septima sesion telepatica con Jesus.
SESIÓN DEL 3/5/98
Interlocutor: Hasta luego y gracias por comunicarse con nosotros. Saludos para su pueblo... ¿Quién se va a comunicar ahora?
Maestro Jesús: Estoy de nuevo aquí, con todo mi amor. Estoy de nuevo aquí para transmitir nuevos mensajes.
Interlocutor: ¡Maestro Jesús! ¿Cómo está usted?
Maestro Jesús: Con mucho dolor porque veo que hay muchos falsos profetas, que últimamente tratan de dar mensajes equivocados. ¡Hay tantas malas interpretaciones acerca de lo que es el verdadero demonio!
Interlocutor: ¿A qué se refiere, Maestro?
Maestro Jesús: El verdadero demonio del hombre es el apego. Lo importante en todo esto es ver que así como vosotros estáis aprendiendo, también nosotros en nuestro nivel aprendemos. Aprendemos de vuestros fracasos, aprendemos de vuestros errores.
Me diréis: "¿Cómo, Maestro, en vuestro nivel de Logos, tan elevado, sigues aprendiendo?".
Sí, es la respuesta. Hasta el Cristo, el Logos Dimensional, que incluso abarca diversas Galaxias, aprende de todos los seres vivos.
Ni siquiera los seres más elevados dejan de aprender de las clases más pequeñas, que serían vuestros insectos.
El aprendizaje último es que cuando yo estaba encarnado, el principal enemigo de la raza era la tentación. Hoy, yo, puedo decir con toda certeza que la tentación ha pasado a segundo nivel. El enemigo más grande de la raza es el ego. El ego es prácticamente el demonio personificado...
¿Qué significa esto? Así como hay una serie de demonios trabajando para mi Padre, para que vosotros podáis evolucionar —¡y nosotros podamos evolucionar también!— esos demonios se aprovechan de vuestras imperfecciones y alimentan vuestro ego.
Al alimentar vuestro ego, toma empatía con ese demonio que lo está alimentando, entonces hace que cada una de las personas se cuestionen, se cuestionen todo. Se cuestionen por qué viven, se cuestionen por qué trabajan, por qué tienen determinado padecimiento, por qué tienen determinada familia. Todos los "por qué" vienen por el ego.
Y el ego pregunta todo eso porque hay un demonio atrás que hace que lo pregunte.
Es justamente el demonio, y eso lo deseo aclarar, sirviéndolos a ustedes. El demonio les sirve. El demonio los ayuda.
Interlocutor: ¿Pero el demonio es consciente de que en realidad nos está ayudando?
Maestro Jesús: No, obviamente eso no lo sabe. El demonio lo que busca es destruirlos, no fortalecerlos.
Interlocutor: ¿Pero cuando hablamos de "demonios" estamos hablando de una entidad determinada?
Maestro Jesús: ¡Estamos hablando de una entidad determinada!
Interlocutor: ¿Para nada simbólica?
Maestro Jesús: No, para nada simbólica. En este momento sigue habiendo, de los 72 originales, 7 elohim trabajando. Y hay muchos demonios trabajando también. Así como los elohim crean nuevos espíritus angélicos, nuevos espíritus en evolución, de la misma manera, los demonios están tratando de tentar...
Pero vuelvo a insistir, la tentación pasa a segundo plano en este momento.
Interlocutor: ¿Pero estamos hablando de demonios buenos o demonios malos que hacen evolucionar?
Maestro Jesús: No existen demonios buenos. Todos los demonios son ángeles del error.
Interlocutor: ¿Vendría a ser como un demonio dentro nuestro?
Maestro Jesús: El Padre da libre albedrío... Entonces, "dentro nuestro" es una expresión que hay que tomar "con pinzas", para decirlo en una frase muy humana. Nadie tiene potestad para manejarlos o dominarlos a ustedes, ni siquiera los espíritus del Error, ni siquiera los demonios, pero pueden atacar vuestro ego.
El ego es como si fuera una llave maestra para ellos y por allí entran.
Interlocutor: ¿Pero cuál es la finalidad concreta, desde el punto de vista de ellos, que tienen estos demonios o espíritus del error?
Maestro Jesús: ¡Destruirlos!
Interlocutor: ¿Pero hallan placer en esta finalidad?
Maestro Jesús: ¡Totalmente!
Interlocutor: ¿Pero estamos hablando de seres del segundo o tercer nivel, es decir, de los llamados "espíritus del error"?
Maestro Jesús: No, no, los "demonios" son ángeles que perdieron su identidad.
Interlocutor: ¿Es real, entonces, esa lucha que se dice que hubo de los espíritus que se rebelaron contra el Padre, Luzbel y otros?
Maestro Jesús: ¡Luzbel es un ángel de Luz! Es uno de los ángeles más puros del universo y el Padre lo mandó en misión al planeta Tierra para tentar. Entonces, mediante la tentación y el sufrimiento, de esta forma el espíritu evolucionaría.
Luzbel trajo muchísimos colaboradores, colaboradores que por la misericordia divina perdieron la memoria, y entonces se transformaron en demonios.
