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Eso te lo enseño el cura
El apóstol Pedro nos asegura que, al morir,
hasta Jesús fue al sepulcro,
a Seol, Hades o el infierno.—Hechos 2:31;
compare con Salmo 16:10.
¿Puede salir del infierno la gente?
Considere el caso de Jonás.
Cuando Dios hizo que un gran pez se tragara a Jonás para salvarlo de ahogarse,
Jonás oró desde el vientre del pez:
“Desde mi angustia clamé a Jehová,
y él procedió a responderme.
Desde el vientre del Seol [infierno, Versión Moderna]
grité por auxilio. Oíste mi voz.”—Jonás 2:2.
¿Qué quiso decir Jonás por ‘desde el vientre del infierno’?
Pues, ciertamente aquel vientre del pez no era un lugar de tormento ardiente.
Pero pudiera haber llegado a ser el sepulcro de Jonás.
De hecho, Jesucristo dijo respecto a sí mismo:
“Así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches,
así el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches.”—Mateo 12:40.
Sí, ¡se puede salir del infierno!
De hecho,
la promesa alentadora
que se nos da es la de que el infierno (Hades)
ha de ser vaciado de todos sus muertos.
Esto se puede ver al leer Apocalipsis
(Revelación) 20:13, que dice:
“El mar dió los muertos que estaban en él;
y la muerte
y el infierno [Hades] dieron los muertos
que estaban en ellos;
y fué hecho juicio
de cada uno según sus obras.”
—Versión Valera (1934).