Sobre las lenguas espirituales
Sobre las lenguas espirituales
Saludos hermanos que Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo les concedan abundantes bendiciones. Amén.
Para todos mis hermanos, especialmente para mi hermano j frank chapa, con quien me comprometí a dialogar respecto de este tema, a continuación les brindo opiniones y comentarios en relación al don de las lenguas.
1 CORINTIOS
12:1 No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.
12:2 Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos.
12:3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
12:4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
12:5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.
12:6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. [/B]
12:7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
12:8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
12:9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.
12:10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
12:11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Para iniciar el diálogo respecto de este tema es necesario reconocer que según la Escritura el don de diversos géneros de lenguas (e interpretación de las mismas) tiene un origen claramente definido, proviene de Dios. Es el Espíritu Santo de Dios el que reparte a cada miembro del cuerpo de Cristo (la iglesia) el don de las lenguas, según la voluntad de Dios, y que es Dios mismo quien ejecuta la operación espiritual de dicho don en la iglesia.
Además es muy importante reconocer que ningún don espiritual funciona individualmente o sin necesidad de los demás dones aplicados por los demás miembros de la iglesia. En este caso en particular es vital el uso de dones complementarios tales como el de discernimiento de espíritus y el de profecía; estos dones guiarán a la iglesia en el reconocimiento de lo verdadero y lo falso. La advertencia que hacen algunos hermanos con relación a que existen lenguas falsas, que no provienen del Espíritu de Dios es justificada y válida. Pero eso sí, la existencia de dones falsos, nacidos ya sea de espíritus malignos o de emociones desenfrenadas o de cualquier otro origen no divino, no descalifican los dones espirituales, no descalifican las lenguas espirituales, ni la profecía (aunque existan muchos falsos profetas), ni la sanidad divina, etc.
12:12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
12:13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
12:14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.
12:15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
12:16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
12:17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?
12:18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
12:19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
12:20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.
12:21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
12:22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;
12:23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.
12:24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba,
12:25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.
12:26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.
12:28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
12:29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?
12:30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?
12:31 Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.
Cada hermano tiene una función establecida por Dios mismo en la iglesia, pues Dios ha dado a cada uno dones diferentes, con funciones y propósitos específicos. Es evidente que no todos poseen los mismos dones. En este sentido muchos hermanos pentecostales se han equivocado en su doctrina, pues ellos enseñan que es necesario que cada nacido de nuevo hable en lenguas extrañas, esta posición se ha prestado para sucesos muy negativos y dañinos, pues ignoran que Dios no reparte los dones por la voluntad de los hombres, ni puede ser manipulado por ninguna confesión o denominación humana. Valga decir como aclaración que Dios no es ni manipulado por los impositores de dones obligatorios, de la misma forma en que no es inhibido en repartir sus dones espirituales a quién El quiera, donde quiera y como quiera, pués El es el Señor (dueño y amo) de la iglesia, y actúa como El desea; sin imposiciones y sin impedimentos.
13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. ...
Respecto de la naturaleza de las lenguas espirituales y su aplicación muchas cosas se pueden decir. Por ejemplo tenemos el relato del libro de los Hechos, en que se nos narra la primera experiencia espiritual de la iglesia (y los incrédulos) con el don de géneros de lenguas. Esta fue una experiencia maravillosa pues muchos incrédulos pudieron oír (sin necesidad del don de interpretación de lenguas) las maravillas de Dios, aún así muchos de los oyentes pensaron que los que hablaban en diferentes lenguas estaban ebrios a tempranas horas del día. Como enseña Pablo, las lenguas son una señal para los incrédulos. Respecto de esto es necesario comentar que es muy probable que los que hablaban no entendieran ni una sola palabra de lo que decían, como sucede en la explicación de las lenguas que da Pablo a los hermanos de Corinto.
