Durante la misa en la Iglesia de San Ignacio de Loyola en la ciudad de Nueva York, una danza litúrgica blasfema tuvo bailarines ondeando banderas del orgullo gay, profanando la fe en un retorcido intento de parecer más “inclusivos”.
Entonces habló Jesús a la gente
y a sus discípulos, diciendo:
En la cátedra de Moisés se sientan
los escribas y los fariseos.
Así que,
todo lo que os digan que guardéis,
guardadlo y hacedlo;
mas no hagáis conforme a sus obras,
porque dicen, y no hacen.
Porque atan cargas pesadas
y difíciles de llevar,
y las ponen sobre los hombros de los hombres;
pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.
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*** Y la mujer estaba vestida
de púrpura y escarlata,
y adornada de oro,
de piedras preciosas y de perlas,
y tenía en la mano un cáliz de oro
lleno de abominaciones
y de la inmundicia de su fornicación;
y en su frente un nombre escrito,
un misterio:
BABILONIA LA GRANDE,
LA MADRE DE LAS RAMERAS
Y DE LAS ABOMINACIONES
DE LA TIERRA.
Vi a la mujer ebria
de la sangre de los santos,
y de la sangre de los mártires de Jesús;
y cuando la vi,
quedé asombrado con gran asombro.