Les escribo para comentarles un problema que tengo, que no me deja dormir tranquilo pues sé que estoy haciendo mal ante los ojos de Dios y no me permite ser un buen cristiano.
Primero decirles que yo siempre he sido una persona que nunca a contado nada a su familia y siempre he estado con mentiras ante ellos. El problema es que me da vergüenza hablar con ellos de ciertas cosas.
Resulta que desde finales de año me he convertido al Señor, yo (al igual que mi familia) siempre me había reido de todo lo referente a Dios y no creía(mos) en nada. Pero resulta que he descubierto al Jesús y desde entonces mi vida está siendo una bendición. Asisto con regularidad a una iglesia cristiana e incluso ya estoy en un ministerio.
Hasta aquí todo bien, el problema es que no me atrevo a contarles a mis padres que me he convertido y que voy a una iglesia cristiana. Sé que estoy haciendo muy mal y que debería contárselo, pero es que, sencillamente, no me veo capaz. Más de una vez me he propuesto hacerlo pero en el último momento lo retraso para más adelante.
Mis padres conocen la iglesia porque está cerca de donde vivimos y mas de una vez han hecho comentarios acerca de que era una secta y que había mucha gente rara ahí metida. Estos comentarios los hacía yo mismo también, pero ahora la cosa ha cambiado.
No sé exactamente por qué no se lo digo, ya que tengo 24 años, soy Licenciado (aunque aun si trabajo) y ya se puede decir que soy un adulto. Pero es que nunca he tenido confianza con ellos sobre muchos temas y por ello me resulta incapaz de decírselo.
En fin, este es mi problema. Hay momentos en los que siento la bendición de conocer al Señor, pero ésta es incompleta porque lo llevo como un secreto, como si fuera algo más.
Cada día le pido a Dios que me dé fuerzas para conseguirlo,pero hasta ahora no he sido capaz de ello.
Si ha pasado por una situación similar le agradecería que me aconsejara.
Muchas gracias a todos y que Dios les bendiga.
Iker
Primero decirles que yo siempre he sido una persona que nunca a contado nada a su familia y siempre he estado con mentiras ante ellos. El problema es que me da vergüenza hablar con ellos de ciertas cosas.
Resulta que desde finales de año me he convertido al Señor, yo (al igual que mi familia) siempre me había reido de todo lo referente a Dios y no creía(mos) en nada. Pero resulta que he descubierto al Jesús y desde entonces mi vida está siendo una bendición. Asisto con regularidad a una iglesia cristiana e incluso ya estoy en un ministerio.
Hasta aquí todo bien, el problema es que no me atrevo a contarles a mis padres que me he convertido y que voy a una iglesia cristiana. Sé que estoy haciendo muy mal y que debería contárselo, pero es que, sencillamente, no me veo capaz. Más de una vez me he propuesto hacerlo pero en el último momento lo retraso para más adelante.
Mis padres conocen la iglesia porque está cerca de donde vivimos y mas de una vez han hecho comentarios acerca de que era una secta y que había mucha gente rara ahí metida. Estos comentarios los hacía yo mismo también, pero ahora la cosa ha cambiado.
No sé exactamente por qué no se lo digo, ya que tengo 24 años, soy Licenciado (aunque aun si trabajo) y ya se puede decir que soy un adulto. Pero es que nunca he tenido confianza con ellos sobre muchos temas y por ello me resulta incapaz de decírselo.
En fin, este es mi problema. Hay momentos en los que siento la bendición de conocer al Señor, pero ésta es incompleta porque lo llevo como un secreto, como si fuera algo más.
Cada día le pido a Dios que me dé fuerzas para conseguirlo,pero hasta ahora no he sido capaz de ello.
Si ha pasado por una situación similar le agradecería que me aconsejara.
Muchas gracias a todos y que Dios les bendiga.
Iker