Todos saben que firmo en el foro como “DABAR”, y que en realidad significa la contracción de mi nombre con mi apellido: David Bardón.
Como me siento culminando mi espacio en el foro, porque he desarrollado los temas que me interesaban compartir. Más allá de los momentos tensos que se viven en el foro,- unos por defender o atacar los pensamientos que encierran-, en éste tópico de religión, hace que las emociones suban o bajen, según el resultado de los escritos. No quiero decir que me alejaré del foro, sino que con más sosiego participaré con ustedes, los foristas.
No todos saben que soy “mormón”, que me bauticé a los 14 años, y caminé los tiempos de ser un sacerdote aarónico, con los tiempos de preparación con seminarios e institutos, hasta llegar por mi decisión a cumplir con unas de las premisas que para ese entonces nos daba el profeta Kimball, y era salir a una misión regular. La complementé entre los años 1977-1979. Cabe mencionar que el año 1989, recibí mi investidura en el Templo de la Ciudad de Buenos Aires. Llevo muchos años leyendo en cuanto a la historia de la iglesia, de la organización, y en especial a las acciones de miembros, que con su conducta encubierto han perjudicado la imagen de la Iglesia de Cristo.
Durante estos pocos días que he participado, se ha dicho mucho en cuanto a la doctrina mormona. Lo que encierra en los temas que se tocan, es que algunos participantes, y para muchos que no conocen bien por dentro a la iglesia mormona, que se pregunten por quién tienen la razón, o por lo contrario se cansen y dejen de leer, perdiendo la oportunidad de conocer y discernir por ellos mismos en dónde está la verdad. En ocasiones se exponen los temas, y algunos obvian en contestar o dejar pasar el tiempo, teniendo de esa manera, la forma, de dejar sin explicar lo que corresponde.
Hasta el año 2006 (Noviembre), era normal para mí, por llamarlo así, manifestar mi testimonio de la iglesia. Defenderla como algunos participantes lo hacen hoy, y esgrimir cuanto pudiera en la razón de que la iglesia de Cristo es la “única y verdadera iglesia sobre la tierra”. Pero hubo cosas que me llevaron a pensar y ha encontrarme con una forma diferente de ver a la iglesia. De no haber sido por los mismos líderes, tal vez no le hubiera dado tanta importancia. Pero las “palabras” de miembros de gran relevancia para mi, me hicieron ver las cosas dentro y fuera de la iglesia de otra manera. Era como si se presentara el evangelio en un envase distinto al que se palpa dentro de la iglesia. Hay cuestiones que no concuerda con lo que se predica en los púlpitos, en especial por parte de autoridades locales, y líderes regionales. Que para mí no escapa al ojo visor de las Autoridades Generales. Tales actos no empalidece lo bueno que tiene la iglesia y que es, a pesar de estar dentro de un círculo elitista, la membresía y algunos coletazos de bondad.
Había pasado casi 30 años de no conectarme con éstos líderes, y el único consejo que recibí –sin importarle más que otra cosa de mí – fue que me pusiera “al día con los diezmos”. No les importó mi estado, ni mi vida o la de mi familia, solo -“que me ponga al día con los diezmos”-
Así fue que investigué con las mismas escrituras lo referente a la ley de los diezmos. Y luego vinieron los demás temas, como: El sacerdocio y los hombres de color, y algunos temas en cuanto al Libro de Mormón, como el tópico sobre la poligamia.
Algunos estarán de acuerdo y otros no. No me impacienta de ninguna manera los comentarios, porque no está en mí que sigan mi línea de pensamiento, sino que se conozca otra manera de pensar de uno que estuvo “dentro de la iglesia”. No quiero formar una línea paralela dentro del mormonismo, sino que se den el tiempo, - en especial los miembros activos – de que existe una forma de ver las cosas, y que no quiere decir que forzosamente uno sea una apóstata, por pensar distinto a la corriente doctrinaria de la iglesia. Los mismos líderes nos invitan a que nos quitemos las dudas dentro de nuestra mente, investigando.
con su vida dentro del mormonismo, ó se sienta incómoda
con las enseñanzas de la fe, tiene la libertad de hacer pre-
guntas y de tratar dichos temas.
Esto fue dicho por: el Elder Richard E. Turley—Director Ejecutivo del Departamento de Historia Familiar e Historia de la Iglesia, el 27 de Junio de 2003.-
También quiero agregar las palabras que están en el prefacio del libro que escribió, el extinto Apóstol Bruce R. McConkie, llamado, Doctrina Mormona, que dice:
para aprender y aplicar la verdadera doctrina del evangelio…
Con ésta invitación, me propuse preguntarme y buscar las respuestas en los libros canónicos de la Iglesia Mormona. Y a los que se molestan porque digo Iglesia Mormona, les digo que nunca me molestó y siempre se reconoció como un “buen sobrenombre”, que la iglesia ha aceptado, tanto que en los manuales han incorporado los términos que ya hemos escrito.
