Para Catholico 34

Son:
Lo que yo decía. Pobrecito el mártir de San Ignacio. Exceso de exposición solar, desde luego

Luis:
Claro, claro. O sea, el obispo más amado por todos los cristianos de finales del siglo I y principios del II, que había recibido la doctrina cristiana directamente de los propios apóstoles que incluso le había ordenado para el episcopado, y que además dio su vida en martirio para mayor gloria de Dios..... era un pobrecito paranoico y falso maestro que no se enteraba de nada, ¿verdad?


Querido adorador de muertos y diversos cadáveres putrefactos:

Yo sigo insistiendo en que el tal Ignacio tenía una grave insolación encima por exceso de exposición solar, y aquí no hay más que hablar.

A un camello le pueden imponer las manos y eso no va a cambiar que siga jorobado, a un chimpancé le pueden nombrar obispo y va a seguir apestando, y a un pavo le pueden dar una pluma y un trozo de papiro... y seguirá siendo eso: un pavo "escribiendo" pavadas.

Aunque viniera San Pedro del cielo montado en una alfombra turca repartiendo bulas y rosarios, no escucharía otro Evangelio que el que me ha sido encomendado en espíritu y en vida. No sé a cuento de qué te extrañas de los falsos maestros. Hay falsos maestros que han muerto en la hoguera (quemados por tu institución), y el fuego no les ha hecho convertirse en auténticos maestros por arte de birlibirloque. (En esto, tu institución me daría la razón...

Menos mal que tú, oh hombre del siglo XXI, que no escuchaste el evangelio de boca de los apóstoles,

Lo escucho, Lo creo, y Lo vivo en mi corazón. El evangelio no son palabras ni instituciones, D.Luis, es una Persona Santa y Sin Mancha.

sabes interpretar mejor que aquel hombre de Dios la revelación apostólica.

Nunca ha habido una declaración más justa y ecuánime que saliera de tu teclado.

(Por fin se da cuenta del pequeño detalle, el lince)

¿Qué no haríamos sin tu sabiduría, oh Son of Epafrodite?

Exactamente lo mismito que hacéis ahora: nada. Cero patatero

Y que así siga por mor del Evangelio. Al igual que los Fariseos corrompieron la iglesia de Jerusalén, así mismo me temo que pasaría si alguno de vosotros se convirtiera y creyera el Evangelio.

Salud!!

PD: Te recomiendo pases y distribuyas sin temor esta información entre tus amigos protestantes:

http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?s=&threadid=13508)
 
sabes interpretar mejor que aquel hombre de Dios la revelación apostólica.

En este punto tengo que pegar esta "revelación" de Lutero aplicada al pobre San Ignacio ese:

"Hay tantas sectas y opiniones como cabezas. Este niega el bautismo; aquél los sacramentos;... unos dicen que Jesucristo no es Dios; otros dicen lo que se les antoja. No hay palurdo ni patán que no considera inspiración del cielo lo que no es más que un sueño y alucinación suya"

(M. Lutero)


En cuanto a la "interpretación". Evidentemente yo no he interpretado, me he limitado a COMPIAR lo que dice uno (el de la insolación) y lo que dice el otro (JUAN EL BAUTISTA)

He puesto lo que dice uno y lo que dice otro, y sencillamente, uno no tolera el sol de Arabia, y el otro estaba bien curtido.

Me quedo con el que dormía junto a escorpiones.

Hale, majete, a ver si espabilamos
 
Originalmente enviado por: OSO
Nada de anti-bíblico, Yitzik les esta hablando conforme al evangelio del Señor Jesús.

Mialo tu mismo, Catholico 34:

Juan 3
18 El que en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.[1] 19 Y esta es la condenación: la luz vino al mundo,[2] pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas,[3] 20 pues todo aquel que hace lo malo detesta la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean puestas al descubierto
Hay otros dos grupos de personas:

Grupo "B".- Los que no creyeeron ¿porque no creyeron? por su falta de fe.

Oso tus novelas son cada día mejores, lo triste es como te atreves a corregir al mismo Jesucristo:

OSO:
Grupo "B".- Los que no creyeeron ¿porque no creyeron? por su falta de fe.[/b]

Aparte de la tonteria que es decir " no creyeron por su falta de fe" (¿¿¿¿???? ¡¡¡¡ !!!!!!). Veamos lo que dice Cristo:
".. amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas" Juan 3,19 y en 20 repite lo mismo.

Así que también por las malas obras el evangelio no penetra en los corazones. Palabras de Jesucristo.

Pero tu sigue con tus novelas y no leas con detenimiento a Nuestro Señor.

Dios te bendiga.
 
Juan 3
18 El que en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.[1] 19 Y esta es la condenación: la luz vino al mundo,[2] pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas,[3] 20 pues todo aquel que hace lo malo detesta la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean puestas al descubierto

Ruego su atención señores y señoras, ¡¡D.Catho vuelve a tener un "constipado bíblico"!!

¡¡Ha vuelto a abrir la Biblia y se ha vuelto a constipar!! No puede evitarlo el pobrecillo.

Cuidado con el gérmen: se trata del archiconocido "amoritis obrensis excesus", que traducido significaría algo así como: "exceso de amor por las obras".

La idea es la siguiente:

"Como los que hacen malas obras detestan la luz entonces son necesarias buenas buenas obras para amar la luz".

Que es igual a decir:

"Como los pederastas son malos, te tienes que portar bien para ser bueno."

Es decir, que no has dicho nada de nada.

Como si se pudieran hacer implicaciones descartianas con la Escritura

¡¡CIEGOS GUIAS DE CIEGOS!!


Adieu!!

Restregamos y restregamos... a ver si sale la porquería:

http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?s=&threadid=13508
 
Son:
Querido adorador de muertos y diversos cadáveres putrefactos

Luis:
No tengo nada más que hablar contigo Samuel.
 
Veamos otro documento conocido de todos los cristianos. Es una epístola que los primeros cristianos tenían en alta estima y conocimiento. Redactada entre el +70 y +130 D.C. Aunque desconocemos el autor, se la conoce como Epístola de Bernabé.

