En el epígrafe de AGUA BENDITA, has hecho la siguiente afirmación:
¿ Y tu crees que esas ideas de Maripaz no son lo que encontramos en la Palabra ?
¿Donde dice la Palabra de Dios que hay que pertenecer a una congregación para ser cristiano?
Creo Luis, que necesitas revisar tu base doctrinal, y reconocer que ser cristiano es ser seguidor y discípulo de Cristo, por el contrario, ser católico ,protestante u ortodoxo, es pertenecer a una rama creada por los hombres.
No creo que tu tengas JAMÁS, al paso que vas, las ideas que yo tengo sobre el cristianismo, que pasan por obedecer a Dios antes que a los hombres, como bien enseñaron los apóstoles.
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. (1 Juan 5:12)
Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. (Marcos 9:38-40)
Hasta entonces no creía que hubiera necesidad absoluta de pertenecer a una congregación para ser cristiano. En otras palabras, entonces tenía unas ideas sobre ese asunto muy similares a las que pueda tener ahora Maripaz
¿ Y tu crees que esas ideas de Maripaz no son lo que encontramos en la Palabra ?
¿Donde dice la Palabra de Dios que hay que pertenecer a una congregación para ser cristiano?
Creo Luis, que necesitas revisar tu base doctrinal, y reconocer que ser cristiano es ser seguidor y discípulo de Cristo, por el contrario, ser católico ,protestante u ortodoxo, es pertenecer a una rama creada por los hombres.
No creo que tu tengas JAMÁS, al paso que vas, las ideas que yo tengo sobre el cristianismo, que pasan por obedecer a Dios antes que a los hombres, como bien enseñaron los apóstoles.
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. (1 Juan 5:12)
Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. (Marcos 9:38-40)
CIUDADANO DEL CIELO Bob Moorehead
Yo soy parte de los que no se avergüenzan, de los que tienen su ciudadanía en el cielo; tengo el poder del Espíritu Santo, la suerte se ha echado, he tomado mi decisión, soy discípulo de Él, no volveré atrás, no me daré por vencido, no aminoraré el paso, no me alejaré ni estaré quieto; mi pasado ha sido redimido, mi presente tiene sentido y mi futuro está asegurado. He terminado con la vida mala, con andar con lo que veo, con planear en pequeño, con tener rodillas delicadas, con soñar en blanco y negro, con ver visiones domadas, con hablar mundanamente, con “poquitear” mis ofrendas y con tener metas enanas. Ya no tengo necesidad de preeminencia, prosperidad, posición, ascensos, fanfarrias o popularidad. No tengo que ser primero, mejor, reconocido, alabado, recompensado, o el que tiene siempre la razón; ahora vivo por presencia, me inclino por la fe, amo con paciencia, apoyo con oración y trabajo con poder. Mi dirección está marcada, mi paso es rápido, mi meta es el cielo, mi senda es angosta, mi camino es difícil, mis compañeros son pocos, mi Guiador es de confianza, mi misión está clara. No puedo ser comprado, convencido, desviado, alejado, regresado, rebajado o demorado. No me encogeré ante la necesidad de sacrificarme, no titubearé en presencia de la adversidad, no negociaré en la mesa del enemigo, no meditaré en presencia de la popularidad, no vagaré en el laberinto de la mediocridad, no me daré por vencido, no callaré, no me cansaré hasta que haya terminado de predicar, orar, pagar, atesorar y ser firme para la causa de Cristo: Soy discípulo de Jesús y tengo que seguir adelante, hasta que Él venga, seguir dando hasta que muera, predicar hasta que todos oigan y trabajar hasta que Él me detenga; y cuando Él venga a por los suyos no se le dificultará conocerme a mí; mis colores son claros, porque ante todo y sobre todo, yo soy lo que Él me ha hecho: CIUDADANO DEL CIELO.
.