Si La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y ésta es mi percepción, sólo hubieran manejado el tema de doctrina como fundamento, al Libro de Mormón y a la Santa Biblia, hoy no estaríamos en le foro discutiendo los temas que ya hemos tratado. Al incorporar a las Doctrinas y Convenios, que a mi manera de observar, son estatutos y normas organizativas eclesiásticas, han perjudicado al la iglesia con mandamientos afanosos de hombres. La Perla de Gran Precio, es otro conglomerado, -¿de escrituras?- pero que en realidad son manifestaciones capciosas para entrever que la maldición de Caín recae sobre los hombres de la raza negra. Pero no se dan cuenta que las mismas palabras de tal escritura les dice- “que el color negro sobre los descendientes de Canaán se debió a un efecto del ecosistema del lugar, volviéndose de color negro”. Entonces cómo se puede sostener que la doctrina de la iglesia, si su mismo libro lo explica, digan que se debe, según Enoc, a la maldición de Jehová sobre Caín. Esta es la forma de confundir que tiene la doctrina mormona en el esfuerzo de sostener una falsa doctrina que su mismo libro les aclara el porqué del color negro.
Todos saben que Brigham Young, acumuló grandes esfuerzos en tratar de imponer y lograrlo con cierto éxito, el “mandamiento de la poligamia”. Hay ciertas informaciones que a la sección 132, la incorporó en el año 1853, y que tal mandamiento o ley de Dios, no la recibió José Smith. También se esforzó en decir que Adán, “vino con una de sus esposas, Eva”. De éstas manera expone el estado polígamo de Adán, desde la creación, dando una distorsión, a los términos dados por Jehová en la manera de cómo fue creado el hombre. Pero era el afán de decir más de lo que el Espíritu Santo revela, y los hizo con los esfuerzos de la sangre del hombre, dando camino al hombre ”carnal”, he imponiendo como doctrina basuras que pronto se convirtió por el …”yo sé”… de los que los seguían, como una verdad, que se transmitió hasta nuestros tiempos. Y no sólo eso, sino que realizó los esfuerzos más denodados por combatir al hombre de color, llevándolo a la misma miseria más vil que un hombre puede tener. Ya de la Perla de Gran Precio, se estimulaba a la “negación de la predicación del Evangelio", a los hombres de color.
Por eso nos encontramos con dos situaciones que se dan en las conocidas revelaciones modernas, una en Doctrina y Convenios, y otra en Perla de Gran Precio, han sido diluidas con el tiempo por ser insostenibles como “mandamientos”. Una, la “ley de la poligamia”. Fue rechazada por impracticable, por ser matrimonios prohibidos –palabras del profeta que emitió el manifiesto- y quitada en su vigencia. Aunque se mantiene tal doctrina por hallarse dentro de las ediciones posteriores al año 1890, por lo tanto es enseñanza implícita. Y la otra es lo que contradice a lo enseñado en otra revelación que se encontró en los “papiros” – que algunos sostienen que son rezos funerarios – en donde enseñaban la negación del sacerdocio a los hombres negros. ¡Que sutileza! Justo en las revelaciones modernas –ya que el profeta siempre manifiesta la voluntad de Dios- han sido descalificadas, dichas “revelaciones”, como “Mandamientos” y perdido su poder espiritual. Llegando como conclusión que los mandamientos que surgieron en la restauración, has sido “quitados por sendos Manifiestos”. Es raro que ningún mandamiento surja en víspera de la Santa Biblia o del Libro de Mormón. Se tratará de apoyar que la ley de la poligamia vino a causa del Antiguo Testamento, pero es de observar que se ajusta a la enseñanza de José Smith, desprendida de la pregunta sobre el adulterio. Por eso de haber tenido la iglesia, sólo el Libro de Mormón y la Biblia, nunca se hubiera registrado los “famosos mandamientos”, de los cuales hemos hablado, y que hoy no existen, al menos para el vulgo. Pero fijemos esta postura. De seguir como se dice que el Libro de Mormón es el 2º testigo de Cristo, tampoco debería existir la ley de los Diezmos. Porque en el Nuevo Testamento, en la Iglesia Primitiva, la del Señor y de la Apóstoles, esa Iglesia que dice que José Smith, “restauró”, no se vivía dicha ley, porque fue dada sólo a los pueblo judíos. Y ahora podemos ver, como el Libro de Mormón da testimonio de tal enseñanza, porque en los comienzos de Alma con la Iglesia de Cristo, y en sus enseñanzas posteriores, nunca se vivió la ley de los diezmos entre los miembros de la iglesia nefita. ¡Que diferencia tan escueta, en donde podemos ver las enseñanzas claras y sencillas dadas por los “2 testigos especiales de Cristo”! La Biblia y el Libro de Mormón. ¡Maravilloso! En el Libro de Mormón y la Biblia, aprendemos que debemos ofrendar, y tener una sola esposa. ¡Gracias por estos libros! Por eso manifiesto, que dentro de la Iglesia de Cristo, se ha erigido la doctrina mormona. Con enseñanzas que solamente los lideres mormones la han visto, y que la han registrado como doctrina del Señor en sendos libros modernos como escrituras. Estos agregados, le han traído más contradicciones que aciertos a la iglesia.