Va dirigida contra algunos primeros cristianos que pretendían mantener las prácticas judías, en contra de la doctrina Apostólica. Es llamativo y muy edificante ver con qué simplicidad hace la distinción entre las buenas obras indispensables para la salvación, y las "obras de la Ley", en el sentido de mantener las prácticas judaizantes.

Leamos (Oso, ésta te interesa para que comprendas las diferencias en las escrituras entre "obras" y "obras" (de caridad y amor Vs sacrificios de Ley Mosaica):

Vuelve a repetir todo lo que andamos viendo hasta ahora, y que seguiremos después sobre las obras (de caridad y amor, mandamientos etc) para la justificación última el Dia del Juicio.
Los dos caminos

(Epístola de Bernabé, 1-20)

Dos caminos hay de doctrina y de poder: el de la luz y el de las tinieblas. Pero grande es la diferencia entre los dos caminos, pues sobre uno están establecidos los ángeles de Dios, portadores de luz, y sobre el otro, los ángeles de Satanás. Uno es Señor desde siempre y por siempre, y el otro es el príncipe del tiempo presente de la iniquidad.

El camino de la luz es éste. Si alguno quiere seguir su camino hacia el lugar fijado, apresúrese por medio de sus obras.
...Amarás al que te creó, temerás al que te formo, glorificarás al que te redimió de la muerte. Serás sencillo de corazón y rico de espíritu. No te juntarás con los que andan por el camino de la muerte, aborrecerás todo lo que ...
..No fornicarás, no cometerás adulterio, no corromperás a los jóvenes. Cuando hables la palabra de Dios, que no salga de tu boca tergiversada, como hacen algunos. No harás acepción de personas para reprender a cualquiera de su pecado. Serás manso, serás tranquilo, serás temeroso de las palabras de Dios que has oído.
.. No matarás a tu hijo en el seno de la madre, ni una vez nacido le quitarás la vida. No dejes sueltos a tu hijo o a tu hija, sino que, desde su juventud, les enseñarás el temor del Señor. ..
..Día y noche te acordarás del día del juicio, y buscarás cada día la presencia de los santos , bien trabajando y caminando para consolar por medio de la palabra, bien meditando para salvar un alma con la palabra, bien trabajando con tus manos para RESCATE de tus pecados...
..No serás causa de cisma, sino que pondrás paz y reconciliarás a los que contienden. Confesarás tus pecados. No te acercarás a la oración con conciencia mala. Éste es el camino de la luz.

El camino del «Negro» [el demonio] es tortuoso y está repleto de maldición, pues es un camino de muerte eterna en medio de tormentos, en el que se halla todo lo que arruina al alma: idolatría, temeridad, arrogancia de poder, hipocresía, doblez de corazón, adulterio, asesinato, robo, soberbia, transgresión, engaño, maldad, vanidad, hechicería, magia, avaricia, falta de temor de Dios.

I. Fe y conocimiento.
...He creído que debía ponerme a escribiros algo aunque fuera brevemente, a fin de que juntamente con vuestra fe tengáis conocimiento perfecto. Pues bien, tres son las doctrinas del Señor: la esperanza de vida, principio y fin de vuestra fe; la justicia, principio y fin del juicio, y la caridad, principio de tranquilidad y de alegría, así como testimonio de las obras de justicia.....

En cuanto a mi, no como maestro, sino como uno de vosotros, voy a declararos unas pocas cosas que os puedan dar consuelo en el momento presente. Porque los dias son malos, y el Activo tiene el poder en sus manos, y por tanto nosotros debemos atender a nosotros mismos y buscar las justificaciones del Señor. Ahora bien, en ayuda de nuestra fe vienen el temor y la paciencia, y nuestros aliados son la magnanimidad y la continencia. Mientras tengamos estas virtudes santamente en el Señor, tendremos juntamente con ellas el gozo de la sabiduría, la inteligencia, la ciencia y el conocimiento...

.... El cristianismo muestra la invalidez del judaísmo. El Señor por medio de todos sus profetas ha puesto de manifiesto que no tiene necesidad ni de sacrificios ni de holocaustos ni de ofrendas, diciendo en cierta ocasión: «¿Qué se me da a mí de la multitud de vuestros sacrificios? ?dice el Señor?. Estoy harto de holocaustos, y no quiero la grasa de vuestros corderos ni la sangre de vuestros toros y machos cabríos... No soporto vuestros novilunios y vuestros sábados» (Is 1, 11ss). El Señor invalidó todo esto a fin de que la nueva ley de nuestro Señor Jesucristo, que no está sometida al yugo de la necesidad, tuviera una ofrenda no hecha por mano de hombre.


...


Este es el sentido de cuando San Pablo habla de las obras de la Ley - los sacrificios y todo eso.., y no de cumplir mandamientos y obrar con caridad.

A Bernabé se le creyó ser precisamente uno de los compañeros de San Pablo.

Esta Epístola es tan reconocida precisamente por su claridad y sencillez, que todos pueden entender.

Acaba después de citar el Antiguo Testamento explicando cómo es Cristo quien por sus méritos cumple la ley judaica, con estas palabras:

...No os asemejéis a ciertos hombres que no hacen sino amontonar pecados, diciéndoos que la alianza es tanto de ellos como vuestra. Porque es nuestra, pero aquellos, después de haberla recibido de Moisés, la perdieron absolutamente...

... En suma, para esto vino el Hijo de Dios en la carne, para que llegase a su colmo la consumación de los pecados de los que persiguieron a muerte a sus profetas: por esto soportó la pasión...


Refiriéndose a Judíos malos que se consideran justos por las "obras de la Ley" (sacrificios y todo eso), en contraste a los que se han pasado a la nueva "Ley" de las obras por amor.

Dios nos bendiga
 
¡¡PAREN DE NUEVO LAS ROTATIVAS!!

NUEVA NOTICIA DE ÚLTIMA HORA

Según las últimas noticias recibidas, D.Luis Fernando Perez, católico confeso y convencido (por arte y gracia de no sé sabe quién) no se considera a sí mismo AGORERO ADORADOR DE MOMIAS, MUERTOS Y CADÁVERES DIVERSOS.

