Meditaciones 18 de octubre

hgo

2
5 Septiembre 2001
3.029
1
UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee


Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Romanos 14: 10.

Dos cosas nos son prohibidas aquí: “juzgar” y “menospreciar”; un acto exterior y una actitud interior. Puede ser que yo no haya llegado al punto de juzgar abiertamente a un hermano. Muy bien, ¿pero lo estoy evaluando delante de mí mismo en forma desfavorable? ¿Le tengo lástima en forma secreta porque no ve las cosas como yo las veo? ¿Lo desprecio en mi corazón como hermano débil y excéntrico? Si así procedo, estoy en un grave peligro. Mi próximo paso será asumir que soy superior a él. Si lo menosprecio, es bien evidente que pienso demasiado de mí mismo. Debo guardarme de clasificarme a mí mismo, como espiritualmente fuerte pues al hacerlo, sólo estoy reconociendo delante de Dios mi carnalidad. Por supuesto, El quiere que yo sepa discernir entre lo bueno y lo malo, pero nunca debo hacer que los demás se tornen en víctimas de mi discernimiento.
El tribunal es de Cristo, y es aún algo futuro, Quién de nosotros se atreve a usurpar su función ahora?
 
18 de octubre------Hallar tu puesto en la mesa------



"Y LE HICIERON ALLÍ UNA CENA; MARTA SERVÍA Y LÁZARO ERA UNO DE LOS QUE ESTABAN SENTADOS A LA MESA CON ÉL" (Juan 12:2)



Leemos que, después de que Jesús levantó a Lázaro de los muertos, él y sus hermanas invitaron a Jesús a cenar. Marta servía, María ungía los pies de Jesús y Lázaro hablaba con los huéspedes. Observa: hay sitio en la mesa de Dios para toda clase de gente. Miremos con más atención:

Marta. Las Martas están generalmente en segundo plano, arremangadas, asegurándose de que todos tienen comida y bebida. Puesto que rara vez buscan estar en el foco de la atención, a menudo no las apreciamos - ¡hasta que no están! El lado 'menos positivo' de las Martas es que están inclinadas a considerar que su misión sea más importante que el Maestro. Necesitan recordar que la adoración también es servicio.

María. Las Marías pueden olvidar que hay que pagar las facturas y cocinar. A veces están pensando tanto en lo espiritual que no atienden lo terrenal. Tienen que darse cuenta de que el servir es también adoración. Pero necesitamos Marías. Aportan pasión a nuestra adoración, y siempre se puede contar con ellas para interceder ante Dios a favor de otros.

Lázaro. Escucha: "Gran multitud... fueron... para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos... a causa de él muchos... creían en Jesús" (Juan 12: 9,11).

Lázaro tenía un testimonio tan asombroso que los que lo oyeron se convirtieron al instante. Él nos recuerda que cada uno tenemos una historia para compartir sobre la gracia y la misericordia de Dios. ¿Cuándo expusiste la tuya la última vez?

Hoy, por lo tanto, si eres una "Marta", Dios ve tu labor de amor. Si eres una "María", Él se deleita en tu adoración. Y si eres un "Lázaro", Él promete honrar tu testimonio. ¡Hay sitio a la mesa para todos nosotros!










¡¿Qué te parece si aconsejas a tus amigos mandar un e-mail a

[email protected]

para que ellos también "disfruten" de estas "vitaminas" diarias