Así como me han tentado a mí en el desierto... ¿Ustedes cuál suponen que fue mi tentación?
Interlocutor: Supongo que la del ego... Creo que usted mismo en otra oportunidad lo dijo, Maestro.
Maestro Jesús: Exacto. Entonces, lo que se vence aquí es la tentación del ego, porque el ego es nuestra debilidad, el ego es el que nos hace discutir. ¿Por qué no pedimos perdón? Porque nuestro ego no nos permite. ¿Por qué no agachamos la cabeza? Porque nuestro ego no lo permite. ¿Por qué nos ofendemos? Porque nuestro ego es el que se ofende.
Interlocutor: ¿Y cómo se hace para vencerlo?
Maestro Jesús: Con la otra parte, con la parte más hermosa, que es la parte del Padre. Nosotros tenemos la partícula divina, que es el espíritu.
El espíritu es el que vino para servir, el que vino para dar, es el que vino, mediante el amor, para vencer todo el odio acumulado.
Yo di este mensaje y no fue una sola vez. Lo di una vez en vida, pero en mensajes telepáticos lo di infinidad de veces. Pero cada día estoy siendo menos entendido.
Interlocutor: ¿Cómo terminarán su ciclo estos demonios? ¿Acaso en la Octava Esfera?
Maestro Jesús: No, porque aunque en estos momentos lo ignoran, están trabajando para el Padre. Cuando dentro de un futuro eónico todos los espíritus en evolución alcancemos la comunión con el Padre, automáticamente —lo expreso con vuestras palabras para ser entendido— esos demonios van a recuperar su memoria y van a ser nuevamente ángeles.
Interlocutor: Esta explicación, Maestro, ha quedado para mí perfectamente clara.
Maestro Jesús: Una de las mayores alegrías de Luzbel —que al servir al Padre, como "Príncipe de los Demonios", su nombre se transformó en "Lucifer"—, fue cuando yo vencí la tentación de él. Luzbel-Lucifer estaba temeroso de que yo cediera. Pero él no podía decir nada porque estaba sirviendo al Padre.
¡Qué amor hay que tener por el Padre para tentar a sus hijos, como dice el ser humano: "sin chistar", "sin protestar"!
Interlocutor: Maestro, ¿la tentación, concretamente, cuál fue?
Maestro Jesús: El ego, naturalmente.
Interlocutor: Sí, pero usted obviamente tenía poder, tremendo poder... ¿lo impulsaron a usar ese poder?
Maestro Jesús: Muchísimas veces.
Interlocutor: ¿Y si usted hubiera utilizado ese poder, qué hubiera podido hacer? ¿Acaso destruir?
Maestro Jesús: Ese poder lo he usado muchas veces. El escrito donde se habla que se calma la tempestad es real; la levitación sobre las aguas, fue también real...
Interlocutor: Maestro, ¿podríamos también hablar un poco sobre la resurrección, que usted quedó la vez pasada en explicar?
Maestro Jesús: Sí, puede ser...
Interlocutor: La pregunta clave es si usted fue bajado muerto de la cruz —obviamente de acuerdo a los cánones terrestres— o desmayado.
Maestro Jesús: Verdaderamente estaba muerto.
Interlocutor: ¿Con el "cordón de plata" cortado?
Maestro Jesús: Estaba muerto, pero aún no tenía el cordón plateado cortado. En ese momento decido descender a la Octava Esfera, porque quería absorber el sufrimiento de mis hermanos en pena... Fue como miles y miles de alfileres que se clavaran en mi hipotético cuerpo físico.
Interlocutor: ¿Fue una decisión totalmente suya?
Maestro Jesús: Así es, porque quería vivir esa experiencia, era necesario que la viviera... El sufrimiento de la cruz es insignificante comparado con el sufrimiento de la Octava Esfera.
Esto es lo que mis seguidores actuales, en una religión tan estrecha, no lo entienden.
Hablan del Calvario, que fue una insignificancia comparándolo con el sufrimiento de miles de espíritus en ese lugar de dolor.
Interlocutor: ¿Está hablando literalmente o simbólicamente al decir que en esa Octava Esfera el sufrimiento es mayor que el de una crucifixión?
Maestro Jesús: Estoy hablando literalmente... Es mucho mayor porque se percibe, a la vez, el sufrimiento de miles de seres que se encuentran en ese nivel.
Interlocutor: ¿O sea que el espíritu que está en la Octava Esfera también sabe el sufrimiento que causó a otros?
Maestro Jesús: No solamente sabe, sino también siente el sufrimiento que causó a otros, y sube de nivel cuando en lugar de sufrir por todo lo que está sintiendo como pinchazos —hablo de "pinchazos" en vuestro lenguaje para ilustrar mejor lo que quiero decir—, esos pinchazos dejan de dolerle porque las lágrimas —"lágrimas" hablando metafóricamente— derramadas por el sufrimiento causado a sus semejantes son más fuertes que los pinchazos. ¿Se entiende lo que quiero significar?
Interlocutor: Totalmente, Maestro. La explicación es clarísima.