Veamos el momento del comentario:

Son:
Querido adorador de muertos y diversos cadáveres putrefactos

Luis:
No tengo nada más que hablar contigo Samuel.


Como vemos, siendo católico, rechaza los dogmas de su institución concernientes a la "Virgen María."

En directo, le hacemos unas preguntas algo tendenciosillas:

Luis F, dinos en exclusiva para forocristiano.com:
"¿No practicas el rosario, ni el ave maría?"

"¿No le pides cosas a la virgen?"


Vaya especímen de católico que tenemos aquí... menudo católico de pacotilla.

Salud!!
 
Mi Dios es un Dios de vivos no de muertos y cadáveres putrefactos

Samuel, insultándome y provocándome no conseguirás nada.
 
Adorador de cadáveres

Adorador de cadáveres

Mi Dios es un Dios de vivos no de muertos y cadáveres putrefactos

Samuel, insultándome y provocándome no conseguirás nada.

¿Insultar yo?

¡Qué dices buen hombre!

Además de idólatra, mentiroso.

Mi Dios no me permitiría tal cosa, querido adorador de muertos.

Querido adorador de momias y cadáveres, yo no insulto a nadie, yo constato la realidad de la institución que te has dejado injertar en la sesera.

Luis F, dinos en exclusiva para forocristiano.com:

"¿No practicas el rosario, ni el ave maría?"

"¿No le pides cosas a la virgen?

¿No es la virgen co-redentora del cielo, Madre de Dios, Inmaculado Corazón de Jesús... etc.?"


¡Por favor, que alguien pegue los dogmas católicos acerca de María, no vaya a ser que esté equivocado, y esté llamando a un justo "adorador de muertos"!

¡Sería horrible!





Salud!!
 

No dudaré en ofrecerte, juntamente con mi propia interpretación, todo lo que en otro tiempo aprendí muy bien de los ancianos y dejé bien grabado en mi memoria. Porque yo no me complacía, como hacen muchos, con los que hablan mucho, sino con los que enseñaban la verdad; ni con los que se remiten a mandamientos extraños, sino en los que se atienen a los que fueron dados por el Señor a nuestra fe y proceden de la verdad misma. Si alguna vez venía a nosotros alguno de los que habían seguido a los ancianos, yo le preguntaba acerca de lo que ellos solían decir: qué habían dicho Andrés, Pedro, Felipe, Tomás, Santiago, Juan, Mateo o cualquier otro de los discípulos del Señor, o qué es lo que dicen Aristión y Juan el presbítero, discípulos del Señor. Porque pensaba yo que no sacaría tanto provecho de los libros escritos, cuanto de la palabra viva y permanente...


Marcos fue intérprete de Pedro, y escribió con fidelidad, aunque desordenadamente, lo que solía interpretar, que eran los dichos y los hechos del Señor. El mismo no había oído al Señor ni había sido su discípulo, sino que más adelante, como dije, había sido discípulo de Pedro; quien daba sus instrucciones según las necesidades, pero sin pretensión de componer un conjunto ordenado de las sentencias del Señor. Así pues, no hay que achacarlo a culpa de Marcos si puso así las cosas por escrito, tal como las recordaba: todo su cuidado estuvo en una sola cosa, en no omitir nada de lo que había oído y en no poner falsedad alguna acerca de ello...

En cuanto a Mateo, ordenó en lengua hebrea las sentencias del Señor, y cada uno las interpretó luego según su capacidad... 1

........................

1. EUSEBIO, Hist. Ecles., III, 39, 3ss.


Esta cita de Eusebio es una auténtica joya sobre Papías, contemporáneo y como podemos leer, gran conocedor de los discípulos de los Apóstoles, así como de los primeros evangelios.

Luis F., Gabaón , Roma , Inés o algún otro.., ¿tenéis algo de Papías?

Según Ireneo habría sido oyente del apóstol san Juan, y era amigo de Policarpo de Esmirna. Escribió hacia el año 130 cinco libros de Explicaciones de los dichos del Señor, que suelen considerarse como la primera obra de exégesis de los Evangelios


Dios nos bendiga.

P.d: Son, aburres.
 
Esperamos ansiosos la confesión de fe de un católico...

... adelante, sin miedo.

Salud!!
 
Hay muy poco material de Papías, hermano
 
Ohhhh....!!

¡Qué desilusión!

La verdad es que ya no hacen a los católicos como los hacían antes, que estaban dispuestos a quemar a quien fuera con tal de salirse con la suya.

¡Vaya desilusión!

Se ha rajado!!

Salud!
 
Veamos estas otras palabras de San Clemente Romano (Año 70), tercer Papa de la Cristiandad. Añadimos a las que nuestra amiga Maripaz puso, bien "recortadas" como es costumbre.

San Clemente dice lo mismo que San Pablo, que la justificación no es por obras, sino por fe. Pero entendiendo ésto no en el sentido de que las obras no aporten justificación, sino que el mérito es todo de Dios.

En verdad es la exacta doctrina Católica promulgada en Trento, y que vemos al igual que en San Pablo en el tercer Papa de la HIstoria cristiana.

Siglo I


. Por tanto, hemos de ser prontos y diligentes en las buenas obras, ya que de él nos viene todo. El nos lo ha prevenido: «He aquí el Señor, y su recompensa delante de su cara, para dar a cada uno según su trabajo» (Is 40, 10, etc.). Con ello nos exhorta a que pongamos en él nuestra fe con todo nuestro corazón, y a que no seamos perezosos ni negligentes en ningún género de obras buenas...

30, 1-6. Siendo una porción santa, practiquemos todo lo que es santificador: huyamos de toda calumnia, de todo abrazo torpe o impuro, de embriagueces y revueltas, de la detestable codicia, del abominable adulterio, de la odiosa soberbia... Vivamos unidos a aquellos que han recibido como don la gracia de Dios, revistámonos de concordia, manteniéndonos en el espíritu de humildad y continencia, absolutamente alejados de toda murmuración y calumnia, justificados por nuestras obras, y no por nuestras palabras... Nuestra alabanza ha de venir de Dios, y no de nosotros mismos, pues Dios detesta al que se alaba a sí mismo..