Ni hablar lo que contiene en las llamadas revelaciones modernas en cuanto a la 2º venida del Salvador, o de la formación de la Orden Unida, que según revelación, fue puesta en vigencia, y un mes después “fue quitada por otra revelación”, por inaplicable. Me gustaría saber de estar en éstos días, tanto José Smith o Brigham Young, Qué pensarían de que los mandamientos de la poligamia y de la restricción de otorgar el sacerdocio a los hombres de color, ¡fueron abolidos! O de los muchos miembros que han fallecidos y que daban en altas voces sus testimonios de la veracidad del Matrimonio Plural, y la defensa acérrima de que los hombres de color padecían una maldición justa, dada por el Señor, por ser indignos, y por no haber apoyado en la causa preexistente a favor del plan del Señor. ¡Qué pasa con tales testimonios! Hoy los tendrían que cambiar. Hoy dirían todo lo opuesto, y se levantarías diciendo que los dichos de hoy, ¡es la verdad!, que la poligamia no existe, y el sacerdocio a los negros, es una “bendición”. Es decir lo que ayer, era una verdad, hoy es lo contrario.
La expiación de Jesucristo es amplia y amorosa, y alcanza a todos los hombres de la tierra. Pero la doctrina mormona le ha puesto “un límite” a la expiación del Salvador. En ciertas condiciones no alcanza. Y para esto se necesita “otra expiación propia”. ¿Cómo se puede tener tanta osadía en decir tales palabras como doctrina? Porque si vamos al caso, ¿Pagó el rey David, con su sangre, el pecado de haber mandado a matar a Urías? ¡Por favor hermanos mormones! Esa no es una doctrina del Señor. Tampoco es válida la “promesa” de la sección 132:26 ¿Cómo se puede decir que hay pecados permisibles –con pago de por medio- que los miembros “sellados por la promesa del Espíritu Santo”, van a recibir el privilegio de salir en la “1º resurrección” y lograr la “exaltación”? Estamos dando un lado flaco al pensamiento de seguir a Cristo, porque le damos al miembro “todas las posibilidades de zafar en la conducta cristiana”. Algo similar ocurrió cuando se quiso formar la estaca en mi ciudad. Se “permitía a los semiactivos” asistir cada tres meses, un domingo a la reunión de sacerdocio, y pasaría a figurar en la lista de miembro, como ¡ACTIVOS! Acomodaban “una mandamiento del Señor”, en cuanto al día de reposo, de manera que le sea cómodo al miembro, pero distorsionaban los informes diciendo que eran “activos”, por lo tanto, la asistencia subía con el número de élderes, y de esa manera lograban tener los números necesarios para tener la estaca. ¡Mentiras y más mentiras!
Es además sostenible, aunque algunos participantes traten de desmentirlo diciendo que no es “oficial”, algunos puntos de doctrina, pero se debe entender que “todo lo que esté registrado dentro de la literatura que contienen la iglesia, es indudablemente, “registros oficiales”, Porque están dentro de las ediciones que supervisa la Primera Presidencia.
Por eso sostengo, desde mi óptica, que el día que tome la Iglesia Mormona, como fundamento doctrinario a los que dicen que son los 2 testigos de Cristo, cambiará todo. La historia obscura que arrastra con el tema de la poligamia y sobre el sacerdocio a los negros, no alcanza con emitir los Manifiestos, sino en reconocer que se equivocaron desde el profeta José Smith, con la “revelación” del mandamiento de la poligamia, y lo expresado en cuanto a los negros. La iglesia Católica, reconoció sus errores con la Inquisición, -por dar un ejemplo- por lo tanto la soberbia de decir ¡es la Iglesia Verdadera!, no es factible de seguridad, sino basta con ver las veces que la Iglesia de Cristo, entre los nefitas, las oportunidades que cayó, tropezó, por emitir prácticas con enseñanzas falsas, o por amor al dinero, o por dejar de lado al pobre y menesteroso. Hoy la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, no está exenta de “caer”, por las falsas enseñanzas que imparte, día a día. Solo con leer lo que concluyó Moroni, se vería que es referente para los días que transcurren en la actualidad.
