¿Por qué cayeron Adán y Eva? (Primera y segunda parte)

Raül Joaquim

Jeremías 1:4-12
1 Junio 2022
1.959
428
PRIMER PARTE.-

Si has leído el libro de Génesis como es debido, sin prisas y prestando atención a los detalles, te habrás dado cuenta que ni Adán ni Eva, nunca, muestran su agradecimiento a Dios de modo alguno antes de la caída. ¡Nunca! Ni vemos alabanzas, ni acción de gracias, ni ofrendas, nada. Además, también habrás visto que no se dedicaron a hacer lo que Dios les dijo que hiciesen, sino que anduvieron más bien por su propia cuenta y según su propios criterios. Acompáñame a leer Génesis, no sin antes pedirle a Dios Padre, en el nombre de Jesucristo, que el Espíritu Santo nos dé debida luz y entendimiento.

1) La insatisfacción de Adán: primer síntoma de su falta de amor a Dios:

Gén 2:18 Luego, Dios el Señor dijo: “No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer alguien que sea una ayuda adecuada para él.”

No es bueno que el hombre esté solo. ¿Qué es lo contrario de bueno? Malo. Dios vio que Adán estaba insatisfecho, que algo no bueno en él estaba teniendo lugar. Dios estaba viendo en Adán que, a pesar de haberle entregado todas las cosas, de haberle puesto por encima de todas las cosas, de haberle dado toda autoridad, aún así, Adán no estaba siéndole agradecido, ni le estaba amando. Dios ve que ello no es bueno. ¿Y qué hace Dios? Hacerle alguien que sea una ayuda adecuada para Adán. Y formó de una costilla de Adán, del propio ser de Adán, a Eva. Quién al verla exclamó:

Gén 2:23 el cual, al verla, dijo:“¡Esta sí que es de mi propia carne y de mis propios huesos! Se va a llamar ‘mujer’, porque Dios la sacó del hombre.”

¿Ves tú agradecimiento a Dios por parte de Adán de modo alguno? No, todo lo contrario, Adán toma el primer lugar y viene a decir algo así como: “Ya era hora que sacases algo de mí, que fuese mío, y de mí mismo”. Adán muestra con toda claridad que nada de lo que Dios había creado y le había entregado con anterioridad, produjo en él ninguna satisfacción. Adán, en su más profundo interior, muestra un claro reproche a toda la Creación. Adán en momento alguno sintió agradecimiento por todo cuanto Dios por él hizo. No halló satisfacción hasta que no tuvo ante sí a alguien —o algo— que hubiese salido de él, que era carne de su carne y huesos de sus huesos. Una clara manifestación a todas luces del EGO de Adán. Adán le deja en claro a Dios que sí, que ahora si que tiene ante él algo que es totalmente suyo, que de él procede. No tiene para nada en cuenta que ha sido Dios mismo quien ha formado a la mujer, y que ha sido Él quien se la ha dado para su bien. Adán no ve cuanto le ama Dios. Adán se da culto a sí mismo, y a la criatura, antes que al Creador. Y aún va más allá. Sigue acompañándome y lo vemos:

Gén 3:12 El hombre contestó: —La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.

¿Te has dado cuenta? Ahora Adán, en un intento de excusar su culpa, si que pone en primer lugar a Dios. ¿Curioso, verdad? Ahora sí que reconoce que ha sido Dios quien se la ha dado. Y no, no lo hace en señal de agradecimiento, sino para ocultar su pecado. Adán trata de hallar una excusa que le libre de su culpa, trata de evitar ser hallado culpable. Algo así como: “si no me la hubieses dado por compañera, yo no habría pecado”.