Queda de nuevo clarificada la verdadera postura de San Clemente, que no es otra que la misma de San Pablo, de Cristo, San Ireneo, San Ignacio, la vista en la Didajé etc, etc... como no podía ser de otra manera, por otro lado.


El que es en todo misericordioso y padre benéfico, tiene entrañas de compasión para con todos los que le temen, y benigna y amorosamente reparte sus gracias entre los que se acercan a él con mente sencilla.
El que es en todo misericordioso y padre benéfico, tiene entrañas de compasión para con todos los que le temen, y benigna y amorosamente reparte sus gracias entre los que se acercan a él con mente sencilla..


De nuevo una llamada al sano Temor de Dios, tan alejado del "iluminismo" de nuestros amigos del !SS!SS.. que van en la fila Clase "A", al Juicio de Nuestro Divino Señor.

A algunos le gustará oir de su propia voz el recuento de los martirizados San Pedro y San pablo Apóstoles:

El martirio de Pedro y Pablo.

5-6. Por emulación y envidia fueron perseguidos los que eran máximas y justísimas columnas de la Iglesia, los cuales lucharon hasta la muerte. Pongamos ante nuestros ojos a los santos apóstoles: Pedro, por emulación inicua, hubo de soportar no uno ni dos, sino muchos trabajos, y dando así su testimonio, pasó al lugar de la gloria que le era debido. Por emulación y envidia dio Pablo muestra del trofeo de su paciencia: por seis veces fue cargado de cadenas, fue desterrado, fue apedreado, y habiendo predicado en oriente y en occidente, alcanzó la noble gloria que correspondía a su fe: habiendo enseñado la justicia a todo el mundo, y habiendo llegado hasta el confín de occidente, y habiendo dado su testimonio ante los gobernantes, salió así de este mundo y fue recibido en el lugar santo, hecho ejemplo extraordinario de paciencia. A estos hombres que vivieron en santidad, se agregó un gran número de elegidos, los cuales, después de sufrir muchos ultrajes y tormentos a causa de la envidia, se convirtieron entre nosotros en el más bello ejemplo.


Una bellísima declaración de santidad en toda regla, poniendo sus obras y padecimientos como causa de su santidad y gloria celestial.

Algo sobre los charlatanes del "oir y oir" y "nombrar , nombrar":


Somos una porción santa: practiquemos obras de santidad. Evitemos la calumnia, la impureza, la embriaguez y el afán de novedades, la abominable codicia, el odioso adulterio, la detestable soberbia: Dios?dice la Escritura?resiste a los soberbios, pero a los humildes da su gracia .

Unámonos, pues, a aquellos a quienes Dios ha dado su gracia. Revistámonos de concordia; humildes, castos, apartados de toda murmuración y calumnia, justificados por nuestras obras y no por nuestra palabra; pues el que mucho habla, mucho deberá oír: ¿o es que el charlatán por sus palabras es justificado? (Job 11, 2)


Nuestra alabanza ha de venir de Dios, y no de nosotros mismos, pues Dios detesta a los que a sí mismos se enaltecen. Que los demás den testimonio de nuestras buenas obras, como se ha dado de nuestros padres, varones justos. Dios maldice el descaro, la arrogancia y la temeridad; mientras la modestia, la humildad y la mansedumbre brillan en los bendecidos por el Señor.



Dios nos bendiga.
 
Has abierto la caja de los truenos, hermano

Verás tú la que te espera con lo del Papa Clemente, :cool:
 
Cruzpe, no me diste una respuesta:

SI o NO



¿Había estatuas de María antes del siglo III?


Si o NO


¡¡¡¡ Mira que es fácil la pregunta !!!!
 
Queridos amigos,

Despúes de haber visto la película "Matrix Revolution", que sería interesante para los amantes de la religión, debido a que hicieron una ensalada de Judaísmo, con Cristianismo y un poco de Hiduísmo y pimienta budista, algo que al final de la película sales y te preguntas ¿qué pasó aquí? :clown:

Bueno volviendo al tema, pensé mucho y creo que debemos tener ciertos límites a la hora de compartir, responder y dar nuestra opinión. Además ante todo debemos saber cuales son nuestras bases.

Alguien preguntó si la Biblia en inspirada por Dios, al principio pensé que debería salir a la defensa de las Sagradas Escrituras, pero después me pregunté ¿para qué?, estas personas que preguntan, debido a que no tienen una respuesta no les queda más remedio que atacar las Escrituras.

Estas personas que atacan la infabilidad de la Biblia creen en Jesús; Dios; Pedro; María, y todo lo que se deriva de ello, pero acaso se apoyan en el Libro del Mormón, o el Corán, o el Kamasutra para saber quienes son estos personajes y fundamentar su fe.

Qué tomaron como mínimo y base los Padres de la Iglesia para enseñar sobre el Cristianismo, sino la Biblia. La famosa María de la cual hablan todos, ¡es la María de la Biblia!, no la María de las telenovelas.

Sin el Nuevo Testamento; los Profetas; los Escritos y la Torá; María, el Bautismo; la Iglesia y no sé cuantas cosas más no tendrían sentido, pues la base de todo eso está en la Biblia y no en el Kamasutra.

La Iglesia Católica, que sentido tendría sino se basará en la Biblia para decir y o justificar lo mínimo de las creencias basicas que tienen.

Así que señores y señoras, antes de enfadarnos y empezar a decir un poco de herejías sin darnos cuenta, pensemos y recordemos lo que la Biblia debe significar para nosotros como creyentes en Dios y Su Mesías.

Además la Biblia no necesita defensores, porque ella sola se defiende, muestra de ello es el siguiente verso: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarguir, para corregir, para instruir en justicia" (II Timoteo 3:16)

Por supuesto este pasaje tiene menos valor para aquellos que ven que la Biblia contradice ciertas de sus creencias y solo pueden recurrir a la opinión de personas que precisamente no son autores de alguno de los libros del Nuevo Testamento, y por supuesto muchos de la Biblia hebrea.

Por qué es más facíl creer lo que dijo fulano y no lo que dice la Biblia, si crees en las doctrinas marianas, pero no crees que la Palabra de Dios es Inpirada, entonces en qué basas tu Fe.

