Pablo escribe:
Correcto, Fernando. Bueno, casi correcto. La clave es discernir si la pregunta se refiere a un mismo suceso o DOS DIRERENTES. De acuerdo con la interpretación que yo apoyo uno es la destrucción del templo, y el otro es la venida de Cristo y el fin del mundo. Estos dos podemos considerarlos UNO solo sin temor a ser refutados ya que el resto de la Escritura los asocia en todo momento.
LFP:
Sí, vale, pueden ser uno o dos. La clave del asunto está en si se han de relacionar la primera parte de la pregunta con las otras dos.
Pablo escribe:
Creo que ya expliqué antes que de acuerdo con la interpretación que yo apoyo, la primer parte de la pregunta, o sea cuando ocurrirá la destrucción del templo no es registrada por Mateo. Lucas la registra en Lucas 21: 20-24 en forma total, y encontramos segmentos de la respuesta de Cristo en Maros 13.
¿Por qué no está incluída en Mateo? Porque Mateo es el evangelista del Reino, presenta al Rey. La destrucción de Jerusalén en el 70 dC es un suceso que tiene que ver con esta era actual en la que vivimos. No tiene nada que ver con el futuro distante cuando el Rey viene. Por lo tanto Mateo no la incluye.
LFP:
Sin duda Lucas 21:20-24 es el pasaje paralelo de Mateo 24,15-21. Mateo describe como gran tribulación lo que Lucas detalla como destrucción de Jerusalén.
Por tanto, sigue en pie la validez de mi teoría -que no posicionamiento dogmático- de que la ausencia de la pregunta completa en los otros dos sinópticos puede querer decir que en la mente de los evangelistas estaba la idea de que dicha pregunta trataba de un mismo suceso, no de dos separados por el tiempo.
Pablo escribe:
Como ya expliqué algunas cosas no aplican en el primer siglo y en Israel. Todos estos síntomas encajan perfectamente en la semana 70 de Daniel. 7 años de tribulación en todo el mundo y también en Israel, pueblo al cual Jesucristo advierte del v. 15 en adelante (Tiempo de angustia para Jacob – Jer. 30:7)
Luis:
En mi opinión, esa semana 70 se refiere precisamente a los 7 años de guerra entre los judíos y los romanos. De hecho, hay una alusión directa en Daniel 9,27 a la cesación del sacrificio en el Templo de Jerusalén, cosa que ocurrió, pásmate, a la mitad de esos 7 años (profecía exacta)
Pablo escribe:
Esta interpretación de la frase “todo el mundo” no entra ni con calzador.
Primero porque Jesucristo dice “porque habrá gran tribulación, cual no la ha habido desde EL PRINCIPIO DEL MUNDO hasta ahora, ni la habrá.” Mat.24:21.
El espectro de la afirmación de Cristo es mundial, no el mundo conocido del mediterráneo. La palabra PRINCIPIO es la clave. No podemos conectar la palabra PRINCIPIO con la zona mediterránea solamente. El Principio del mundo es un punto de referencia que nos lleva directamente a la creación. Por lo tanto el verso tiene alcances mundiales.
Segundo, el v. 14 dice que el evangelio será predicado a TODO el mundo, y a TODAS las naciones. Difícilmente podemos limitar esto a la zona de Israel o al imperio romano.
En este verso TODO significa TODO, y eso es TODO lo que TODO significa.