Por eso me manifiesto en contra de las doctrinas aberrantes de la práctica de:
1º) La poligamia. Por ser una práctica que el mismo José Smith, no la llevó con seriedad y respeto por el orden del pudor (al menos), ya que la vivió de una manera desordenada, que para un profeta es una falta grave. Vivió en secreto, sin antes de estar escrita la ley. Se casó, a elección, con adolescentes, y con mujeres que se mantenían casadas. Cuando se dijo que la ley era para sostener a mujeres con niños o solteras. La iglesia aceptó que se realizara casamientos por la eternidad (sellamientos), cuando José Smith era fallecido. ¿No se conformaban dichas mujeres de tener a su esposo legítimo? ¡Que morbo tan espeluznante! Dichas mujeres demostraban un poco más que desprecio por su sacerdote y elegían al “profeta muerto” para ligar su vida a la eternidad. Tal práctica me conmueve al rechazo banal de los líderes que aceptan como doctrina lo expresado. Y además por las contradicciones que contiene el Manifiesto nº 1.
2º) De la falsa enseñanza de que los hombres de color son castigados desde la preexistencia, y que vienen a la tierra por la “maldición de Caín”.
3º) Que la ley de los diezmos, es imperativo para demostrar la fidelidad del miembro al Señor, y que es necesario para la expansión del Reino, cuando en realidad, es y fue, una ley para la tribu de Israel, para el sostenimiento de la tribu de Levi, y no para transformar a la iglesia en una potencia económica, haciendo tesoros que el “orín y moho corrompen”. Dicho mandamiento se mantiene en vigencia por la atemorizante persecución que se inflinge a los miembros en denigración del autoestima, diciendo de la falta de dignidad por un cumplir con lo pedido por el Señor, so pena de ser “quemado y destruido en la venida del Señor”.
4º) Que la expiación del Salvador, es manejada por un pensamiento con ventajas, a la conducta de los fieles, que quieran pecar. Dando la oportunidad de que “si peca”, lo puede remediar por si mismo, con su expiación. Este pensamiento destruye la doctrina de salvación dada por el Padre a través de su Hijo. Tal es lo que expresa la “promesa” que se registra en D.y C. 132:26.
5º) Que no se pueden cambiar o acomodar los mandamientos (ya que significa dar falsas enseñanzas) dados por el Señor, como en el caso del día de reposo, en mi ciudad. Además de mentir en los informes y registros de la iglesia.
Pensar que en el foro algunos participantes me han tratado de mentiroso, de deshonesto…pero con una salvedad…yo no miento, tal vez sea mi forma de pensar, mi criterio, mi investigación de la doctrina mormona. Pero no utilicé mi lugar de liderísmo en la iglesia, para impartir mentiras como si fuera la “voluntad del Señor”.
Podrán disentir o no aceptar lo que digo. Es mi pensamiento. Algunos coincidirán, en parte, otros en nada. Podrán emitir juicios descabellados sobre mí, o decir que tan loco estoy. Pero no me hará cambiar lo que siento, aunque se me llame apóstata. Ésta es la ventaja que me permite el espacio que me brinda el foro de religión, decir lo que siento, y que no se ajusta a ningún preestablecido código y forma de pensamiento. Si estuviera equivocado, o de alguna manera ofenden mis palabras al clero mormón, ya está reglamentada la manera de que se me trate, como miembro. En el caso de serlo, la Primera Presidencia, ha tenido y tiene la oportunidad de juzgarme, - y no decir como alguien dijo que no pierden el tiempo con personas que reflexiona como yo -, porque en tal caso, como llamado al grado de Elder que tengo, se debe someterme a un tribunal, sea del país que sea.
Mi desafío es que me demuestren lo contrario, pero no con razonamientos infantiles, histéricos, diciendo como el caso de la poligamia…”que si el Señor quiere hacer excepción”… ¡Por favor, basta de estupideces! Cuando comencé mi blog, fue con el propósito de decir las mentiras que contienen la doctrina mormona, y cómo me parece que funciona, y la manera de sacarle la máscara a los que dirigen la Iglesia de Cristo. Es el tiempo de demostrar con estudios, con seguimientos de escrituras, con un orden histórico y social, del momento que se da un mandamiento o doctrina para el pueblo, y luego comparada con el único medio, que son las Santas Escrituras, apreciar si es una doctrina de Dios, o si viene de Satanás, por boca de los hombres afanados por sed y hambre de honores de los hombres, y ciegos por la codicia de los tesoros terrenales.
