Estimado Juan
En relación al tema, mi pregunta anterior, iba por lo siguiente:
Le contaré de "primera mano" y poniendo a Dios por testigo, lo que a mí me tocó vivir algunos años atrás;... no de lo que leí en un tema o de lo que me contaron.
A los que lean, les ruego me perdonen lo extenso de éste aporte, pero creo que es necesario..
Estimado Juan, soy pastor, por gracia y misericordia de Dios, no me agrada decirlo, de hecho, aquì creo que pocos saben que soy pastor, nunca me presento como tal;... pero su tema, solo por su tema expuesto aquì, ..amerita que lo haga.
En mi población (pueblo de una ciudad) Chile, comencé a trabajar en la predicaciòn del evangelio, luego de algunos meses predicando públicamente y en algunas casas; ... en mi propia casa, que me fue dada por el gobierno en un plan de "casa para extrema pobreza";.. construí un pequeño local, donde comenzamos a realizar reuniones y predicar el evangelio. El local era de palos y "cholguanes" (madera prensada) y mi casa, que todavía no construía completa, era de algunos palos, cartones y pedazos de cholguanes.
Una hermana que tenía una mediana situación, comerciante, se compró una casa cerca, y luego de un año, la vendiò y lo vendido lo regaló para comprar un terreno de 16 metros por 8;... para construir allí un templo... Se contrató a un pastor para que construyera;...entre todos los hermanos le hacíamos un sueldo por su trabajo, trabajaba de lunes a viernes, pues los fines de semana atendía su iglesia.
Pues yo y algunos hermanos (eramos pocos), ayudábamos al pastor a construir para evitar gastos; me tocaba trabajar de lunes a lunes, porque mientras el pastor contratado solo lo hacía de Lunes a Viernes, y yo le acompañaba desde las primeras horas hasta la noche de cada día, el fin de semana yo seguía trabajando con los hermanos que durante la semana trabajaban en trabajos seculares y quedaban desocupados los fines de semana y entonces debía yo trabajar con ellos... haciendo mezcla (cemento, arena, ripio), yendo y viniendo con carretillas llenas de mezcla para pegar bloquetas, haciendo hoyos, martillando, estirando fierros, yendo a comprar a pie... porque no teníamos vehículo, luego después a medida que avanzabamos, picando, soldando, haciendo cadenas, pilares y etc. etc. etc. etc. etc. etc. Es decir, yo sudaba "la gota gorda" pero lo hacía con tal alegría, porque veía como el Señor nos iba levantando el templo...
Unos 4 a 5 años atras, cuando recién llegamos a esta ciudad a predicar el evangelio, en otra población; yo trabajaba como administrativo en una empresa y cuando salía de mi trabajo a las 6 p.m. predicabamos el evangelio con mi esposa y mis 6 hijos pequeños, porque no había todavía ningún hermano, con parte de mi sueldo, arrendabamos una casa, y comencé a construir un local de material ligero, donde poder congregarse, de modo que cuando llegaba de mi trabajo, predicabamos alrededor de una hora a la calle, y luego, solo o con ayuda de mi esposa en ocasiones, comencé a levantar el pequeño local, reaprtía mi sueldo entre mi familia, el arriendo de la casa y la construcciòn del local. Compre cemento y material para el piso y así, trabajando hasta las 1 o 2 de la mañana; para luego ir a dormir y levantarme al otro día a cumplir con mi trabajo secular. terminé el local y ya algunos meses después el Señor comenzó a ganar almas.
De modo que cuando a los años después, -como relato más arriba-... que llegamos a aquella ciudad, me dieron la casa por el gobierno y, comenzamos a construir el templo como le contaba; trabajar para mi no era problema,. siempre lo hice con alegría; porque en el primer localcito que tuvimos, el Señor empezó a llevar almas y ya cuando comenzamos la construcción del templo, como le relataba más arriba, ya eramos varios hermanos.
Vuelvo a mi primer relato...
Terminamos el templo, entre oración, mucha oración; trabajo duro, lágrimas, predicación del evangelio y atenciòn de la familia etc. etc.
Y sigo...
...En la misma población donde construímos el templo de 8 por 16 mts., la iglesia católica, "consiguió" regalado, un humilde terreno que correspondía a las medidas de unas ocho casas juntas, terreno destinado a familias de extrema pobreza, como le decía;... es decir como de 50 metros de ancho por unos 35 metros de fondo, y algunos meses después que nosotros comenzamos a construir el templo, (yo vivía a media cuadra (50 metros) de donde les donaron ese "terrenito") ellos comenzaron a construir su iglesia. Si nosotros tuvimos el privilegio de construir el pirmer templo en esa población, la iglesia católica tuvo el privilegio de contruir la primera iglesia más grande de nuestra poblaciòn... de unos 20 mts. de ancho por 30 de fondo.
El "señor" cura, llegaba en una camioneta de "última generación" a "supervisar la obra" en su iglesia;... yo, para ir a donde construíamos; tres cuadras más arriba;.. con las mangas de la camisa bien arremangadas y con pantalón de trabajo; pasaba cada día y a cada rato por ahí mismo, sudando cada vez, por tener que ir y venir a pie desde mi casa a la construcción y desde la construcción a mi casa o a comprar algo para nuestros fines.
Le digo, "delante de Dios", jamás... lea bien... jamás, vi al señor cura arremangarse siquiera para capear el calor mientras durante una media hora o una hora, cada día, llegaba en su camioneta, y con el pecho bien inflado, miraba y mandaba a los obreros que tenían contratados... y jamás, le vi con un martillo en la mano, siquiera "para lo foto".
Cuando llegaba este cura,... se le atendía como rey, con bebidas y sandwichs; con asiento especial, con sombra, para "mirar" el avance de la obra;... el "hermano católico" que hacía como capataz; poco menos que le hacía reverencia y le conversaba cual lacayo frente al rey... con un respeto y sumisión que impactaba...
Mientras nosotros, entre todos los hermanos, cada fin de semana dabamos una pequeña parte de nuestros sueldos (tengo trabajo secular), para las necesidades de la construcción de nuestro pequeño templo... ...El señor cura, mandó a colocar en el frontis de la construcción de su gran templo, un gran afiche, en donde impulsaban a los católicos y a cualquiera que leyera, a donar aportes, o como lo muy menos a dar el 1 % del sueldo... para la cosntrucciòn... "Católico, trae tu 1 por ciento de tu sueldo para la casa de Dios"... rezaba el afiche...
Hoy, los dos templos terminados, el "mega-templo" del señor cura;... (paso constantemente por ahí) alberga a unos cuantos fieles... (hablo con Dios por testigo)... que ocupa una pequeña parte de todo el espacio que tiene... y en nuestro pequeño templo, seguramente por lo pequeño, el Señor lo llena de hermanos,...PARA SU GLORIA Y HONRA...
Conclusión... DIFIERO de su aporte, de éste tema, en donde usted habla de lo que "ve" en razón a otro tema, o de lo que ha oído... ..porque yo hablo de lo que viví, y vivo todavía, y no de lo que me contaron o "supongo" en razón a lo que otros escriben...
Dios le bendiga