¿Sabes ya por qué cayeron Adán y Eva? No, el comer del fruto prohibido no fue el pecado, no; el comer del fruto del árbol prohibido fue la consecuencia del pecado, su fruto. ¿Qué pecado? EL NO AMAR A DIOS POR SOBRE TODAS LAS COSAS. Y lo dejamos aquí de momento. Ahora te corresponde a ti tomar tu Biblia, escudriñarla, repasarlo todo y, según te vaya mostrando e instruyendo el Espíritu Santo, sigas adelante con el debido estudio. Quizás el Señor, hoy, te está queriendo mostrar una verdad de la cual nadie te había hablado. Quizás el Señor te esté llamando a que le ames como en verdad desea ser amado.

La gracia y paz de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo, sea contigo.

En Cristo Jesús, Raül Gil - Lectio Divina
 
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SEGUNDA PARTE.-

Ayer estuvimos viendo que lo que causó la caída de Adán y Eva, no lo fue el comer del fruto del árbol del bien y del mal, sino que terminaron cayendo por no amar a Dios ni estarle agradecido. Vimos que el comer del fruto prohibido no fue la causa de su caída, sino la consecuencia final de no amar a Dios por sobre todas las cosas. No, no somos pecadores porque pecamos, sino que pecamos porque somos pecadores. El pecar es la manifestación del pecado, su fruto.

Hoy, si me acompañas a leer de nuevo el libro de Génesis, vamos a ver que no fue el comer del fruto prohibido la única falta de obediencia que Adán y Eva llevaron a cabo, sino que antes de incumplir el mandato, ambos, no andaban obrando como Dios el Señor les había indicado que debían hacerlo. No, no sabemos el tiempo que transcurrió desde que fueron formados por Dios, hasta el momento de la caída. Pero si sabemos que la caída fue la consecuencia final de no andar desde el principio conforme a las directrices que Dios les indicó. Directrices que, al incumplirlas, no les fue imputado como pecado, por tanto que mientras no hay ley, mientras no hay mandamiento, el pecado no es imputable (cf. Rom 5:13). Vamos a escudriñarlo, como siempre; no sin antes pedir a Dios Padre, en el nombre de Jesucristo, que el Espíritu Santo sea quien nos dé la debida luz y entendimiento.

2) No seguir las directrices de Dios: preámbulo de la caída.

Gén 1:28 y les dio su bendición: “Tengan muchos, muchos hijos; llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las aves, y a todos los animales que se arrastran.”

Dios les dio su bendición. ¿Cuál fue la bendición? Que por medio de Adán y Eva, el mundo fuera lleno de descendientes de ellos, de hijos de Dios. ¿Cómo? Teniendo muchos, muchos hijos; llenando el mundo de ellos y gobernándolo. ¿Lo hicieron? No. Antes de la caída no lo hicieron. No atendieron la directriz que Dios les dio, no hicieron efectiva la bendición, no la pusieron por obra y se dedicaron a otra cosa. ¿A qué se dedicaron pues? No lo sé, la Biblia no lo dice. Pero si sabemos que en el momento de la caída, Adán no estaba donde debía estar, al lado de Eva, ni la instruyó debidamente respecto a cuál era el mandamiento que Dios le había dado. No andaban juntos, no al menos momentos antes de la caída; ambos andaban solos, separados el uno del otro. E igualmente sabemos que Eva, antes de conversar y ser tentada por la serpiente, por Satanás, ya andaba confundida. Sí, en Eva ya se estaba dando un error, un engaño. Sigue acompañándome y lo vemos:

Gén 3:2-3 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos; mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis.

¿Qué le dice Eva a la serpiente cuando esta le interroga? Atentos al detalle: del fruto del árbol no comeréis de él, NI LE TOCARÉIS. ¿Ni le tocaréis? ¿Cuándo dijo Dios que no lo tocasen? Eva añadió a la palabra de Dios, a su mandato, lo que Dios nunca dijo, y lo agravó diciendo que era Dios quien lo dijo, puso en boca de Dios palabras que nunca dijo. Leamos y recordemos que le dijo Dios el Señor a Adán:

Gén 2:15-17 Cuando Dios el Señor puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara, le dio esta orden: “Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín, menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás.”