Por otro lado, Inés no me enojo:beso:, yo también tengo mis defectos.....



 
Cruzpe,
No dejes que te lie Maripaz. Mi afirmación es de los tres primeros siglos (i II y III). Lo de " antes de", es de su propia cosecha.

Bueno sigamos algo más con San Clemente Romano, tercer sucesor de San Pedro, discípulo de los propios Apóstoles. Veamos como habla del concepto de Unidad y el carisma de Autoridad en este Siglo I:


Miembros de un mismo Cuerpo

(Epístola a los Corintios, 37-38, 42, 44, 46-47, 56-58)

Así pues, hermanos, marchemos como soldados, con toda constancia en sus inmaculados mandatos. Reflexionemos sobre los que militan bajo nuestros jefes: ¡qué disciplinada, qué dócil, qué obedientemente cumplen las órdenes! No todos son prefectos ni tribunos, ni centuriones, ni comandantes al mando de cincuenta hombres, y así sucesivamente, sino que cada uno en su propio orden cumple lo ordenado por el rey y los jefes. Sin los pequeños, los grandes no pueden existir, ni los pequeños sin los grandes. En todo hay una cierta composición, y en ello está la utilidad. Tomemos nuestro cuerpo: la cabeza es nada sin los pies y, de igual manera, los pies sin la cabeza. Los miembros pequeños de nuestro cuerpo son necesarios y útiles a todo el cuerpo. Todos colaboran y necesitan de una sola sumisión para conservar todo el cuerpo.



Así entendían los primeros cristianos la unidad y el carisma de la Autoridad.

Los Apóstoles nos anunciaron el Evangelio de parte del Señor Jesucristo; Jesucristo fue enviado de parte de Dios. Así pues, Cristo de parte de Dios, y los Apóstoles de parte de Cristo. Los dos envíos sucedieron ordenadamente conforme a la Voluntad divina. Por tanto, después de recibir el mandato, plenamente convencidos por la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y confiados en la Palabra de Dios, con la certeza del Espíritu Santo, partieron para anunciar que el Reino de Dios iba a llegar. Consiguientemente, predicando por comarcas y ciudades establecían sus primicias, después de haberlos probado por el Espíritu, para que fueran obispos y diáconos de los que iban a creer (...). Y nuestros Apóstoles conocieron por medio de Nuestro Señor Jesucristo que habría discordias sobre el nombre del obispo. Puesto que por esta causa tuvieron un perfecto conocimiento establecieron a los ya mencionados y después dieron norma para que, si morían, otros hombres probados recibiesen EN SUCESION su ministerio.


Esto es el verdadero cristianismo unido del primer Siglo, contado por un discípulo de los Apóstoles.

Sigamos con Clemente, Obispo de Roma
Así pues, no consideramos justo que sean arrojados de su ministerio los que fueron establecidos por aquellos o, después, por otros insignes hombres con la conformidad de toda la Iglesia y que sirven irreprochablemente al pequeño rebaño de Cristo, con humildad, callada y distinguidamente, alabados durante mucho tiempo por todos...
¿Por qué separamos y dividimos los miembros de Cristo y nos rebelamos contra el propio cuerpo y llegamos a tal locura que nos olvidamos de que somos los unos miembros de los otros? Recordad las palabras de Jesús Nuestro Señor. Pues dijo: ¡ay de aquel hombre! Mejor sería para él no haber nacido que escandalizar a uno de mis elegidos. Mejor sería para él ceñirse una piedra de molino y hundirse en el mar que extraviar a uno de mis elegidos...
....
Ahora, pues, los que fuisteis causa de que estallara la sedición, someteos a vuestros presbíteros y corregíos para penitencia, doblando las rodillas de vuestro corazón. Aprended a someteros, deponiendo la arrogancia jactanciosa y altanera de vuestra lengua; pues más os vale encontraros pequeños pero escogidos dentro del rebaño de Cristo, que ser excluidos de su esperanza a causa de la excesiva estimación de vosotros mismos.



Así de importante era la Unidad de los cristianos, como dijo Cristo Jesús: "Sed uno para que el mundo crea". Los que se quedan fuera por orgullo o vanidad, que Dios se apiade de sus almas faltas de humildad.
 
LA VERDAD HISTORICA SOBRE EL CULTO A LAS IMÁGENES


No es necesario insistir aquí con el hecho de que en el Antiguo Testamento se prohíbe que los israelitas se hagan imágenes y que les rindan culto (Exodo 20:4-5; Deuteronomio 5:8-9). Los profetas, en particular Isaías y Jeremías, ridiculizan el culto a las imágenes idolátricas: Isaías 44: 9-20; Jeremías 10: 1-16. El episodio del becerro de oro (Exodo 32), como los de Jeroboam (1 Reyes 12: 26-33) ilustran las consecuencias de la transgresión.

Cabe subrayar que lo que se prohíbe de manera absoluta es que el hombre se haga imágenes por su propia iniciativa con el objeto de rendirles culto. Por tanto, no está prohibida para los cristianos la hechura de imágenes con fines didácticos, recordatorios u otros. La mayoría de los cristianos toma fotografías de los seres queridos y admite la erección de monumentos públicos y esculturas. Empleamos imágenes para enseñar a nuestros niños y vemos películas y videos donde Jesús y los Apóstoles son representados.

Aunque el judaísmo tardío entendió la prohibición de las imágenes de manera absoluta, tal actitud no está justificada por los datos bíblicos. En efecto, Dios mismo mandó hacer imágenes bordadas, talladas y esculpidas para el tabernáculo, como también la serpiente de bronce (Números 21:9) que según Jesús enseñó era un tipo de su muerte redentora (Juan 3:14). Lo que evidentemente estaba proscripto era rendir culto a las imágenes, como lo demuestra la aprobación divina ante la destrucción de la serpiente de bronce cuando ella se tornó objeto de culto para los israelitas (2 Reyes 18:4).

Los primeros cristianos dejaron testimonios de su fe por medio de las imágenes que hasta hoy se conservan en las catacumbas. Sus representaciones, mayormente pictóricas, incluían episodios de la Biblia, símbolos como el pez (griego YCHTHYS, acrónimo de Iesous Christos , Theou Hyious, Soter = Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador), y del Buen Pastor. Sin embargo, no existe evidencia de que existiese ningún tipo de culto hacia tales imágenes recordatorias.