Luis:
A ver, Pablo, que nos estamos haciendo un lío. Yo estoy en Mat 24,14 y no en Mat 24,21. En ambos versículos se utilizan términos diferentes (oikoumene y kosmos). Y curiosamente, mientras que oikumene puede usarse para referirse sólo al mundo romano, no ocurre lo mismo con kosmos, que siempre se refiere a toda la tierra o incluso el universo. Por tanto, cuando Pablo usa el término "en TODO EL KOSMOS" en Romanos 1,8 y en Colosenses 1,5-6 entonces es que está testimoniando que el evangelio se predica por todas partes, lo cual confirma que la profecía de Cristo sobre predicación "oikoumene" de Mat 24,14 ya se cumplió, o se estaba cumpliendo, en tiempo de San Pablo. Tú no puedes decir que TODO significa TODO en Mateo pero no en Pablo. De ahí que los versículos que siguen a Mat 24,14 puedan situarse cronológicamente en plena era apostólica, lo que coincide con los sucesos del año 70. Cristo predice que antes de los sucesos que siguen a Mateo 24,14 el evangelio habría de predicarse en TODO el mundo y Pablo confirma que tal cosa ocurría ya antes del año 70.
Respecto a que la tribulación de entonces sería la mayor que había ocurrido desde el principio del mundo y que no la habría mayor después, ya se ha tratado ese aunto en el epígfrafe. Espiritualmente no puede haber mayor tribulación que el que Dios destruya todos los símbolos del Antiguo Pacto, muy especialmente el Templo donde se ministraban los sacrificios y ofrendas
Pablo escribe:
La predicación del evangelio a todo el mundo ocurrirá en la gran tribulación y será llevada a cabo por los 144,000 judíos sellados y además un ángel pregonará en evangelio por todo el mundo ( Apoc. 14:6)
Luis:
Te inventas eso de que el evangelio será predicado por los 144.000 judíos. El texto no lo dice. Además, suponiendo que ese número no sea meramente simbólico, todos esos miles se dedican a acompañar al Cordero (referencia a Cristo sacrificado) por donde quiera que vaya. Es decir, si pretendes que ellos sean los que predican el evangelio por todo el mundo en la gran tribulación, entonces el Cordero estará presente en la tierra en medio de dicha tribulación, lo cual no encaja para nada con el resto de tu teoría escatológica
Pablo escribe:
La destrucción del templo en el 70 dC no llena los requisitos para constituir la abominación desoladora. TITO DESTRUYO EL TEMPLO, NO LO USURPO.
Luis:
Sí, sí que los cumple. El término abominación desoladora se refiere a un hecho abominable que DESTRUYE (desola) totalmente el Templo. Y mejor no entremos en revisar las abominaciones que hiceron en el Templo no ya los romanos al destruirlo sino los propios judíos durante el sitio de la ciudad santa.
Pablo escribe:
Si leemos 2 Tes. 2:4 veremos que el anticristo se sentará en el templo de Dios
Luis:
El cual es la Iglesia, no el Templo de Jerusalén.
Además, Pablo no llama anticristo al que hará tal cosa sino hombre de pecado, hijo de perdición. Anticristos había muchos en aquellos tiempos como enseña Juan en su primera epístola. En cualquier caso, reonozco que dicho hombre de pecado es también anticristo
Pablo escribe:
y reclamará ser Dios. Antiocus Epiphanes fue la tipificación más clara del anticristo en la literatura apocalíptica del AT.
Luis:
Y el César, concretamente Nerón, la más clara para los cristianos de entonces
Pablo:
Tito no se sentó en el templo y se deificó, sino que lo destruyó solamente. Ni siquiera se llevó sus tesoros como lo hizo Nabucodonosor.
Luis:
Pues tú me contarás qué es peor. Si robar algo, lo que podría permitir alguna recuperación futura, o destruirlo, lo que implica la desaparición para siempre. Pero además, no es cierto que no hubiera robo de tesoros. Mira:
Arco de Tito en Roma
Situado cerca de la Vía Sacra, arteria principal del que fuera centro de la Roma imperial, fue edificado por el general Tito, hijo del emperador Vespasiano, por su victoria sobre Jerusalén
En los relieves del arco de Tito, el general conmemoró su victoria sobre Jerusalén, con escenas en que se representa a los soldados en cortejo triunfal, llevándose los tesoros del templo, entre ellos, el candelabro de siete brazos.
Bendiciones