No lo dijo Dios, ¿verdad? No, Dios el Señor le dijo a Adán que no comiese del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que comiese, moriría. Que no comiese, no que no lo tocase.

Entonces pues, ¿por qué Eva cambió el mandato, por qué le añadió lo que Dios no dijo? La causa de este error en Eva no puede ser otra que una negligencia por parte de Adán, quien no instruyó a Eva en la Palabra de Dios como era debido, conforme el mandato le había sido dado. Recordemos que cuando Dios le dio el mandato a Adán, Eva aun no había sido formada. Por tanto, el único que podía instruir a Eva debida o indebidamente lo era Adán. Pero no, Adán no lo hizo como era debido, no cumplió con el que era uno de sus deberes: dar a conocer y transmitir la Palabra de Dios, su mandato, a tal cual Dios mismo se lo había dado. Adán no guardó Su Palabra. Adán, y como vimos ayer, no amaba a Dios el Señor por sobre todas las cosas (cf. Jn 14:21; 23). Hechos estos que me lleva a suponer —esto a título personal aunque plausible— que Adán y Eva no se llevaban del todo bien, que la comunicación entre ellos no era del todo correcta, que su relación no era tan perfecta como a simple vista parecería serlo. Y más, si tenemos cuenta que en Eva existía una clara insatisfacción, ya había en ella claros malos deseos.

Sigue acompañándome y vamos a escudriñarlo juntos. Pero ahora vayamos por un momento a leer la carta de Santiago que tenemos en el Nuevo Testamento, que es la que nos ayudará a bien entenderlo:

Stg 1:14-15 Al contrario, uno es tentado por sus propios malos deseos, que lo atraen y lo seducen. De estos malos deseos nace el pecado; y del pecado, cuando llega a su completo desarrollo, nace la muerte.

Está claro por qué Satanás pudo tentar a Eva, por qué pudo lograr que cayese y pecase, ¿verdad? Porque en ella ya estaba presente cierto grado de insatisfacción, ya habían en ella malos deseos que la seducían. Por ello es que pudo engañarla la serpiente e inducirla a su caída.

Y hasta aquí hoy. Nuevamente te corresponde a ti el acudir a tu Biblia, leerlo todo de nuevo, comprobar que no soy yo quien te lo está diciendo, sino que en ella está escrito y, siguiendo la guía e instrucción del Espíritu Santo, seas tú quien continué llevando a cabo el debido estudio. ¿Por qué? Porque quizás, y como te dije ayer, el Señor te está queriendo llevar a conocer una verdad de la cual nadie hasta hoy te había hablado. Porque quizás, el Señor te está llamando a que le ames como en verdad desea ser amado.

La gracia y paz de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo, sea contigo.

En Cristo Jesús, Raül Gil - Lectio Divina
 
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No se lee que Adan y Eva sean agradecidos, pero tampoco se registra que se lea textualmente que sean unos desagradecidos.

Eva cayo porque causa del engaño del Tentador. Adán cayo por causa de Eva no por otras causas.
 
No se lee que Adan y Eva sean agradecidos, pero tampoco se registra que se lea textualmente que sean unos desagradecidos.

Aunque no se lea, está claramente implícito. Y sí, si que se lee, hablo de ello en la tercera parte del estudio, y que aún estoy eleborando. Como anticipo, puede leer, Gén_4:26; donde claramente nos dice que fue desde entonces que comezó a invocarse el nombre del Señor. Lo cual deja en claro que Adán y Eva nunca lo invocaron. El Señor le bendiga.
 
No se lee que Adan y Eva sean agradecidos, pero tampoco se registra que se lea textualmente que sean unos desagradecidos.

Eva cayo porque causa del engaño del Tentador. Adán cayo por causa de Eva no por otras causas.

