Re: OBSERVABA EL APOSTOL PABLO LA LEY?
Israel Robles dijo:
gracias por sus participaciones y perdonen que les haya dicho tantas verdades juntas, gracias a Tony & Tobi, son un poco tercos... un poco obstinados.... un poco fariseillos.... un poco ciegos... otro poco legalistas... pero fuera de eso, son buenos muchachos en el fondo...Allaaa muuuuyy en el fondo pero son buenos,
¿Quién te da la autoridad para hablar así de los hermanos? ¿Es que tú te crees mejor que ellos para hablar así? ¿Tú te crees mejor que los apóstoles para hablar tan mal de Jacobo?
Israel Robles dijo:
¿Tú no eres terco al ignorar y hechar por tierra todas las opiniones de teólogos de renombre y lo que dice el mismo Pablo?
Israel Robles dijo:
¿Tú no eres obstinado al hacer burla de foristas como Pirsdeli, Tobi, y Toni una y otra vez? Y mejor no hablar de todas las burlas tuyas desde el principio del epígrafe contra Maripaz.
Israel Robles dijo:
¿Y tú no eres como los fariseos que acusa el Señor, que al principio y al final de tus mensajes das tus hipócritas bendiciones y llamas de 'hermano' a quien insultas en medio del mensaje?
"!!Ay de vosotros, escribas y
fariseos,
hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia" (Mateo 23:27)
Israel Robles dijo:
¿Tú no eres ciego al ver que el mismo Pablo reconoce su integridad en la observación de la ley?
Israel Robles dijo:
¿Tú no eres legalista al exigir el diezmo que el mismo Pablo no pide a un creyente?
Israel Robles dijo:
pero fuera de eso, son buenos muchachos en el fondo...Allaaa muuuuyy en el fondo pero son buenos,
No solo que blasfemas contra el Espíritu de Dios, sino que ahora te crees omniciente como Él, ¡que poco íntegro eres!
A Daniel, no te entiendo? hace unos dias le dije a Yitzik(mofandome) que el judaismo invento la Bamba por aquello de "una poca de gracia y otra cosita" y te hizo mucha gracia, no sabiendote a burla, lo recuerdas?
A los cristianos los llamas 'cristianos de engorda', a pesar de que es otro el que tal vez engorda sus bolsillos a costa de estos 'cristianos de engorda'.
Del Judaísmo te burlas, y reconoces que te mofas de mí, gracias Israel, gracias por reconocer que te mofas de mí, y haces la burla de otros hermanos, otros por cosas menos ofensivas no están con nosotros, pero bueno....
Mira lo que dice Santiago:
"Hermanos, no murmuréis los unos de los otros.
El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?" (Santiago 4:11-12).
"¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica" (Santiago 3: 13-15).
Ahora comprendo por qué llamas a Santiago "religiosito"....... aunque eso él lo dice para los hermanos en la fe y no para aquellos que están lejos de ésta.
Israel Robles dijo:
Como hemos visto en las Escrituras con suficiencia de versos que el apostol Pablo se hacia judio al judio y gentil al gentil solo para ganarlos para Cristo, la propuesta de Jacobo de purificarse a Pablo para congraciarse con los judios, fue una burda maniobra
Te lo vuelvo a repetir para que te quede claro:
"Cuestionas, ofendes e insultas la memoria de los santos creyentes que vivían en Jerusalén al decir que se volvían a la ley y no escuchaban a Pablo, ¿es que no te entra en la cabeza que aquí nadie mezcla la salvación con la ley?, ¿es que tanto te molesta que existan judíos creyentes que somos OBSERVANTES DE LA TORÁ?, que incluso llegas a aplastar, cuestionar y manchar la imagen y reputación de los apóstoles y los creyentes de Jerusalén"
¿Es que tú crees que Jacobo era igual o peor que tú? ¿Quién eres tú que tantos rebajas a Jacobo? ¿Es que no te han enseñado a tener un poco de respeto por lo sagrado y los santos creyentes? ¿Piensan que Jacobo utilizaba maniobras como las tuyas? No señor, tú no le llegas a las sandalias, faltas el respeto un discípulo del Señor, cosa que un creyente no haría.
Mi desesperacion con Tobi & Toni es que tienen un buen numero de participaciones, que no aportan absolutamente nada, solo se deican a decir cualquier tontera de mi y ese es mi malestar con ellos.
¿Es que tus aportes valen algo? Para el ateo, hereje e insensato tal vez tienen un valor para desacreditar nuestra fe, porque has barrido con Pablo, Los Hechos, Jacobo, Santiago, el Espíritu Santo y todo aquel que se te interponga a tu paso.
Te la pasas insultado y sancando hipócritas bendiciones, y supongo que arremetes contra Santiago porque no aceptas que él te recuerde que de tu boca solo sale perdición para ti mismo.