Adrian Fortescue escribe en la Catholic Encyclopedia:
“Diferente de la admisión de imágenes es la cuestión del modo en que eran tratadas. ¿Qué signo de reverencia daban los primeros cristianos a las imágenes de sus catacumbas, si es que daban alguno? Para el primer período no tenemos información. Hay tan pocas referencias en absoluto a las imágenes en la literatura cristiana más primitiva que difícilmente hubiésemos sospechado su ubicua presencia si no estuviesen realmente allí en las catacumbas como el argumento más convincente. Pero estas pinturas de las catacumbas no nos dicen cómo eran tratadas. Podemos dar por sentado, por una parte, que los primeros cristianos entendían perfectamente que las pinturas no tenían parte alguna en la adoración debida sólo a Dios. Su monoteísmo, su insistencia en el hecho de que servían solamente al todopoderoso e invisible Dios, su horror ante la idolatría de sus vecinos, la tortura y muerte que sufrían los mártires antes de derramar una pizca de incienso ante la estatua del numen del emperador son suficientes para convencernos de que no estaban disponiendo filas de ídolos propios. Por otra parte, el lugar de honor que le dan a sus símbolos y pinturas, el cuidado con el que decoran, indica que trataban a las representaciones de sus creencias más sagradas con el menos una decente reverencia. Es a partir de esta reverencia que toda la tradición de venerar las imágenes sagradas se desarrolló gradual y naturalmente.”
(s.v. Images, Veneration of . The Catholic Encyclopedia, Volume VII, 1910)


Tal vez las escasas alusiones a las imágenes no nos proporcione información de cómo eran tratadas, pero este mismo hecho testimonia que su papel en la vida cristiana era modesto, y en modo alguno tenía la importancia indebida que adquirió luego.

De hecho, diversos escritores cristianos primitivos (siglos II y III) fueron explícitos acerca de la prohibición de imágenes en el culto, ya que veían claramente el peligro de idolatría que esto suponía. El citado autor católico reconoce que ellos no sólo denunciaron la adoración, sino incluso la manufactura y posesión de las tales imágenes, y menciona a Atenágoras en su “Legación a favor de los cristianos”, Teófilo en su “Carta a Autólico”, Minucio Félix en su “Octavio”, Arnobio en “Contra los Gentiles”, Tertuliano en “Sobre la Idolatría” y Cipriano en “La vanidad de los ídolos.”
A esto podríamos agregar el testimonio de Orígenes (m. 254):
“Son los más ignorantes quienes no se avergüenzan de dirigirse a objetos sin vida ... y aunque algunos pueden decir que estos objetos no son sus dioses sino tan sólo imitaciones de ellos y símbolos, sin embargo se necesita ser ignorante y esclavo para suponer que las manos viles de unos artesanos puedan modelar la semejanza de la Divinidad; os aseguramos que el más bajo de los nuestros se ve libre de tamaña ignorancia y falta de discernimiento.” (Contra Celso, 6:14).

