Meditaciones 25. de noviembre

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5 Septiembre 2001
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee

Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él •.. a fin de que no sirvamos más al pecado. Romanos 6:6.

¿Por qué crees que murió el Señor Jesucristo? ¿Cuál es tu base para esa creencia? ¿Es que sientes que El ha muerto? No, nunca lo has sentido. Lo crees porque la Palabra de Dios lo dice. Cuando el Señor fue crucificado, dos ladrones fueron crucificados al mismo tiempo. Tú tampoco dudas que ellos fueron crucificados junto con El, porque las Escrituras lo dicen claramente. ¿Qué entonces de tu propia muerte? Tu crucifixión con Cristo es más íntima que la de ellos. Ellos fueron crucificados al mismo tiempo que el Señor, pero en distintas cruces, mientras que tú has sido crucificado en la misma cruz que El, pues estabas en El cuando murió. No depende de tus sentimientos. Puedes saberlo por la sencilla y suficiente razón que Dios lo ha dicho. Que Cristo murió, es un hecho, que los dos ladrones murieron es un hecho, y que tú has muerto, también es un hecho. El “yo” a quien odias está sobre la cruz en Cristo y “el que ha muerto, ha sido justificado del pecado”.
 
25 de noviembre - ¡Lleva tiempo!



"...TODO LO QUE SE QUIERE DEBAJO DEL CIELO TIENE SU HORA..."

(Eclesiastés 3:1b)



Muchos de los tomates que comes se cogen verdes con el fin de que no se estropeen durante el transporte. Luego, antes de ser vendidos, son vaporizados con gas de dióxido de carbono, el cual los vuelve rojos inmediatamente. Ahora, los tomates madurados con la ayuda de un gas están bien, pero no tienen ni punto de comparación con los que han madurado lentamente en el huerto. Nos preocupamos demasiado por la rapidez con que crecemos; ¡Dios está más interesado en que nos hagamos fuertes!

En el momento en que abres tu vida a Cristo, Él establece "una cabeza de puente". Es posible que pienses que has entregado todo, pero existen áreas que todavía desconoces. ¡Sólo puedes ofrecerle a Dios aquello de ti que por ahora comprendes! Pero eso está muy bien. Una vez que Él te ha puesto "una cabeza de puente", Cristo empieza una campaña para conquistar más y más territorio, hasta que tu vida sea completamente suya. Ten por seguro que habrá luchas y batallas, pero no hay duda acerca del resultado. Escucha: "...el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará..." (Filipenses 1:6b).

Hoy en día estamos obsesionados con la velocidad, pero Dios está más interesado en la estabilidad. Queremos el arreglo rápido, el camino corto, y la solución inmediata. Queremos un sermón, un seminario o una experiencia que instantáneamente resuelva nuestros problemas, aleje nuestras tentaciones y nos libere de los dolores de crecimiento. ¡Sé realista! La madurez nunca es el resultado de una sola experiencia, por muy poderosa o emocionante que sea. El crecimiento saludable es el gradual. La Biblia dice: "...somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor" (2 Corintios 3:18b).