y del pecado, cuando llega a su completo desarrollo, nace la muerte.
Está claro por qué Satanás pudo tentar a Eva, por qué pudo lograr que cayese y pecase, ¿verdad? Porque en ella ya estaba presente cierto grado de insatisfacción, ya habían en ella malos deseos que la seducían. Por ello es que pudo engañarla la serpiente e inducirla a su caída.
Y hasta aquí hoy. Nuevamente te corresponde a ti el acudir a tu Biblia, leerlo todo de nuevo, comprobar que no soy yo quien te lo está diciendo, sino que en ella está escrito y, siguiendo la guía e instrucción del Espíritu Santo, seas tú quien continué llevando a cabo el debido estudio. ¿Por qué? Porque quizás, y como te dije ayer, el Señor te está queriendo llevar a conocer una verdad de la cual nadie hasta hoy te había hablado. Porque quizás, el Señor te está llamando a que le ames como en verdad desea ser amado.
La gracia y paz de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo, sea contigo.
En Cristo Jesús, Raül Gil - Lectio
Adán no cayo por tentación sino por causa de su esposa. En el caso de Eva, si nunca su hubiese aparecido el Tentador, Eva no habría caído. Y si, Adán desobedeció a sabiendas, pero no por causa del Tentador ni por falta de agradecimiento a Dios. En resumen, la desobediencia dé Adán aunque constituye una trasgresión no fue por causa de rebeldía, sublevación, insurgencia, anarquía o maldad alguna... fue por causa de su esposa Eva.
Claro, amó más lo suyo propio.
Sí. De Eva había declarado "Esto sí es carne de mi carne y hueso de mis huesos". Y prefirió esa carne y esos huesos a cumplir con la voluntad de Dios.
Aprovecho, querido Raül, para compartirte la visión de mi fe, la Fe Baha'i sobre el relato de la caída de Adán y Eva. Lo comento solo para enriquecer el debate con otra perspectiva, que puede ser de interés. No pretendo que nadie la crea. Tómalo por favor como un agregado cultural.
En la Escrituras Baha'i se nos dice que este pasaje es simbólico, que tiene muchos significados, y solo se nos revela uno de ellos como ejemplo, exhortándonos a que nosotros mismos indaguemos los otros.
El significado revelado es el siguiente:
Adán es el espíritu del hombre. Eva su alma racional. El árbol del conocimiento del bien y del mal es esta vida terrena. La serpiente son nuestros apegos a las cosas del mundo. El árbol de la vida es Cristo.
Cuando dejamos que nuestra alma racional ("Eva")se deje seducir por nuestros apegos (la "serpiente"), y luego decidimos desde nuestro espíritu ("Adán") que le haremos caso, ignorando la voz de Dios, cometemos pecado (comemos del "fruto").
Todos los seres humanos pasamos por este mismo proceso del jardín del Edén, cuando nos convertimos de niños a hombres y mujeres adultos.
Por eso todos somos igualmente pecadores, y todos necesitamos redención.
No es que un personaje histórico nos haya "heredado" en sus genes el pecado original. Es que lo que le pasó a "Adán" y a "Eva" nos pasa a todos.
Hasta aquí la interpretación de los Escritos Bahaí.
Lo que sigue es la tarea que cada baha'i debe continuar en la interpretación. Yo, Alissa, lo interpreto así:
Una vez que el ser humano peca, Dios no deja que estire la mano para alcanzar a Cristo (el árbol de vida) así como así.
Porque para recibir su gracia necesita darse cuenta de las consecuencias de su pecado. Es decir, necesita pasar por dolor (como de quien pare hijos), la frustración de ver el fracaso de nuestros propios esfuerzos (como de quien no obtiene de la tierra más que abrojos y espinas), contemplar la certeza de su muerte (que la separación de todo lo que valora, incluyendo su cuerpo físico) y entonces clamar con humildad y fe en busca de la gracia divina.
Entonces, si estuvieras en los zapatos de Adán, serias indolente, la abandonarías a Eva a su suerte sin pena ni gloria.Claro, amó más lo suyo propio.
No, todo lo contrario.Y prefirió esa carne y esos huesos a cumplir con la voluntad de Dios.
Entonces, si estuvieras en los zapatos de Adán, serias indolente, la abandonarías a Eva a su suerte sin pena ni gloria.
Una esposa ingenua, tonta que se dejo estafar, digo engañar... que Adán ojala hubiese considerado a su esposa algo descartable como cual camisa vieja, que Dios le daría otra esposa a Adán.
No es así. La Misericordia no puede robar a la Justicia. Aunque, hipotéticamente Adán hubieses pedido clemencia a Dios por su esposa caída, no se puede. La paga por la desobediencia es la muerte. Si Eva fuese perdonada, la misma ley o Mandato que Dios declaro se estaría robando a la Justicia. ¿Por qué crees que se requiere un Mediador para el meridiano de los tiempos que vendría?Adán incumplió el primer y más importante mandamiento. Dios aún no lo había dado, lo hará por medio de Moisés, pero Adán ya le mostró a Dios que no lo amaba con todo su corazón, con toda su mente, con toda su alma, y con todas sus fuerzas. Adán cayó por preferir lo suyo propio, antes que a Dios. Si Adán no hubiese pecado, y hubiese acudido a Dios pidiendo misericordia y perdón para con Eva, Dios la hubiese perdonado. Esto hay que tenerlo muy claro.
¿Pero por qué piensas en un dilema tan dramático?Entonces, si estuvieras en los zapatos de Adán, serias indolente, la abandonarías a Eva a su suerte sin pena ni gloria.
