¡Nádie es bueno, solo Dios!
"Cuando se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno... "
Creo que la Iglesia Católica, en sus omilias y en sus discursos pasa por alto una lección de humildad fabulosa. Y es la que Jesús nos dice sencillamente en esta frase "¿Por qué me llamas bueno? ¿Sólo Dios es bueno!".
Él reacciona ante el calificativo del hombre y dice que tampoco Él es bueno. Sólo Dios. Él, supremo ideal de Hijo del hombre, reconoce que no es bueno. ¿Quién puede ser bueno viviendo como hombre? Esta es su pregunta. Nadie, ni siquiera Él mismo. Él sabe, que encarnado, tiene todos los defectos y faltas que cualquier hombre sobre la tierra. Y ese era su deseo. Padecer todos los males del hombre para demostrar, que aún estando en esta condición, uno puede evadirse, salvarse. Él es nuestra esperanza.
Por otro lado, hay demasiados cristianos de todas las religiones que se consideran buenos, cuando ni el propio Jesús en vida se consideraba bueno. Esto hay que subrrallarlo para quitarnos el supuesto horgullo de considerarnos buenos por el mero hecho de seguir los mandamientos y la Ley, como el hombre del párrafo, que decía que "Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud.» Y se consideraba bueno, pero se veía sin vida eterna. Esto indica que seguir la Ley no implica necesariamente conseguir la salvación, sino seguir a Jesús. Y Jesús vuelve a decir "Déjalo todo y sígueme".
Esto de dejarlo todo es una cosa dificil. Él mismo lo dice con sus palabras. Hay gente que deja casa, país, dinero, padres, esposa e hijos y se van de misiones Y NO LO HAN DEJADO TODO. Siguen pendiente de ello y esos valores prevalecen en su alma, por lo que la distiancia geográfica no indica el haber dejado eso. Y sin embargo hay gente que no deja nada de esto materialmente, aunque mentalmente se desliga de ello. ¿Quién es el que lo deja todo? ¿A quién reconpensará Dios en su momento? Al que es esclavo mentalmente de todas esas cosas, aunque las halla dejado físicamente, o al que ya no ocupan ningún lugar de privilegio en su corazón?
Pero el "Déjalo todo y sígueme" de Jesús va mucho más allá. Es un mensaje especial para los que saben entenderlo. El dejar cosas materiales y sentimientos es un primer paso en este dejarlo todo, ya que debes dejar la vida y esta es una preparación. Lo que quiere decir Jesús es que dejes a tu yo, a tu personalidad mundana, a tu ego y sigas al Jesús que el Espíritu Santo ha puesto en tu interior. ESTE ES EL VERDADERO MENSAJE DE JESÚS. Ese Jesús inadvertido que todos llevamos dentro que nace y necesita sitio para desarrollarse. Esa semilla de Dios mismo puesta en nuestro interior. Ese ser pobre y desvalido que no tiene "Donde reclinar la cabeza", porque ni siquiera su cabeza puede llamarla suya, ya que está dominada por el pecado, por el ego. Es una indicación al consciente de que SIGA las indicaciones de su nueva personalidad, del hombre nuevo recién nacido, cuando esto ha tenido lugar. DEJA TODO LO DEMÁS Y SIGUEME. Y entonces aparece "Lo que ningún ojo vió, ningún oido olló, y lo que nunca ha nacido en el corazón del hombre".
Y puede que alguien se pregunte ¿Y cómo se puede hacer esto? ¿Cómo puedo dejar a mi yo, a mi ego si me domina por todas partes? Jesús mismo te da la solución. Utiliza la Cruz que Él instauró. Una Cruz mística. Un proceso especial por el cual se vence al pecado, como Jesús lo venció. Y Jesús mismo te ayuda a ello, a llevar su Cruz si decides atravesar ese camino, si en verdad, deseas la vida eterna.
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"Cuando se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno... "
Creo que la Iglesia Católica, en sus omilias y en sus discursos pasa por alto una lección de humildad fabulosa. Y es la que Jesús nos dice sencillamente en esta frase "¿Por qué me llamas bueno? ¿Sólo Dios es bueno!".
Él reacciona ante el calificativo del hombre y dice que tampoco Él es bueno. Sólo Dios. Él, supremo ideal de Hijo del hombre, reconoce que no es bueno. ¿Quién puede ser bueno viviendo como hombre? Esta es su pregunta. Nadie, ni siquiera Él mismo. Él sabe, que encarnado, tiene todos los defectos y faltas que cualquier hombre sobre la tierra. Y ese era su deseo. Padecer todos los males del hombre para demostrar, que aún estando en esta condición, uno puede evadirse, salvarse. Él es nuestra esperanza.
Por otro lado, hay demasiados cristianos de todas las religiones que se consideran buenos, cuando ni el propio Jesús en vida se consideraba bueno. Esto hay que subrrallarlo para quitarnos el supuesto horgullo de considerarnos buenos por el mero hecho de seguir los mandamientos y la Ley, como el hombre del párrafo, que decía que "Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud.» Y se consideraba bueno, pero se veía sin vida eterna. Esto indica que seguir la Ley no implica necesariamente conseguir la salvación, sino seguir a Jesús. Y Jesús vuelve a decir "Déjalo todo y sígueme".
Esto de dejarlo todo es una cosa dificil. Él mismo lo dice con sus palabras. Hay gente que deja casa, país, dinero, padres, esposa e hijos y se van de misiones Y NO LO HAN DEJADO TODO. Siguen pendiente de ello y esos valores prevalecen en su alma, por lo que la distiancia geográfica no indica el haber dejado eso. Y sin embargo hay gente que no deja nada de esto materialmente, aunque mentalmente se desliga de ello. ¿Quién es el que lo deja todo? ¿A quién reconpensará Dios en su momento? Al que es esclavo mentalmente de todas esas cosas, aunque las halla dejado físicamente, o al que ya no ocupan ningún lugar de privilegio en su corazón?
Pero el "Déjalo todo y sígueme" de Jesús va mucho más allá. Es un mensaje especial para los que saben entenderlo. El dejar cosas materiales y sentimientos es un primer paso en este dejarlo todo, ya que debes dejar la vida y esta es una preparación. Lo que quiere decir Jesús es que dejes a tu yo, a tu personalidad mundana, a tu ego y sigas al Jesús que el Espíritu Santo ha puesto en tu interior. ESTE ES EL VERDADERO MENSAJE DE JESÚS. Ese Jesús inadvertido que todos llevamos dentro que nace y necesita sitio para desarrollarse. Esa semilla de Dios mismo puesta en nuestro interior. Ese ser pobre y desvalido que no tiene "Donde reclinar la cabeza", porque ni siquiera su cabeza puede llamarla suya, ya que está dominada por el pecado, por el ego. Es una indicación al consciente de que SIGA las indicaciones de su nueva personalidad, del hombre nuevo recién nacido, cuando esto ha tenido lugar. DEJA TODO LO DEMÁS Y SIGUEME. Y entonces aparece "Lo que ningún ojo vió, ningún oido olló, y lo que nunca ha nacido en el corazón del hombre".
Y puede que alguien se pregunte ¿Y cómo se puede hacer esto? ¿Cómo puedo dejar a mi yo, a mi ego si me domina por todas partes? Jesús mismo te da la solución. Utiliza la Cruz que Él instauró. Una Cruz mística. Un proceso especial por el cual se vence al pecado, como Jesús lo venció. Y Jesús mismo te ayuda a ello, a llevar su Cruz si decides atravesar ese camino, si en verdad, deseas la vida eterna.
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