Es más, el simple hecho de que terminaran pecando, incumplendo el mandato, ya es muestra clara de falta de agradecimiento. Si hubiesen estado agradecidos, no hubiesen sucumbido a la tentación. La causa por la cual Eva pecó, está expuesta en lo compartido, y según leemos en la epístola de Santiago. Y la causa por la cual sucumbió Adán, no es otra que su amor por lo suyo propio. Por ello nos dice la escritura que Adán no fue engañado, no, lo hizo por volutad propia y sabiendo que iba a incumplir el mandato.
 
El feminismo es el responsable de que Eva cayera. Si, el feminismo es un viejo enemigo del hombre y la familia.

Eva: "¿Por que Adan tiene que representarme y ser mi cabeza?" "¿Por que solo le hablas a él?" "Yo también puedo tomar decisiones por mi misma"

Eva quiso tomar la delantera a Adán: "Haré algo nuevo, forjaré un camino diferente, uno en el que yo decidí"

Y no contenta con su error, quiso arrastrar a su consorte a su estado condenatorio demostrando malicia y envidia.

Por eso el pecado de Eva es DOBLE asi como su castigo es DOBLE.

Un castigo ironizante para pagar su "independencia":

Génesis 3
16 A la mujer dijo:
En gran manera multiplicaré
tu dolor en el parto[b],
con dolor darás a luz los hijos;
y con todo,
tu deseo será para tu marido,
y él tendrá dominio sobre ti
.

Está claro que antes de la caida la mujer tenía la misma independencia y poder que el hombre pero ella por decreto divino debía respetarle y obedecerle.
 
Está claro que antes de la caida la mujer tenía la misma independencia y poder que el hombre pero ella por decreto divino debía respetarle y obedecerle.
Bueno, pues entonces poco hay que discutir, si reconoce que fue por decreto Divino, pues como para contradecir a Dios.
 
Aunque no se lea, está claramente implícito. Y sí, si que se lee, hablo de ello en la tercera parte del estudio, y que aún estoy eleborando. Como anticipo, puede leer, Gén_4:26; donde claramente nos dice que fue desde entonces que comezó a invocarse el nombre del Señor. Lo cual deja en claro que Adán y Eva nunca lo invocaron. El Señor le bendiga.
Debemos creer entonces que lo escrito en el Genesis es el único intercambio que hubo entre el hombre y dios? Toda la interacción entre dios y su creación se limito a dos (o tres) eventos? sabemos acaso cuantas horas o días o años pasaron desde la creación del hombre al momento en que fueron engranados? y en todo ese tiempo solo una o dos veces hablaron? en serio?
Lo que tal vez este "claramente implícito" es que solo se escribió los eventos que cambiaron el curso de las cosas
 
Debemos creer entonces que lo escrito en el Genesis es el único intercambio que hubo entre el hombre y dios? Toda la interacción entre dios y su creación se limito a dos (o tres) eventos? sabemos acaso cuantas horas o días o años pasaron desde la creación del hombre al momento en que fueron engranados? y en todo ese tiempo solo una o dos veces hablaron? en serio?
Lo que tal vez este "claramente implícito" es que solo se escribió los eventos que cambiaron el curso de las cosas

Pues sí, debemos de creer en lo que en Génesis está escrito, porque hemos de aprender a no ir más allá de lo que está escrito, como bien nos advierte el apóstol Pablo, y el apóstol Juan mismo. No podemos saber que sucedió más allá de lo que nos cuentan las escrituras, porque nos obligaría a entrar en el terreno de la especulación y los supuestos, y ahí ya sería conforme a la imaginación o intereses particulares de cada cual. Y como bien dice, nos han sido dejados por escrito aquellos hechos que, por una parte, cambiaron el curso de las cosas, y el por qué, y por otra, nos muestran como hemos de obrar nosotros mismos ante Dios, conforme a su Palabra nos va mostrando que debemos hacerlo, en la medida que el Espíritu Santo nos va llevando al conocimiento de toda la verdad, de Jesucristo mismo. El Señor nos dé debida luz y entendimiento.
 