Una esposa ingenua, tonta que se dejo estafar, digo engañar... que Adán ojala hubiese considerado a su esposa algo descartable como cual camisa vieja, que Dios le daría otra esposa a Adán.
No es así. La Misericordia no puede robar a la Justicia. Aunque, hipotéticamente Adán hubieses pedido clemencia a Dios por su esposa caída, no se puede. La paga por la desobediencia es la muerte. Si Eva fuese perdonada, la misma ley o Mandato que Dios declaro se estaría robando a la Justicia.
Si sabemos como entro el pecado al mundo... ello no esta discusión. Sino los motivos por el cual Adán desobedeció a sabiendas. Tampoco se esta tratando de disculpar o minimizar su culpa. Digamos que, aunque pareciese que Adán a preferido a su esposa antes que ser leal a al mandato de Dios no es así. Demos por hecho que Adán era obediente... pero al mismo tiempo también amaba a su esposa que esta caída en desgracia y que serian separados. ¿Qué gran disyuntiva habrá tenido en su mente?Ya, pero recuerde que quien pecó primero lo fue Eva, pero no fue por ella que entró el pecado en el mundo. Lo cual deja en claro que el pecado de Eva, que fue engañada, para Dios no fue una ofensa. No será hasta que Adán peque, que el pecado entre en el mundo. Si Adán no hubiese pecado, Eva habría sido librada de la culpa, por intercesión de Adán, que era cabeza de la mujer.
Recuerda que Eva no cometió ninguna cosa adrede ni cosa premeditada. Además, hay que añadir que todo lo que mencionas es un precedente.... cosa que Eva desconocía. Y si, hay que estar dispuesto a dejar todo aquello que nos aparte de Dios. Salvo que Eva no esta en esa tipificación. Eva fue una mujer muy honorable.¿Pero por qué piensas en un dilema tan dramático?
Supongo que tienes o has tenido novia o esposa, o una hija o madre. Y no estás obligado a pecar porque ella peque. Ni ella está obligada a pecar porque tú peques. Todos deben poner a Dios en primer lugar.
De hecho, si tu cónyuge te estuviera seduciendo continuamente al mal, y sin disposición para arrepentirse y cambiar su vida, sería tu deber dejarla.
Debemos estar dispuestos a dejar todo aquello que nos aparta de Dios.
Si sabemos como entro el pecado al mundo... ello no esta discusión. Sino los motivos por el cual Adán desobedeció a sabiendas. Tampoco se esta tratando de disculpar o minimizar su culpa. Digamos que, aunque pareciese que Adán a preferido a su esposa antes que ser leal a al mandato de Dios no es así. Demos por hecho que Adán era obediente... pero al mismo tiempo también amaba a su esposa que esta caída en desgracia y que serian separados. ¿Qué gran disyuntiva habrá tenido en su mente?
Un ejemplo practico seria una situación casi parecida con respeto a la ley. Van en el camino un padre y su hijo de apenas tres o cuatro años... pasan cerca de una propiedad donde reza un letrero: "Prohibido traspasar la propiedad so pena de castigo de muerte". El padre tiene el conocimiento de ello y respeta la ley... mas su hijo no lo entiende. Y en un momento dado, su pequeño hijo algo le llama la atención e ingresa a la propiedad y empieza a jugar con lo que encuentra. ¿Qué crees que hará el padre respetuoso de la ley? ¿Abandonara a su hijo porque no puede trasgredir la ley de la propiedad privada, porque es respetuoso? O ¿Aunque sigue siendo respetuoso de la ley, pero que de todos modos la trasgredirá por ir al lado de su hijo para sacarlo? ¿Lo hizo por causa de rebeldía, malicia o anarquía o por causa de su hijo pequeño?
Queridos ezpiritu y @Raül_GilRecuerda que Eva no cometió ninguna cosa adrede ni cosa premeditada. Además, hay que añadir que todo lo que mencionas es un precedente.... cosa que Eva desconocía. Y si, hay que estar dispuesto a dejar todo aquello que nos aparte de Dios. Salvo que Eva no esta en esa tipificación. Eva fue una mujer muy honorable.
Queridos ezpiritu y @Raül_Gil
Las Escrituras dicen que Eva, al ser engañada, cometió transgresión.
... y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 1 Tim 2:14
Aquí en otra traducción (DHH):
y Adán no fue el engañado, sino la mujer; y al ser engañada, cayó en pecado.
Eva pecó, tanto así que Dios también se dirige a ella en el relato y le describe las consecuencias de su pecado.
En el relato peca tanto Eva como Adán. Por mecanismos distintos, con grados de conciencia y culpabilidad distintos, pero finalmente pecaron ambos y requerían redención ambos.
Como mencioné en mi post, uno se permite ser engañado cuando no valora las instrucciones que nos da Dios para protegernos.
Si como hombre casado permito a una bella mujer meterse desnuda en mi cama, y permito que me hable al oído diciéndome que el placer no es malo cuando es consensuado, no puedo luego argumentar de que forniqué porque la mujer me sedujo. Forniqué porque desprecié las instrucciones que me da Jesús para evitar las situaciones de peligro, como lo es "mirar a una mujer para desearla" o "si tu ojo te es ocasión para pecar, arráncatelo".
Cuando la Biblia afirma que por Adán entró el pecado en el mundo, está hablando del varón como cabeza del hogar, y además, está usando la figura arquetípica de Adán para hablar de Jesús, que es un varón también.
Usted también a mí, amigo.Me es de bendición leerle, mi estimado.
Eva pecó, tanto así que Dios también se dirige a ella en el relato y le describe las consecuencias de su pecado.