(Los testimonios que comparto acá, en estos foros, y dondequiera el Señor me abre puertas para testificar, no son inventos o fábulas, ni siquiera tienen elementos hiperbólicos en ellos; de así ser, serían testimonios falsos, pues exagerar es mentir.
No hay que inventar testimonios cuando se sirve a un Dios vivo en espíritu fervoroso.)
Esto ocurrió hace aprox. 9 años.
¿Que la gracia del Señor, la fe genuina de sus hijos, la unidad de propósito y la obediencia de esos hijos, juntas en un mismo lugar son antesala a un milagro?, no me queda la menor duda.
En el hogar de una familia de origen colombiano, que por la gracia de mi Rey llegúe a predicarle y discipularle, celebrábamos reuniones cada miércoles. Los cambios en esta familia eran notables.
La fé de ellos, también crecía, y ésta, junto a una disposición sincera de unidad en la intercesión, llegaron a tiempo para enfrentar una noticia que llegaba desde Colombia.
La mujer en esta familia me dió la noticia de que su única hermana estaba en estado comatoso, allá en su país de origen. Estas fueron parte de sus palabras- Hermano M*, mi hermana está en coma allá en Colombia. Ella no vivia en obediencia al Señor. Si se muere así, va a perder su alma.
- Luego que terminé el estudio bíblico de esa noche, les indiqué que debíamos ponernos de acuerdo en un ayuno de emergencia para el Domingo que se acercaba. Todos, absolutamente todos, casi al unísono respondieron en su sí: Hagámoslo.
Ese Domingo al llegar nos hallábamos como 8 personas unidos en un mismo sentir.
Obviamente, todos lavados con la sangre de Jesucristo. Fuí claro- Estas horas que pasemos en oración y ayuno se presentarán por la vida de la hermana de A*, allá en Colombia. Juntos entramos a esta intercesión, y juntos permaneceremos en fe y convicción al hacerlo.-
Varias horas de esa mañana dedicamos a la intercesión, con momentos de adoración y gratitud a nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Quiero señalar que un ruego que hicimos específicamente al cerrar la tarde, fue: Señor, te rogamos, sácala de ese estado comatoso; Concede que dos de los tantos siervos tuyos que tienes en Colombia la visiten a su hogar y le testifiquen acerca de tí...
Terminamos esa tarde con cánticos de gratitud y una comida en comunión.
Esperamos...
Martes en la noche la hermana A* recibió una llamada desde Colombia. Era su hermana.
¿Qué habia ocurrido?
Esto fue lo que su hermana compartió con ella esa noche.
Lunes en la mañana, despertó. Se vió conectada a unas gomas para respirar y unos sueros. Se los quitó. Estaba en su habitación, y se encontraba aturdida y un poco confusa. Se levantó poco a poco de la cama. En la cocina se estaba una enfermera que la familia había asignado para cuidarla en dias laborales. Lentamente, la que había estado en coma, comenzó a caminar hacia la sala de aquel hogar. Ya estando en la sala, y justo cuando iba a dirigirse hacia otras partes de la casa, tocaron a la puerta; eran dos hombres. Luego que ella los saludara como pudo, le dijeron esto: Servimos al Señor Jesucristo y Él nos ha enviado acá para hablarle.
Los invitó a pasar. A los minutos de ellos estar compartiendo con ella el bendito evangelio de Jesucristo; la enfermera se asomó a la sala, y gritó de sorpresa y miedo.
Uno de ellos la invitó a sentarse, mientras el otro continuaba predicando del Señor.
La mujer abrió su corazón a Cristo esa mañana. Llamó en la noche a su hermana, acá en USA.
Miércoles en la mañana A* me dió la grata noticia de cómo Dios había respondido a nuestra petición.
Ese miércoles en la noche nos gozamos con los detalles del testimonio.
El Sábado siguiente en la madrugada, esa nueva criatura en Cristo, luego de 6 días de ser por vez primera hija de Dios y sierva de Jesucristo, partió en el sueño. Se acostó a dormir tranquila y se adelantó a nosotros.
Pero nos quedó el grato capítulo de que Dios la despertó de su estado comatoso, perdonó sus pecados, escribió su nombre en el Libro de la Vida, y se la llevó días después.
Pudo haber sido un final trágico, con un destino aterrador, mas Dios, una vez más, escuchó nuestro clamor... el que hicimos en unidad de propósito y de fe.