Volviendo al asunto de la naturaleza de las lenguas encontramos que Pablo menciona la posibilidad (verbo hablar en subjuntivo) de que los hermanos hablen en lenguas humanas y angélicas. En vista de que Pablo usa un subjuntivo, una posiblidad, de que los hermanos hablen ya sea de una u otra forma, ya sea en lenguas humanas o angélicas, algunos hermanos proceden a descalificar dicha posibilidad (lenguas angélicas) aduciendo que Pablo utiliza dicha posibilidad como una exageración máxima, pero olvidan que con el mismo criterio cualquiera podría desacreditar el hablar en lenguas humanas (descalificándo dicho don como una dádiva de Dios), pues el texto trata a ambos tipos de lenguas de la misma forma, con un subjuntivo. Así que, de la misma forma en que es posible que una persona hable en lenguas humanas, de la misma forma es posible que una persona hable en lenguas angélicas, y en ambos casos es posible que el que hable no tenga un amor genuino en su corazón. Por otro lado también está una explicación alternativa, que interpreta a las lenguas angélicas como lenguas de mensajeros, puesto que el término griego usado puede ser traducido de ambas formas (mensajero o ángel), en estos casos el contexto determinará cual es el significado adecuado a la hora de traducir-interpretar el sentido exacto de la palabra. Personalmente me inclino a creer que las lenguas angélicas no pueden ser entendidas como lenguas de mensajeros humanos, pues las lenguas humanas comprenden todos los idiomas conocidos por el hombre, incluidos los mensajeros que predican el evangelio a toda criatura.
De todas formas el hecho de que uno califique o no a algunas manifestaciones del don de lenguas como humanas o angélicas es poco relevante; Pablo enseña que en el mundo muchos idiomas hay, y con enormes dificultades este servidor puede reconocer (no entender) con su oído a lo sumo cuatro o cinco de los miles que actualmente se hablan, y hasta donde tengo entendido incluso a los más capaces se les dificulta el poder manejar más de siete u ocho idiomas. Lo que quiero decir es que como en el caso de Corinto, si no hay un intérprete que ministre junto con el que habla en lengua extraña, será imposible entender aún para los más "espirituales" el mensaje, aunque éste sea hablado en algún dialecto usado en nuestro mundo actual.
13:4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
13:5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
13:6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
13:7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
13:8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
13:9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
13:10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
13:12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
13:13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
En vista de las divisiones que existían entre los hermanos de Corinto por el ejercicio de los difernetes dones, no solo por el uso de las lenguas, Pablo enseña sobre la preeminencia del amor, la fe y la esperanza.
He leído que algunos relacionan el uso de las lenguas con la inmadurez espiritual. Si leemos con cuidado podremos observar que en este sentido Pablo trata de la misma forma a todos los dones. Cuando venga lo perfecto (cuando termine este estado de imperfección) no será necesario el don de sanidades pues nuestros cuerpos serán glorificados; no será necesaria la profecía, pues hablaremos con Dios cara a cara; cesarán las lenguas, la ciencia acabará, el apostolado, el pastorado, etc; pero lo que siempre permanecerá es el amor. Será con la venida de nuestro Señor Jesucristo que la iglesia alcance la verdadera madurez espiritual. Por otro lado, mientras permanecemos aquí la inmadurez debe ser relacionada con las diviciones, con los celos, con los pleitos, etc, que tanto abundan en medio de nuestras iglesias, no con el ejercicio de los dones. Al principio de la carta a los Corintios encontramos que existen divisiones entre los hermanos, dichas divisiones se fundamentaban en quien había o no había bautizado a los hermanos. El problema no era el bautizarse, por supuesto que era el absurdo divisionismo.
14:1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.
14:2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.
Ahora Pablo entra en detalle a explicar el ejercicio de los dones en la iglesia, en las reuniones de los hermanos. Pablo espera que el anhelo de los hermanos sea el de profetizar (conforme el Espíritu Santo actúe, por supuesto). Y empieza a contraponer el don de las lenguas con el don de la profecía, las diferencias que existen entre ambos en cierta forma les explican. A diferencia del que profetiza el que habla en lengua extraña habla a Dios en privado, pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios (nadie le entiende); pero el que profetiza se convierte en la voz de Dios, que habla a todos en forma clara, sin misterios:
14:3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
14:4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.
14:5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
Para Pablo (y para toda la iglesia) el don de profecía es preferible al de las lenguas, auque no excluyente. Pablo desea que los hermanos abunden en los dones del Espíritu, pero sobre todo que profetizen.
14:6 Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?
14:7 Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?
14:8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
14:9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.
14:10 Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado.
14:11 Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí.
14:12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
14:13 Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.
Es evidente que las lenguas que hablaban los hermanos de Corinto eran incomprensibles (fueran humanas o angélicas) para todos los demás (a no ser que hubiera un intérprete). Por lo que Pablo manda a los hermanos pedir a Dios en oración que les conceda el don de interpretar dichas lenguas. En cierta forma el don de lenguas unido al de interpretanción de las mismas se convierte en un don de profecía.
14:14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
14:15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
14:16 Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
14:17 Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.