Maestro Jesús: Y en ese momento, automáticamente sube de nivel. Cuando yo subo de nivel, estoy otra vez en el plano físico 1, mi cerebro no está totalmente muerto, y en ese momento me resucitan mediante una especie de radioactividad que sería muy difícil de explicar para vuestro entendimiento.
Interlocutor: ¿La resurrección fue por manos terrestres o extraterrestres?
Maestro Jesús: Extraterrestres... Me levantan de nivel porque tengo que cumplir otra misión en otro mundo, que será relatado más adelante.
Esa radiactividad queda en esa tela que me envolvió, con lo que doy por cierto que el denominado por ustedes "Santo Sudario", es real.
Interlocutor: ¿Fue algo, de alguna manera, premeditado esa impregnación o un hecho fortuito?
Maestro Jesús: No, no fue algo premeditado, simplemente la radioactividad quedó impregnada fortuitamente.
Me voy a retirar para dar paso a otra entidad. Les doy mis bendiciones. Sepan que estoy siempre con ustedes.
Interlocutor: Hasta luego, Maestro, y gracias... ¿Quién se va a presentar ahora?
Johnakan Ur-el: Me encuentro como flotando, el lugar está como cargado... Soy Johnakan Ur-el. Quiero transmitir lo siguiente: había una civilización que prácticamente estaba falta de fe, agnóstica, no tenían ningún líder espiritual, en un mundo vacío de fe, de ideas, de filosofía.
Se pidió permiso al Gran Logos de aquel entonces —estoy hablando de la época en que mi Maestro fue llevado a la cruz— para resucitarlo. Ese permiso fue dado y se lo resucitó.
No había tiempo de prepararlo, porque ese planeta, llamado Fulgor V, ya entraba en agonía y se lo llevó a ese mundo a que transmitiese mensajes. Estuvo un lapso, de lo que ustedes llamarían meses, transmitiendo mensajes espirituales en ese mundo.
Se trataba de un orbe no compatible, quizás, con la sustancia de la que estaba hecho mi Maestro. Recordemos que el cuerpo del Maestro, como el de todos nosotros cuando estamos encarnados, era básicamente de carbono... Fue a un mundo donde la base era de silicio y era un mundo impregnado de radiactividad.
Entonces, el Maestro sabía que tenía poca vida útil. Los habitantes de ese mundo también lo sabían...
Interlocutor: ¿Se trasladó a ese mundo, entonces, con su propio cuerpo físico?
Johnakan Ur-el: Así es, con el propio, a propósito para demostrarles a los habitantes de ese mundo que él no le temía a la muerte física. Porque él podía haber argumentado: "Ya que fui resucitado, puedo seguir en la Tierra".
A mi Maestro le dieron a optar, si tomaba esa misión o no, porque al tomar esa misión, en un mundo tan incompatible con su cuerpo físico, sabía que tenía una vida útil de 6 a 8 meses terrestres nada más.
Interlocutor: ¿Pero el Maestro Jesús se presentó ante sus discípulos en cuerpo físico?
Johnakan Ur-el: Sí, se presentó en cuerpo físico, pero sólo una vez —hay muchos errores al respecto—, momentos antes de viajar a ese mundo agonizante. Se presentó y estuvo comiendo con nosotros. Yo, encarnado como Juan Zebedeo en esa época, fui el primero en verlo.
Interlocutor: ¿Pero en cuerpo astral se presentó muchas veces?
Johnakan Ur-el: Así es, y por eso el Maestro no permitía que lo tocaran. Pero esto no es lo que me interesa destacar ahora, sino el hecho de que optó por viajar a ese mundo, en el cual su vida física se apagaría al cabo de 6 a 8 meses, por la enorme radiactividad que había, no compatible con su organismo de carbono, no compatible con la vida de silicio que había allá...
En ese mundo da mensajes... La gente muy incrédula... Muy similares a nosotros pero de otra vibración, hasta que los pocos filósofos que quedan en ese planeta le hacen comprender que si viene un ser de otro mundo a predicar, y saben que ese ser no quiere ser aislado, protegido, es porque esos mensajes son válidos.
Interlocutor: ¿Cuál fue el resultado de su prédica?
Johnakan Ur-el: Termina convirtiendo a millones de seres en un lapso de menos de seis meses. O sea que en realidad está logrando, en mucho menos tiempo, la misma misión que aquí en la Tierra hizo en dos años yo tres meses. Ahí lo logra en poco menos de seis meses.
Interlocutor: ¡Realmente asombroso!
Johnakan Ur-el: En ese mundo donde los seres son de silicio, tienen también como una figura espiritual al Maestro Jesús. El Maestro Jesús desencarna en ese mundo afectado por las radiaciones. O sea que es un mérito enorme haber llevado a buen término esa misión, tan grande como el que tuvo en este planeta, y automáticamente es nombrado Logos Planetario.
Es, pues, sumamente elogiable la obra del Maestro Jesús, porque no sólo dio su vida en la cruz por todos los de aquí, sino que da su vida por gente que ni siquiera conocía, con otras costumbres.
Interlocutor: Esto ha quedado completamente aclarado… Hasta luego, Johnakan, y gracias.