Unamuno decía,” Dios del cielo líbranos de los dioses de la tierra”. En mi mismo aplico la frase para librarme de dios de todas las religiones, las cuales lo han manipulado y utilizado con fines enriquecedores, belicosos y esclavizadores. No obstante los profetas en los cuales se basan las doctrinas religiosas, en su mayoría, nos han predicado la paz, el amor, la unión entre los hombres y razas, pero hoy en día lo que tenemos son una multitud de sectas que comulgan con la desigualdad y toda clase de injusticias, permitiendo aberrantemente la división de los seres humanos en ricos y pobres, justificado las guerras y formando parte de los cuerpos militares.
A mí esa clase de dioses religiosos no me interesan, abomino de ellos y de sus doctrinas. Jamás un dios belicoso, puede ser un dios de amor, es imposible amar al prójimo como a uno mismo y armarte en una guerra, tampoco es posible un estado de justicia e igualdad que suelen proclamar las religiones y a la vez permitir el enriquecimiento a costa del prójimo mediante la explotación. Casi todas las doctrinas arremeten contra la riqueza y los potentados, pero todas ellas en sus templos se ponen sus mejores galas para celebrar los acontecimientos pertinentes, dando las mejores bendiciones a los potentados de la tierra. No podemos olvidar que el cristianismo en sus orígenes, era un conjunto de personas sencillas hombres sin letras, de humildes oficios y pocos bienes, eran trabajadores pobres. Jesús era un carpintero, el cual no tenia donde reclinar su cabeza, arremetía contra los escribas y fariseos de entonces, y no aceptaba la sumisión sacerdotal. No nos cabe duda a los trabajadores del mundo, que su iglesia era pobre, libre de dogmas, ritos, cleros a sueldo y toda clase de tinglado económico.
Hoy en día, todas las sectas se han rodeado de riqueza, tienen personajes venerados y venerables, santidades vivientes y el dinero se les hace imprescindible, y yo digo que para vivir a Dios, todo eso sobra y no hace falta. Me bautizaron como Católico de pequeño, cuando no tenía uso de razón, pero hoy en mi mayoría de edad, me di de baja del catolicismo de una forma oficial, a pesar que me pusieron muchas pegas en la vicaría, puesto que al catolicismo en este país le interesa la cantidad no la calidad, a la hora de reclamar parte del presupuesto estatal. Cuento esto porque me siento libre, y no necesito estar atado a ningún código canónico, ya que si en alguien pongo la esperanza es en el Dios universal, en ese alguien o algo que ha hecho posible mi existencia, no me importa si es cuadrado o redondo, si tiene forma o no, solo se que no me he creado a mi mismo, y que soy gracias a algo o a alguien que ha pensado en mi.
Jesús como tal, entiendo que predicó esa libertad del individuo para que te acerques a Dios sin intermediarios, tal como él lo vivía, él dijo claramente; ”aprended de mí “. No se autotituló cristiano, ni tan siquiera conocía el nombre. Nos habló en todo caso de un Dios de amor, en el cual no caben las condenaciones, sino mas bien las infinitas oportunidades en vidas sucesivas, que te permitan comprender y rectificar mediante las experiencias, que te ayuden a descubrir el dios que hay en cada uno de nosotros, al que se le puede llamar Cristo o de otra manera, pues el es en nosotros la semejanza de Dios y no el físico. Soy un buscador que cree en las personas como individuos y en su potencial espiritual, veo las religiones y todas sus sectas como piedras e tropiezo y siento a un Dios universal que no se le puede encuadrar y clasificar en un grupo determinado. Dios es amor y el amor es universal, se dice que por el amor será salvo el hombre y efectivamente, el mismo está presente en cualquier ser vivo por encima de religiones, sexos, o razas. Son sus actos los que van a cambiar este mundo, pero si uno no cambia su propio mundo, entonces es como si no cambiara nada.
Un saludo fraternal, a los que les guste y a los que no.
A mí esa clase de dioses religiosos no me interesan, abomino de ellos y de sus doctrinas. Jamás un dios belicoso, puede ser un dios de amor, es imposible amar al prójimo como a uno mismo y armarte en una guerra, tampoco es posible un estado de justicia e igualdad que suelen proclamar las religiones y a la vez permitir el enriquecimiento a costa del prójimo mediante la explotación. Casi todas las doctrinas arremeten contra la riqueza y los potentados, pero todas ellas en sus templos se ponen sus mejores galas para celebrar los acontecimientos pertinentes, dando las mejores bendiciones a los potentados de la tierra. No podemos olvidar que el cristianismo en sus orígenes, era un conjunto de personas sencillas hombres sin letras, de humildes oficios y pocos bienes, eran trabajadores pobres. Jesús era un carpintero, el cual no tenia donde reclinar su cabeza, arremetía contra los escribas y fariseos de entonces, y no aceptaba la sumisión sacerdotal. No nos cabe duda a los trabajadores del mundo, que su iglesia era pobre, libre de dogmas, ritos, cleros a sueldo y toda clase de tinglado económico.
Hoy en día, todas las sectas se han rodeado de riqueza, tienen personajes venerados y venerables, santidades vivientes y el dinero se les hace imprescindible, y yo digo que para vivir a Dios, todo eso sobra y no hace falta. Me bautizaron como Católico de pequeño, cuando no tenía uso de razón, pero hoy en mi mayoría de edad, me di de baja del catolicismo de una forma oficial, a pesar que me pusieron muchas pegas en la vicaría, puesto que al catolicismo en este país le interesa la cantidad no la calidad, a la hora de reclamar parte del presupuesto estatal. Cuento esto porque me siento libre, y no necesito estar atado a ningún código canónico, ya que si en alguien pongo la esperanza es en el Dios universal, en ese alguien o algo que ha hecho posible mi existencia, no me importa si es cuadrado o redondo, si tiene forma o no, solo se que no me he creado a mi mismo, y que soy gracias a algo o a alguien que ha pensado en mi.
Jesús como tal, entiendo que predicó esa libertad del individuo para que te acerques a Dios sin intermediarios, tal como él lo vivía, él dijo claramente; ”aprended de mí “. No se autotituló cristiano, ni tan siquiera conocía el nombre. Nos habló en todo caso de un Dios de amor, en el cual no caben las condenaciones, sino mas bien las infinitas oportunidades en vidas sucesivas, que te permitan comprender y rectificar mediante las experiencias, que te ayuden a descubrir el dios que hay en cada uno de nosotros, al que se le puede llamar Cristo o de otra manera, pues el es en nosotros la semejanza de Dios y no el físico. Soy un buscador que cree en las personas como individuos y en su potencial espiritual, veo las religiones y todas sus sectas como piedras e tropiezo y siento a un Dios universal que no se le puede encuadrar y clasificar en un grupo determinado. Dios es amor y el amor es universal, se dice que por el amor será salvo el hombre y efectivamente, el mismo está presente en cualquier ser vivo por encima de religiones, sexos, o razas. Son sus actos los que van a cambiar este mundo, pero si uno no cambia su propio mundo, entonces es como si no cambiara nada.
Un saludo fraternal, a los que les guste y a los que no.