¨Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.¨-Jesús.
En Cristo...............Erskine.
No hay que inventar testimonios cuando se sirve a un Dios vivo en espíritu fervoroso.)
Esto ocurrió hace aprox. 9 años.
¿Que la gracia del Señor, la fe genuina de sus hijos, la unidad de propósito y la obediencia de esos hijos, juntas en un mismo lugar son antesala a un milagro?, no me queda la menor duda.
En el hogar de una familia de origen colombiano, que por la gracia de mi Rey llegúe a predicarle y discipularle, celebrábamos reuniones cada miércoles. Los cambios en esta familia eran notables.
La fé de ellos, también crecía, y ésta, junto a una disposición sincera de unidad en la intercesión, llegaron a tiempo para enfrentar una noticia que llegaba desde Colombia.
La mujer en esta familia me dió la noticia de que su única hermana estaba en estado comatoso, allá en su país de origen. Estas fueron parte de sus palabras- Hermano M*, mi hermana está en coma allá en Colombia. Ella no vivia en obediencia al Señor. Si se muere así, va a perder su alma.
- Luego que terminé el estudio bíblico de esa noche, les indiqué que debíamos ponernos de acuerdo en un ayuno de emergencia para el Domingo que se acercaba. Todos, absolutamente todos, casi al unísono respondieron en su sí: Hagámoslo.
Ese Domingo al llegar nos hallábamos como 8 personas unidos en un mismo sentir.
Obviamente, todos lavados con la sangre de Jesucristo. Fuí claro- Estas horas que pasemos en oración y ayuno se presentarán por la vida de la hermana de A*, allá en Colombia. Juntos entramos a esta intercesión, y juntos permaneceremos en fe y convicción al hacerlo.-
Varias horas de esa mañana dedicamos a la intercesión, con momentos de adoración y gratitud a nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Quiero señalar que un ruego que hicimos específicamente al cerrar la tarde, fue: Señor, te rogamos, sácala de ese estado comatoso; Concede que dos de los tantos siervos tuyos que tienes en Colombia la visiten a su hogar y le testifiquen acerca de tí...
Terminamos esa tarde con cánticos de gratitud y una comida en comunión.
Esperamos...
Martes en la noche la hermana A* recibió una llamada desde Colombia. Era su hermana.
¿Qué habia ocurrido?
Esto fue lo que su hermana compartió con ella esa noche.
Lunes en la mañana, despertó. Se vió conectada a unas gomas para respirar y unos sueros. Se los quitó. Estaba en su habitación, y se encontraba aturdida y un poco confusa. Se levantó poco a poco de la cama. En la cocina se estaba una enfermera que la familia había asignado para cuidarla en dias laborales. Lentamente, la que había estado en coma, comenzó a caminar hacia la sala de aquel hogar. Ya estando en la sala, y justo cuando iba a dirigirse hacia otras partes de la casa, tocaron a la puerta; eran dos hombres. Luego que ella los saludara como pudo, le dijeron esto: Servimos al Señor Jesucristo y Él nos ha enviado acá para hablarle.
Los invitó a pasar. A los minutos de ellos estar compartiendo con ella el bendito evangelio de Jesucristo; la enfermera se asomó a la sala, y gritó de sorpresa y miedo.
Uno de ellos la invitó a sentarse, mientras el otro continuaba predicando del Señor.
La mujer abrió su corazón a Cristo esa mañana. Llamó en la noche a su hermana, acá en USA.
Miércoles en la mañana A* me dió la grata noticia de cómo Dios había respondido a nuestra petición.
Ese miércoles en la noche nos gozamos con los detalles del testimonio.
El Sábado siguiente en la madrugada, esa nueva criatura en Cristo, luego de 6 días de ser por vez primera hija de Dios y sierva de Jesucristo, partió en el sueño. Se acostó a dormir tranquila y se adelantó a nosotros.
Pero nos quedó el grato capítulo de que Dios la despertó de su estado comatoso, perdonó sus pecados, escribió su nombre en el Libro de la Vida, y se la llevó días después.
Pudo haber sido un final trágico, con un destino aterrador, mas Dios, una vez más, escuchó nuestro clamor... el que hicimos en unidad de propósito y de fe.
¨Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.¨-Jesús.
En Cristo...............Erskine.