Pues sí, debemos de creer en lo que en Génesis está escrito, porque hemos de aprender a no ir más allá de lo que está escrito, como bien nos advierte el apóstol Pablo, y el apóstol Juan mismo. No podemos saber que sucedió más allá de lo que nos cuentan las escrituras, porque nos obligaría a entrar en el terreno de la especulación y los supuestos, y ahí ya sería conforme a la imaginación o intereses particulares de cada cual. Y como bien dice, nos han sido dejados por escrito aquellos hechos que, por una parte, cambiaron el curso de las cosas, y el por qué, y por otra, nos muestran como hemos de obrar nosotros mismos ante Dios, conforme a su Palabra nos va mostrando que debemos hacerlo, en la medida que el Espíritu Santo nos va llevando al conocimiento de toda la verdad, de Jesucristo mismo. El Señor nos dé debida luz y entendimiento.
No estoy diciendo que no se deba de creer en lo escrito en genesis. Lo que estoy cuestionando es que toda tu interpretación y especulación está basada en los gaps o agujeros que hay en la narrativa del genesis. Es obvio que quien escribió el escrito que ahora conocemos como genesis no iba a poder escribir todo lo sucedido así que quizà solo se centró en lo que él considero era lo más importante.
 
No estoy diciendo que no se deba de creer en lo escrito en genesis. Lo que estoy cuestionando es que toda tu interpretación y especulación está basada en los gaps o agujeros que hay en la narrativa del genesis. Es obvio que quien escribió el escrito que ahora conocemos como genesis no iba a poder escribir todo lo sucedido así que quizà solo se centró en lo que él considero era lo más importante.

Bueno, y le doy la razón. Hablamos de lo mismo, pero con otras palabras, y quizás por ello no nos entendimos. Pero eso sí, y hay que tenerlo en cuenta, el silencio, en la palabra de Dios, también nos habla. Bendiciones.
 
Bueno, y le doy la razón. Hablamos de lo mismo, pero con otras palabras, y quizás por ello no nos entendimos. Pero eso sí, y hay que tenerlo en cuenta, el silencio, en la palabra de Dios, también nos habla. Bendiciones.
Esto es una verdad en la palabra que muchos no aceptan, pero que es la base misma de la revelación. Lo que la Biblia no dice lo revela el Espíritu Santo que mora en nosotros, quien conoce hasta lo profundo de Dios puesto que es Dios. Es asi como Dios puede sellar las palabras para unos y abrirlas para otro, sin que eso sea interpretación privada, sino mas bien madurez espiritual!!

Dios te bendice!

Greivin.
 
Bueno, y le doy la razón. Hablamos de lo mismo, pero con otras palabras, y quizás por ello no nos entendimos. Pero eso sí, y hay que tenerlo en cuenta, el silencio, en la palabra de Dios, también nos habla. Bendiciones.
Lo bonito es que ese silencio siempre hace match con nuestra ideología particular
 