DABAR— (David Bardón) —ENERO 2009
Como me siento culminando mi espacio en el foro, porque he desarrollado los temas que me interesaban compartir. Más allá de los momentos tensos que se viven en el foro,- unos por defender o atacar los pensamientos que encierran-, en éste tópico de religión, hace que las emociones suban o bajen, según el resultado de los escritos. No quiero decir que me alejaré del foro, sino que con más sosiego participaré con ustedes, los foristas.
No todos saben que soy “mormón”, que me bauticé a los 14 años, y caminé los tiempos de ser un sacerdote aarónico, con los tiempos de preparación con seminarios e institutos, hasta llegar por mi decisión a cumplir con unas de las premisas que para ese entonces nos daba el profeta Kimball, y era salir a una misión regular. La complementé entre los años 1977-1979. Cabe mencionar que el año 1989, recibí mi investidura en el Templo de la Ciudad de Buenos Aires. Llevo muchos años leyendo en cuanto a la historia de la iglesia, de la organización, y en especial a las acciones de miembros, que con su conducta encubierto han perjudicado la imagen de la Iglesia de Cristo.
Durante estos pocos días que he participado, se ha dicho mucho en cuanto a la doctrina mormona. Lo que encierra en los temas que se tocan, es que algunos participantes, y para muchos que no conocen bien por dentro a la iglesia mormona, que se pregunten por quién tienen la razón, o por lo contrario se cansen y dejen de leer, perdiendo la oportunidad de conocer y discernir por ellos mismos en dónde está la verdad. En ocasiones se exponen los temas, y algunos obvian en contestar o dejar pasar el tiempo, teniendo de esa manera, la forma, de dejar sin explicar lo que corresponde.
Hasta el año 2006 (Noviembre), era normal para mí, por llamarlo así, manifestar mi testimonio de la iglesia. Defenderla como algunos participantes lo hacen hoy, y esgrimir cuanto pudiera en la razón de que la iglesia de Cristo es la “única y verdadera iglesia sobre la tierra”. Pero hubo cosas que me llevaron a pensar y ha encontrarme con una forma diferente de ver a la iglesia. De no haber sido por los mismos líderes, tal vez no le hubiera dado tanta importancia. Pero las “palabras” de miembros de gran relevancia para mi, me hicieron ver las cosas dentro y fuera de la iglesia de otra manera. Era como si se presentara el evangelio en un envase distinto al que se palpa dentro de la iglesia. Hay cuestiones que no concuerda con lo que se predica en los púlpitos, en especial por parte de autoridades locales, y líderes regionales. Que para mí no escapa al ojo visor de las Autoridades Generales. Tales actos no empalidece lo bueno que tiene la iglesia y que es, a pesar de estar dentro de un círculo elitista, la membresía y algunos coletazos de bondad.
Había pasado casi 30 años de no conectarme con éstos líderes, y el único consejo que recibí –sin importarle más que otra cosa de mí – fue que me pusiera “al día con los diezmos”. No les importó mi estado, ni mi vida o la de mi familia, solo -“que me ponga al día con los diezmos”-
Así fue que investigué con las mismas escrituras lo referente a la ley de los diezmos. Y luego vinieron los demás temas, como: El sacerdocio y los hombres de color, y algunos temas en cuanto al Libro de Mormón, como el tópico sobre la poligamia.
Algunos estarán de acuerdo y otros no. No me impacienta de ninguna manera los comentarios, porque no está en mí que sigan mi línea de pensamiento, sino que se conozca otra manera de pensar de uno que estuvo “dentro de la iglesia”. No quiero formar una línea paralela dentro del mormonismo, sino que se den el tiempo, - en especial los miembros activos – de que existe una forma de ver las cosas, y que no quiere decir que forzosamente uno sea una apóstata, por pensar distinto a la corriente doctrinaria de la iglesia. Los mismos líderes nos invitan a que nos quitemos las dudas dentro de nuestra mente, investigando.
En resumen, una persona (miembro) que no esté satisfechacon su vida dentro del mormonismo, ó se sienta incómoda
con las enseñanzas de la fe, tiene la libertad de hacer pre-
guntas y de tratar dichos temas.
Esto fue dicho por: el Elder Richard E. Turley—Director Ejecutivo del Departamento de Historia Familiar e Historia de la Iglesia, el 27 de Junio de 2003.-
También quiero agregar las palabras que están en el prefacio del libro que escribió, el extinto Apóstol Bruce R. McConkie, llamado, Doctrina Mormona, que dice:
…los hombres están obligados por su propia cuenta y riesgo,para aprender y aplicar la verdadera doctrina del evangelio…
Con ésta invitación, me propuse preguntarme y buscar las respuestas en los libros canónicos de la Iglesia Mormona. Y a los que se molestan porque digo Iglesia Mormona, les digo que nunca me molestó y siempre se reconoció como un “buen sobrenombre”, que la iglesia ha aceptado, tanto que en los manuales han incorporado los términos que ya hemos escrito.
