Los asesinos dicen pertenecer a una célula de Al Qaeda y actuar en venganza por las torturas de Abu Graib
Terroristas islámicos decapitan ante las cámaras a un civil norteamericano
El muchacho, sentado en el suelo y vestido con un chándal anaranjado, se identifica con voz trémula. “Me llamo Nick Berg, mi padre es Michael, tengo un hermano y una hermana, David y Sarah”, dice despacio el estadounidense.
Detrás de él, en pie, hay cinco hombres enmascarados, con correajes y fusiles kalasnikov. Uno de ellos, el que está en el centro, lee una declaración en la que habla de las torturas y abusos sufridos por los presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib.
Acto seguido, empujan a Nick contra la tierra, lo sujetan y lo decapitan. La horrorosa escena, que ayer por la tarde fue colgada en la página Web del grupo islamista Muntada al Ansar, concluye con los asesinos mostrando la cabeza de su víctima a la cámara. Nick Berg tenía sólo 26 años.
Antes de lanzarse a la aventura y viajar a Mesopotamia, Nick regentaba un pequeño negocio en los suburbios de Filadelphia. La empresa se llamaba Prometheus Methods Tower Service Inc. El muchacho escalaba torres, inspeccionaba antenas, cables y conexiones y hacía informes. Era un experto en antenas y había llegado a Irak el 21 de diciembre, para trabajar en la reconstrucción del país.
Se dedicó inicialmente a las antenas, pero el pasado 14 de febrero, cuando las cosas comenzaron a enturbiarse y estallaron las revueltas, la compañía que le había contratado le informó de que se había acabado la tarea. Podía haber vuelto a Estados Unidos pero optó por aprovechar la ocasión para conocer el país.
Comenzó a viajar, con poco dinero, escasos recursos y usando medios públicos de transporte. Llamaba a casa con frecuencia y cada vez que se topaba con un cibercafé, enviaba mensajes por Internet. Hace poco más de un mes, el pasado 24 de marzo, telefoneó a sus padres a Filadelphia. y les dijo que iba a buscar la manera de retornar a casa. Se limitó a decir que en cuanto pudiera salía de Irak. Ya no se sentía a gusto en el país. Había reservado plaza en un avión que salía de Bagdad el 30 de marzo. Después de esa llamada se le perdió completamente la pista.
Fue el 31 de marzo, tras presentarse varios policías de Filadelphia en la casa familiar preguntado por los motivos que habían llevado a Nick hasta Irak, cuando sus padres se enteraron de que el muchacho estaba preso. El 5 de abril, Michael Berg puso una denuncia en los juzgados y al día siguiente soltaron a Nick. El joven nunca explico las razones de su arresto o porque lo retuvieron 13 días en una lóbrega comisaría.
Contó que lo habían detenido en un control de carretera y que no lo habían maltratado. Añadió que saldría por Jordania, Turquía o Kuwait. El pasado sábado, su cadáver sin cabeza apareció debajo de uno de los numerosos puentes que hay en las autopistas que circunvalan y cruzan la capital iraquí.
La Web que ayer colgó el horripilante vídeo de su decapitación pertenece a Muntada al Ansar, uno de los grupúsculos de fanáticos islámicos afiliados a la red terrorista de Al Qaeda. La grabación es de ínfima calidad, granulosa y vacilante, pero la escena es inequívoca. No degüellan y cortan la cabeza de un cuerpo muerto. Cuando el enorme cuchillo se hunde por primera vez en la garganta de Nick, el muchacho está vivo. Se le oye gritar al sentir la incisión. También se escuchan loa alaridos histéricos de sus verdugos, que aúllan “¡Alá es grande!”.
La familia Berg sabía que su hijo había sido decapitado, pero ignoraba las circunstancias hasta ayer, cuando la noticia saltó a los noticieros de todo el mundo. “Sabíamos que lo habían decapitado”, explicó el padre. “Y creemos que es una forma mejor de morir, que sufrir una larga y penosa tortura, pero no queríamos que se hiciera público”.
En el vídeo, los asesinos explican que habían ofrecido intercambiar a Nick por algunos de los terroristas encarcelados en Abu Ghraib., pero que las autoridades norteamericanas se negaron a acuerdo alguno. El título de la cinta es “Abu Musab al-Zarqawi en el momento de sacrificar a un americano”. Se ignora si Al Zarqawi, uno de los lugartenientes de Osama Bin Laden, se encuentra entre los enmascarados de la grabación.