No olvidemos que antes de creer en Jesucristo; antes de que él viniese a formar parte de nuestras vidas; antes de recibir al Espíritu Santo, que es quien nos guía al conocimiento de toda la verdad, de Jesucristo mismo; antes de nacer de nuevo, de agua y del Espíritu; éramos uno con Adán, es decir, iguales a Adán, y conforme Dios mismo formó a Adán. Pero cuando el Espíritu Santo vienen a nuestras vidas, empieza a sacar a la luz en nosotros mismos, nuestra naturaleza adámica, la cual, y conforme nos va siendo mostrada, la vamos entregando, y vamos siendo librados de ella. Dios formó a Adán, y en él, fuimos formados todos. El hombre y la mujer que Dios formó, no han cambiado, seguimos siendo iguales a Adán y Eva, exactamente iguales. Conforme vamos creciendo en el conocimiento de Cristo; conforme nos va siendo mostrada nuestra débil naturaleza adámica; conforme la vamos entregando por obra y gracia del Espíritu Santo; conforme más vamos siendo juntamente con Cristo crucificados; más vamos conociendo quién era Adán (nuestro viejo hombre), y quién es Cristo (nuestro nuevo hombre). Y es por ese conocimiento de nosotros mismos en Adán, que el Espíritu Santo nos va mostrando, nos va abriendo los ojos a un conocimiento que, hasta ese momento, permanecía para nosotros oculto. La lectura de la Escritura, y nuestra relación con Cristo misma, entra en una nueva dimensión, hasta entonces incapaces de entenderla y contemplarla, y... lo dejo aquí, pues no es fácil de entender, y para los que aún no aprendieron a ser guiados por el Espíritu Santo, les puede resultar complicado de comprender. Sea, pues, el Señor, quien nos dé debida luz y entendimiento.
 
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Es más, el simple hecho de que terminaran pecando, incumplendo el mandato, ya es muestra clara de falta de agradecimiento. Si hubiesen estado agradecidos, no hubiesen sucumbido a la tentación. La causa por la cual Eva pecó, está expuesta en lo compartido, y según leemos en la epístola de Santiago. Y la causa por la cual sucumbió Adán, no es otra que su amor por lo suyo propio. Por ello nos dice la escritura que Adán no fue engañado, no, lo hizo por volutad propia y sabiendo que iba a incumplir el mandato.
Adán y Eva si habrían estado agradecido con Dios. Adán desobedeció no por carencia de agradecimiento sino por causa de su esposa Eva. Y Eva desobedeció no por falta de agradecimiento sino que fue engañada. Adán cayo... si... pero no por causa del Tentador. Tampoco por causa por el amor propio. Porque si fuese el caso en este ultimo, es probable que se habría mantenido incólume. Pero al hacerlo implicaría indolencia o frialdad de su parte ante su esposa, que se pierde sola a su suerte. ¿No que son como una sola carne? ¿Juntos en las alegrías y los infortunios?

Es muy fácil decir, si Adán fuese realmente obediente no le habría hecho caso a su esposa y Dios le habría dado otra esposa. Parece tan sencillo desprenderse de una esposa, como cambiarse de camisa. Mas bien, cosa que no se registraría en el Genesis, pero si Adán se hubiese mantenido firme, quizás habría dicho: "Ya ves Eva, eso te pasa por no ser ingenua y dejarte engañar, pues halla tu. Yo no tengo nada que ver contigo, fundente en tu propia desgracia. Si te vi, no me acuerdo porque Dios me dará otra esposa".

Desde luego, que en el Genesis no se registra que Adán no estuviese agradecidos con Dios. Porque apenas se lee unas palabras antes de sus caída: "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada." Si Adán vivió como novecientos años, ¿y apenas se registra dos o tres versículos de sus palabras, como para deducir que no estaba agradecido con Dios?

Por cierto, si Adán veía en persona a Dios, es claro que conversaban. Le haría preguntas... y mas cosas. ¿Acaso Adán andaba solo por su cuenta? ¿Quién le enseño que tenia obligaciones como labrar y cultivar el huerto? ¿Quién le enseño el habla (lenguaje de comunicación)? ¿Quién le enseño que tenia que dar nombres a los animales? Esto no es cosa de uno, dos o tres días se requiere mucho tiempo para... por ejemplo aprender el lenguaje por el cual Adán se comunicaba en conversación con Dios, mientras se instruía en otras cosas.

Adán cayo no por desagradecido sino por causa de su esposa, y Eva cayo porque fue engañada no por falta de agradecimiento.
 