Como hemos visto en las Escrituras con suficiencia de versos que el apostol Pablo se hacia judio al judio y gentil al gentil solo para ganarlos para Cristo,
¿Se puede ganar a alguien para el Evangelio si este viene con apariencias externas?
¿Crees que Pablo es igual que tú, que por un lado bendice y por el otro maldice?
Recordemos un poco lo que personas con la cabeza bien puesta y respeto a lo sagrado dicen:
"Lo mejor de la carta a los Romanos procede del judaísmo de Pablo", escrito por el Dr. Victor M. Fernández (Autor Católico).
Muchos autores destacan la ruptura de San Pablo con la Ley y con el judaísmo. Pero la realidad es exactamente lo contrario:
Pablo fue plenamente fiel al núcleo más profundo de la religiosidad judía, y lo expresó precisamente en la doctrina de la justificación por la fe. Para él, la misión del cristianismo es recoger ese núcleo judío, desarrollarlo y comunicarlo a todas las naciones. Esta perspectiva coincide con la del judío Franz Rosenzweig. Por otra parte, el judaísmo permanece como camino salvífico, y recuerda a los cristianos su substrato permanente. Además, está llamado a alcanzar su plenitud en el retorno del Mesías, objeto de su esperanza milenaria. El Mesías realizará gratuitamente en los judíos la finalidad última de la Ley, cumpliendo una Alianza nunca revocada. También nosotros lo esperamos, para alcanzar en él nuestra plenitud cristiana.
De hecho, hablando del pueblo judío Pablo afirma en Romanos que "los dones y la vocación de Dios son irrevocables" (11, 29), de manera que los descendientes de Jacob siguen siendo particularmente elegidos. Por eso, incluso su caída ha sido fuente de salvación (11, 11), una riqueza para el mundo (11, 12). Y así, aunque rechacen la fe cristiana, siguen cumpliendo la función para la que fueron elegidos....
El contexto del rechazo de las costumbres judías
Un planteo adecuado sobre este punto nos obliga a hacer algunas consideraciones históricas.
En la Iglesia primitiva, inicialmente constituida por judíos cristianos que conservaban las tradiciones judías, surge la novedad de la conversión de los paganos, y la particular insistencia de Pablo hace que los Apóstoles se adapten a la situación de los nuevos conversos, permitiéndoles reducir a unas pocas exigencias el cumplimiento de las tradiciones judías (Hch. 15, 28-29). Pablo, en su primera carta a los Corintios, demuestra su preocupación por hacer cumplir –explicándolas a su modo– esas pocas normas (1 Cor. 8, 7-13; 10, 23-31), procurando “no escandalizar ni a judíos ni a griegos” (1 Cor. 10, 32). Por eso no coincido con la demasiado rápida afirmación de J. L Segundo cuando sostiene que Pablo no hace caso a lo pactado en el “Concilio de Jerusalén”.
Pero la adaptación a la situación de los paganos, que se permitía a Pablo, no implica que los Apóstoles de Jerusalén hayan reducido sólo a esas pocas normas la continuidad con las tradiciones judías en Jerusalén. Más bien queda claro que en Jerusalén se mantenía el estilo cristiano de la línea Mateo-Santiago, que continuaba con la circuncisión y con muchas otras costumbres del judaísmo sin ver la necesidad de una ruptura con esas tradiciones, puesto que la valoración de esas costumbres no implicaba para ellos que ocuparan el lugar de Cristo o que de ellas se obtuviera la justificación, como reprochaba Pablo (Gál. 2, 15-21). Pablo mismo jamás pretende exigir a los judíos cristianos de Jerusalén que abandonen las costumbres judías, pero defiende con todo tipo de argumentos el derecho de los paganos convertidos a no atarse a esas costumbres para poder vivir como cristianos. De esta manera, Pablo optaba por llevar a los paganos a la experiencia de lo más valioso y central del judaísmo, relegando, para ese fin, los signos externos como la circuncisión y otras costumbres judías.
Por otra parte, hasta San Justino, en su áspero diálogo con el judío Trifón, manifestaba que no tenía “ninguna objeción sustancial contra los que siguen observando las prescripciones judías”. En este sentido podemos admitir, discrepando parcialmente con Von Balthasar,
que un judío que ingresa al cristianismo puede seguir siendo judío. Pero además podemos afirmar que “aquel judeocristianismo es para siempre la forma generadora del cristianismo... Y los mismos gentiles no serán completamente hijos de la Iglesia mientras no hayan aceptado todas las lecciones que el primer Pueblo elegido de Dios –y nunca rechazado– tiene todavía que hacerles entender”.