Si La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y ésta es mi percepción, sólo hubieran manejado el tema de doctrina como fundamento, al Libro de Mormón y a la Santa Biblia, hoy no estaríamos en le foro discutiendo los temas que ya hemos tratado. Al incorporar a las Doctrinas y Convenios, que a mi manera de observar, son estatutos y normas organizativas eclesiásticas, han perjudicado al la iglesia con mandamientos afanosos de hombres. La Perla de Gran Precio, es otro conglomerado, -¿de escrituras?- pero que en realidad son manifestaciones capciosas para entrever que la maldición de Caín recae sobre los hombres de la raza negra. Pero no se dan cuenta que las mismas palabras de tal escritura les dice- “que el color negro sobre los descendientes de Canaán se debió a un efecto del ecosistema del lugar, volviéndose de color negro”. Entonces cómo se puede sostener que la doctrina de la iglesia, si su mismo libro lo explica, digan que se debe, según Enoc, a la maldición de Jehová sobre Caín. Esta es la forma de confundir que tiene la doctrina mormona en el esfuerzo de sostener una falsa doctrina que su mismo libro les aclara el porqué del color negro.
Todos saben que Brigham Young, acumuló grandes esfuerzos en tratar de imponer y lograrlo con cierto éxito, el “mandamiento de la poligamia”. Hay ciertas informaciones que a la sección 132, la incorporó en el año 1853, y que tal mandamiento o ley de Dios, no la recibió José Smith. También se esforzó en decir que Adán, “vino con una de sus esposas, Eva”. De éstas manera expone el estado polígamo de Adán, desde la creación, dando una distorsión, a los términos dados por Jehová en la manera de cómo fue creado el hombre. Pero era el afán de decir más de lo que el Espíritu Santo revela, y los hizo con los esfuerzos de la sangre del hombre, dando camino al hombre ”carnal”, he imponiendo como doctrina basuras que pronto se convirtió por el …”yo sé”… de los que los seguían, como una verdad, que se transmitió hasta nuestros tiempos. Y no sólo eso, sino que realizó los esfuerzos más denodados por combatir al hombre de color, llevándolo a la misma miseria más vil que un hombre puede tener. Ya de la Perla de Gran Precio, se estimulaba a la “negación de la predicación del Evangelio", a los hombres de color.
Por eso nos encontramos con dos situaciones que se dan en las conocidas revelaciones modernas, una en Doctrina y Convenios, y otra en Perla de Gran Precio, han sido diluidas con el tiempo por ser insostenibles como “mandamientos”. Una, la “ley de la poligamia”. Fue rechazada por impracticable, por ser matrimonios prohibidos –palabras del profeta que emitió el manifiesto- y quitada en su vigencia. Aunque se mantiene tal doctrina por hallarse dentro de las ediciones posteriores al año 1890, por lo tanto es enseñanza implícita. Y la otra es lo que contradice a lo enseñado en otra revelación que se encontró en los “papiros” – que algunos sostienen que son rezos funerarios – en donde enseñaban la negación del sacerdocio a los hombres negros. ¡Que sutileza! Justo en las revelaciones modernas –ya que el profeta siempre manifiesta la voluntad de Dios- han sido descalificadas, dichas “revelaciones”, como “Mandamientos” y perdido su poder espiritual. Llegando como conclusión que los mandamientos que surgieron en la restauración, has sido “quitados por sendos Manifiestos”. Es raro que ningún mandamiento surja en víspera de la Santa Biblia o del Libro de Mormón. Se tratará de apoyar que la ley de la poligamia vino a causa del Antiguo Testamento, pero es de observar que se ajusta a la enseñanza de José Smith, desprendida de la pregunta sobre el adulterio. Por eso de haber tenido la iglesia, sólo el Libro de Mormón y la Biblia, nunca se hubiera registrado los “famosos mandamientos”, de los cuales hemos hablado, y que hoy no existen, al menos para el vulgo. Pero fijemos esta postura. De seguir como se dice que el Libro de Mormón es el 2º testigo de Cristo, tampoco debería existir la ley de los Diezmos. Porque en el Nuevo Testamento, en la Iglesia Primitiva, la del Señor y de la Apóstoles, esa Iglesia que dice que José Smith, “restauró”, no se vivía dicha ley, porque fue dada sólo a los pueblo judíos. Y ahora podemos ver, como el Libro de Mormón da testimonio de tal enseñanza, porque en los comienzos de Alma con la Iglesia de Cristo, y en sus enseñanzas posteriores, nunca se vivió la ley de los diezmos entre los miembros de la iglesia nefita. ¡Que diferencia tan escueta, en donde podemos ver las enseñanzas claras y sencillas dadas por los “2 testigos especiales de Cristo”! La Biblia y el Libro de Mormón. ¡Maravilloso! En el Libro de Mormón y la Biblia, aprendemos que debemos ofrendar, y tener una sola esposa. ¡Gracias por estos libros! Por eso manifiesto, que dentro de la Iglesia de Cristo, se ha erigido la doctrina mormona. Con enseñanzas que solamente los lideres mormones la han visto, y que la han registrado como doctrina del Señor en sendos libros modernos como escrituras. Estos agregados, le han traído más contradicciones que aciertos a la iglesia.
