-El accidente se produce por impericia o distracción humana; Dios no es susceptible al olvido, descuido o al no saber qué hacer.Evitar un accidente no es ir en contra de Dios. Claro, a menos que no haya duda que un cuerpo celeste este dirigido específicamente a hacer su cometido, tan igual como se hizo con el Diluvio, Sodoma o Jerico.