Continuidad y profundización de la Ley
Ahora demos un paso más para llegar al fondo de esta cuestión y evitar confrontaciones estériles. Hay que advertir que la “Ley” puede entenderse de muchas maneras tanto en el cristianismo como en el judaísmo. Y hay un modo de entenderla en consonancia con la doctrina paulina.
Es imprescindible, por ejemplo, mencionar que algunos textos veterotestamentarios y muchos textos judíos extrabíblicos manifestaban una religiosidad de la confianza en el amor de Dios e invitaban a un cumplimiento de la ley movilizado desde el interior del corazón por la acción divina (Jer. 31, 3.33-34; Ez. 11, 19-20; 36, 25-27; Oseas 11, 1-9, etc.). La “emuná”, actitud de profunda confianza que moviliza al auténtico cumplimiento de la Ley, “está en el corazón mismo de la exigencia de toda la Torá”; y es interesante advertir que el texto de Habacuc 2,4, que en la tradición judía expresa esta actitud básica, es de hecho citado por San Pablo al hablar de la justificación por la fe en Gál. 3, 11 y en Rom. 1, 17. [17]
Cabe indicar aquí que las afirmaciones de Pablo sobre una “caducidad” de la Ley podrían situarse también en el contexto de “la doctrina rabínica de los eones”, según la cual al final de los tiempos el instinto del mal sería erradicado de los corazones humanos y la ley externa ya no sería necesaria. Pablo precisamente creía vivir en los últimos tiempos y esperaba un retorno inminente del Mesías: “Pablo era un fariseo convencido de vivir en el tiempo mesiánico”. [18]
Por eso ahora podemos decir que lo que Pablo buscaba en primer lugar no era en realidad que se suplantara la circuncisión y otras prácticas judías por las normativas morales del Nuevo Testamento, por una moral centrada en el modelo de Cristo, o por un puritanismo cristiano. Porque en realidad lo que Pablo decía de la circuncisión también podría haberlo dicho, y seguramente lo diría hoy, de cualquier precepto del Nuevo Testamento y de cualquier norma eclesiástica. No podemos ignorar aquí la profundísima interpretación de San Agustín y de Santo Tomás sobre la teología paulina de la ley nueva, según la cual la esterilidad de una ley externa sin la gracia divina no es sólo una característica de las leyes judías, sino también de los preceptos que el mismo Jesús nos dejó:
Eso que Pablo percibió a partir de su encuentro con Jesús, hizo que, permaneciendo plena y profundamente judío, alcanzara en el cristianismo la madurez de la vocación misionera que lo tomaba por entero.
(Esto hermano Gabaón, lo hizo un católico que participa en una página de las Hermana de Sión, así que te ruego no escuches lo que el enemigo intenta de forma sutil infiltrar aquí).
Del libro "Pablo, su vida y enseñanza" escrito por John McRay.
John McRay, él tiene un PH.D de Chicago University, y es el Profesor Emeritus de Nuevo Testamento y Arqueología en Wheaton College Graduate School, él publicó un libro que se titula "Arqueología y el Nuevo Testamento" (en inglés) y hace un tiempo atrás publicó su nueva obra "Pablo, su vida y enseñanza" (Paul, His Life and Teaching);
Muchos autores judíos que escribieron sobre Pablo concuerdan que Pablo continuó observando la ley y animando a los judíos cristianos a hacerlo también. Por esto, ellos quieren decir que Pablo mantuvo la ley moral, que según su opinión todos deben observar. Pero ellos opinan que Pablo no creía que los judíos cristianos estaban limitados por las leyes y ceremonial de la pureza, una perspectiva que le permitía extender su misión en el mundo gentil. En consecuencia, judíos y gentiles no deben estar divididos por esta parte ceremonial de la ley, la cual Pablo no hubiese dispuesto a imponer sobre los gentiles pero la cual puede ser observada como una cuestión de opción por los judíos conversos.(11)
Pablo ciertamente no pensaba que aceptando a Jesús como el Mesías judío profetizado él tenía que apartarse de su religión ancestral. Él no pensó que era incorrecto para un judío practicar el judaísmo siempre que no fuese una tentativa de establecer una posición ante Dios. El Libro de los Hechos muestra que los judíos creyentes en Jesús creían que debían cumplir las demandas de la Torá. La observación de la circuncisión y la obediencia de la ley era parte de su identidad judía, y no estaba obliterada (borrada pracialmente) por aceptar a Jesús como Mesías. Pero ni para los judíos o para los gentiles seguidores de Cristo la ley no tenía ninguna relación con la salvación.
Hechos 21: 15 al 26 Comentario a la Biblia por Mathew Henry, revisado por F. Lacueva (Ver todo el aporte en página 18, mensaje 269 escrito por Maripaz)
3. El informe que Pablo dio de su labor entre los gentiles a los líderes de la «iglesia madre» (v. 19): «les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por medio de su ministerio».