14:18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;
14:19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
Ahora bien, lo que Pablo viene transmitiendo desde el capítulo anterior es sobre la necesidad de ministrar y servir a todos los hermanos. Noten que el afán de Pablo es que en la iglesia todos tengan entendimiento de las cosas que suceden, que tengan fruto de cada comentario, alabanza, bendición, etc. Por eso reconococe que el que habla en lenguas ora con el espíritu, canta con el espíritu, bendice con el espíritu, da acción de gracias con el espíritu (a la verdad), pero que los hermanos no tienen provecho directo de tales acciones, por lo tanto es necesario que en lugar de manifestar todas estas acciones espirituales y genuinas en la iglesia, es mejor, mucho más conveniente el hacer lo mismo, pero no utilizando el don de las lenguas espirituales, sino claramente, con el entendimiento.
Además Pablo reconoce que él mismo habla en lenguas desconocidas, de las que dice con toda seguridad que hablaba en mucho mayor cantidad que todos los creyentes de Corinto, pero que por causa de sus hermanos prefiere no utilizar tan abundante y espiritual don (en él) pues el propósito primordial de las reuniones es bendecir a los hermanos.
14:20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.
14:21 En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.
14:22 Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.
14:23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?
14:24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado;
14:25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.
Nuevamente Pablo contrapone el don de lenguas con el de profecía para explicarlos. Las lenguas son una señal para los incrédulos, y la profecía es una señal para los creyentes. Aún así el incrédulo puede interpretar la señal de las lenguas como locura, o como sucedió en pentecostes, que a pesar de entender claramente las maravillas de Dios, muchos les acusaron de ebriedad. Todo lo contrario sucede con la profecía, que revela hasta lo más profundo del corazón del hombre, y también lo más profundo del corazón de Dios. Además es importante reconocer que aún la profesía es renegada por los incrédulos, aunque en el fondo de sus corazones no pueden negar la existencia de Dios.
14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.
14:27 Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.
14:28 Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.
Además del interés de Pablo en que todos los hermanos reciban bendición y edificación, también está la necesidad de que todo sea hecho con orden. Cada uno debe ministrar a los demás siguiendo un orden, por turno, en el momento debido. Pablo manda que si no hay interprete el que habla en lengua extraña debe callar en la iglesia, y que ore en privado (puede ser en voz baja). Este mismo mandato debe ser aplicado aún cuando no se ora en lengua extraña, pues es impropio (y escandaloso) que todos oren con voz alta a la vez, las razones son obvias.
14:29 Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.
14:30 Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero.
14:31 Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados.
14:32 Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;
14:33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos,
14:34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.
14:35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.
14:36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado?
14:37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.
14:38 Mas el que ignora, ignore.
14:39 Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas;
14:40 pero hágase todo decentemente y con orden.
Para terminar es importante el leer a conciencia esta última porción de las Escrituras. Para Pablo el desorden que había en Corinto no se debía únicamente al ejercicio de las lenguas espirituales, sino también a la profecía, y otros aspectos culturales propios de aquella época. Pablo manda a callar a cualquier que actúe fuera de lugar o indebidamente en la iglesia, fuera profeta, interprete de lenguas, hombre, mujer, niño, etc.
Aparte de estos comentarios a las Escrituras debo decir que en "el ambiente" pentecostal (como sucede en todas las instituciones religiosas humanas) existen muchos "añadidos espúreos" a las lenguas espirituales y otros dones. Es muy común que estos hermanos intenten "manipular" a los creyentes (y a Dios), pues enseñan que todos los nacidos de nuevo deben de hablar en lenguas como señal inequívoca del bautismo del Espíritu Santo. Incluso llegan a extremos en que ponen a los demás a hacer repeticiones de balbuceos incomprensibles (imitando las lenguas espirituales) pretendiendo así "obligar" a Dios a conceder dicho don. Deben haber incluso otros ejemplos del error de mis amados hermanos. Todas estas prácticas son censurables y deben ser desechadas (las prácticas, no los hermanos) por la iglesia de Cristo. El único que puede conceder dones espirituales genuinos, y ponerlos en práctica en medio de la iglesia es nuestro Dios Padre, por voluntad de nuestro Señor Jesucristo, mediante la acción del Espíritu Santo.
Que nuestro Dios nos conceda abundancia de genuinos dones espirituales, y que nos ayude a no tener temor o desechar los dones del ES, a pesar de los malos ejemplos de otros. Amén.
Alejandro.