Adán cayo no por desagradecido sino por causa de su esposa, y Eva cayo porque fue engañada no por falta de agradecimiento.
Adán cayó por voluntad propia. Y Eva, porque fue engañada, y ello... lee la carta de Santiago, que bien expone por qué podemos ser tentados, y qué nos lleva a sucumbir ante la tentación. No olvidemos que no será hasta el nacimiento de Set, que el nombre de Dios sea invocado.
 
Amigo @Raül_Gil , permíteme una aclaración.
El pecado siempre implica hacerlo por voluntad propia. De otra manera no sería pecado. Por ello los niños pequeñitos no pecan. Necesitan desarrollar con los años una auténtica autonomía espiritual que nos permita señalar "Este niño eligió obrar mal".

Más bien creo que a lo que tú te refieres es que "Adán" pecó con un grado de conciencia de la situación mayor al de "Eva". Pero "Eva" no solo fue engañada, sino que se permitió ser engañada.

Uno puede ejercer la voluntad propia al permitirse ser engañado. Una forma de hacerlo es desobedeciendo voluntariamente reglas sencillas que nos protegen del engaño. Te doy un ejemplo.
Supongamos que Dios nos da una regla que dice. "Lee bien la letra chiquita de los contratos antes de firmarlos, porque podrían engañarte".
Supongamos entonces que al entregárseme un contrato para firmarlo, decido que no tengo ganas ni necesidad de leer la letra chiquita, y desobedeciendo la regla, firmo el contrato y me estafan. ¿Soy culpable? Sí. ¿Actué por voluntad propia? Claro. Yo decidí no leer la letra chiquita. Nadie me puso una pistola en la sien obligándome a firmar el contrato sin leerlo. Así es como pecó "Eva".

Ahora supongamos que yo te entrego a ti el mismo contrato porque también requiere tu firma. Y tú sí lees la letra chiquita. Te enteras de la estafa que tal contrato implica. Y a pesar de ello, lo firmas. Bueno, así es como pecó "Adán".
 
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Amigo @Raül_Gil , permíteme una aclaración.
El pecado siempre implica hacerlo por voluntad propia. De otra manera no sería pecado. Por ello los niños pequeñitos no pecan. Necesitan desarrollar con los años una auténtica autonomía espiritual que nos permita señalar "Este niño eligió obrar mal".

Más bien creo que a lo que tú te refieres es que "Adán" pecó con un grado de conciencia de la situación mayor al de "Eva". Pero "Eva" no solo fue engañada, sino que se permitió ser engañada.

Uno puede ejercer la voluntad propia al permitirse ser engañado. Una forma de hacerlo es desobedeciendo voluntariamente reglas sencillas que nos protegen del engaño. Te doy un ejemplo.
Supongamos que Dios nos da una regla que dice. "Lee bien la letra chiquita de los contratos antes de firmarlos, porque podrían engañarte".
Supongamos entonces que al entregárseme un contrato para firmarlo, decido que no tengo ganas ni necesidad de leer la letra chiquita, y desobedeciendo la regla, firmo el contrato y me estafan. ¿Soy culpable? Sí. ¿Actué por voluntad propia? Claro. Yo decidí no leer la letra chiquita. Nadie me puso una pistola en la sien obligándome a firmar el contrato sin leerlo. Así es como pecó "Eva".

Ahora supongamos que yo te entrego a ti el mismo contrato porque también requiere tu firma. Y tú sí lees la letra chiquita. Te enteras de la estafa que tal contrato implica. Y a pesar de ello, lo firmas. Bueno, así es como pecó "Adán".


Mi estimado, así es; Adán pecó porque quiso pecar. Sabía lo que estaba haciendo, nadie le engañó. Por ello leemos que el pecado entró en el mundo por un solo hombre, Adán. Evitando decir que entrase por causa de Eva, que sí, fue engañada. Ella fue la primera que pecó, pero el pecado no entró por causa de ella, sino de Adán. Tema para reflexión. Un abrazo.
 
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