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Bien, no sé qué decir
Allah es el más grande....... si digo lo que pienso que habría que poner en esos puntos suspensivos, me degüellan a mí también
Terroristas islámicos decapitan ante las cámaras a un civil norteamericano
El muchacho, sentado en el suelo y vestido con un chándal anaranjado, se identifica con voz trémula. “Me llamo Nick Berg, mi padre es Michael, tengo un hermano y una hermana, David y Sarah”, dice despacio el estadounidense.
Detrás de él, en pie, hay cinco hombres enmascarados, con correajes y fusiles kalasnikov. Uno de ellos, el que está en el centro, lee una declaración en la que habla de las torturas y abusos sufridos por los presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib.
Acto seguido, empujan a Nick contra la tierra, lo sujetan y lo decapitan. La horrorosa escena, que ayer por la tarde fue colgada en la página Web del grupo islamista Muntada al Ansar, concluye con los asesinos mostrando la cabeza de su víctima a la cámara. Nick Berg tenía sólo 26 años.
Antes de lanzarse a la aventura y viajar a Mesopotamia, Nick regentaba un pequeño negocio en los suburbios de Filadelphia. La empresa se llamaba Prometheus Methods Tower Service Inc. El muchacho escalaba torres, inspeccionaba antenas, cables y conexiones y hacía informes. Era un experto en antenas y había llegado a Irak el 21 de diciembre, para trabajar en la reconstrucción del país.
Se dedicó inicialmente a las antenas, pero el pasado 14 de febrero, cuando las cosas comenzaron a enturbiarse y estallaron las revueltas, la compañía que le había contratado le informó de que se había acabado la tarea. Podía haber vuelto a Estados Unidos pero optó por aprovechar la ocasión para conocer el país.
Comenzó a viajar, con poco dinero, escasos recursos y usando medios públicos de transporte. Llamaba a casa con frecuencia y cada vez que se topaba con un cibercafé, enviaba mensajes por Internet. Hace poco más de un mes, el pasado 24 de marzo, telefoneó a sus padres a Filadelphia. y les dijo que iba a buscar la manera de retornar a casa. Se limitó a decir que en cuanto pudiera salía de Irak. Ya no se sentía a gusto en el país. Había reservado plaza en un avión que salía de Bagdad el 30 de marzo. Después de esa llamada se le perdió completamente la pista.
Fue el 31 de marzo, tras presentarse varios policías de Filadelphia en la casa familiar preguntado por los motivos que habían llevado a Nick hasta Irak, cuando sus padres se enteraron de que el muchacho estaba preso. El 5 de abril, Michael Berg puso una denuncia en los juzgados y al día siguiente soltaron a Nick. El joven nunca explico las razones de su arresto o porque lo retuvieron 13 días en una lóbrega comisaría.
Contó que lo habían detenido en un control de carretera y que no lo habían maltratado. Añadió que saldría por Jordania, Turquía o Kuwait. El pasado sábado, su cadáver sin cabeza apareció debajo de uno de los numerosos puentes que hay en las autopistas que circunvalan y cruzan la capital iraquí.
La Web que ayer colgó el horripilante vídeo de su decapitación pertenece a Muntada al Ansar, uno de los grupúsculos de fanáticos islámicos afiliados a la red terrorista de Al Qaeda. La grabación es de ínfima calidad, granulosa y vacilante, pero la escena es inequívoca. No degüellan y cortan la cabeza de un cuerpo muerto. Cuando el enorme cuchillo se hunde por primera vez en la garganta de Nick, el muchacho está vivo. Se le oye gritar al sentir la incisión. También se escuchan loa alaridos histéricos de sus verdugos, que aúllan “¡Alá es grande!”.
La familia Berg sabía que su hijo había sido decapitado, pero ignoraba las circunstancias hasta ayer, cuando la noticia saltó a los noticieros de todo el mundo. “Sabíamos que lo habían decapitado”, explicó el padre. “Y creemos que es una forma mejor de morir, que sufrir una larga y penosa tortura, pero no queríamos que se hiciera público”.
En el vídeo, los asesinos explican que habían ofrecido intercambiar a Nick por algunos de los terroristas encarcelados en Abu Ghraib., pero que las autoridades norteamericanas se negaron a acuerdo alguno. El título de la cinta es “Abu Musab al-Zarqawi en el momento de sacrificar a un americano”. Se ignora si Al Zarqawi, uno de los lugartenientes de Osama Bin Laden, se encuentra entre los enmascarados de la grabación.
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Bien, no sé qué decir
Allah es el más grande....... si digo lo que pienso que habría que poner en esos puntos suspensivos, me degüellan a mí también