Re: ¡Oh Señora Mía!
Pues que les digo vengo con mucho entusiasmo a estos foros para aprender a como defender mi fe cristiana catolica y aprender una que otra cosa mas.-
Y con que me topo discordia, tras discordia, ataque, tras ataque, aveces es deprimente entrar, hoy queria responder a todas las cosas de este post, pero he quedado sin ganas absolutamente porque siempre es lo mismo..
Vuelvo a decir abra algun tema donde nos llevaremos bien todos y estemos de acuerdo en algo..
Dios los bendiga.
Verá, Pablojos; Paz en Dios.
Usted debe entender que:
Rom. 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Todas las cosas, NOS AYUDAN PARA BIEN. Es decir, si usted aun se enoja, se irrita, se... en fin, todo lo que cita, bien, déle pues gracias a Dios, pues aun son debilidades que ha de aprender a entregar a la Cruz.
Así es, es ante la tentación, que somos forjados, probados, es decir, es ante el fuego que somos probados. Y si como bien dice, aun le sucede todo ello, bien, ahora es tiempo de saber aprovechar el tiempo, pedir a Dios que obre en su vida, y que todo ello no llegue a ser un impedimento.
Nuestro deber es dar a conocer el Reino de Dios, y enseñar a cerca del Señor Jesucristo, y claro, mientras los dardos envenenados, mientras a su vez nosotros también los utilizamos, mientras lo externo pueda conmovernos, pues bien, es señal de que no estamos aun en el reposo prometido, es decir, como bien nos dice Efesios, sentados en lugares celestiales en Cristo.
Esto no es malo, más bien nos ayuda a tener un mayor dominio propio, y como no, a ver y como en un termómetro, cual es nuestra capacidad de sufrimiento.
Bien, no quiero entrar en más detalles, pues a la vez, por mi parte también lo sufro, también yerro, y como no, cada día mal actúo, pero bueno, a la vez vamos creciendo.
Se lo entro nomás como un sano consejo, el cual puede tomarlo o dejarlo, ahí ya nada puedo.
Un saludo, y que Dios le bendiga.
PD. Espero que bien entiendo lo que en sinceridad le hablo, y si no, siempre puede preguntar antes de emitir, por mal entender, apreciación indebida de lo que le dado.