¿Qué les pasó a esos versículos? (Parte 3)
¿Qué les pasó a esos versículos? (Parte 3)
En el siglo dieciséis, Erasmo solo tenía unos cuantos manuscritos griegos de fecha tardía con los cuales trabajar. Pero no ha sucedido así en los siglos diecinueve y veinte. Durante este tiempo se han descubierto miles de antiguos manuscritos y fragmentos griegos. Para 1973, el total de manuscritos griegos conocidos era de 5.338, y se siguen hallando más. Varios de los principales manuscritos de la Biblia en griego, tales como el Códice del Sinaí y el Códice del Vaticano, se remontan al siglo cuarto. Algunos son más antiguos todavía. Por ejemplo, un fragmento del evangelio de Juan data de alrededor de 125 E.C.<o
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A medida que la pequeña corriente de manuscritos griegos antiguos que se iban descubriendo se convirtió virtualmente en una inundación, los doctos y eruditos pudieron compararlos con ojo crítico. Este criticismo textual no se debe confundir con la “alta crítica,” que tiende a restar respeto a la Biblia como la Palabra de Dios. El criticismo textual envuelve una comparación cuidadosa de todos los manuscritos de la Biblia conocidos, con el fin de determinar la lectura verdadera u original y eliminar cualesquier añadiduras.<o
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Para ilustrar cómo funciona esto, imagínese lo que sucedería si usted quisiera que 200 personas hicieran una copia manuscrita de un escrito hecho del puño y letra de alguien. La mayoría de estas personas cometería errores, algunos de poca importancia y otros más significativos. Pero no todos cometerían los mismos errores. Entonces, si un individuo alerta tomara las 200 copias y las comparara, podría aislar o determinar los errores. Un error en uno o dos saltaría a la vista debido a que no estaría en los demás 198 que tendrían la lectura correcta. Así, con esfuerzo, este individuo podría salir con un escrito exacto del documento original aunque nunca lo hubiese visto.<o
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Aunque otras personas se habían esforzado anteriormente por refinar así el texto del “Nuevo Testamento,” a fines del siglo diecinueve dos doctos de Cambridge, B. F. Westcott y F. J. A. Hort, produjeron un texto refinado que ha obtenido amplia aceptación. Se publicó en 1881; sin embargo, recientemente un profesor dijo:<o
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“Westcott y Hort hicieron su trabajo tan cuidadosamente y con tan excepcional aptitud que desde entonces la obra textual o ha sido una reacción a la de ellos o ha ido en dirección de ponerla en práctica. . . . Lo significativo es que hasta los que tendían a disentir con el [método] de Westcott y Hort publicaron textos griegos que diferían muy poco del de ellos.”—Christianity Today, 22 de junio de 1973, pág. 8.<o
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Este texto refinado por Westcott y Hort se ha usado como texto básico para varias traducciones recientes, entre ellas la Traducción del Nuevo Mundo.<o
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¿Qué les pasó a esos versículos? (Parte 3)
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(Parte 3)
(Parte 3)
REFINANDO EL TEXTO<o
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A medida que la pequeña corriente de manuscritos griegos antiguos que se iban descubriendo se convirtió virtualmente en una inundación, los doctos y eruditos pudieron compararlos con ojo crítico. Este criticismo textual no se debe confundir con la “alta crítica,” que tiende a restar respeto a la Biblia como la Palabra de Dios. El criticismo textual envuelve una comparación cuidadosa de todos los manuscritos de la Biblia conocidos, con el fin de determinar la lectura verdadera u original y eliminar cualesquier añadiduras.<o
Para ilustrar cómo funciona esto, imagínese lo que sucedería si usted quisiera que 200 personas hicieran una copia manuscrita de un escrito hecho del puño y letra de alguien. La mayoría de estas personas cometería errores, algunos de poca importancia y otros más significativos. Pero no todos cometerían los mismos errores. Entonces, si un individuo alerta tomara las 200 copias y las comparara, podría aislar o determinar los errores. Un error en uno o dos saltaría a la vista debido a que no estaría en los demás 198 que tendrían la lectura correcta. Así, con esfuerzo, este individuo podría salir con un escrito exacto del documento original aunque nunca lo hubiese visto.<o
Aunque otras personas se habían esforzado anteriormente por refinar así el texto del “Nuevo Testamento,” a fines del siglo diecinueve dos doctos de Cambridge, B. F. Westcott y F. J. A. Hort, produjeron un texto refinado que ha obtenido amplia aceptación. Se publicó en 1881; sin embargo, recientemente un profesor dijo:<o
“Westcott y Hort hicieron su trabajo tan cuidadosamente y con tan excepcional aptitud que desde entonces la obra textual o ha sido una reacción a la de ellos o ha ido en dirección de ponerla en práctica. . . . Lo significativo es que hasta los que tendían a disentir con el [método] de Westcott y Hort publicaron textos griegos que diferían muy poco del de ellos.”—Christianity Today, 22 de junio de 1973, pág. 8.<o
Este texto refinado por Westcott y Hort se ha usado como texto básico para varias traducciones recientes, entre ellas la Traducción del Nuevo Mundo.<o
[Continúa...]