¿Y cómo es que el ES estaba fuera de Jesús cuando iba a ser bautizado?
Ese es el punto
FORISTA MIGUEL
Luc 3:21 Aconteció que cuando
todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió,
Luc 3:22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
La señal visible del Espíritu Santo no significa que el Espíritu estuviera “fuera” de Jesús en el sentido de ausencia, sino que se manifestó visiblemente para que los presentes reconocieran que Jesús era el Mesías.
Esto significa que la voz del Padre cuando el cielo se abrió no solo fue oída por Juan y Jesús, sino por todo el pueblo que se bautizaba, porque esto se sobreentiende, no hay necesidad de verlo escrito.
Es la identificación, al comienzo de su Ministerio terrenal, como el Hijo de Dios, el Mesías Rey de Israel.
Jesús ya vivía en plena comunión con el Espíritu desde antes de su bautismo.
¿Quién me redarguye de pecado? (Jn.8:46).
El descenso en forma de paloma fue un
signo externo de autenticidad profética (Is.11:2), para confirmar públicamente su identidad y misión.
No se trata de que el Espíritu estuviera separado de Jesús, sino de una revelación visible para los hombres.
La idea de que Jesús “recibió” el Espíritu en algún momento de su vida y que alcanzó la divinidad por medio del conocimiento es una antigua herejía gnóstica.
La Escritura enseña algo muy distinto.
Recuerde que Cristo mismo, antes de su encarnación en Jesús, estaba en Isaías dirigiendo su profecía sobre sí mismo, aquí está el texto:
(Isaías 11:2) “Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.”
Desde antes de su encarnación, el Mesías es anunciado como portador pleno del Espíritu. No se trata de un evento puntual de “recepción”, sino de una condición permanente.
Confirmación apostólica (1 Pedro 1:10-11)
Los profetas hablaron movidos por el
Espíritu de Cristo que estaba en ellos, anunciando de antemano sus sufrimientos y glorias. Esto muestra que Cristo ya existía y obraba antes de su encarnación.
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios… Y aquel Verbo fue hecho carne.”
No hay un “antes sin divinidad” y un “después con divinidad”.
El Verbo eterno se encarna, pero nunca deja de ser Dios.
En resumen:
Isaías anuncia, Pedro confirma, Lucas muestra, y Juan proclama. Todo converge en la misma verdad: Cristo es Dios desde la eternidad, lleno del Espíritu, y su bautismo fue una revelación visible para el pueblo, no un momento de “divinización”.
Forista Miguel, considera las Escrituras presentadas y que el Señor te dé entendimiento en todo.