UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él •.. a fin de que no sirvamos más al pecado. Romanos 6:6.
¿Por qué crees que murió el Señor Jesucristo? ¿Cuál es tu base para esa creencia? ¿Es que sientes que El ha muerto? No, nunca lo has sentido. Lo crees porque la Palabra de Dios lo dice. Cuando el Señor fue crucificado, dos ladrones fueron crucificados al mismo tiempo. Tú tampoco dudas que ellos fueron crucificados junto con El, porque las Escrituras lo dicen claramente. ¿Qué entonces de tu propia muerte? Tu crucifixión con Cristo es más íntima que la de ellos. Ellos fueron crucificados al mismo tiempo que el Señor, pero en distintas cruces, mientras que tú has sido crucificado en la misma cruz que El, pues estabas en El cuando murió. No depende de tus sentimientos. Puedes saberlo por la sencilla y suficiente razón que Dios lo ha dicho. Que Cristo murió, es un hecho, que los dos ladrones murieron es un hecho, y que tú has muerto, también es un hecho. El “yo” a quien odias está sobre la cruz en Cristo y “el que ha muerto, ha sido justificado del pecado”.
Watchman Nee
Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él •.. a fin de que no sirvamos más al pecado. Romanos 6:6.
¿Por qué crees que murió el Señor Jesucristo? ¿Cuál es tu base para esa creencia? ¿Es que sientes que El ha muerto? No, nunca lo has sentido. Lo crees porque la Palabra de Dios lo dice. Cuando el Señor fue crucificado, dos ladrones fueron crucificados al mismo tiempo. Tú tampoco dudas que ellos fueron crucificados junto con El, porque las Escrituras lo dicen claramente. ¿Qué entonces de tu propia muerte? Tu crucifixión con Cristo es más íntima que la de ellos. Ellos fueron crucificados al mismo tiempo que el Señor, pero en distintas cruces, mientras que tú has sido crucificado en la misma cruz que El, pues estabas en El cuando murió. No depende de tus sentimientos. Puedes saberlo por la sencilla y suficiente razón que Dios lo ha dicho. Que Cristo murió, es un hecho, que los dos ladrones murieron es un hecho, y que tú has muerto, también es un hecho. El “yo” a quien odias está sobre la cruz en Cristo y “el que ha muerto, ha sido justificado del pecado”.