No os hacéis idea de cuántas y qué profundas y severas modificaciones, alteraciones, interpolaciones y emasculaciones se han hecho a lo largo de los siglos en los muchos libros que componen la Biblia...
Si el papa, como dice Jima40, es un ser humano como cualquier otro, entonces resulta totalmente irrelevante lo que nos diga o pretenda decir. Y si es 'más que humano', ¡que lo demuestre y acoja refugiados en su Estado Vaticano! ¡Que predique con el ejemplo! Pero noooo. El Vaticano impone las más severas y estrictas exigencias que en mundo existen para obtener allí la ciudadanía... ¿Y qué nos dice esto?
¿Es pues el papa [y en minúscula lo escribo adrede] el sucesor y transmisor de la auténtica fe que Jesús enseñó y que Pedro entendió a su personal manera, y que presuntamente transmitió a nadie sabe quién?
Un bledo importa lo que en la Biblia esté escrito, cuando sabemos positivamente que docenas de manos de escribas, a las órdenes directas de potentados y autoridades eclesiásticas, escribieron lo por éstos mandado, y además sabemos que los originales FUERON SISTEMÁTICAMENTE DESTRUIDOS para que no quedara posibilidad alguna de cotejar "las copias" con los manuscritos originales.
Si TODO lo que en la Biblia hoy está escrito aceptáis como verdad, entonces estaréis extraviados, o sea, caminando por enrevesados senderos, tortuosos, confusos y contradictorios, como lo son todos los que los hombres han fabricado.
Entonces ya no andaréis por el recto y directo, el despejado, sencillo y limpio camino, la angosta y nítida senda que Jesús enseñó: "Hablad directamente con Dios Padre, como hice yo asiduamente, y preguntadle una y otra vez qué es la Verdad respecto a cualquier asunto. Y si le preguntáis honestamente, escucharéis claramente Su respuesta, porque Él jamás deja sin responder las peticiones y sinceras oraciones de Sus amados hijos."
Así pues, practica, hermano, practica. Practica lo recién dicho y no más.
No le ves, pero Él te escucha.
No es Su oído lo que falla, sino tu voz, que en vez de salir de tu alma sale sólo de tu mente y tu intelecto. Serénate, ahonda, y háblale desde ahí.
Dios Padre y tú, estáis siempre en intimidad y máxima cercanía. Sólo tu escuchar falta. Háblale desde tu fondo y no lo dudes: Él te responderá.
Si el papa, como dice Jima40, es un ser humano como cualquier otro, entonces resulta totalmente irrelevante lo que nos diga o pretenda decir. Y si es 'más que humano', ¡que lo demuestre y acoja refugiados en su Estado Vaticano! ¡Que predique con el ejemplo! Pero noooo. El Vaticano impone las más severas y estrictas exigencias que en mundo existen para obtener allí la ciudadanía... ¿Y qué nos dice esto?
¿Es pues el papa [y en minúscula lo escribo adrede] el sucesor y transmisor de la auténtica fe que Jesús enseñó y que Pedro entendió a su personal manera, y que presuntamente transmitió a nadie sabe quién?
Un bledo importa lo que en la Biblia esté escrito, cuando sabemos positivamente que docenas de manos de escribas, a las órdenes directas de potentados y autoridades eclesiásticas, escribieron lo por éstos mandado, y además sabemos que los originales FUERON SISTEMÁTICAMENTE DESTRUIDOS para que no quedara posibilidad alguna de cotejar "las copias" con los manuscritos originales.
Si TODO lo que en la Biblia hoy está escrito aceptáis como verdad, entonces estaréis extraviados, o sea, caminando por enrevesados senderos, tortuosos, confusos y contradictorios, como lo son todos los que los hombres han fabricado.
Entonces ya no andaréis por el recto y directo, el despejado, sencillo y limpio camino, la angosta y nítida senda que Jesús enseñó: "Hablad directamente con Dios Padre, como hice yo asiduamente, y preguntadle una y otra vez qué es la Verdad respecto a cualquier asunto. Y si le preguntáis honestamente, escucharéis claramente Su respuesta, porque Él jamás deja sin responder las peticiones y sinceras oraciones de Sus amados hijos."
Así pues, practica, hermano, practica. Practica lo recién dicho y no más.
No le ves, pero Él te escucha.
No es Su oído lo que falla, sino tu voz, que en vez de salir de tu alma sale sólo de tu mente y tu intelecto. Serénate, ahonda, y háblale desde ahí.
Dios Padre y tú, estáis siempre en intimidad y máxima cercanía. Sólo tu escuchar falta. Háblale desde tu fondo y no lo dudes: Él te responderá.