Ni hablar lo que contiene en las llamadas revelaciones modernas en cuanto a la 2º venida del Salvador, o de la formación de la Orden Unida, que según revelación, fue puesta en vigencia, y un mes después “fue quitada por otra revelación”, por inaplicable. Me gustaría saber de estar en éstos días, tanto José Smith o Brigham Young, Qué pensarían de que los mandamientos de la poligamia y de la restricción de otorgar el sacerdocio a los hombres de color, ¡fueron abolidos! O de los muchos miembros que han fallecidos y que daban en altas voces sus testimonios de la veracidad del Matrimonio Plural, y la defensa acérrima de que los hombres de color padecían una maldición justa, dada por el Señor, por ser indignos, y por no haber apoyado en la causa preexistente a favor del plan del Señor. ¡Qué pasa con tales testimonios! Hoy los tendrían que cambiar. Hoy dirían todo lo opuesto, y se levantarías diciendo que los dichos de hoy, ¡es la verdad!, que la poligamia no existe, y el sacerdocio a los negros, es una “bendición”. Es decir lo que ayer, era una verdad, hoy es lo contrario.
La expiación de Jesucristo es amplia y amorosa, y alcanza a todos los hombres de la tierra. Pero la doctrina mormona le ha puesto “un límite” a la expiación del Salvador. En ciertas condiciones no alcanza. Y para esto se necesita “otra expiación propia”. ¿Cómo se puede tener tanta osadía en decir tales palabras como doctrina? Porque si vamos al caso, ¿Pagó el rey David, con su sangre, el pecado de haber mandado a matar a Urías? ¡Por favor hermanos mormones! Esa no es una doctrina del Señor. Tampoco es válida la “promesa” de la sección 132:26 ¿Cómo se puede decir que hay pecados permisibles –con pago de por medio- que los miembros “sellados por la promesa del Espíritu Santo”, van a recibir el privilegio de salir en la “1º resurrección” y lograr la “exaltación”? Estamos dando un lado flaco al pensamiento de seguir a Cristo, porque le damos al miembro “todas las posibilidades de zafar en la conducta cristiana”. Algo similar ocurrió cuando se quiso formar la estaca en mi ciudad. Se “permitía a los semiactivos” asistir cada tres meses, un domingo a la reunión de sacerdocio, y pasaría a figurar en la lista de miembro, como ¡ACTIVOS! Acomodaban “una mandamiento del Señor”, en cuanto al día de reposo, de manera que le sea cómodo al miembro, pero distorsionaban los informes diciendo que eran “activos”, por lo tanto, la asistencia subía con el número de élderes, y de esa manera lograban tener los números necesarios para tener la estaca. ¡Mentiras y más mentiras!
Es además sostenible, aunque algunos participantes traten de desmentirlo diciendo que no es “oficial”, algunos puntos de doctrina, pero se debe entender que “todo lo que esté registrado dentro de la literatura que contienen la iglesia, es indudablemente, “registros oficiales”, Porque están dentro de las ediciones que supervisa la Primera Presidencia.
Por eso sostengo, desde mi óptica, que el día que tome la Iglesia Mormona, como fundamento doctrinario a los que dicen que son los 2 testigos de Cristo, cambiará todo. La historia obscura que arrastra con el tema de la poligamia y sobre el sacerdocio a los negros, no alcanza con emitir los Manifiestos, sino en reconocer que se equivocaron desde el profeta José Smith, con la “revelación” del mandamiento de la poligamia, y lo expresado en cuanto a los negros. La iglesia Católica, reconoció sus errores con la Inquisición, -por dar un ejemplo- por lo tanto la soberbia de decir ¡es la Iglesia Verdadera!, no es factible de seguridad, sino basta con ver las veces que la Iglesia de Cristo, entre los nefitas, las oportunidades que cayó, tropezó, por emitir prácticas con enseñanzas falsas, o por amor al dinero, o por dejar de lado al pobre y menesteroso. Hoy la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, no está exenta de “caer”, por las falsas enseñanzas que imparte, día a día. Solo con leer lo que concluyó Moroni, se vería que es referente para los días que transcurren en la actualidad.
