Por lo tanto,
así como las lenguas de fuego
consumen los rastrojos,
y la hierba seca se marchita
y cae en medio de la llama,
así las raíces de ellos se pudrirán
y sus flores se marchitarán.
Pues han rechazado la ley del Señor
de los Ejércitos Celestiales;
han despreciado la palabra
del Santo de Israel.
Por eso el enojo del Señor
arde contra su pueblo
y ha levantado el puño para aplastarlo.
Los montes tiemblan
y los cadáveres de su pueblo
están tirados por las calles como basura.
Pero aun así,
el enojo del Señor no está satisfecho.
¡Su puño todavía está listo
para asestar el golpe!
Isaías 5:24-25 NTV