Javier Gonzaga narra la siguiente ilustrativa anécdota:
“Cuando los soldados de Diocleciano [emperador que lanzó la última gran persecución contra los cristianos] irrumpieron en una iglesia en Nicomedia [en] el año 297 mostraron su ignorancia total del cristianismo al sorprenderse de no encontrar ninguna representación de lo que los cristianos adoraban allí. Esto era precisamente lo que diferenciaba a una iglesia cristiana de un templo pagano.” (Concilios. Grand Rapids: International Publications, 1965; 1: 237).
Por la misma época del acontecimiento recién narrado, Lactancio (240-320) escribió:
“Es indubitable que en donde quiera que hay una imagen no hay religión. Porque si la religión consiste de cosas divinas, y no hay nada divino más que en las cosas celestiales, se sigue qu e las imágenes se hallan fuera de la esfera de la religión, porque no puede haber nada de celestial en lo que se hace de la tierra ... no hay religión en las imágenes, sino una simple imitación de religión.” (Instituciones Divinas 2:19).
En 305 ó 306 un concilio reunido en Elvira, cerca de la actual Granada, estableció en su canon 36: “Ordenamos que no haya pinturas en la Iglesia, de modo que aquello que es objeto de nuestra adoración no será pintado en las paredes.” En el pasado, apologistas católicos como Baronio y Bellarmino cuestionaron este sínodo español, pero su ortodoxia es hoy generalmente admitida.
Eusebio de Cesarea habla de una estatua de Cristo existente en Paneas que tuvo ocasión de ver, y comenta:
“Y no es extraño que hayan esto aquellos paganos de otro tiempo que recibieron algún beneficio de nuestro Salvador, cuando hemos indagado que se conservaban pintadas en cuadros las imágenes de sus apóstoles Pablo y Pedro, e incluso del mismo Cristo, cosa natural, pues los antiguos tenían por costumbre honrarlos de este modo, sin miramiento, como a salvadores, según el uso pagano vigente entre ellos.” (Historia Eclesiástica 7,18:4; negritas añadidas).
Asimismo Epifanio (315-403), obispo de Salamina en Chipre, quien era un acérrimo enemigo de las enseñanzas de Orígenes, concuerda con éste contra las imágenes, según una carta a Juan, obispo de Jerusalén , conservada por Jerónimo. Epifanio fue a una iglesia de Palestina a orar y, según dice: “hallé allí una cortina colgada en las puertas de la citada iglesia, teñida y bordada. Tenía una imagen de Cristo o de uno de los santos; no recuerdo precisamente de quién era la imagen. Viendo esto, y oponiéndome a que la imagen de un hombre fuese colgada en la iglesia de Cristo, contrariamente a la enseñanza de las Escrituras, la desgarré ...” Epifanio aconseja además a Juan que instruya a los responsables para que no se cuelguen cortinados de esa clase en ninguna Iglesia de Cristo, “opuestos como están a nuestra religión” , y continúa: “Un hombre de tu rectitud debiera ser cuidadoso en quitar una ocasión de ofensa, indigna por igual de la Iglesia de Cristo como de aquellos cristianos que están confiados a tu cargo.” (Jerónimo, Ep. 51:9).
En uno de sus escritos contra los maniqueos, Agustín de Hipona admite que algunos adoran imágenes, pero no reconoce a los tales como a verdaderos cristianos: “No reúnas contra mí a los profesantes del nombre cristiano, quienes ni conocen ni dan evidencia del poder de su profesión... Sé que hay muchos adoradores de tumbas y de pinturas ... Ni es sorprendente que entre tantas multitudes [de cristianos] hayas de encontrar algunos por la condenación de cuya vida puedas engañar a los incautos y seducirlos [para sacarlos] de la seguridad católica.” (De Moribus Eccl. Cath., 34:75).
El obispo de Hipona, como Orígenes antes que él, refutó de antemano el argumento de Santo Tomás acerca de que no se le rinde culto a la imagen, sino a lo que representa:
“¡Avergüéncense todos los que sirven a una escultura, los que se glorían en los ídolos! Pero avanza uno que se cree docto y dice: ‘Yo no adoro a una piedra ni esta imagen que no tiene sentimientos; porque no es posible que vuestros profetas hayan imaginado que tenían ojos y no veían, y que yo sea ignorante hasta el punto de no saber que la imagen no tiene alma y no ve por sus ojos y no oye por sus oídos. Yo no adoro esto; sino que me inclino ante esto que veo y sirvo a aquel a quien no veo’, ‘¿quién es éste?’. ‘Algún poder invisible –se nos dice- que radica en esta imagen.’ Mediante esta clase de explicación acerca de sus imágenes, piensan que son muy listos y que en modo alguno se les puede contar entre los adoradores de ídolos .” (Sobre Salmos 96, 2; negritas añadidas).
De este modo, la enseñanza unánime de los Padres, la cual la Iglesia de Roma se precia de respetar y venerar, es opuesta al uso de imágenes en el culto. Adicionalmente, como notó Agustín, tampoco los paganos, salvo los muy incultos, tomaban a las imágenes como algo más que representaciones; pero son precisamente tales representaciones lo que los escritores cristianos antiguos prohíben como contrarias a las Escrituras y por tanto opuestas al cristianismo.
Sin embargo, a partir del siglo IV y sobre todo del V, luego de que el cristianismo devino la religión oficial del Imperio y de que vastas mutiltudes de paganos incultos ingresasen a la iglesia, el empleo de imágenes comenzó a generalizarse. La razón invocada fue que las imágenes eran los libros de los analfabetos, y que eran necesarias para la enseñanza. A fines del siglo VI el papa Gregorio Magno censuraba al obispo de Marsella, Sereno, por haber destruido las imágenes de las iglesias de su diócesis:
“Hemos sabido, hermano, que habiendo observado a algunas personas adorando imágenes, habéis destruido y arrojado esas imágenes de las iglesias. Os alabamos por haberos mostrado celoso ya que nada hecho de manos debe ser adorado , pero somos de la opinión que no debíais haber roto estas imágenes. La razón por la que se usan las representaciones en las iglesias es la de que aquellos que son iletrados puedan leer en las paredes lo que no pueden leer en los libros. Por tanto, hermano, debíais haberlas conservado, prohibiendo al mismo tiempo al pueblo que las adorase .” (Epístola 7,2:3).
En una epístola posterior a Sereno escrita en 600, Gregorio Magno reitera su posición; “tomad todas las medidas para evitar la adoración de las imágenes” (Epístola 9,4:9). He aquí un obispo de Roma que, a fines del siglo VI y principios del VII, desconoce todo culto lícito a las imágenes y las considera exclusivamente de valor didáctico. Ludwig Ott escribe: “Por efecto de esa proibición existente en el Antiguo Testamento, vemos que el culto a las imágenes solamente se forma una vez que el paganismo gentílico está totalmente vencido....” (Manual de Teología Dogmática, Ed. Rev. Barcelona: Herder, 1969, p. 480).
Sin embargo, el tiempo mostraría que el paganismo distaba de estar vencido y que el temor de Sereno de Marsella era muy fundado. Se descuidó la catequesis y la predicación, y pronto proliferó el culto a las reliquias e imágenes, de puro linaje pagano. Ott admite: “Primitivamente, las imágenes no tenían otra finalidad que la de instruir: La veneración a las mismas (por medio de ósculos, reverencias, cirios encendidos, incensaciones) se desarrolló principalmente en la iglesia griega desde los siglos V al VII” (l.c.). Es decir que, como lo reconoce este autor católico, no se trata de una práctica trazable a los apóstoles, y ni siquiera a la Iglesia de los primeros siglos. Tal verdad es reafirmada por Fortescue, en el artículo de la Catholic Encyclopedia ya citado:
“El desarrollo fue entonces un asunto de moda general más que de principio. Para el cristiano bizantino de los siglos V y VI las postraciones, besos e incienso eran las formas naturales de mostrar honor a cualquiera; él estaba habituado a tales cosas, aún aplicadas a sus superiores civiles y sociales; estaba acostumbrado a tratar a los símbolos del mismo modo, dándoles el honor relativo que era obviamente en realidad dirigido a sus prototipos. Y así llevó sus hábitos normales a la iglesia. La tradición, el instinto conservador que en asuntos eclesiásticos insiste siempre en la costumbre, gradualmente hizo estereotipos de tales prácticas hasta que se inscribieron como rúbricas y se hicieron parte del ritual...
Al mismo tiempo uno debe reconocer que justo antes del surgimiento del iconoclasmo [reacción violenta contra las imágenes] las cosas habían ido muy lejos en la dirección de la adoración de las imágenes. Aunque es inconcebible que nadie, excepto quizás el más estúpido campesino, pudiese haber pensado que una imagen podía oír las oraciones o hacer nada por nosotros. Y sin embargo, la forma en que algunos trataban a sus íconos sagrados indica más que el honor meramente relativo que se les enseña a los católicos a observar hacia éstos. En primer lugar, las imágenes se habían multiplicado enormemente en todas partes, las paredes de las iglesias estaban cubiertas por dentro de piso a techo con íconos, escenas de la Biblia [y] grupos alegóricos (un ejemplo de esto es Santa María Antigua, construida en el siglo VII en el foro romano, con su disposición sistemática de pinturas que recubren toda la iglesia). Los íconos, especialmente en el Oriente, eran llevados como protección en los viajes, marchaban a la cabeza de los ejércitos, y presidían las carreras en el hipódromo; colgaban en un lugar de honor en cada habitación, sobre cada comercio; cubrían copas, vestimentas, muebles, anillos; dondequiera que se encontrase un espacio, era llenado con un cuadro de Cristo, nuestra Señora, o un santo. Es difícil entender lo que aquellos cristianos bizantinos de los siglos VII y VIII pensaban acerca de ellos. El ícono parece haber sido en cierto modo el canal a través del cual se aproximaban al santo; tiene un valor sacramental ... en aquellos que lo miraban; por y a través del ícono Dios obraba milagros; el ícono hasta parece haber tenido una especie de personalidad propia en la medida en que ciertas imágenes eran especialmente eficaces para [obtener] ciertas gracias. Los íconos eran coronados con guirnaldas, se les quemaba incienso, eran besados. Delante de ellos ardían lámparas y se cantaban himnos en su honor. Los enfermos eran puestos en contacto con ellos, eran atravesados en el camino de un fuego o una inundación para detenerlos por una especie de magia. En muchas oraciones de este tiempo la inferencia natural de las palabras sería que se dirigían a la imagen misma.”
Es interesante que este autor romanista, al tiempo que intenta eximir a los católicos de aquello que achaca a los orientales, presenta como paradigma de la profusión de imágenes a una iglesia de Roma. Del mismo modo, para cualquiera que, como quien esto escribe, viva en un país de tradición católica, el retrato que hace de los excesos de los orientales resulta dolorosamente familiar.
Cuando el emperador León III Isaurio emitió decretos contra las imágenes, el papa Gregorio III (731-741) convocó un sínodo que excomulgó a los adversarios de las imágenes. “El emperador por toda respuesta arrebató los obispados griegos de la Ialia meridional y Sicilia de la superintendencia del papa, trasladándola a la del patriarca de Constantinopla. Mientras tanto en Roma, el papa ordenaba la multiplicación de las imágenes en los templos, construyendo también una capilla especial para la veneración de reliquias ‘sagradas’.” (Gonzaga, o.c., 1: 242).
Más de 300 obispos concurrieron a un concilio convocado en Hiereia por Constantino V, hijo y sucesor de León III en 754. Allí tras escuchar y discutir los argumentos de los partidarios de las imágenes, se estableció que los únicos símbolos del culto cristiano eran el pan y el vino de la Eucaristía. Los iconolatras fueron excomulgados, y se prohibió el uso de imágenes tanto privado como público.
Sin embargo, más tarde la emperatriz regente, Irene, ardiente partidaria de las imágenes, depuso al patriarca de Constantinopla y nombró a un hombre de su confianza en su lugar. Convocó a un concilio ecuménico que se reunió en Nicea en 787; solamente pudieron concurrir obispos partidarios de las imágenes, entre ellos los representantes del papa Adriano (772-795).Como no podía ser de otro modo, el concilio anuló los decretos imperiales contra las imágenes, como asimismo las decisiones de Hiereia. Los acuerdos del sínodo fueron firmados por la regente Irene y su hijo Constantino VI.
Fue en este concilio que se introdujo la arbitraria distinción entre el culto de latría, debido sólo a Dios, y el de dulía, que es lícito para los santos. También se habló de un culto “terminativo”, dirigido a la persona, y otro “relativo” dirigido a la imagen que la representa. Desde luego, tales bizantinismos (strictu sensu!) son por completo ajenos a las Escrituras, donde hay un solo culto válido, el que se dirige a Dios.
Este concilio niceno, de infausta memoria, al no poder fundamentar escrituralmente el culto a las imágenes, declaró la insuficiencia de las Escrituras y lanzó un anatema contra quienes no estaban dispuestos a aceptar doctrinas sobre la autoridad de la tradición y de los concilios, si las tales no tenían claro fundamento bíblico. La importancia de esta novedad para las progresivas desviaciones romanas de la doctrina escritural debiera ser obvia:
“Porque de esta manera se mantiene la enseñanza de nuestros santos Padres, o sea, la traidición de la Iglesia Católica, que ha recibido el Evangelio de un confín a otro de la tierra; de esta manera seguimos a Pablo, que habló en Cristo [2 Corintios 2:17] y al divino colegio de los Apóstoles y a la santidad de los Padres, manteniendo las tradiciones [2 Tesalonicenses 2:14] que hemos recibido...
Así, pues, quienes se atrevan a pensar o enseñar de otra manera; o bien a desechar, siguiendo a los sacrílegos herejes, las tradiciones de la Iglesia , e inventar novedades, o rechazar alguna de las cosas consagradas a la Iglesia: el Evangelio o la figura de la cruz, o la pintura de una imagen, o una santa reliquia de un mártir; o bien a excogitar torcida y astutamente con miras a trastornar algo de las legítimas tradiciones de la Iglesia Católica ... si son obispos o clérigos, ordenamos que sean depuestos; si monjes o laicos, que sean separados de la comunión.” (Denzinger 303-304).
Nótese que los obispos iconolatras no pudieron ni siquiera apelar a la supuesta tradición apostólica, pues ninguna había para apoyar el culto a las imágenes. Esgrimieron en cambio una espuria “tradición de la iglesia católica” cuando, en realidad, todos los escritores cristianos de los primeros siglos que trataron el tema se opusieron por completo a semejante abominación. Y esto para no hablar de las Escrituras.
Así que, queridos católicos y orientales, les invito a rechazar a los falsos maestros que los extravían y a volver a las Escrituras y a la práctica de la Iglesia primitiva. Esto será sin duda agradable a Dios.
Bendiciones en Cristo,
Jetonius
 
Maripaz,

A esa versión de la Catholic.. le falta por lo menos 60 años de arqueología del siglo XX. Está bastante anticuado ese artículo.

Pero ya llegaremos a eso. NO te pongas nerviosa y aprende sobre los primeros cristianos... los de verdad, no los que os invetais.

DTB.