No da su informe a Jacobo como a un superior jerárquico, sino como a un colaborador (v. el comentario al Co. 3:9). Su informe fue bien detallado a fin de que apareciese más gloriosa la gracia de Dios en circunstancias tan variadas como habían sido las de los viajes misioneros del apóstol.
Y así como Pablo atribuía todo a Dios que había hecho aquellas cosas por medio de Pablo, ellos glorificaron (v. 20), no a Pablo, sino a Dios, pero, con esto mismo, mostraban que no tenían envidia a Pablo, a pesar del gran prestigio que ganaba entre los creyentes de todos los lugares.
4.
La petición que los ancianos de Jerusalén (se incluye tácitamente a Jacobo) hicieron a Pablo de que diese satisfacción a los judíos creyentes al mostrar públicamente que no iba contra la Ley de Moisés, según se rumoreaba (vv. 20b-25). Esta porción requiere un cuidadoso análisis por los malentendidos que ha suscitado.
(A) Desean que Pablo se percate del éxito que la predicación del Evangelio ha tenido en la propia Palestina. El cómputo suena un poco a hipérbole: «Contemplas, hermano, cuántas miríadas (decenas de mil) hay entre los judfos de los que han creído» (lit).
Le llaman «hermano», a pesar de ciertas diferencias de opinión, y parecen animarle a glorificar a Dios por unas conversiones mucho más numerosas que todas las que Dios había obrado por medio de Pablo en todos sus viajes misioneros; esto, sin duda alguna, había de alegrar a Pablo, quien tampoco tenía envidia al guna de los éxitos ajenos, ya que el éxito y el fruto eran, al fin y al cabo, en todos los casos, de Dios. Pero dicho «cómputo hiperbólico» lleva una intención determinada, como se ve por el contexto (todo el análisis de estos versículos es obra del traductor).
(B)
Le hacen ver que, a pesar de ser tan numerosos los convertidos, todos son celosos por la ley, es decir, todos observan fielmente los preceptos de la ley mosaica. M. Henry y el propio 1. S. Chafer, cometen un error garrafal al pensar que esto lo decían con tristeza, como lamentándose de «la debilidad prevaleciente entre los judíos creyentes» (M. Henry). Bastaría la lectura de Gálatas 2:12 y ss. para percatarse de tal equivocación. Sin llegar a ser propiamente «judaizantes» (como se ve por el v. 25), la mayoría de la comunidad de Jerusalén, con Jacobo a la cabeza, eran partidarios de la observancia de la Ley, aunque no como «yugo»,sino como norma válida de conducta (comp. con Stg. 1:25; 2:10-12 y el énfasis, no la doctrina, de Stg. 2:14-26). En el otro extremo del «espectro», siempre cristiano, estaba Pablo con su énfasis sobre la nulidad, y hasta los efectos relativamente dañosos, de la Ley. En el medio, algún tanto fluctuante, vemos a Pedro, como se palpa en las respectivas intervenciones en el sinodo de Jerusalén (cap. 15) y en el incidente de Gálatas 2:12 y ss.
(C) Le informan del desafecto que le habían cobrado aquellos miles de judíos creyentes,
a causa de cierta información tendenciosa que se les había dado (v. 21): «que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni observen las costumbres». Este informe era totalmente falso, pues Pablo había hecho circuncidar a Timoteo (16:3) y a ningún judío había prohibido observar las costumbres de sus padres. El mismo se portaba como judío observante.
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Israel, aprende de un autor de renombre cómo tienes y debes referirte de Jacobo, Santiago, y la Iglesia de Jerusalén, si es que eres un creyente como Mathew Henry o Francisco Lacueva (quien revisó el libro), no en vano los libros de ellos se vende por doquier y son respetados, mientras que tus palabras no son ni vendidas en un puesto de periódicos amarillistas.
La historia dice:
1. Irineo, unos de los discípulos de los apóstoles, en el siglo II dice lo siguiente: "Ellos mismos continuaron las antiguas observancias: Los apóstoles actuaron escrupulosamente según la dispensación de la Ley Mosaica" (Contra las Herejías III:23:15).
2. El historiador Epifaneus en el siglo IV dice lo siguiente sobre los judíos creyentes del siglo III: "Ellos son principalmente judíos y nada más. Ellos hacen uso no solamente de los escritos apostólicos, pero también del Antiguo Testamento de los judíos, ellos no prohiben los libros de la ley, los escritos de los profetas. Así que son aceptados por los judíos, de quienes los nazarenos no se diferencian en nada... excepto que ellos creen en el Cristo" (Panarion XXX:18, XXXIV 7).
Por último termino con estas palabras de Santiago:
"
Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;
¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?" (Santiago 2:1-4).
El que lee con los ojos de la verdad, que entienda....