Por eso me manifiesto en contra de las doctrinas aberrantes de la práctica de:
1º) La poligamia. Por ser una práctica que el mismo José Smith, no la llevó con seriedad y respeto por el orden del pudor (al menos), ya que la vivió de una manera desordenada, que para un profeta es una falta grave. Vivió en secreto, sin antes de estar escrita la ley. Se casó, a elección, con adolescentes, y con mujeres que se mantenían casadas. Cuando se dijo que la ley era para sostener a mujeres con niños o solteras. La iglesia aceptó que se realizara casamientos por la eternidad (sellamientos), cuando José Smith era fallecido. ¿No se conformaban dichas mujeres de tener a su esposo legítimo? ¡Que morbo tan espeluznante! Dichas mujeres demostraban un poco más que desprecio por su sacerdote y elegían al “profeta muerto” para ligar su vida a la eternidad. Tal práctica me conmueve al rechazo banal de los líderes que aceptan como doctrina lo expresado. Y además por las contradicciones que contiene el Manifiesto nº 1.
2º) De la falsa enseñanza de que los hombres de color son castigados desde la preexistencia, y que vienen a la tierra por la “maldición de Caín”.
3º) Que la ley de los diezmos, es imperativo para demostrar la fidelidad del miembro al Señor, y que es necesario para la expansión del Reino, cuando en realidad, es y fue, una ley para la tribu de Israel, para el sostenimiento de la tribu de Levi, y no para transformar a la iglesia en una potencia económica, haciendo tesoros que el “orín y moho corrompen”. Dicho mandamiento se mantiene en vigencia por la atemorizante persecución que se inflinge a los miembros en denigración del autoestima, diciendo de la falta de dignidad por un cumplir con lo pedido por el Señor, so pena de ser “quemado y destruido en la venida del Señor”.
4º) Que la expiación del Salvador, es manejada por un pensamiento con ventajas, a la conducta de los fieles, que quieran pecar. Dando la oportunidad de que “si peca”, lo puede remediar por si mismo, con su expiación. Este pensamiento destruye la doctrina de salvación dada por el Padre a través de su Hijo. Tal es lo que expresa la “promesa” que se registra en D.y C. 132:26.
5º) Que no se pueden cambiar o acomodar los mandamientos (ya que significa dar falsas enseñanzas) dados por el Señor, como en el caso del día de reposo, en mi ciudad. Además de mentir en los informes y registros de la iglesia.
Pensar que en el foro algunos participantes me han tratado de mentiroso, de deshonesto…pero con una salvedad…yo no miento, tal vez sea mi forma de pensar, mi criterio, mi investigación de la doctrina mormona. Pero no utilicé mi lugar de liderísmo en la iglesia, para impartir mentiras como si fuera la “voluntad del Señor”.
Podrán disentir o no aceptar lo que digo. Es mi pensamiento. Algunos coincidirán, en parte, otros en nada. Podrán emitir juicios descabellados sobre mí, o decir que tan loco estoy. Pero no me hará cambiar lo que siento, aunque se me llame apóstata. Ésta es la ventaja que me permite el espacio que me brinda el foro de religión, decir lo que siento, y que no se ajusta a ningún preestablecido código y forma de pensamiento. Si estuviera equivocado, o de alguna manera ofenden mis palabras al clero mormón, ya está reglamentada la manera de que se me trate, como miembro. En el caso de serlo, la Primera Presidencia, ha tenido y tiene la oportunidad de juzgarme, - y no decir como alguien dijo que no pierden el tiempo con personas que reflexiona como yo -, porque en tal caso, como llamado al grado de Elder que tengo, se debe someterme a un tribunal, sea del país que sea.
Mi desafío es que me demuestren lo contrario, pero no con razonamientos infantiles, histéricos, diciendo como el caso de la poligamia…”que si el Señor quiere hacer excepción”… ¡Por favor, basta de estupideces! Cuando comencé mi blog, fue con el propósito de decir las mentiras que contienen la doctrina mormona, y cómo me parece que funciona, y la manera de sacarle la máscara a los que dirigen la Iglesia de Cristo. Es el tiempo de demostrar con estudios, con seguimientos de escrituras, con un orden histórico y social, del momento que se da un mandamiento o doctrina para el pueblo, y luego comparada con el único medio, que son las Santas Escrituras, apreciar si es una doctrina de Dios, o si viene de Satanás, por boca de los hombres afanados por sed y hambre de honores de los hombres, y ciegos por la codicia de los tesoros terrenales.
DABAR— (David Bardón) —ENERO 2009